Venga, otra Novena de Bruckner más. Pero esta es especial. 11 de julio de 2024. Se interpreta en la mismísima Abadía de San Florián, la orquesta es la Sinfónica de Bamberg y se pone a su frente un señor que ese día cumple nada menos que noventa y siete años: Herbert Blomstedt. Muy bien llevados, dicho sea de paso.
Y no, no es una versión "de anciano director". No resulta particularmente lenta, contemplativa o espiritualizada. Simplemente, un señor que nunca fue un grandísimo artista, sino más bien un artesano de primera fila, ofrece la síntesis de una dilatadísima experiencia dirigiendo este repertorio. Y claro, nada hay novedoso ni revelador en su lectura, como tampoco particularmente intenso, pero muy difícilmente se puede poner el menor reparo. Todo rezuma ortodoxia, sensatez, pleno conocimiento tanto de la letra como del espíritu y mucho amor por esta música. Los tempi son los adecuados, la sonoridad también, las transiciones se encuentran resueltas con enorme naturalidad, las secciones se yuxtaponen con coherencia y sentido global de la arquitectura... En lo expresivo se alcanza el complicado equilibrio entre carácter dramático, elevación poética y sentido de lo trascendente, sin necesidad de cargar tinta en ninguno de estos aspectos. Luego el experto bruckneriano podrá argüir que no están aquí la incomparable sensualidad agridulce de Giulini, el carácter visionario de Furtwängler o Barenboim, la personalidad reveladora de un Klemperer, la brillantez sinfónica de un Solti, la sonoridad organística de un Celibidache o incluso la rabia que alcanzó Karajan con la Filarmónica de Viena. Da igual: esto es Bruckner de pura cepa, perfecto y modélico en sí mismo.
La toma es notable, a pesar de lo reverberante de la acústica, y la realización visual resulta formidable: se aprovecha la belleza de la arquitectura sin dejarse llevar por el esteticismo y buscando relación con la música. A destacar, en este sentido, los planos del órgano en los momentos más claramente organísticos de la obra.
Bueno, ¿y cómo puede usted ver esta estupenda Novena? Pues gratuitamente haciendo click aquí, por cortesía del Canal Arte. ¡Y luego dicen que se acabaron las grabaciones de música clásica! Lo que se acabó más bien es el chollo de algunas discográficas trasvasando a CD sus antiguos registros más que amortizados. Porque el mundo de la fonografía sigue ahí, vivito y coleando. Como Blomstedt,
3 comentarios:
Gracias por la info, ya conseguí este vídeo.
Tengo la novena grabada por decca en Leipzig hace años y es una version extraordinaria, aunque lo que mas me gusta aun es el arreglo para cuerdas del adagio del quinteto que lo acompaña. Hace años lo oí en Barcelona a este director con una orquesta de Bolos de un banco Suizo (luego me quisieron captar de cliente jjj) . Verdaderamente infravalorado por el gran publico pese a poseer una notable discografia.
A ver, Blomstedt tiene una integral buenísima de las sinfonías de Bruckner, bastante reciente, con la Gewandhaus de Leipzig. Inicialmente se publicó en Sacd en Querstand y posteriormente la ha reeditado Accentus en CD. Se puede encontrar en la plataformas de streaming. Me gusta más que la de Nelsons con la misma orquesta. Saludos
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