tag:blogger.com,1999:blog-18454326140393540792024-03-18T22:57:16.523+01:00Ya nos queda un día menosUn cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.comBlogger2910125tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-18057706231377272792024-03-17T18:05:00.003+01:002024-03-18T07:19:57.122+01:00La Bella Susona: el Maestranza estrena su primera ópera<p>El <b>Teatro de la Maestranza </b>ha dado dos pasos decisivos a lo largo de su historia lírica –que se remonta a 1991, cuando se hicieron <i>Rigoletto</i> con Kraus y <i>Tosca</i> con Domingo– en lo que a renovación del repertorio se refiere. Uno tuvo lugar en 2006, cuando por voluntad de Pedro Halffter se llevó a escena la <i>Lulu</i> de Alban Berg, rompiendo así con el extremo conservadurismo de la etapa de José Luis Castro; aún queda por estrenarse <i>Wozzeck </i>a orillas del Guadalquivir, todo hay que decirlo –y con ella, muchas óperas importantes de la primera mitad del siglo pasado–, pero al menos se dejó bien claro al público sevillano que la historia de la ópera no se acaba en <i>Turandot</i>, y se abrió la puerta a que se pudieran ver algunas cosas más cercanas en el tiempo. El segundo se ha dado esta misma semana con algo a lo que todo teatro dispuesto a ocupar un lugar en el panorama internacional debe aspirar: el estreno mundial de una ópera de encargo propio. Bueno, en este caso la propuesta inicial partió de la <b>Real Orquesta Sinfónica de Sevilla</b> por iniciativa de su anterior titular, John Axelrod, pero el Maestranza la hizo propia invitando al compositor <b>Alberto Carretero</b>, que es sevillano y catedrático en el conservatorio de la ciudad, a reconvertir el proyecto original en una ópera. Bravísimo.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgONL4Cp6oOScSN6ZNClUHjM7lWUmYAJAsLgRcuSeN8nMo1dnUU_xjKwOiwqzwCKhvypQZPdiwCNvOZKVGuHlXAo-HPgdt8wSS7Bab5HkPePQ03mfklvdCQ3cKLRhlbXj33PjkRYk5GUFIVF5eL8yxd3OR3oWZgvnxpdUGf2mTGh4jm4S3jwEppJ-9gtO4H/s2048/Susona%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgONL4Cp6oOScSN6ZNClUHjM7lWUmYAJAsLgRcuSeN8nMo1dnUU_xjKwOiwqzwCKhvypQZPdiwCNvOZKVGuHlXAo-HPgdt8wSS7Bab5HkPePQ03mfklvdCQ3cKLRhlbXj33PjkRYk5GUFIVF5eL8yxd3OR3oWZgvnxpdUGf2mTGh4jm4S3jwEppJ-9gtO4H/w400-h266/Susona%202.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: left;">Que el punto de partida dramático sea una leyenda hispalense –con punto de partida absolutamente real– le da al asunto más gancho popular, aunque también se presta a que algunos despistados salgan con tópicos y confusiones históricas de extrema gravedad, como hablar de “oscuridades medievales” y cosas así. Verán ustedes, los dos primeros tercios del medioevo europeo fueron relativamente tolerantes en lo religioso, al menos durante el emirato y el califato de Córdoba, aunque también en los reinos del norte. Mientras en Al-Ándalus la intolerancia llegó con los almohades –caso Maimónides–, en territorio cristiano la convivencia se enturbió en el siglo XIV, y el hostigamiento a los judíos en España solo fue grave a partir de los pogromos de 1391, que comenzaron precisamente en Sevilla. En cuanto a la Inquisición Española, no es medieval en absoluto, sino moderna: su creación por parte de los Reyes Católicos en 1478, aunque responda al antisemitismo acumulado por el pueblo durante los cien años anteriores, forma parte del proceso de transformación de una monarquía medieval en lo que fue la primera de las monarquías autoritarias que van a caracterizar a toda la Edad Moderna. De tinieblas medievales, nada de nada. Por cierto, que no tengo muy claro si el ajusticiamiento de Diego Susón –el padre de la protagonista– y de otros presuntos judaizantes tuvo que ver con la intolerancia religiosa eclesiástica o más bien con la –por lo demás, por completo justificada– rebeldía de los conversos sevillanos ante los que les venía encima, justo como ocurrirá en Zaragoza tras el asesinato del inquisidor Pedro de Arbués en 1483. Pero claro, hablarle de todo ello a los inquisidores de hoy, a esos que exigen que nuestras artes se ajusten a unos determinados valores que conduzcan a la población a la moral<i> políticamente correcta</i> y eviten la representación cinematográfica o escénica de <i>comportamientos</i> <i>desviados </i>(¡estos nuevos Torquemadas han llegado a pedir que se relegue a la pobre Butterfly por aquello del presunto carácter heteropatriarcal de la trama!), resulta poco menos que inútil ante la cantidad de prejuicios grabados a machamartillo en su imaginario.</p><p style="text-align: left;">Pero bueno, volvamos a lo nuestro. En la producción de <i>La Bella Susona</i> se ha aspirado a la obra de arte total. Dicho de otra manera, tanto el libreto como la parte escénica tenían que ser obras de arte en sí mismas, no unas meras herramientas al servicio de la música. Esto tiene sus riesgos, y en esta ocasión la cosa ha flojeado por la parte del texto. No son pocos precisamente los melómanos que se quejan de la vertiente literaria de nada menos que <i>El anillo del nibelungo</i>, que solo funciona en compañía de su corespondiente música. A mí me parece que aquí ha pasado algo de eso. Planteando la historia como una serie siniestras fantasmagorías en flashback que visualiza Susona desde el convento en el que decidió recluirse tras traicionar a su padre por amor a un cristiano, el escritor hispalense <b>Rafael Puerto</b> descarta cualquier intento narrativo para desplegar una poesía digamos que “surrealista” en la que se plantean metáforas y asociaciones de imágenes que por momentos resultan muy sugerentes, pero que a mí en general me sobraban. Como no soy crítico literario precisamente, les pongo un ejemplo para que ustedes juzguen por sí mismos, porque mi incapacidad para entender esta poesía resulta grande:</p><p></p><blockquote>“Y suben mil ladrillos un mensaje de la rosa de los vientos, ocho veces eres libre como Minerva, pues quien en tosca conciencia vive no te verá luna, por edicto del sol en este gran río profundo”.</blockquote><p></p><p>Triunfo rotundo de la parte visual merced al inteligente trabajo escénico de <b>Carlos Wagner</b>, al tan sencillo como exquisito vestuario de <b>Alejandro Andújar</b> –responsable también de la parca escenografía– y, sobre todo, a la conjunción entre la iluminación de <b>Albert Fayra</b> y los vídeos de <b>Francesc Isern</b>. Felizmente, nada de la Sevilla real se vio allí. Intemporalidad absoluta para una obra marcadamente psicológica en el que el río negro y opresivo –se entiende que es el Guadalquivir, a escasos metros del teatro, pero podría ser cualquier otro– se convierte en macabra metáfora.</p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3h5zTdhSC9sSQrfeoUt5nTfp6OmkKlGqQUIquqpwKRS3j_HAmCixCgTaH3ZZmWORpJZao4tSlev5beDDQhAwmysqgkvllwJBIKtSL9EfmCIXbi3Lxtp6zQZ6pb3VUBYAFnteMAmUj6X_wOlkv2h7AVEndDq7hbTM3JBXq00IK17P8GfUhYJUR0OgsuKvB/s2048/Susona.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3h5zTdhSC9sSQrfeoUt5nTfp6OmkKlGqQUIquqpwKRS3j_HAmCixCgTaH3ZZmWORpJZao4tSlev5beDDQhAwmysqgkvllwJBIKtSL9EfmCIXbi3Lxtp6zQZ6pb3VUBYAFnteMAmUj6X_wOlkv2h7AVEndDq7hbTM3JBXq00IK17P8GfUhYJUR0OgsuKvB/w400-h266/Susona.jpg" width="400" /></a> <br /></p><p>¿Y la música? Habrá melómanos poco afines a la creación más o menos contemporánea que habrán pensado que lo que allí se escuchaba era rabiosamente moderno. Para nada: Alberto Carretero ha optado por un eclecticismo el que se percibe el pleno conocimiento y la asimilación –en una escena me parecía escuchar la <i>Notation para orquesta nº 2</i> de Boulez– de las diferentes vanguardias de los últimos años. Y no lo digo como reproche, sino todo lo contrario. Dictaminar que un compositor de nuestros días tiene que seguir por tal o cual senda so pena de ser considerado como poco comprometido –bien con la modernidad, bien con las necesidades del público– resulta –una vez más– una actitud inquisitorial. Que cada uno escoja cómo quiere escribir, siempre que lo haga con lo que justamente ha demostrado el autor sevillano: con pleno dominio de la técnica, coherencia y potencia a la hora de estimular los sentidos. En el muy inquietante, atmosférico y expresivamente denso juego entre sonidos orquestales y electroacústica diseñado por Carretero no solo no se notaban costuras, sino que había personalidad, fuerza y ganas de comunicar. Al menos, en lo que salía del foso y se escuchaba por los altavoces.</p><p style="text-align: center;"></p><p>La parte vocal no funcionó a la misma altura: canto melismático que no terminaba de ofrecer la variedad que demandaban las diferentes escenas y que terminaba resultando bastante cansino. Ahí creo que <i>Susona</i> pincha como ópera, un género que, por definición y al margen de la mayor o menor importancia que el compositor de turno conceda a la orquesta, se basa en la fuerza expresiva de la voz. También me parece que al coro no se le sacó todo el provecho debido. Dicho esto, yo escucharía en mi casa repetidamente una larga suite orquestal de esta música y la disfrutaría –la sufriría, en el buen sentido– una barbaridad, quizá más que en el Maestranza: una señora que tenía cerca no paraba de buscar petróleo en su bolso y me estropeó algunos de los mejores momentos de la función.</p><p>Sin olvidarnos de la ingeniería sonora a cargo de <b>Sylvain Cadara</b>, que venía del mismísimo IRCAM, hay que elogiar el gran trabajo de <b>Nacho de Paz</b> empuñando la batuta. Sí, ya se que en este tipo de música no hay que “interpretar”, sino más bien que colocar los sonidos en su sitio –cosa nada fácil–, pero la convicción expresiva del maestro de turno y de la orquesta siempre se nota. ¡Ya lo creo que se nota! Y aquí tanto el director como la ROSS se merecieron un fuerte aplauso, no menor que el de la esforzadísima soprano protagonista, <b>Daisi Press</b>, que se tuvo que dejar la piel tanto vocal como escénicamente en su larguísima parte.</p><p>Entre el resto del elenco destacó el tenor <b>José Luis Sola</b>, de voz clara y bien emitida. El instrumento grande y pastoso de <b>Luis Cansino</b> era en principio ideal para Abel Susón, pero el barítono madrileño venía de cancelar en el Villamarta por enfermedad y no estaba en óptimas condiciones: el vibrato era excesivo. El contratenor <b>Federico Fioriro</b> me gustó bastante más en su segunda intervención que en la primera. <b>Marina Pardo</b>, con sus defectos y virtudes de siempre: voz densa, emisión engolada, expresividad intensa. </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgMsq9YLVW4MCrH2coHTsDpHnjoxgJM4eLFxuhoYtGW4ynVQp491OtSGNSVNO0w5GQszDGxa8plcFFN1GlEtKd7_w4AFLdaIMyhM1opWH7pGD6l0nKcCmIaQ1jWopbCe4da5IgoXpuho1vt7C3CAyZvQuTm1cZUcN5ph7RvssKIRdvLDEUsZR66Iu7NPs/s2048/Susona%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgMsq9YLVW4MCrH2coHTsDpHnjoxgJM4eLFxuhoYtGW4ynVQp491OtSGNSVNO0w5GQszDGxa8plcFFN1GlEtKd7_w4AFLdaIMyhM1opWH7pGD6l0nKcCmIaQ1jWopbCe4da5IgoXpuho1vt7C3CAyZvQuTm1cZUcN5ph7RvssKIRdvLDEUsZR66Iu7NPs/w400-h266/Susona%203.jpg" width="400" /></a> <br /></p><p>El aforo ocupado del teatro fue casi la totalidad del mismo: mucho es para el riesgo de la propuesta, así que hay que felicitarse. No hubo desaprobación alguna, y sí considerables aplausos para los responsables de la creación; eso sí, estos jugaban en casa. Ahora les toca acudir al Auditorio de Tenerife, porque la propuesta se ha llevado a cabo en coproducción. Si ustedes tienen la oportunidad, no se la pierdan. Con todos sus desequilibrios, es hora y cuarto de creación que logra inquietar y hacer pensar.</p><p>PD. Las estupendas fotos son de Guillermo Mendo y provienen del Facebook oficial del teatro.</p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-33905795275281382542024-03-14T11:35:00.002+01:002024-03-14T11:35:12.039+01:00El libro de Barenboim, a la venta (¡y sin gastos de envío!)<p>No me lo esperaba tan pronto, pero sí: ya está a la venta el libro de Barenboim en la página web de la editorial. Pueden encontrarlo en <a href="https://tierradenadie.eu/producto/los-mejores-discos-daniel-barenboim/" target="_blank">este enlace</a>. Lo mejor es que no hay gastos de envío por España. Como aún pasará un poco de tiempo hasta que esté físicamente en las librerías, lo mejor es pedirlo por aquí: es más rápido y cuesta lo mismo.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwv8SwZRFlpOPmkjMu_xatKiUZH8HzV0MkJIqdLEtGEWXuW1vVvIce_36suvKO2EzBE_42EXdlheuekVBIImvkk2Yq3po4YVFMvFCun4apltHQAChdD0TNhyh_z8HV5eNBXp9azQdWzTEJNFfz5FV4qSt-tN2A5Lc3sxLjGHV7I0QQg8rALFy1SvWkDyJX/s2230/original_545fe256-9a9c-4ae0-b034-9592c726f703_PXL_20240313_194300890.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2230" data-original-width="2177" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwv8SwZRFlpOPmkjMu_xatKiUZH8HzV0MkJIqdLEtGEWXuW1vVvIce_36suvKO2EzBE_42EXdlheuekVBIImvkk2Yq3po4YVFMvFCun4apltHQAChdD0TNhyh_z8HV5eNBXp9azQdWzTEJNFfz5FV4qSt-tN2A5Lc3sxLjGHV7I0QQg8rALFy1SvWkDyJX/s320/original_545fe256-9a9c-4ae0-b034-9592c726f703_PXL_20240313_194300890.MP.jpg" width="312" /></a></div><p></p><p>Envíos a la Unión Europea, 10 euros. ¿Y a Argentina? Me dicen que desde allí lo mejor es pedirlo a <a href="http://www.celesa.com">www.celesa.com</a>, que es la exportadora de la distribuidora de esta editorial. Ojalá que todo el mundo que desee un ejemplar pueda hacerse con él.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com34tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-55520229410006433512024-03-13T20:11:00.002+01:002024-03-13T20:15:05.924+01:00El libro está en mis manos<div><p>De momento se ha recibido recibido una cantidad pequeña de ejemplares que los editores va a empezar a distribuir a la prensa, pero en unos días les llegarán los demás ejemplares. Desde ese momento –les tendré al corriente– se va a poder comprar desde su página web (<a href="https://tierradenadie.eu/" target="_blank">aquí</a>), aunque se prevé una relativamente rápida distribución a nivel nacional en librerías. También estará en Amazon, quizá un poco más tarde. La presentación en principio se realizará en Sevilla el día 1 de abril, pero aún estamos pendiente de confirmación. La semana posterior habrá otra aquí en Jerez de la Frontera que esperamos sea particularmente atractiva por su formato de tertulia con invitado de lujo. Cuando tenga todo confirmado, les aviso.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBAeWtUzFZf75Vbqa6j39Opb2LRMi4qDai8CiTsGyqpONyYj6MNI60_0HvSyBvLTApS3DGLCpviH25F4VGAs7RoUocjh3MXOjdgX7I6zZBzbxgCYevKqAfhEvn4rkNxv_2Z10hu83sjbDyXwxW_zvUvnHAJhKfitQsp1DzFIeU3PzK9Jx-MNt_dwfWRodd/s3389/PXL_20240313_180920197.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3389" data-original-width="2268" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBAeWtUzFZf75Vbqa6j39Opb2LRMi4qDai8CiTsGyqpONyYj6MNI60_0HvSyBvLTApS3DGLCpviH25F4VGAs7RoUocjh3MXOjdgX7I6zZBzbxgCYevKqAfhEvn4rkNxv_2Z10hu83sjbDyXwxW_zvUvnHAJhKfitQsp1DzFIeU3PzK9Jx-MNt_dwfWRodd/w268-h400/PXL_20240313_180920197.MP.jpg" width="268" /></a></div><p></p><p></p><p></p><p>¿El precio? Me dicen que 28 euros. Yo creo que es razonable para un volumen de semejante formato con portada en color. Por lo demás, estoy contentísimo de cómo ha quedado. A lo mejor será porque me hago viejo, pero me gustan los libros con letras de tamaño grande y márgenes amplios; que haya espacio, que el texto y las imágenes respiren. Creo que está realizado con irreprochable gusto. ¡Bravo por Saulo Moreno y su maquetación! Y luego está el lujazo enorme de las fotos que nos ha cedido con total generosidad Monika Rittershaus. Les dejo algunas imágenes para que vean el resultado definitivo. Y ya les aviso en cuanto se pongan a la venta los primeros ejemplares.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTJEUIWbcgCKYA_kM6MMJF7u-odAqp0uJfm1nsT1fClzkapiK94ZJBz_b_O8NQqRD8ZW_0F0tprNIrh4LRg0TrHxU5YkvxSflhmOTl_NnMX5rYee2b8cY4Ppen-rG-BI8rQqFGSCTpTc7kqB24tX0AV3DAi4Z4ZMXeEVkPdao3TzuCtqFfSpkqnvxzrb_r/s4032/PXL_20240313_180932580.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="2268" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTJEUIWbcgCKYA_kM6MMJF7u-odAqp0uJfm1nsT1fClzkapiK94ZJBz_b_O8NQqRD8ZW_0F0tprNIrh4LRg0TrHxU5YkvxSflhmOTl_NnMX5rYee2b8cY4Ppen-rG-BI8rQqFGSCTpTc7kqB24tX0AV3DAi4Z4ZMXeEVkPdao3TzuCtqFfSpkqnvxzrb_r/w225-h400/PXL_20240313_180932580.MP.jpg" width="225" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbDauah3Lypbpb-eJSWP8nstzS8pnDhkr3yghXMz7YH7wG8MPlnqLqZ6bP3BW-iwgou0I61KBGfg7H3ZsBHd9j-p4jdkh8GqlI0PFPokfDB206EGXHeKexKYkOyJWGNmusyLl0q3aTpS80_2a2nSNpFvt1mNCbYc4vcfa4vhgGs2wgi4MkZ0Sm1tGU4N0L/s4032/PXL_20240313_180942563.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="2268" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbDauah3Lypbpb-eJSWP8nstzS8pnDhkr3yghXMz7YH7wG8MPlnqLqZ6bP3BW-iwgou0I61KBGfg7H3ZsBHd9j-p4jdkh8GqlI0PFPokfDB206EGXHeKexKYkOyJWGNmusyLl0q3aTpS80_2a2nSNpFvt1mNCbYc4vcfa4vhgGs2wgi4MkZ0Sm1tGU4N0L/w225-h400/PXL_20240313_180942563.MP.jpg" width="225" /></a></div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgStLLr6yhi9s1_WBOKaR6Ex9QZOhZ0fXTUCvFcWHim7i3uixYLaEJ9Eg7VKnqzgqMvDjw8ZaW_zRW3Zs_fRfXKPwsLSiHri5Zh1fsKyVhwL-92LFMrHdbFZTncWPOOWELT3BG7yG164KBZS2UXuvCybXvvD_SZ7unL_gjB1DOSit3c_UE9aVXPppFgJuNH/s4032/PXL_20240313_112535990.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgStLLr6yhi9s1_WBOKaR6Ex9QZOhZ0fXTUCvFcWHim7i3uixYLaEJ9Eg7VKnqzgqMvDjw8ZaW_zRW3Zs_fRfXKPwsLSiHri5Zh1fsKyVhwL-92LFMrHdbFZTncWPOOWELT3BG7yG164KBZS2UXuvCybXvvD_SZ7unL_gjB1DOSit3c_UE9aVXPppFgJuNH/w400-h225/PXL_20240313_112535990.MP.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcuop66whi5bw-54Yya8gyRW9iqEnsvGO4pf2vliLAH81FsunzFiUd1AnQL6TPw5RyyQMLlZfa_Y6lERqq9tDTxHJI-QZi2WBTRKosEwWKA1vW1JeVxO7Ohk1TtjZCWkiEV3acwF9NMhUFkFfrkcq2Rk0WOi0DC9Q5hSJOm4bpfI5rJVkLxmEaO09VPZUr/s4032/PXL_20240313_112543917.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcuop66whi5bw-54Yya8gyRW9iqEnsvGO4pf2vliLAH81FsunzFiUd1AnQL6TPw5RyyQMLlZfa_Y6lERqq9tDTxHJI-QZi2WBTRKosEwWKA1vW1JeVxO7Ohk1TtjZCWkiEV3acwF9NMhUFkFfrkcq2Rk0WOi0DC9Q5hSJOm4bpfI5rJVkLxmEaO09VPZUr/w400-h225/PXL_20240313_112543917.MP.jpg" width="400" /></a></div><br /><div><br /><p style="text-align: center;"><br /></p></div>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-4938368692036454382024-03-12T21:34:00.004+01:002024-03-12T21:34:35.211+01:00Franz Welser-Möst reapareció en Viena... y yo estuve allí (y II)<p>Se me quedaba en el tintero el quinto de mis conciertos en la capital de Austria: el segundo programa de Welser-Möst con la <b>Wiener Philharmoniker</b>, que pude escuchar –antes de que se fueran todos a EEUU– el lunes 26 de febrero a las siete y media de la tarde. Programa increíblemente atractivo, como también valiente y original. Primero, la <i>Sinfonía nº 9 </i>de <b>Anton Bruckner</b>. Segundo, sin intermedio ni aplausos, con tan solo unos segundos de pausa entre una obra y la otra, las <i>Tres piezas para orquesta </i>de <b>Alban Berg</b>. Nos mandaba así el director vienés dos mensajes claros. Uno, que eso de que la última sinfonía bruckneriana está perfecta en sus tres movimientos es absolutamente falso. Ahí falta el cuarto, que el autor llevaba ya muy adelantado cuando falleció; <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2009/05/harnoncourt-y-el-final-de-la-novena-de.html" target="_blank">aquí</a> escribí sobre ello. Dos, que los atrevimientos de la obra maestra del organista de San Florián conducían de alguna manera al universo expresionista. Y estoy completamente de acuerdo, claro, porque yo mismo así lo dije en la entrada a la que conduce el anterior enlace. El resultado de colocar una página detrás de la otra es estremecedor.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPjNRAILSFJOjFIk6o3_ERAKBOZCiEjUO4-UJhwUVRonxHePCmmUHpFccaHhjQjgavwcfYYgmp41cB1MjF_Mpi_rxzkYksBm6t6sB4nC_et-Ra4tAxTPu6K56B-SuvGEbvZbeSrt6m_dnT326FHUcfwqtUyP_Kxz6LSDS48ciiqtf-4sLIFkrPrqpZaWpl/s2048/Welser%20Most%20Viena.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1363" data-original-width="2048" height="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPjNRAILSFJOjFIk6o3_ERAKBOZCiEjUO4-UJhwUVRonxHePCmmUHpFccaHhjQjgavwcfYYgmp41cB1MjF_Mpi_rxzkYksBm6t6sB4nC_et-Ra4tAxTPu6K56B-SuvGEbvZbeSrt6m_dnT326FHUcfwqtUyP_Kxz6LSDS48ciiqtf-4sLIFkrPrqpZaWpl/w397-h264/Welser%20Most%20Viena.jpg" width="397" /></a></div><p></p><p>¿Y la versión de la <i>Novena</i>? Solo unos días antes de marchar a Viena tuve la oportunidad de ver dos filmaciones de la obra dirigidas por Frankie en 2022. En este mismo blog <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/02/dos-novenas-de-bruckner-por-welser-most.html" target="_blank">las puse a caldo</a>, anticipando que lo que iba a escuchar en Viena no me iba a gustar. Tremendo error por mi parte: la que finalmente le escuché en la Musikverein me pareció mucho, pero muchísimo mejor. Que tener delante a la orquesta más adecuada en todo el orbe para esta obra debió de influir mucho en los resultados parece incuestionable, pero aun así pienso que el mérito mayor es, sencillamente, del propio Welser-Möst. Parecía otro. Sin llegar en modo alguno –eso ya se lo están ustedes imaginando– a las alturas de un Giulini, el maestro se superó a sí mismo con una lectura mucho mejor fraseada, dicha no de manera fragmentaria, sino con un trazo global lógico y firme, que además se mostró ajena tanto a los efectismos como a las frivolidades de dos años atrás y supo ofrecer un aliento lírico y espiritual más intenso, particularmente en un Adagio que volvía a ser lo más conseguido. Pero insisto, los dos primeros esta vez estuvieron bien, y globalmente esa interpretación vienesa no me parece inferior, más bien al contrario, que la notable –solo eso– de Christian Thielemann con la misma orquesta editada por Sony.</p><p>En cuanto a las <i>Tres piezas para orquesta </i>de Berg, poco que decir habiendo escuchado <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/03/franz-welser-most-reaparecio-en-viena-y.html" target="_blank">el día antes</a> las <i>Variaciones para orquesta </i>de Schönberg a los mismos intérpretes: claridad, pulso firme, coherencia en el discurso y una apreciable riqueza tímbrica que supo conjugar la belleza que caracteriza a la orquesta con las aristas que demanda este repertorio. ¡Bravísimo por el tantas veces mediocre Welser-Möst! Si librarse del cáncer le ha servido al mismo tiempo para desarrollar al máximo sus potencialidades, doble alegría.</p><p>Ah, esta vez mi asiento estaba en la última fila del anfiteatro. Una vez más, acústica soberbia, mediocre visibilidad y calor sofocante. Pero esta vez iba preparado. Sobre el último concierto vienés, el de la Filarmónica de Londres, ya escribí <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/02/christian-tetzlaff-me-hace-sufrir.html" target="_blank">en su momento</a>.</p><p> </p><p>PD. La foto es del Facebook oficial de la orquesta.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-1060097050573176712024-03-10T10:34:00.003+01:002024-03-10T10:34:18.124+01:00Barenboim, ¿históricamente desinformado?<p>Suele ser común durante la promoción de un libro que se adelante un capítulo por las redes justo antes de la aparición del volumen en formato físico. Pues aquí va. La idea sobre qué capítulo escoger me la ha dado una pregunta en la entrada anterior.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Eihli8jzI-Q3V4hjlKcVk7sLcoUkcsDjv4s7iZaLLtbqqANZT4ocz1kzjIvkErebulv8NbDpV6VRZNQjwwUVzQfvd6C2xTHLhOxGBzVQNnZ72ypetXanSRLxs0EhDBv-KHz1GRLQWor4yMZZwO6gLbwPOjIYReALKG8qpHfUCYpAWhJA7qXi2wEDBdzV/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Eihli8jzI-Q3V4hjlKcVk7sLcoUkcsDjv4s7iZaLLtbqqANZT4ocz1kzjIvkErebulv8NbDpV6VRZNQjwwUVzQfvd6C2xTHLhOxGBzVQNnZ72ypetXanSRLxs0EhDBv-KHz1GRLQWor4yMZZwO6gLbwPOjIYReALKG8qpHfUCYpAWhJA7qXi2wEDBdzV/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%201.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwSuPFKNnIiWVbjcXL3KO0-pZZaXOpmicmwX5WDBGwMqTQb0zsyE6xCQgIV2b-QGyYiJeEINR642pmxQRTqQC0DFpDpqxuc4k5qVz2WnpqPCSmZvHtPFWZM0vizp0T7x9iejehom7j7VbLZrdXkhb2o_6PGVAp9996c0CuGpai2ZSShM1GgfjLLm0Ioj1l/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwSuPFKNnIiWVbjcXL3KO0-pZZaXOpmicmwX5WDBGwMqTQb0zsyE6xCQgIV2b-QGyYiJeEINR642pmxQRTqQC0DFpDpqxuc4k5qVz2WnpqPCSmZvHtPFWZM0vizp0T7x9iejehom7j7VbLZrdXkhb2o_6PGVAp9996c0CuGpai2ZSShM1GgfjLLm0Ioj1l/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%202.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf479FhJFJ0vKPfickafc7Er9KT-eSxvv2nKHnkZNu65tBRJIBZrgefLdsoAOS_pJShEu4n3rhvD_j_qtqdeXQ5btzAOE6EgR-1Hdt3lYIqQspz03rmzS2TDsLkeZ7vZyAhY2iweuH6I1M-ECXningWFB9DDWBQtQSHg4Zj8MXvpaawmRMSdUDUUinBez_/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf479FhJFJ0vKPfickafc7Er9KT-eSxvv2nKHnkZNu65tBRJIBZrgefLdsoAOS_pJShEu4n3rhvD_j_qtqdeXQ5btzAOE6EgR-1Hdt3lYIqQspz03rmzS2TDsLkeZ7vZyAhY2iweuH6I1M-ECXningWFB9DDWBQtQSHg4Zj8MXvpaawmRMSdUDUUinBez_/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%203.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0Z95K7X4RDn9fNr3VdY-wZ5Xc1WBslhn5mFAFnxu2-6b3dvV7xm63fnG4dQ4hYKnv5Yw40W1nJJLUTOqgeRGOpDECXZzv-mkuLH7XdhhHuDX1xDXf8CiIqFpRaF4adU7UA9e_bNCzc5bFJnbP9uroRWB2HJEjm7cKERs6ihaAHzuvtVeq3MogT4NMyT6B/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0Z95K7X4RDn9fNr3VdY-wZ5Xc1WBslhn5mFAFnxu2-6b3dvV7xm63fnG4dQ4hYKnv5Yw40W1nJJLUTOqgeRGOpDECXZzv-mkuLH7XdhhHuDX1xDXf8CiIqFpRaF4adU7UA9e_bNCzc5bFJnbP9uroRWB2HJEjm7cKERs6ihaAHzuvtVeq3MogT4NMyT6B/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%204.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzDcIY8ZBI1bF8ksZZLT-SPbTPrHWg359Zv0JWDnpLnVAY8HI0YWgJ3YNC-jPsZdP_RqZiOUDWASHfUpqghuSnub8nsyQx0WEOZiJ5fIMXL5yjbtaCLF-bBRc2DFnn9gx_jlLqK90gW0jzmZYtX6YsLE0Eu9U9QlXw-kwoyEiJNLsSuuhHY-b0p3RZCkH1/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzDcIY8ZBI1bF8ksZZLT-SPbTPrHWg359Zv0JWDnpLnVAY8HI0YWgJ3YNC-jPsZdP_RqZiOUDWASHfUpqghuSnub8nsyQx0WEOZiJ5fIMXL5yjbtaCLF-bBRc2DFnn9gx_jlLqK90gW0jzmZYtX6YsLE0Eu9U9QlXw-kwoyEiJNLsSuuhHY-b0p3RZCkH1/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%205.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHEwjypO_yBoOMfusEhTvsHaTBDS2tbwz7u5Yy7gte6Cs2QgrRCdLDH9LeXukm16wzyHYMYuCq8NXjPXZ9IJwXkjfxR_um8pruQ24EaoCLD6x3uNfkX_OXy9-fM9nsn9Qf1DuCGmZ5w-dpl1cabM4cH4W8psKxs_7yx7fUev-nuZFlmTaeM0LPY5dxAUy5/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHEwjypO_yBoOMfusEhTvsHaTBDS2tbwz7u5Yy7gte6Cs2QgrRCdLDH9LeXukm16wzyHYMYuCq8NXjPXZ9IJwXkjfxR_um8pruQ24EaoCLD6x3uNfkX_OXy9-fM9nsn9Qf1DuCGmZ5w-dpl1cabM4cH4W8psKxs_7yx7fUev-nuZFlmTaeM0LPY5dxAUy5/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%206.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzdnftskFi2D7LV3pc6XiZv5WfPdfz0cjrb74jMwR2EQrQwlLYO1oebrWoxHDJDidizL2Tq3dS-8wZwPp-5VxLtpzAXDenF92RWqG4CxQr3m93GxLhEh01X4IqtRsAQfqKhxjKKv6a2YRZ7gyxz3EENc7Y4ML2Cu6ixGAsB1CCRh_jPSxfPv5kk43IbuKe/s1859/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzdnftskFi2D7LV3pc6XiZv5WfPdfz0cjrb74jMwR2EQrQwlLYO1oebrWoxHDJDidizL2Tq3dS-8wZwPp-5VxLtpzAXDenF92RWqG4CxQr3m93GxLhEh01X4IqtRsAQfqKhxjKKv6a2YRZ7gyxz3EENc7Y4ML2Cu6ixGAsB1CCRh_jPSxfPv5kk43IbuKe/w281-h400/Barenboim%20Hist%C3%B3ricamente%20desinformado%207.jpg" width="281" /></a></div><br /><p style="text-align: center;"><br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-43729088995067099962024-03-10T09:22:00.006+01:002024-03-10T09:22:33.763+01:00Los índices del libro de Barenboim<p> Ahí van. Primero, el índice de capítulos. Después, el de los discos comentados.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbwkdijd5t7qUZRm6C6Gr7qY9sbjQ3oWcH37kTrLjJa3oK1YxN6b46I_TRWAROda6VB5zUoFM-1gvksYV3ejvRXf8F60g50zGagKJVe8elVN5-tkeZnpUL-Xx4Lw8kAzg5wHFHPC-dogMzBtDSS_uux-pzhj8Ng8D27c3xo6jwgzmSvIbRX6aewo3wslME/s671/Libro%20Barenboim%20portada.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="445" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbwkdijd5t7qUZRm6C6Gr7qY9sbjQ3oWcH37kTrLjJa3oK1YxN6b46I_TRWAROda6VB5zUoFM-1gvksYV3ejvRXf8F60g50zGagKJVe8elVN5-tkeZnpUL-Xx4Lw8kAzg5wHFHPC-dogMzBtDSS_uux-pzhj8Ng8D27c3xo6jwgzmSvIbRX6aewo3wslME/w265-h400/Libro%20Barenboim%20portada.png" width="265" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaLF9TsSLlDO-gN9cFNY9RDCJLl-UZqc4CqnyEu2dETPcCS0iVTDvcKPtfIFInc_meukv2i40O2Fj9gbLelwENzidjWgcNxbY4bydUGv4dLc7NPRpISTZUehajRGZlfe6nFcnFeoWbkP5K54Kq2kUuaiAhgPa89XPoL1376XB53PEuqZQg3Teo5wqeEinW/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaLF9TsSLlDO-gN9cFNY9RDCJLl-UZqc4CqnyEu2dETPcCS0iVTDvcKPtfIFInc_meukv2i40O2Fj9gbLelwENzidjWgcNxbY4bydUGv4dLc7NPRpISTZUehajRGZlfe6nFcnFeoWbkP5K54Kq2kUuaiAhgPa89XPoL1376XB53PEuqZQg3Teo5wqeEinW/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%201.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglyOwY811alJG014VRxrwBXNUxUWwdR2Ni0m5PMzpboa0LyZLq8OC4B2pWUA4c9n9dQIKhxcdHurtLmA9xqM8sNYHhDH1v0eR_1jtUc9ygjaEraJmf72XyUK3Dpit8e4Ru3tktqKHp3lg-Ordu-SriJ8LuSEhYA99RA-8vtrWHbgvgj9ntHgLN5cvlEOgG/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglyOwY811alJG014VRxrwBXNUxUWwdR2Ni0m5PMzpboa0LyZLq8OC4B2pWUA4c9n9dQIKhxcdHurtLmA9xqM8sNYHhDH1v0eR_1jtUc9ygjaEraJmf72XyUK3Dpit8e4Ru3tktqKHp3lg-Ordu-SriJ8LuSEhYA99RA-8vtrWHbgvgj9ntHgLN5cvlEOgG/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%202.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirXHLzhweWsZpcFpvtrK3-iTeQH9cfrPxZ4ATEgAPQUNJs1G1YUSpmXbyPXU1B9NGEdBqHHoCJIEbhd5j1nHIKPYJ1L0zCKUOHeaO0KrT7e4FzSVEUBYoB0KfGXN61joMwfeiLxUoMukmylRHnAl1eizPGPgEU36emJ4cSIwla845jFW4IyoDp5u4L0bTe/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirXHLzhweWsZpcFpvtrK3-iTeQH9cfrPxZ4ATEgAPQUNJs1G1YUSpmXbyPXU1B9NGEdBqHHoCJIEbhd5j1nHIKPYJ1L0zCKUOHeaO0KrT7e4FzSVEUBYoB0KfGXN61joMwfeiLxUoMukmylRHnAl1eizPGPgEU36emJ4cSIwla845jFW4IyoDp5u4L0bTe/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%201.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy1Bx6aPWayVyIx3PO2N4bzHppNvOecNHwNPBcScUjaqX2zGufS7Lp7rkSiyDDZXjTp2v0jxecYIvlWvdZHmhJfanIaPSZdjMEClzzMPACWvjTObXUVdwcB3ltPuiQuBcfHKZgX_P6iL3g5HFxOEXi1YY31ScN1UJPQm67E-1gAOKo0HNCK0mfUznhvbCs/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy1Bx6aPWayVyIx3PO2N4bzHppNvOecNHwNPBcScUjaqX2zGufS7Lp7rkSiyDDZXjTp2v0jxecYIvlWvdZHmhJfanIaPSZdjMEClzzMPACWvjTObXUVdwcB3ltPuiQuBcfHKZgX_P6iL3g5HFxOEXi1YY31ScN1UJPQm67E-1gAOKo0HNCK0mfUznhvbCs/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%202.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0P7ugWfGXiSiPDAAvsFncybkXGHkH6-PDlefbFS0sDuR041z1zWddPYbRAqDdZnaLg-lAN6CccqXriw2WQSTTEG8QVaSfN0lqZkJUGbaYN8rLHqqgB9D6UdCSoyx2UQ7aMzbZkZpGZVU4lVX4R26-QzUOyTauPo899wncWsM6mz0HQgpWJjzc3hBnzG-4/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0P7ugWfGXiSiPDAAvsFncybkXGHkH6-PDlefbFS0sDuR041z1zWddPYbRAqDdZnaLg-lAN6CccqXriw2WQSTTEG8QVaSfN0lqZkJUGbaYN8rLHqqgB9D6UdCSoyx2UQ7aMzbZkZpGZVU4lVX4R26-QzUOyTauPo899wncWsM6mz0HQgpWJjzc3hBnzG-4/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%203.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1HoJQDaWiDHYsg-ZS99IIcgA278B-tYaM4hvlTna8hDFqtjQB7DF45zUAlNVueN1UBDhW5Bngg2MfWwB6kshXDXtiKhU2PMl4mbVgeaA4Qp_0oZYj5pjl03EGmQUFqZO40OwYiftvp05fF32rADzi9m5vmf_uVOhZNyAXWSVXiFIePhxxQ060_Dvu5mcE/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1HoJQDaWiDHYsg-ZS99IIcgA278B-tYaM4hvlTna8hDFqtjQB7DF45zUAlNVueN1UBDhW5Bngg2MfWwB6kshXDXtiKhU2PMl4mbVgeaA4Qp_0oZYj5pjl03EGmQUFqZO40OwYiftvp05fF32rADzi9m5vmf_uVOhZNyAXWSVXiFIePhxxQ060_Dvu5mcE/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%204.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf2xJntTGXqKy7p1u8Tlc_zqZhc4YrornG9Yg5R7gBNFzI9jyJHKTxpGUIABTSDHy8Fn520woyY6hkFa6lkwrykNbHpSwSZkciP9p-_wlJ2mN5y_eG2iLj4OsEZb2HEijp2nTBziBBQLMrEXUW4oB1pkzeJcZ7BHqmu3zNPhwfFl_2AHAbJe7IyvL_oxr-/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf2xJntTGXqKy7p1u8Tlc_zqZhc4YrornG9Yg5R7gBNFzI9jyJHKTxpGUIABTSDHy8Fn520woyY6hkFa6lkwrykNbHpSwSZkciP9p-_wlJ2mN5y_eG2iLj4OsEZb2HEijp2nTBziBBQLMrEXUW4oB1pkzeJcZ7BHqmu3zNPhwfFl_2AHAbJe7IyvL_oxr-/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%205.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9Y4PSlGjQRwUlRjWb56QWWxt_oNyN-h5-v5s1v8JYLcxEH3dRkfrGMKtbNlgvzuOq4XQWyNlkNzd72yMYyz58kPrwQRguj0hMWhd9RXymaclwObL8whLejJY0ZtLeiBWF7b68Gn-iemERp-qPfbrqXzAkRDGwa5aC4xNxU-lApty1NP70VuhWIHxoayZm/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9Y4PSlGjQRwUlRjWb56QWWxt_oNyN-h5-v5s1v8JYLcxEH3dRkfrGMKtbNlgvzuOq4XQWyNlkNzd72yMYyz58kPrwQRguj0hMWhd9RXymaclwObL8whLejJY0ZtLeiBWF7b68Gn-iemERp-qPfbrqXzAkRDGwa5aC4xNxU-lApty1NP70VuhWIHxoayZm/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%206.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC_iD7Kzhl8hfiiNzx1KOT_7gy2rsiQyGQJaHAKfNMahNTf7qmb0F5T2Pe5S2JB4JLM0jivHqqo8XNn_9T0JfcFvg9AsBqgDvt6sRrFDYp0ltQq8fCQvSVD34pLK7iONP27-Ps75hf6v3y7YDCcSJ1qK3n-PrHyt2KZgSdQElQ5xFXFbobWF9VtgkLPcgH/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC_iD7Kzhl8hfiiNzx1KOT_7gy2rsiQyGQJaHAKfNMahNTf7qmb0F5T2Pe5S2JB4JLM0jivHqqo8XNn_9T0JfcFvg9AsBqgDvt6sRrFDYp0ltQq8fCQvSVD34pLK7iONP27-Ps75hf6v3y7YDCcSJ1qK3n-PrHyt2KZgSdQElQ5xFXFbobWF9VtgkLPcgH/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%207.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyCicCsh-S4Ydf0-JEhiLTOAopTEz3QclVYj0RsVvZkDPJ4nchkIg0tUHkFye7DLODmK7QnhOjgtZfn1JrQF1TNzTidRfMxyXGAO2mlBjKsM1ubgesG3M4_D6ijtubKAdrWgKPgvokyDx0XuvBjJn2y1c5ZaBHorsuCGnj7BWumZUpw8dM4VCWuL23CahI/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyCicCsh-S4Ydf0-JEhiLTOAopTEz3QclVYj0RsVvZkDPJ4nchkIg0tUHkFye7DLODmK7QnhOjgtZfn1JrQF1TNzTidRfMxyXGAO2mlBjKsM1ubgesG3M4_D6ijtubKAdrWgKPgvokyDx0XuvBjJn2y1c5ZaBHorsuCGnj7BWumZUpw8dM4VCWuL23CahI/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%208.jpg" width="281" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3xsZ3TsATIAbRiVSftCe6PJOBAw2SL3YMglSKxvW7iP9Nxy5T5D0HWxkuRUb2P5k0QUDjSyNPG7mSxRS4963-g7sRnBCvJBJK9lRy_l37A8_UEa0wnuVMHKPM8i1a5ntHuIk1UI6REpBtPWqODmOLj88zeGbYoUuZpM3njPmYc0orHg1K3H04Y-ecIPEf/s1859/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1859" data-original-width="1308" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3xsZ3TsATIAbRiVSftCe6PJOBAw2SL3YMglSKxvW7iP9Nxy5T5D0HWxkuRUb2P5k0QUDjSyNPG7mSxRS4963-g7sRnBCvJBJK9lRy_l37A8_UEa0wnuVMHKPM8i1a5ntHuIk1UI6REpBtPWqODmOLj88zeGbYoUuZpM3njPmYc0orHg1K3H04Y-ecIPEf/w281-h400/Barenboim%20libro%20%C3%ADndice%20discos%20comentados%209.jpg" width="281" /></a></div><br /><p><br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-2571332125651305882024-03-09T20:52:00.004+01:002024-03-09T20:52:56.066+01:00Segunda de Mahler con la Sinfónica de Viena: impacto sensorial<p>Tras los conciertos de la <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/03/franz-welser-most-reaparecio-en-viena-y.html" target="_blank">Filarmónica de Viena</a> y de la <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/03/la-english-chamber-visita-la.html" target="_blank">English Chamber Orchestra</a> comentados en entradas anteriores, acudí una vez más el domingo 25 de febrero a la Musikvrein de la capital austriaca –siete y media de la tarde– para un tercer acontecimiento musical: <i>Sinfonía nº 2 </i>de <b>Gustav Mahler </b>con la <b>Wiener Symphoniker </b>y <b>Alain Altinoglu</b>. Hubo tres razones extramusicales por las que disfruté menos. Una, el comprensible cansancio tras la paliza anterior. Dos, que esta vez tenía entrada en el anfiteatro –mitad inferior–, y allí la visibilidad es deficiente: al maestro solo le veía de vez en cuando. ¿Y cómo es esto posible, si las butacas están escalonadas? Pues no sé, pero les aseguro que no era fácil seguir visualmente lo que pasaba en el escenario.</p><p>La tercera razón es de más peso, y sobre ella quiero reflexionar un poco: <i>la </i>calor –perdonen que hable en gaditano– que hacía allí arriba, en verdad sofocante. ¿Puede Europa permitirse, con la que estamos pasando, un gasto energético tan innecesario como disparatado? Porque no fue la Musikverein precisamente el único recinto en el que el aire acondicionado llegaba a ser molesto. Miren ustedes, si hace frío fuera y la gente ya viene abrigada, pongan el interior a una temperatura en la que uno pueda dejar la prenda más incómoda en la guardarropía y quedarse con el resto. Pero claro, si aquí en España hay gilipuertas que en invierno quieren estar dentro de su casa en mangas de camisa y en verano llevar jersey, qué le vamos a decir a los de otras latitudes.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4o8alhE-2hWUP0p8Br-K0rIegVdDcookBgw4UJ8Gz5xIDBD3IKLMgVdB3niq5D_t-PrWByFsUfW4TPnestBylRQ4IVsb5o29aaYTk2CAZQFNft4gry3XrDxUGyPv30AgiFXN6fCVa73Ne0bgHUae8ndGlbYFsU0GKtMMnBYOCFVo-aqC2txwipXGy94j4/s4032/PXL_20240225_195951744.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4o8alhE-2hWUP0p8Br-K0rIegVdDcookBgw4UJ8Gz5xIDBD3IKLMgVdB3niq5D_t-PrWByFsUfW4TPnestBylRQ4IVsb5o29aaYTk2CAZQFNft4gry3XrDxUGyPv30AgiFXN6fCVa73Ne0bgHUae8ndGlbYFsU0GKtMMnBYOCFVo-aqC2txwipXGy94j4/w400-h225/PXL_20240225_195951744.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>La acústica sí que era maravillosa, y eso quedó bien claro en cuanto la orquesta empezó a sonar. ¡Qué impresión! Ciertamente estos señores y señoras no alcanzan la calidad sobrenatural de sus compañeros Wiener Philharmoniker que escuché por la mañana en el mismo recinto, pero a todas luces la Sinfónica de Viena es una espléndida formación, equiparable –por ejemplo– a las grandes orquestas londinenses, y bastante por encima de la media de las de latitudes meridionales. Empaste, redondez y belleza sonora son dignos de elogio, como también su virtuosismo en una obra no poco complicada como es esta <i>Sinfonía Resurrección</i>.<br /></p><p>¿Y la interpretación propiamente dicha? Repaso mis notas de voz y les cuento: una lectura fluida, fresca y directa, en la que la batuta del maestro francés se mantuvo voluntariamente alejada de esos preciosismos y amaneramientos que pueden ser beneficiosos aplicados en su justa medida, pero que demasiadas veces se pasan de la raya. Ahora bien, también es cierto que la inspiración de Altinoglu me pareció bastante desigual. El primer movimiento, por su rapidez y carácter antes combativo que gótico, me recordó un tanto a lo de Sir Georg Solti en Chicago, pero lejos de ofrecer la garra extraordinaria de aquel milagro. Sin interés el segundo: aquí la<b> </b>rapidez y el deseo de no caer en languideces condujeron a la asepsia pura y dura. Bien el tercero, estupendamente diseccionado y dicho con una adecuada dosis de animación. El cuarto se vio muy lastrado por la voz tremolante de <b>Nora Gubisch</b>; tampoco la batuta voló con suficiente poesía.</p><p>Todas la secuencia de la resurrección estuvo muy bien llevada, con convicció, ajena a excesos y sin caídas de pulso. Bien la soprano <b>Chen Reiss</b>, y un lujo la presencia de los <b>Wiener Singverein</b>. Ya pueden imaginar que todo el final, con independencia de las cuestiones interpretativas, resultó impactante desde el punto de vista sensorial con semejantes orquesta y coro, más la suma de un órgano perfectamente empastado. Disfrutar en directo de esta música con una calidad técnica así, ofreciendo los enormes contrastes dinámicos exigidos por Mahler, haciéndolo sin roce alguno en la ejecución y con una irreprochable claridad en la exposición, es una experiencia que un melómano no disfruta todos los días. ¡Ni todos los años! Eso sí, yo hubiera disfrutado mucho más con un poco de visibilidad y cinco grados menos de temperatura.</p><p>Me queda comentar el segundo concierto de Welser-Möst, que fue toda una sorpresa: <i>Novena </i>de Bruckner muchísimo más satisfactoria de lo esperado. Otro día les cuento.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-47207775734847230802024-03-07T18:01:00.007+01:002024-03-08T20:07:44.814+01:00El libro de Barenboim está ya impreso...<p> ... pero aún se retrasa un poquito, porque debido a su grosor hay que encuadernarlo con una máquina distinta a la habitual. La verdad es que me he pasado con el tamaño: casi quinientas páginas son muchas páginas.<br /></p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSp-mWinQ4tlrCQmHi9WeXyLZ1K6JrJNK34Ig4CRmgm-gGOik4dw0gQR2oMpJXGVixXhcVScI-WQ1z5iu4AOiZ4IyZlKAoajNjAKeX95go81ilPpihNAof2YU9hJkZ7jXttq3Uxyol_P7RHx3wm627OF_82uTjoUxwpc6J5q9MPEbaL1EgZpvYdJkU4k5z/s671/Libro%20Barenboim%20portada.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="445" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSp-mWinQ4tlrCQmHi9WeXyLZ1K6JrJNK34Ig4CRmgm-gGOik4dw0gQR2oMpJXGVixXhcVScI-WQ1z5iu4AOiZ4IyZlKAoajNjAKeX95go81ilPpihNAof2YU9hJkZ7jXttq3Uxyol_P7RHx3wm627OF_82uTjoUxwpc6J5q9MPEbaL1EgZpvYdJkU4k5z/w265-h400/Libro%20Barenboim%20portada.png" width="265" /></a></div><p></p><p>Prometo que el segundo volumen será mucho más delgado. Si es que llega a haber segundo volumen, claro está, porque ya me lo ha advertido un amigo que es colaborador de una célebre revista especializada: "Te van a despellejar". Pongámosle a la cosa un poquito de suspense: aquí va la primera página del capítulo quinto. En cualquier caso, me han prometido que en cuatro o cinco días tengo los primeros ejemplares en mis manos. Les tendré al corriente.<br /></p><p></p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbYPSA1wqKvDT7EglUXwm5Nl6Bvi06ODe12ONsKjY8J2ytDoXRisywAccFr1dUGc7ya_oJ5HEUb-eCoHgPCmi62BBX53l6gnQ6WAFhNJTtovOzdrJt3WP3NLl_C4PNO9QCOV13MS_8olx-8iHYL6gbUCCQB9t0misDjjYSVGfMVznBqi5hxbA7CVxh3v1Z/s948/Captura%20de%20pantalla%202024-03-07%2017.49.28.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="948" data-original-width="706" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbYPSA1wqKvDT7EglUXwm5Nl6Bvi06ODe12ONsKjY8J2ytDoXRisywAccFr1dUGc7ya_oJ5HEUb-eCoHgPCmi62BBX53l6gnQ6WAFhNJTtovOzdrJt3WP3NLl_C4PNO9QCOV13MS_8olx-8iHYL6gbUCCQB9t0misDjjYSVGfMVznBqi5hxbA7CVxh3v1Z/w298-h400/Captura%20de%20pantalla%202024-03-07%2017.49.28.png" width="298" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbYPSA1wqKvDT7EglUXwm5Nl6Bvi06ODe12ONsKjY8J2ytDoXRisywAccFr1dUGc7ya_oJ5HEUb-eCoHgPCmi62BBX53l6gnQ6WAFhNJTtovOzdrJt3WP3NLl_C4PNO9QCOV13MS_8olx-8iHYL6gbUCCQB9t0misDjjYSVGfMVznBqi5hxbA7CVxh3v1Z/s948/Captura%20de%20pantalla%202024-03-07%2017.49.28.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-3817645193282085592024-03-06T20:57:00.000+01:002024-03-06T20:57:20.314+01:00La English Chamber visita la Musikverein con Julian Rachlin<p>Tan solo dos horas después del primer concierto de Welser-Möst con la Filarmónica de Viena comentado en la <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/03/franz-welser-most-reaparecio-en-viena-y.html" target="_blank">entrada anterior</a>, me tocaba regresar a la Musikverein para escuchar a la <b>English Chamber Orchestra</b>, que venía liderada por el violinista <b>Julian Rachlin </b>para hacer un programa integrado por obras de <b>Mozart </b>y <b>Mendelssohn</b>. La pregunta estaba en el aire: ¿conserva esta mítica formación la calidad de aquellos dorados años sesenta y setenta? La respuesta es un rotundo sí. Sigue siendo un verdadero prodigio de virtuosismo y, sobre todo, de depuración sonora, aunque también es cierto que no se debe perder de vista el contexto histórico: la calidad de las formaciones orquestales a nivel global ha mejorado de manera considerable desde aquellos tiempos. Vamos, que hoy tiene más competencia que antaño.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAGwRAC4-bcZTw2hALNI0mot-W27276zPUGqzoYzLhRssCmTApogbial28LTSZ8z5XnViCX1owdwOibjb3ySrfejbI0lfjosEIskkfJK6RQboj1mGvamFgdVGkG_mLc31jjFj_EzCw2AZMx7TaT2u89MmysGje3tjkcCWzC_r7RDNwynNGdmuWeWDKuZv_/s4032/PXL_20240225_162241794.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="242" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAGwRAC4-bcZTw2hALNI0mot-W27276zPUGqzoYzLhRssCmTApogbial28LTSZ8z5XnViCX1owdwOibjb3ySrfejbI0lfjosEIskkfJK6RQboj1mGvamFgdVGkG_mLc31jjFj_EzCw2AZMx7TaT2u89MmysGje3tjkcCWzC_r7RDNwynNGdmuWeWDKuZv_/w430-h242/PXL_20240225_162241794.MP.jpg" width="430" /></a></div><p></p><p>Dicho esto, fue un placer escuchar a la ECO en este repertorio tan adecuado para ella. Al menos, en lo que al compositor salzburgués se refiere. ¿Y cómo fue su Mozart? Pues muy británico, pero no en la línea de pulcritud a veces un tanto insípida de un Sir Neville Marriner con sus colegas de la Academy, sino más bien en esa maravillosa mezcla de vitalidad, luminosidad y elegancia que con la English Chamber "antigua" hacía un Raymond Leppard –músico que cada vez me gusta menos en el Barroco, dicho sea de paso, pero que para el Clasicismo me sigue pareciendo enorme–. Ni que decir tiene, poco que ver con el músculo y la densidad que esa misma "Vieja English" ofrecía con Barenboim en este repertorio.</p><p>Por todo lo expuesto, pienso que no debió de haber ni un solo espectador en la Musikverein que no disfrutara muchísimo de lo que allí se escuchaba: ni los partidarios de la más conservadora tradición ni los radicales de las maneras HIP podían discutir el perfecto equilibrio entre agilidad en la articulación, naturalidad en el fraseo y sentido del canto que desplegaron los músicos bajo la dirección de un Rachlin que primero tocó el <i>Concierto para violín nº 3 </i>con enorme sensatez y musicalidad –quizá le quedó un poquito más distante de la cuenta–, para luego dirigir la <i>Sinfonía Haffner</i> con una convicción y una fuerza expresiva abrumadoras. Y sí, los tempi fueron rápidos, pero no hubo la menor caída en el nerviosismo, en la blandura ni en la frivolidad, cosa que sí le ha ocurrido (¿han escuchado lo de Abbado?) a otros maestros mucho más famosos. ¡Bravo por Rachlin!</p><p>Harina de otro costal fue la <i>Sinfonía Italiana </i>de Mendelssohn de la segunda parte. Una vez más hubo agilidad bien entendida, nitidez en la articulación y muchísima sensatez, amén de una ejecución de esas que quitan el hipo, pero ya se sabe que a este compositor es bien difícil cogerle el punto: al segundo movimiento le faltó esa sensualidad tan particular, al mismo tiempo acariciadora y amarga, que la convierte en una de las páginas más inspiradas del compositor. Vistosísimo, lleno de electricidad y de un virtuosismo insuperable el Saltarello conclusivo, pero a mi entender no es suficiente.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwwkLDxo_8vKhUHg3BHKTPJ_mCpaXgAMlf5_ySeL_IEUTzQF0titnwIEjjmyu8Y_blgosrejQDbdLnmeYIhITR2McoJSQzcBltOR7_6if1C5n7JiIeUeVcbLq2edJ470i7iJD5ufvZGgJSIVlRoaP57gODN-oD05HJ19Wne2UCEIHJiuwvRBciFngDbeGE/s3771/PXL_20240225_172117939.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="3771" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwwkLDxo_8vKhUHg3BHKTPJ_mCpaXgAMlf5_ySeL_IEUTzQF0titnwIEjjmyu8Y_blgosrejQDbdLnmeYIhITR2McoJSQzcBltOR7_6if1C5n7JiIeUeVcbLq2edJ470i7iJD5ufvZGgJSIVlRoaP57gODN-oD05HJ19Wne2UCEIHJiuwvRBciFngDbeGE/w400-h240/PXL_20240225_172117939.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>De propina, una obertura de <i>Las bodas de Fígaro </i>que más efervescente que propiamente teatral. No me convenció del todo, pero a esas alturas ya daba igual. El público vienés, que algo sabe de Mozart, aplaudió a rabiar, así que los británicos se fueron más contentos que unas pascuas. Y yo me largué a airearme un poco –y tomar un Aperol spritz– antes de que llegara el tercer y último concierto de la musicalmente agotadora jornada dominical: <i>Segunda </i>de Mahler.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-21283091893789459742024-03-04T23:34:00.005+01:002024-03-05T08:40:26.620+01:00Franz Welser-Möst reapareció en Viena... y yo estuve allí (I)<p>La prensa musical da buena cuenta de la reaparición de <b>Franz Welser-Möst </b>tras su batalla contra el cáncer. Fue en Viena, donde ofreció dos programas diferentes con la <b>Wiener Philharmoniker </b>que ahora mismo anda ofreciendo –junto con un tercero: <i>Sinfonía nº 9</i> de Mahler– en gira estadounidense. Pues bueno, yo estuve allí, en la Musikverein de la capital austriaca, y puedo dar buena cuenta de que, contra todo pronóstico sabiendo cómo se las gasta –o se las gastaba– el director vienés, fueron dos magníficos conciertos.</p><p>El del domingo 25 de febrero tuvo lugar a las once de la mañana. Nada más salir el maestro hubo intensas ovaciones: no se celebraba su mera aparición, sino su recuperación y vuelta a casa. Se lo merecía, qué duda cabe. Comenzó con una obra poco popular en la que se prescindía de la parte más preciada de la mítica formación a cuyo frente se ponía: la <i>Konzertmusik für Blasorchester, op. 41 d</i>e <b>Paul Hindemith</b>. Importó poco, porque los metales vieneses demostraron estar en plenísima forma –redonda, empastada, potente– y el maestro dirigió esta música con toda la vitalidad, el ritmo, la incisividad, la ironía y el sentido del humor que la partitura demanda. </p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjapfWCY3JSlu83rFVRIAHUqmXXRyJ1ixz-Dmu1qJOXKeSp04JNXRN9fPuOF6UPRrlIXHCMDxzVe3CGUFPowiMGnsodg7YpUfvfxL7bpOGFPOp0OgXYM7JChORIDIlSB9HpOrW4kK3pwSUNCGHGglgCQ3iMmXW-secr6WDkJYEPU4SjhjyultiEJgdMR1CJ/s4032/PXL_20240225_104855161.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjapfWCY3JSlu83rFVRIAHUqmXXRyJ1ixz-Dmu1qJOXKeSp04JNXRN9fPuOF6UPRrlIXHCMDxzVe3CGUFPowiMGnsodg7YpUfvfxL7bpOGFPOp0OgXYM7JChORIDIlSB9HpOrW4kK3pwSUNCGHGglgCQ3iMmXW-secr6WDkJYEPU4SjhjyultiEJgdMR1CJ/w400-h225/PXL_20240225_104855161.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>Formidable, pero el peso pesado venía a continuación: la <i>Fantasía sinfónica sobre La mujer sin sombra</i> de <b>Richard Strauss</b>. Confieso que, tras los “Keikobad” con que arranca la partitura y al arrancar el tema lírico, se me saltaron las lágrimas. También reconozco las razones: allí estaba yo, sentado en el patio de butacas de <i>esa</i> sala de <i>esa</i> ciudad, escuchando <i>esa</i> música precisamente a <i>esa</i> orquesta. ¿Comprenden? Y aunque esta Wiener Philharmoniker no es en modo alguno –no puede serlo, han pasado demasiados años– la que realizó aquella magistral grabación de la ópera completa para Decca con Sir Georg Solti, sigue siendo una orquesta de tímbrica maravillosa.</p><p>Pero es que, además, Welser-Möst dirigió centradísimo en el estilo, con decadentismo muy moderado y un buen equilibrio entre brillante y refinamiento. También con inspiración, mucha inspiración. Solo un reproche, no poco importante: en el gran clímax previo a la sublime sección final hubo mucho más decibelio que claridad, por no decir que, lisa y llanamente, cayó en la vulgaridad que tantas veces ha sido marca de la casa.</p><p>No fueron nada vulgares, antes al contrario, las <i>Variaciones para orquesta</i> de <b>Arnold Schönberg </b>que abrieron la segunda parte. Me traía la obra muy preparada desde casa, que para eso hice la comparativa que <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/02/variaciones-para-orquesta-de-schonberg.html" target="_blank">aquí mismo</a> les pude presentar a ustedes. En ella me quejaba de que pocos directores atendían lo suficiente al sentido de la atmósfera que anida en la difícil partitura. Pues bien, Welser-Möst me ha parecido de los que más se han acercado a ello, en buena medida porque se tomó las cosas con calma, atendió al peso de los silencios y supo ver más allá de las notas. Además, clarificó el entramado orquestal de manera magistral. Sí: magistral. Otra cosa es que echemos de menos el ímpetu y la comunicatividad de Solti, o el refinamiento tímbrico de Boulez y Barenboim. Dicho esto, creo que la lectura que allí escuchamos fue de altísimo nivel, por mucho que el público (¡precisamente el de Viena, y a estas alturas del siglo XXI!) no pareciera apreciarlo.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijood-HpEXDN6cSBWZ-nNdQoyaiszRqFSL82tNEZzBHt0-fefPSXebEvYK-xr2CDN9w8OGk0Nyu14auifWoSCtxQMHoqlaD-pZhazkMjaAo2ZAnJSgg0ufX5HnE0b2UGAgLPzjyWG4jz8dZpPqkTENcEM0qdMWXGsTeMYVHeuh-o9WPecv1Jbxtd4vwXLw/s2048/429687227_960430148777432_8210645406815030034_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1363" data-original-width="2048" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijood-HpEXDN6cSBWZ-nNdQoyaiszRqFSL82tNEZzBHt0-fefPSXebEvYK-xr2CDN9w8OGk0Nyu14auifWoSCtxQMHoqlaD-pZhazkMjaAo2ZAnJSgg0ufX5HnE0b2UGAgLPzjyWG4jz8dZpPqkTENcEM0qdMWXGsTeMYVHeuh-o9WPecv1Jbxtd4vwXLw/w337-h224/429687227_960430148777432_8210645406815030034_n.jpg" width="337" /></a></div><p></p><p>Sí que se aplaudió mucho tras <i>La valse</i>, página que cerraba el programa con total coherencia al tiempo que enlazaba con el otro programa de los mismos intérpretes –las <i>Tres piezas </i>de Alban Berg también incluyen un vals distorsionado–. No sé decirles si la recreación de Welser-Möst sonó más a Viena que a <b>Maurice Ravel</b>. Sí que sé –porque he "hecho trampa" y acabo de escuchar la toma radiofónica de ese mismo día– que hubo un gran trabajo de timbres y texturas, como también una buena dosis de brillantez, de empuje y de comunicatividad, por no hablar de la increíble belleza sonora desplegada. Pero también se hizo presente algún detalle blandengue, cierta falta de continuidad entre las secciones y un tercio final con clímax tendentes a la vulgaridad. Quizá se trataba de eso, de que el público saliera contento tras una buena dosis de dodecafonismo.<br /></p><p>En otro momento comentaré el segundo programa, el que incluía la <i>Novena </i>de Bruckner. Antes quiero escribir sobre los otros dos conciertos de ese mismo domingo: English Chamber Orchestra y Sinfónica de Viena. Ahí es nada.<br /></p><p>PS. La foto del maestro la he tomado del Facebook oficial de la orquesta.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-854178295805147352024-03-03T10:12:00.010+01:002024-03-04T23:36:42.532+01:00Mi primera visita a la Konzerthaus de Viena: recital de Kirill Gerstein<p>Aquí sigo. Ni feliz, ni animado, ni con ganas de escribir. Pero quiero dejar testimonio de los conciertos que escuché en Viena, sobre los que tomé notas de voz que ahora me van a servir para contarles qué me pareció todo aquello. Ya dije algo del último que presencié, el de la Filarmónica de Londres, Karina Canellakis y Christian Tetzlaff (<a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2024/02/christian-tetzlaff-me-hace-sufrir.html" target="_blank">aquí</a>). Vamos ahora por el primero: el recital pianístico de <b>Kirill Gerstein</b> en la Konzerthaus que tuvo lugar el sábado 4 de febrero.</p><p>Confieso que no acudí interesado por el pianista de origen ruso, sino por la mítica sala de conciertos. Y aquí me llevé un enorme chasco: resulta que mi evento era en la Sala Mozart, que no es la famosa de las grandes columnas, sino una de mediano tamaño –setecientas butacas– que, eso sí, es muy hermosa y mereció la pena disfrutar.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGdEoVc92isfX119UAIpe7PL-e1UTXr1SEzV_viNakWE8UoqXa7F1h1Hf2FPL9E0mVYK45y1gY8vrlHaVw5kFC9nooZHRBfqkbFSgYobpyxehW3T9JjM5Vya5yQ5DNrtknRIPCV7B09uNLLhUprrokwhPOTJe9lhvCYFqEHUO0TIgIesiILDff29v7ea9N/s4032/PXL_20240224_192021519.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGdEoVc92isfX119UAIpe7PL-e1UTXr1SEzV_viNakWE8UoqXa7F1h1Hf2FPL9E0mVYK45y1gY8vrlHaVw5kFC9nooZHRBfqkbFSgYobpyxehW3T9JjM5Vya5yQ5DNrtknRIPCV7B09uNLLhUprrokwhPOTJe9lhvCYFqEHUO0TIgIesiILDff29v7ea9N/w400-h225/PXL_20240224_192021519.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: left;">Gerstein comenzó con la <i>Polonesa-Fantasía op. 61</i> de <b>Frédéric Chopin</b>: todo muy en su sitio, pero implicándose poco en aspectos como la elasticidad del fraseo, el rubato y cosas así. El pedal pe pareció que emborronaba un tanto el discurso, aunque la impresión pudo deberse a que un servidor no estaba acostumbrado a la acústica de la sala.</p><p>El <i>Nocturno nº 13</i> de <b>Gabriel Fauré </b>resultó tan apasionado que me pareció fuera de estilo. Mucho más me interesaron los tres <i>Intermezzi</i> de <b>Francis Poulenc</b>, porque no fueron tratados como música superficial, sino con una buena dosis de compromiso expresivo. Cerrando la primera parte, la <i>Polonesa nº 2 </i>de <b>Franz Liszt</b>. Fue lo que más gustó al público y a quien escribe estas líneas, porque ofreció una oportunidad para que el artista desplegara no solo un formidable virtuosismo digital, sino también –y sobre todo– un sonido musculado y “orquestal” que le venía maravillosamente al autor de <i>Los preludios</i>; la interpretación propiamente dicha, sobria y no particularmente inspirada, pero ajena tanto al mero exhibicionismo como al grave peligro del atropellamiento. Muy bien.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2A2nc_oeG_fBAjeqgoU4LzpL6DAWzFzJvNFQyk8xowTiAqa2SBto6CEtM-MGozXvoLA4RQzIdkligoPhyphenhyphenK6ufE5OL2Lr_0DtJX8hH9YBWv1cJW1MQMV_3iUTwIxd-bTP89yD_j2gEM2gX2OqXpN02DJmyVi-IzjGTzKmeEXM86-JJK7y-lPxDxAUJM3tq/s1280/1280px-Kirill_Gerstein000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="832" data-original-width="1280" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2A2nc_oeG_fBAjeqgoU4LzpL6DAWzFzJvNFQyk8xowTiAqa2SBto6CEtM-MGozXvoLA4RQzIdkligoPhyphenhyphenK6ufE5OL2Lr_0DtJX8hH9YBWv1cJW1MQMV_3iUTwIxd-bTP89yD_j2gEM2gX2OqXpN02DJmyVi-IzjGTzKmeEXM86-JJK7y-lPxDxAUJM3tq/w320-h208/1280px-Kirill_Gerstein000.jpg" width="320" /></a></div><p style="text-align: center;"></p><p>Todo lo contrario la <i>Fantasía op. 49</i> de Chopin que abrió la segunda parte: la tocó como si fuese un alumno, ciertamente pleno de facultades técnicas, al que en ese momento le hubieran puesto frente a sus ojos la partitura por primera vez. Bochornoso tocar de manera tan lineal una obra sublime. Vino a continuación un homenaje a la ciudad: nada menos que <i>Carnaval de Viena</i>. No estoy seguro de que sonara del todo a <b>Robert Schumann</b>, pero hubo mucha pasión en los dedos del pianista: es decir, más Florestán que Eusebio. Era de esperar, porque hasta ese momento Gerstein no había demostrado especial sensibilidad lírica en ninguno de los compositores interpretados.</p><p>Hubo virtuosismo muy bien controlado en la <i>Liebeslied</i> de <b>Fritz Kreisler</b> transcrita por <b>Rachmaninov</b>, y a continuación se cerró el programa con el <i>Grande Valse brillante op. 42 </i>de Chopin dicho de la misma manera. Pero claro, lo que vale para un compositor no es suficiente para el otro, que demanda una dosis muchísimo mayor de inspiración poética.</p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiolDu1AfANA7IO6Sck5fvxHKF4y7MnhlLqF4bFbdD4UaKrDyA3nAqDrzkq_jQiX6prCVpowvEq6Vi0Sv66Q1P69UP3qA3DHOxv8XQUp506hdjQiU71uyTuo47S2kAANP3Z-vL5SiZ0iQaHbesPlGOqPhEhwIJFx7pBdiiVRoFj_Ku7Q_bdb9tpfb4d26bz/s4032/PXL_20240224_203504270.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiolDu1AfANA7IO6Sck5fvxHKF4y7MnhlLqF4bFbdD4UaKrDyA3nAqDrzkq_jQiX6prCVpowvEq6Vi0Sv66Q1P69UP3qA3DHOxv8XQUp506hdjQiU71uyTuo47S2kAANP3Z-vL5SiZ0iQaHbesPlGOqPhEhwIJFx7pBdiiVRoFj_Ku7Q_bdb9tpfb4d26bz/w400-h225/PXL_20240224_203504270.MP.jpg" width="400" /></a> <br /></p><p>Total, un recital altamente irregular, globalmente poco interesante, que al menos sirvió para quitarme la espinita de entrar en la Konzerthaus. ¡Impresionante el gran salón que da acceso a las diferentes salas! Al día siguiente, nada menos que tres conciertos en la Musikverein, el primero de ellos con Welser-Möst y la Filarmónica de Viena. Pero esa es otra historia.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-88639047071984053762024-02-28T22:16:00.010+01:002024-03-02T23:47:02.088+01:00Christian Tetzlaff me hace sufrir muchísimo. Karina Canellakis, no tanto.<p>La celebración hoy 28 de febrero del día de Andalucía nos ha permitido a muchos profesores disfrutar de un puente de cinco días. Así las cosas, y aunque el brazo izquierdo funciona regular a la hora de manejar equipajes, por no hablar de esos temidos momentos de quitarme y ponerme abrigos, jerséis y pijamas, preparé un viaje a Viena junto a la amiga y colega que suele acompañarme en estas ocasiones.</p><p>Una maravilla, en principio: cinco conciertos en la Musikverein y un recital de piano en la Konzerthaus, más las visitas a iglesias, museos y tal. Pero la vida da muchas vueltas. Hace un par de semanas recibí palos muy duros en tres ámbitos completamente distintos de mi vida. Incluso puedo añadir un cuarto que tuvo que ver con las desafortunadas consecuencias que se derivaron de un corte de tráfico. Por azares del destino, los golpes fueron llegando no ya de manera consecutiva, sino incluso superpuesta en el tiempo. Si a todo eso sumamos un estrés laboral tremendo –no es culpa de mi entorno de trabajo, sino de haberme cargado yo mismo de un exceso de tareas en mi retorno a las aulas–, comprenderán ustedes que el autor que emborrona estas líneas haya llegado a pasarlo francamente mal.<br /></p><p>Al final, lo que iba a ser un viaje "de placer" se ha convertido más bien en un viaje "de terapia", de distracción. Intenté reírme de mí mismo y de los ataques de mis <i>haters </i>en dos las anteriores entradas, como también hablar en ellas de la fascinación que me produce visitar los lugares en que, en un plazo de tres o cuatro décadas, coincidieron algunos de los más interesantes personajes del mundo de la cultura que se hayan conocido. Y no solo del de la música.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxXvTMZ5lRhVVdO11PCM4XpXnkmFoNzCK99q2rKxlLb0CmvDRnjw-jrJ45wrnSNAmJ2u1X7wu0BYzU47V4M2xov20guPEkFjCKGLCjzpFjMZgoVq0r3QeLjB_BddyH_76d0WGOtAceQmSR_Yfwhj9XtQUel16e7p3DCTdpfjCvnJ2IAIXXsp5jUIh-UgF-/s1598/PXL_20240227_193959240.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="899" data-original-width="1598" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxXvTMZ5lRhVVdO11PCM4XpXnkmFoNzCK99q2rKxlLb0CmvDRnjw-jrJ45wrnSNAmJ2u1X7wu0BYzU47V4M2xov20guPEkFjCKGLCjzpFjMZgoVq0r3QeLjB_BddyH_76d0WGOtAceQmSR_Yfwhj9XtQUel16e7p3DCTdpfjCvnJ2IAIXXsp5jUIh-UgF-/w400-h225/PXL_20240227_193959240.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>¿Ha funcionado la terapia? Solo de manera parcial. He vivido en estos días vieneses momentos maravillosos que tuvieron que ver con la música y con la gastronomía (¡también con la alegría de que el libro de Barenboim está ya imprimiéndose!). Momentos muy bonitos. Momentos más bien grises, pese a las bellezas que se desplegaban a mi alrededor. Y también momentos marcados por una intensa melancolía, por no hablar por la desazón que me ha producido el comportamiento de determinadas personas que no parecen dispuestas a arreglar las cosas entre nosotros. No, no puedo decir que globalmente haya sido un viaje alegre ni relajante.<br /></p><p>Todas estas circunstancias, claro está, han influido mucho en mi percepción de los seis conciertos. Y de ellos quiero escribir algo. Les ruego me permitan empezar por el último, el de ayer martes a las siete y media en la Musikverein con la <b>Filarmónica de Londres</b>, <b>Karina Canellakis </b>y <b>Christian Tetzlaff</b>. A la postre, el que más me ha emocionado, por la sencilla razón de que el plato fuerte de la velada era una página que encajaba a la perfección con mi estado de ánimo, y que desde hace ya mucho me ha desgarrado el alma: el <i>Concierto para violín nº 1 </i>de ese genio que fue <b>Dmitri Shostakovich</b>. </p><p style="text-align: center;"></p><p>Lo pude escuchar –ahí las entradas eran relativamente baratas– en primera fila, a tres metros escasos del solista. Y este me hizo sufrir mucho, muchísimo, solo que en el mejor de los sentidos. Desde que le vi en enero de 2001 en el Villamarta junto a Daniel Harding haciendo Brahms, el de Hamburgo ha madurado una barbaridad. Conocía su admirable grabación esta <i>Op. 77 </i>con John Storgards –tengo que actualizar mi <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2014/12/concierto-para-violin-n-1-de.html" target="_blank">discografía comparada</a>–, y esta de Viena no le ha ido a la zaga. Su agudo afilado –sin llegar al extremo de Perlman– es ideal para la obra. Su compromiso expresivo, muy elevado: ¡qué tremendos gritos de dolor hacía proferir a su violín cada vez que en el Scherzo sonaba la "firma" DSCH! Y su enfoque atento tanto al lirismo como a la virulencia no admite discusión, con independencia de que el melómano pueda preferir aproximaciones más escoradas hacia uno de los dos extremos. La larguísima Cadenza (¡qué escasa piedad del compositor hacia el solista!) la resolvió con pasmoso virtuosismo, si bien aquí cosas aún más profundas se hayan escuchado. Su triunfo entre el respetable, cualquier caso, fue monumental y merecidísimo.</p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1JdLa_lZbvi3eQU5gGubv2LuuiApgdvPwtkH3luF8OvT4kUTCEU8wEk0KhPQbrUEBKhLSQ6laW3DCwBycPMAijzLmdKanWJIO3VEX6132GSuuGCOB-EAVCSMz62EmeO39CncSQynO6yG_citG6IUnUdPi_hjVlJudnZTZys28GCQNWm36AEudtO4HLujl/s1024/Karina%20Canellakis%20Christian%20Tetzlaff.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="769" data-original-width="1024" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1JdLa_lZbvi3eQU5gGubv2LuuiApgdvPwtkH3luF8OvT4kUTCEU8wEk0KhPQbrUEBKhLSQ6laW3DCwBycPMAijzLmdKanWJIO3VEX6132GSuuGCOB-EAVCSMz62EmeO39CncSQynO6yG_citG6IUnUdPi_hjVlJudnZTZys28GCQNWm36AEudtO4HLujl/w380-h285/Karina%20Canellakis%20Christian%20Tetzlaff.jpg" width="380" /></a></p><p>¿Y la señora Canellakis? La neoyorquina había empezado la velada con el bellísimo preludio de <i><span>Jovánschina</span></i>: ni sonido a Mussorgsky, ni especial lirismo en las secciones extremas, ni inquietud en la central. Se le aplaudió poquísimo. El Shostakovich lo hizo bastante mejor, muy centrado en el estilo y bastante intenso, aunque también con alguna caída puntual en la precipitación y hasta en la vulgaridad.<br /></p><p>Claro, lo interesante del asunto era ver cómo hacía la <i>Cuarta </i>de Brahms allí en la Musikverein, donde las doradas cariátides han escuchado el asunto a gente como Karl Böhm, Carlos Kleiber, Leonard Bernstein o Carlo Maria Giulini, todos ellos con la orquesta a la que "pertenece" la obra, la Wiener Philharmoniker. Pues miren, Canellakis salió medianamente airosa del empeño. Si comparamos con las genialidades a las que acabo de aludir y que todos los melómanos tenemos en mente, pueden reprochársele la falta de verdadero sonido brahmsiano, la relativa parquedad de los matices y el desaprovechamiento de muchas frases. También la ausencia de ese particular lirismo agridulce que necesita el segundo movimiento, o el excesivo escoramiento a lo puramente lúdico en el tercero. A mí me emocionó solo a ratos.<br /></p><p>Ahora bien, lo que no voy a negar es que hubo un muy sólido trazo global, tensión bien controlada, brillantez que supo compaginar con el trazo fino y renuncia tanto a la blandura como al rebuscamiento. Dicho de manera; fue una <i>Cuarta </i>de Brahms más vistosa que profunda, típica de una batuta joven, preparada y con talento, pero aún con un camino por recorrer para alcanzar la plena madurez. ¡A ver, que cuarenta y dos años son, salvando casos especialísimos, muy pocos para alcanzar la excelencia en la dirección de orquesta! Se aplaudió mucho, aunque al parecer no lo suficiente para la directora y su equipo: prefirieron no tocar la danza húngara que tenían en los atriles preparada como propina.</p><p>Una cosa más: desde mi asiento en el lado izquierdo de la primera fila de butacas, en la Filarmónica de Londres solo veía mujeres, mujeres y más mujeres. Y eso me alegró una barbaridad, sobre todo porque estábamos en una sala en la que se cometió no ya la injusticia, sino la bochornosa infamia de que la "orquesta reina" arriba citada no permitiera a las señoras acceder a sus asientos. Y eso fue hasta hace muy, pero que muy poco tiempo. Por cierto, que tanto las chicas como los chicos –que haberlos, también los había– de la London Philharmonic estuvieron ayer fenomenales. Estaremos atentos a ver cómo se siguen desenvolviendo con esta que es su recientemente renovada titular.<br /></p><p>PS. La foto de los artistas la he tomado del <a href="https://www.facebook.com/karinacanellakis" target="_blank">Facebook de la norteamericana</a>. La mía es del intermedio de ayer.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-47065572488392555432024-02-25T18:02:00.000+01:002024-02-25T18:02:24.998+01:00Otro que me dice que estoy loco <p>Esta mañana pasé cerca de la cafetería en la que estuve merendando con el psiquiatra tan pesado del que les hable en la anterior entrada. Bueno, pues se me acercó un señor feucho y desgarbado que, al parecer, también acostumbra a merendar allí, y que a su vez es paciente del señor Freud. Me confesó que, de manera muy indiscreta, había estado escuchando toda la conversación desde una mesa cercana, y que que a su parecer, efectivamente estoy como una cabra. Pero lo que quería decirme es que no me preocupase. Que aquí en Viena a él también le consideran como una persona demasiado peculiar. Que nada malo encuentra en ello, pese a estar él particularmente dolido por el hecho de que digan que su música, porque este hombre es compositor, no vale un pimiento. Añade que está hasta el gorro de que digan que suena grotesca, vulgar y desmedida; de que aquí solo le quieran para dirigir en la ópera, y de que ni siquiera en esto le terminan de tratar como cree que se merece.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGafp8ncy6stxjz-ZPFDdQiCla-Tf00a_0SiWY2cOwmsA9yXDrle0zEvitSRzFBvv6I7gC9TbN6ONVj_Zb7ircGAITAPcoM2qCAwWHEiEDsHcAdeBtwKWqd7gaNnvUGS4HPVJYOjpqmN7Dg7xtzfwHUmvS5Ta5h8r2P_Vj84KqF2XUTuiRysbjEpFBn_vh/s4032/PXL_20240225_153534679.MP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="2268" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGafp8ncy6stxjz-ZPFDdQiCla-Tf00a_0SiWY2cOwmsA9yXDrle0zEvitSRzFBvv6I7gC9TbN6ONVj_Zb7ircGAITAPcoM2qCAwWHEiEDsHcAdeBtwKWqd7gaNnvUGS4HPVJYOjpqmN7Dg7xtzfwHUmvS5Ta5h8r2P_Vj84KqF2XUTuiRysbjEpFBn_vh/s320/PXL_20240225_153534679.MP.jpg" width="180" /></a></div><p>Me confiesa que cualquier día se larga Nueva York, que seguro que allí le va a ir mejor. Eso sí, me ha animado a pasarme esta noche por la Musikverein, porque la Wiener Symphoniker hace su Segunda sinfonía, que al parecer está muy chula. ¡Hay coro y todo! Así que bueno, aunque acabo de salir de allí de escuchar a la English Chamber, le voy a hacer caso a este hombre, que por cierto vaya pinta triste que tenía. Verán, es que nuestro doctor también es muy cotilla y me ha soplado que su joven esposa Alma la engaña con otro. La vida... </p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-63936755759042597182024-02-24T16:31:00.002+01:002024-02-24T16:39:04.171+01:00No me fío de este psiquiatra, pero qué bien merienda el jodío <p>Después de diez de los peores días de mi vida (desdichadamente, no es broma ni exagero), he decidido buscar la ayuda de un psiquiatra que me han recomendado vivamente. Al parecer, es un auténtico genio. Eso sí, he tenido que venir hasta Viena. Hemos quedado en su cafetería favorita, Cafe Landtmann, muy cerca de su domicilio, y hemos charlado un rato.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg97Gv6dKuwHFm3otBFuh_3FzjK5D0zB72TxA0u96b0P6xFtduqJiIsyiuQd1QyPCqWY69LA89ju2fhPmExvclBqA-vG62zg6Uxo0GI8wtuqSledI4Zl_erFWOQ_b95M2PpM4rxdiDpElOl98BtKm1ouV9tDZUMG9PQ4xn0uOitXV2UOBDRGrfiCO0K3ty_/s4032/PXL_20240224_145525684.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg97Gv6dKuwHFm3otBFuh_3FzjK5D0zB72TxA0u96b0P6xFtduqJiIsyiuQd1QyPCqWY69LA89ju2fhPmExvclBqA-vG62zg6Uxo0GI8wtuqSledI4Zl_erFWOQ_b95M2PpM4rxdiDpElOl98BtKm1ouV9tDZUMG9PQ4xn0uOitXV2UOBDRGrfiCO0K3ty_/s320/PXL_20240224_145525684.MP.jpg" width="320" /></a></div><p>La verdad es que no me ha convencido: ha empezado con no sé qué del complejo de castración, de tener que analizarme los sueños y de no sé cuántas zarandajas más. Qué quieren que les diga, tengo la sensación de que está un poquito anticuado. Eso sí, los gustos gastronómicos de este tal Doctor Freud me han parecido excepcionales: no vean ustedes cómo estaban la tarta de castaña y el Franz Landtmann Kafee. </p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-4186096671264809712024-02-22T21:42:00.002+01:002024-02-22T22:16:34.560+01:00Dos Novenas de Bruckner por Welser-Möst<p>Si no me vuelve a dar un <i>jamacuco </i>–estos últimos días he llegado a tener problemas serios de salud–, pronto podré escuchar en directo la <i>Novena </i>de Bruckner a la <b>Filarmónica de Viena</b>. O sea, mi sinfonía favorita de todos los tiempos con la orquesta más indicada para sus particulares demandas. Y en la Musikverein, nada menos. El problema (¡ay!) es que dirige Frankie "Worse Than Most". Por ello he decidido ver no una, sino dos filmaciones de la obra dirigidas por él disponibles en la problemática plataforma de streaming <i>Symphony</i>. Y me alegro de haberlo hecho, porque sabiendo lo que me voy a encontrar ya no voy a salir con cabreo: probablemente va a tratarse de una mala interpretación.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/71pDbZPE5TQ" width="320" youtube-src-id="71pDbZPE5TQ"></iframe></div><p></p><p>Las lecturas referidas de <b>Welser-Möst </b>son las dos del año 2022: una con la <b>Filarmónica Checa </b>en el Rudolfinum de Praga y la otra con la <b>Real Filarmónica de Estocolmo</b>. Quizá la segunda me haya parecido un poco menos mala, pero ambas son, a la postre, bastante similares. ¿Por qué no me han gustado? Primero, por su evidente falta de idioma bruckneriano. Segundo, por la tremenda discontinuidad de la arquitectura: todo consiste en una yuxtaposición en segmentos, unos mejor interpretados que otros, que no se encuentran organizados dentro de una arquitectura coherente de tensiones y distensiones. Tercero, por la tendencia del maestro al fraseo frívolo, por momentos saltarín (¡esa introducción!) y ayuno de ese sentido de la sensualidad agónica que caracteriza al genial compositor. Cuarto, por la tendencia a exponer los momentos más escarpados bien precipitándose, bien como una simple acumulación decibélica.</p><p>Así las cosas, el maestro austríaco –ya recuperado de su cáncer: le deseo una vida larga y feliz– ofrece un primer movimiento de manifiesta mediocridad en el que se alternan momentos buenos –los menos–, momentos aceptables y momentos malos, para luego pasar a un Scherzo que estaría bien si no fuera por un lamentable Trío. En ambas interpretaciones se salva el Adagio, que al menos alcanza la corrección: aquí sí hay cantabilidad en el fraseo y cierto sentido de misticismo, como también fuerza visionaria en los momentos en que corresponde. Ya ya está, porque aun así queda muy lejos de los grandes recreadores de este movimiento, Giulini con la Filarmónica de Viena en primerísimo lugar. En fin, esto es lo que hay.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-58281464349643803042024-02-21T00:05:00.003+01:002024-02-21T00:05:22.839+01:00Variaciones para orquesta, de Schönberg: discografía comparada<p>Las <i>Variaciones para orquesta </i>de <b>Arnold Schönberg</b>, estrenadas nada menos que por Furtwängler, fueron escritas entre 1926 y 1928. O sea, bastante después de las <i>Tres piezas para orquesta </i>de su discípulo Alban Berg, circunstancia que me parece significativa. Verán ustedes, dice la Wikipedia que esta fue su primera composición dodecafónica para gran conjunto instrumental, pero a mí me parece que, al igual que la labor creativa del discípulo hubiera sido absolutamente imposible sin el maestro, esta <i>Op. 30 </i>del maestro se ve en cierto modo influida las pesquisas de su pupilo. Y no es solo "atmósfera malsana vienesa". O quizá sí, y lo mío no sean más que tonterías.</p><p>En cualquier caso, la cosa consiste en una introducción, un tema, nueve variaciones breves y un dilatado final. Hay que escuchar la obra muchas veces para empezar a enterarse del asunto. ¿Merece la pena? ¡Ya lo creo! Les invito a hacerlo en compañía de los señores que se relacionan a continuación, con una sola advertencia que es la que hago siempre: ni caso de las puntuaciones del uno al diez. Las pongo porque a la gente le gusta tenerlas ahí para ver las cosas más claras. Tampoco les den mucha importancia a lo que yo diga, excepto a una cosa: ¡anímense y adéntrense en estas fascinantes <i>Variaciones</i>!<br /></p><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBrRi8lYwDv6JrZY6eG1_kesysPzCslIvMxLJjaMf1biLJNvR9AyVzAK5Damg8mBkMEIQraP1QrtIiHruYgaF_8P9PfpFn3Ahx5e4XTdViPSsg02v-mG9Cah5IK276qM-OeJ9LKQwiXN1PP4GBDsEP8CaLG3jLUU8X24IXkjllg6ktlwvJco8j1DlLuCdb/s300/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Mehta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBrRi8lYwDv6JrZY6eG1_kesysPzCslIvMxLJjaMf1biLJNvR9AyVzAK5Damg8mBkMEIQraP1QrtIiHruYgaF_8P9PfpFn3Ahx5e4XTdViPSsg02v-mG9Cah5IK276qM-OeJ9LKQwiXN1PP4GBDsEP8CaLG3jLUU8X24IXkjllg6ktlwvJco8j1DlLuCdb/w320-h320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Mehta.jpg" width="320" /></a></div><p style="text-align: center;"></p><p><b>1. Mehta/Filarmónica de Los Ángeles (Decca, 1968). </b>Escucho esta grabación, la primera cronológicamente hablando, después de las que vienen a continuación. Es decir, que ya tengo el listón colocado a mucha altura. Y me caigo del asombro. Porque a sus treinta y dos años el señor Mehta demuestra una técnica de batuta descomunal que le permite, al frente de una orquesta que tampoco era la mejor del mundo, realizar un trabajo de auténtico relojero: claridad, refinamiento tímbrico y organización de las tensiones son de primerísimo nivel. Hay además vida, frescura y comunicatividad dentro de una visión que en absoluto es "romántica", pero que tampoco necesita forzar la parte visceral de la partitura. Quizá debería haberlo hecho en algún momento: al final le falta un poco de fuelle. En cualquier caso, grandes aplausos para él y para los de Los Ángeles. ¡Y no digamos para los ingenieros de sonido! <b>(9)</b></p><p><b> </b><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlev93TM7407UhUgqgAlqNvDWlTIrA86Ju-G0l1IrqVQel85_D0i9-t9dzPviAjfD_sQ4H5ewFRR1XzGO1sgYbFSMrWNCQ_LTGNOuKrcsg85MnPGZmBEro4qJSYdvzam-Roi7S9VPDaSeDZQwVkLfVzrMm9b_B2PCfPIfgbZ7A7ZQDOpNXO9SF8-NfurwF/s600/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Karajan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="589" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlev93TM7407UhUgqgAlqNvDWlTIrA86Ju-G0l1IrqVQel85_D0i9-t9dzPviAjfD_sQ4H5ewFRR1XzGO1sgYbFSMrWNCQ_LTGNOuKrcsg85MnPGZmBEro4qJSYdvzam-Roi7S9VPDaSeDZQwVkLfVzrMm9b_B2PCfPIfgbZ7A7ZQDOpNXO9SF8-NfurwF/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Karajan.jpg" width="314" /></a></div><p style="text-align: center;"></p><p><b>2. Karajan/Filarmónica de Berlín (DG, 1974). </b>A<b> </b>medio camino entre posromanticismo e impresionismo, Don Heriberto plantea una recreación contrastada y comunicativa, aunque sin el sentido del misterio, la variedad expresiva y –por sorprendente que parezca– la depuración sonora que había alcanzado Mehta, y a la que conseguirán otros maestros. Dicho esto, y sin convencerme del todo, hay que escuchar esta recreación. Dice cosas distintas a las otras. <b>(8).</b></p><p><b> </b></p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzyAtIKzmgDlDQN-4YrDrPxa_oRDzVKeM-fJomcbS0RBwbdUUYFchveL9chcpZZ_ZDJrExmwT3BD9H40DioBVHktgFSGu4jdBHrHePTeb6TZJePMH4UND4HtyU0p4SIllinueH6HPoNrdpFm1Wx_FYYy2kj1Sa80irJRkcZF9hCVSYYNKaPptR_MRsyvDo/s500/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Solti.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzyAtIKzmgDlDQN-4YrDrPxa_oRDzVKeM-fJomcbS0RBwbdUUYFchveL9chcpZZ_ZDJrExmwT3BD9H40DioBVHktgFSGu4jdBHrHePTeb6TZJePMH4UND4HtyU0p4SIllinueH6HPoNrdpFm1Wx_FYYy2kj1Sa80irJRkcZF9hCVSYYNKaPptR_MRsyvDo/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Solti.jpg" width="320" /></a></p><p><b>3. Solti/Sinfónica de Chicago (Decca, 1975). </b>Nada que ver con lo de Karajan. Aquí Solti es un auténtico volcán en erupción que ofrece una lectura marcadamente expresionista, visceral y sincera a más no poder, brillante en el mejor de los sentidos, así como altamente comunicativa sin por ello perder de vista el estilo. Más bien al contrario. El milagro es que nada de esto supone nerviosismo, precipitación ni merma en la claridad: tan grande el el virtuosismo de los chicagoers, y tan portentosa la técnica de batuta de Sir Georg, que toda la lectura es un prodigio de transparencia, de colorido –incisivo, sin que falte sensualidad cuando hace falta–, de refinamiento y de claridad. ¿Falta algo? Sentido del misterio. La toma, realizada en el Medinah Temple, es maravillosa para la época. <b>(10)</b></p><p><b> </b></p><p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLWFT-lJwSz9fJDZ1W2TGnX-2VzuhQjGaLUuNt-mivOinTeiBCv5UVOtIkMJmruXEOUdQneKJ3TqYiWN8Ig8nMAD26IrxJrTabQUu63Qu11_yWsfk7eQoFcQ1MbytMELLiFroZDGS9Hd3bWEru5ihYUo02vmVJbZjj_H7ybMhCibnDWezoTmnYXTWN72ld/s1000/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Boulez.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="990" data-original-width="1000" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLWFT-lJwSz9fJDZ1W2TGnX-2VzuhQjGaLUuNt-mivOinTeiBCv5UVOtIkMJmruXEOUdQneKJ3TqYiWN8Ig8nMAD26IrxJrTabQUu63Qu11_yWsfk7eQoFcQ1MbytMELLiFroZDGS9Hd3bWEru5ihYUo02vmVJbZjj_H7ybMhCibnDWezoTmnYXTWN72ld/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Boulez.jpg" width="320" /></a></p><p><b>4. Boulez/Sinfónica de Chicago (Erato, 1991). </b>Es el autor de <i>Notations</i> quien mejor explica esta obra. Lo hace ofreciendo una lección magistral de arquitectura, transparencia y control de las tensiones, siendo asimismo capaz de descender a detalles de extrema sutileza tímbrica para, a continuación, desplegar enormes dosis de violencia. La diferenciación entre cada una de las variaciones está plenamente conseguida, y el estudio de las dinámicas es admirable. Sólo se echa de menos un más desarrollado sentido del color, así como del sentido del misterio. Su recreación, a la postre, no es la más “emocionante”, pero sí altamente seductora. La orquesta está para ponerle un monumento, aunque no le beneficie una toma que no es superior a la que recogiera su ejecución bajo la batuta de Solti. <b>(9)</b></p><p> </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2ZgJWq1PDeallGfgJvCBcYf-KidTSYbW0GgykBjeGotHXfu8fgBu3nPVTtRXGTLshJSWuAFcChQP9zRZuR2il-Lwb-KeS_vo2QY1VyOJ-pugBo3IBi2ErG2x0riwaASoH710u0B1iRemwvdhyqjG1XPmYVjJqTlM4u1Sim75bN0JvYQaZ7bbW5fahjdQx/s1000/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Craft.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2ZgJWq1PDeallGfgJvCBcYf-KidTSYbW0GgykBjeGotHXfu8fgBu3nPVTtRXGTLshJSWuAFcChQP9zRZuR2il-Lwb-KeS_vo2QY1VyOJ-pugBo3IBi2ErG2x0riwaASoH710u0B1iRemwvdhyqjG1XPmYVjJqTlM4u1Sim75bN0JvYQaZ7bbW5fahjdQx/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Craft.jpg" width="320" /></a> <br /></p><p><b>5. Craft/Orquesta Philharmonia (Naxos, 1998)</b>. Sorprende que, mostrándose más bien lírico en otras de sus interpretaciones tardías de este repertorio, Robert Craft se muestre incisivo, vehemente y nervioso como el que más. Pero no divaguemos: aquí hay vida, sentido de los contrastes y trazo cuidadoso. Una pena que se le escape la sensualidad tímbrica que anida en los pentagramas. Buena toma realizada en Abbey Road. <b>(8)</b></p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmb34BGwZUMjHn-XWhaczfg8ZqQ8kiDu3Ob8Ab2ZlgfmKSOAm6RAN9GXL7SQBUD98Es2Vf-1hd686pte1kNIWmOq5qKArhyphenhyphenyNYQPD0_VLUZIutDPgScyu-pVsiV83ZQ0tEBVTSrG4f787aagBfyrkS2N2zIwfdqk6wGKS7DTarvZ8Z2pjpy2MRLEA290qw/s500/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Nagano.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmb34BGwZUMjHn-XWhaczfg8ZqQ8kiDu3Ob8Ab2ZlgfmKSOAm6RAN9GXL7SQBUD98Es2Vf-1hd686pte1kNIWmOq5qKArhyphenhyphenyNYQPD0_VLUZIutDPgScyu-pVsiV83ZQ0tEBVTSrG4f787aagBfyrkS2N2zIwfdqk6wGKS7DTarvZ8Z2pjpy2MRLEA290qw/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Nagano.jpg" width="320" /></a><b> </b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b>6. Nagano/Sinfónica Alemana de Berlín (Harmonia Mundi, 2004).</b> Vuelta a la visión angulosa, incisiva, vehemente y –a la postre– hiperexpresionista de un Solti, pero sin que, por mucho que el trazo sea cuidadoso, se alcance en modo alguno la depuración sonora ni –menos aún– el autocontrol de un Sir George que sabía indagar con más acierto en los pliegues expresivos de la partitura. La toma es de calidad, pero para ser ya del siglo XXI se podía esperar algo más. <b>(8)</b></div><p></p><p><br /></p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmwxnOlZI8V2GisluV8r3DFwBG3HRrcujk4nvTWBDvctPUVclO7kmX_YAtOOI46GkUjlrRdw54dSGIIJtZbNU2SFnZsQQk1eo6QrYSLAOdDVeB7xL_Slpn77fphgvfAodIff00fHNjV2bOBCJYCTLZ-3aUMV7VcOn3p8fKG0fifuxIbOMS4prA7eh-Q4EW/s720/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Barenboim.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="714" data-original-width="720" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmwxnOlZI8V2GisluV8r3DFwBG3HRrcujk4nvTWBDvctPUVclO7kmX_YAtOOI46GkUjlrRdw54dSGIIJtZbNU2SFnZsQQk1eo6QrYSLAOdDVeB7xL_Slpn77fphgvfAodIff00fHNjV2bOBCJYCTLZ-3aUMV7VcOn3p8fKG0fifuxIbOMS4prA7eh-Q4EW/s320/Schoenberg%20Variaciones%20orquesta%20Barenboim.jpg" width="320" /></a></p><p><b>7. Barenboim/WEDO (Blu-ray CMajor y CD Decca, 2007).</b> Aunque en principio la tímbrica incisiva y la aproximación visceral del de Buenos Aires pueden recordar a Nagano, creo que el verdadero referente de su aproximación es Pierre Boulez, tanto por la depuración sonora con que plantea las cosas –todo está medido al milímetro– como por su capacidad para diferenciar expresivamente cada una de las variaciones. Tampoco anda lejos de Solti al apartarse de cualquier distanciamiento analítico y “humanizar” lo más posible la página. A veces alcanza un altísimo grado de efervescencia, en otras despliega un colorido rico, sensual y plagado de sugerencias. ¿El sentido del misterio? Aquí lo hay, pero me parece que ni la suya ni ninguna otra batuta, hasta el momento, ha sido capaz de desarrollarlo plenamente. En cuanto a la WEDO, responde entregadísima sin ser el prodigio de Chicago. Una advertencia: el Blu-ray suena, en el formato multicanal, mucho mejor que el CD, pero en él hay que soportar unos aplausos a destiempo que venturosamente han sido eliminados en la edición solo en audio de Decca. <b>(10)</b></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-41915036606117138662024-02-19T12:36:00.009+01:002024-02-19T12:41:15.497+01:00Asunto zanjado, y blog abierto a comentarios<p>No volveré a leer nada de lo que cierto señor escriba, ni él volverá a leerme a mí en absoluto. Y por ende, se acabó cualquier polémica entre nosotros para siempre jamás.</p><p>Y borro –ya he borrado– cualquier referencia a su persona en mi blog, directa o indirecta –si algo se me ha escapado, lo corregiré–. He recibido la promesa de que él va a hacer lo mismo de manera inmediata. Punto y final.</p><p style="text-align: center;"></p><p>Además, el blog vuelve a estar abierto a comentarios. Eso sí, moderados por mí y solo a personas registradas en Google. No admitiré <u>bajo ningún concepto</u> ataques a quienes ustedes ya saben, como tampoco a mi persona ni a mis opiniones políticas. <br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-12454498077336922352024-02-10T09:33:00.006+01:002024-02-10T09:49:17.202+01:00Un cumpleaños y un deceso<p>El pasado jueves 8 cumplió noventa y dos años <b>John Williams</b>, el mejor y más querido de los compositores de música sinfónica de las últimas décadas por mucho que los pedantes de turno duden de la calidad de su creación. Mal que les pese, ahí sigue vivo y en activo. Sus fans nunca hemos dudado, y el tiempo ha terminado poniendo las cosas en su sitio: su música es cada vez más interpretada por las grandes orquestas del orbe. Te queremos, John.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/rjyXn9GHjjM" width="320" youtube-src-id="rjyXn9GHjjM"></iframe></div><p></p><p>Dos días antes, aunque la noticia saltó ayer, se nos despedía uno de los grandes amigos del compositor de <i>Star Wars</i>: <b>Seiji Ozawa</b>. Contaba ochenta y ocho. Ya estaba retirado desde hace tiempo, pero no por ello la noticia es menos triste. Fue uno de los grandes de la batuta, cosa que los ecuánimes señores de <i>Scherzo </i>Rafael Ortega Basagoiti y Enrique Pérez Adrián decidieron obviar en su libro <i>Música, Maestro</i>: de las 426 páginas del volumen, ni una sola línea al artista oriental. Prefirieron hablarnos en su lugar de gente tan <i>interesante </i>como Jesús López Cobos o su hijo François López Ferrer (¡aún sin ningún disco en el mercado!), más de una larga lista de directores que no han tenido ni una mínima parte de la relevancia a nivel mundial que alcanzó el bueno de Seiji. ¡Qué bochorno!<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-91404036754275613722024-02-08T23:37:00.002+01:002024-02-08T23:37:21.865+01:00Janet Baker, la haendeliana más excelsa<p>Una triple razón –laboral, médica y de prudencia en carretera ante la borrasca Karlotta– me impide acudir al Teatro de la Maestranza a escuchar la <i>Alcina </i>de <b>Haendel </b>que se está haciendo con la Orquesta Barroca de Sevilla. Para quitarme la espina esta noche, un disco grabado por Philips en 1972 en el que <b>Janet Baker</b> se eleva a lo más alto del canto haendeliano.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz6z6j5UrZSpKuqjfVbxlc3-WYvfnXaCDFT-6EyOs-trbafLbRVrXH6EVWtcfHGWb96H-4E_29lHYwHMdB_0rB_6te55xLQ_jcSZBuyYWcf91bJubgttSQ_H3iPyK88C8l00b5Kd-mUbWwn02QAIpqDqS9YNDpAf2lcckHOtKTr9tBH8HZHi9y9Kk-6f8C/s901/Baker%20Haendel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="894" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz6z6j5UrZSpKuqjfVbxlc3-WYvfnXaCDFT-6EyOs-trbafLbRVrXH6EVWtcfHGWb96H-4E_29lHYwHMdB_0rB_6te55xLQ_jcSZBuyYWcf91bJubgttSQ_H3iPyK88C8l00b5Kd-mUbWwn02QAIpqDqS9YNDpAf2lcckHOtKTr9tBH8HZHi9y9Kk-6f8C/s320/Baker%20Haendel.jpg" width="318" /></a></div><p></p><p>Cierto es que, en lo que a este repertorio se refiere, a ese gran músico que fue <b>Raymond Leppard </b>–demasiado <i>british</i>, por no decir un tanto plano y falto de estilo– el tiempo le ha puesto irremediablemente en su sitio, pero lo de la mezzo no tiene nombre. No me vengan con el tema del peso de la voz, del vibrato y de la ornamentación, porque no cuela. Ni una sola cantante posterior a ella ha alcanzado tan irrepetible mezcla de depuración canora y emotividad. Suena a tópico, pero es lo que creo: la mayoría son vocecitas. Esto es canto con mayúsculas. Del más grande jamás escuchado.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-56578398354569943452024-02-04T14:24:00.001+01:002024-02-04T14:24:06.648+01:00Recital de Camarena en el Maestranza: brevísima crónica<p>Completamente desbordado de trabajo, dejo unas líneas mínimas sobre el recital de ayer sábado 3 de febrero que ofreció <b>Javier Camarena </b>en Sevilla cerrando su gira de presentación del disco dedicado a <b>Paolo Tosti</b>. Espero ofrecer en unos días una crónica algo más larga y, creo, de diferente enfoque.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhadBPbiOapjwI6KiH0UXYNgbUVM_OZMfsLNPMXfpUg-0VzDE7zuD3UZiqyUblTqz9ifWDkONSIHmDvzx3YpTIhB_1HLseqFspw5ZIx8MBIGZqeXMfrNuRI8UJY3DnHWCq1wLdGQrZA3ARjG7QT3OamXGE3B1xTkv0YMlmCni3eG6oEtlsOi46TjcM2nJlR/s2500/4518%20191.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1667" data-original-width="2500" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhadBPbiOapjwI6KiH0UXYNgbUVM_OZMfsLNPMXfpUg-0VzDE7zuD3UZiqyUblTqz9ifWDkONSIHmDvzx3YpTIhB_1HLseqFspw5ZIx8MBIGZqeXMfrNuRI8UJY3DnHWCq1wLdGQrZA3ARjG7QT3OamXGE3B1xTkv0YMlmCni3eG6oEtlsOi46TjcM2nJlR/w362-h241/4518%20191.jpg" width="362" /></a></div><p></p><p>Comenzó decepcionando de manera relativa el tenor mexicano: aunque su superlativa técnica estaba ahí, la emisión aparecía algo enturbiada. Conforme pasaban los minutos el problema se fue arreglando –aunque estuvieron ahí hasta el intermedio– y convenció haciendo gala de una línea de canto tan elegante como cálida y de una pasmosa comunicatividad. Ahora bien, astutamente había dejado para esa primera parte las canciones menos interesantes y él tampoco terminó de implicarse en ellas. Y claro, esta música es la que es, así que la audición se hizo un poco cuesta arriba.</p><p>Tras el descanso, un buen ramillete de canciones en inglés –lástima su dicción: recordaba a los políticos españoles– en los que los problemas vocales se solventaron y la voz ya estaba caldeada. Era el momento se sacar la artillería pesada, y así llegaron las canciones más hermosas. Todas ellas fueron interpretadas con intensísima expresividad y mucho de exhibicionismo bien entendido, hasta el punto de que buena parte del no muy respetuoso respetable le cortó después de uno de sus –fulgurantes, descomunales, irrepetibles– agudos llenoa de carne, timbradísimos y de seguridad pasmosa. Un cuarto de hora absolutamente excelso que fue seguido de cuatro propinas que no olvidaré mientras viva. El pianista, magnifico, destacó por la concentración de su fraseo y atención a las dinámicas. Triunfo apoteósico, descomunal y por completo merecido.</p><p><br /></p><p>PS. La fotografía es de Guillermo Mendo y me la ha facilitado el Teatro de la Maestranza.<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-52590980680510985122024-01-28T23:23:00.005+01:002024-02-01T10:01:30.702+01:00Butterfly con Arteta en el Villamarta: mal ella, excelente la batuta<p>Se preguntarán ustedes por qué, después de prometer que no iría a la <i>Madama Butterfly</i> que, junto con la cuarta o quinta reposición de <i>La traviata</i> de Paco López prevista para junio, cierra la etapa de Isamay Benavente en el <b>Teatro Villamarta</b>, he terminado acudiendo hoy domingo a la segunda función del título de <b>Puccini</b>. Respuesta fácil: a mi madre le ha surgido una importante cuestión familiar y me ha rogado que aprovechara su abono. Y yo, por mi parte, me pregunto cómo es posible que estando mentalmente agotado por la paliza de la preparación de las clases y las segundas correcciones del libro de Barenboim –les prometo que sus cuatrocientas ochenta y tantas páginas estarán en la calle antes de Semana Santa–, me disponga ahora a escribir estas líneas. Les aseguro que no es para dar por saco, aunque haya quien piense lo contrario. Más bien creo que sigue siendo necesario que haya opiniones independientes: de las dos críticas que se han publicado en la prensa local, una la escribe alguien que sabe de lo que habla y que corre riesgos comprometiéndose (<a href="https://www.lavozdelsur.es/cultura/madama-butterfly-como-mosca-prisionera_308966_102.html">aquí</a>), pero la otra está hecha desde el desconocimiento y con el con indisimulado deseo de quedar bien (<a href="https://www.diariodejerez.es/ocio/critica-Madame-Butterfly-Villamarta-Jerez-Arteta_0_1870313526.html">aquí</a>). Que conste, por cierto, que no conozco a ninguno de los dos autores. Para quien no desee continuar leyendo, vaya aquí mi opinión en pocas palabras: mal <b>Ainhoa Arteta</b> y el tenor, bien el resto del elenco, discreta la orquesta, magnífica la batuta y buena la producción escénica. Y ahora, por partes.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGg8gEj9E3LorWDOLHMX39nuEnZnm122KzmSTCFBCM7rZJCTiu54U8SISJKELZ6DsZMlRvriCXjYY-MPsWgpNA6i3AChU25iMiODCbuqwzgFmPyOXARL4TEjFBL1ItUOWQIeFznWAbAdalepFni3ux02d9fGQCUSMBNrKRtNhm0KLijf9_vuXMhVQq1geh/s3468/PXL_20240128_195546019.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2266" data-original-width="3468" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGg8gEj9E3LorWDOLHMX39nuEnZnm122KzmSTCFBCM7rZJCTiu54U8SISJKELZ6DsZMlRvriCXjYY-MPsWgpNA6i3AChU25iMiODCbuqwzgFmPyOXARL4TEjFBL1ItUOWQIeFznWAbAdalepFni3ux02d9fGQCUSMBNrKRtNhm0KLijf9_vuXMhVQq1geh/w400-h261/PXL_20240128_195546019.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>De la soprano tolosana no sé a estas alturas qué pensar. En los inicios de su carrera, aquellos de la <i>Doña Francisquita </i>con Domingo, era un fraude: voz sin interés alguno, canto pobre y expresividad muy discutible no fueron límites a la hora de granjearle fama y reconocimiento gracias a su asiduidad en las revistas del corazón. Luego supo reinventarse, reconocer que cantaba mal y empezar de cero. La voz había perdido esmalte, pero ganó en anchura y la artista se esforzó por ser más auténtica en sus recreaciones con un repertorio que avanzaba hacia el de una lírica. Pero claro, era demasiado tarde para que ningún teatro la tomara en serio, así que tuvo que conformarse con una discreta segunda fila. Fue justo la época en la que la vimos mucho en Jerez haciendo cosas que unas veces estaban mejor y otras peor, pero que por lo general eran dignas. Más recientemente ha vuelto a la telebasura –un programa de “jóvenes talentos” tan falso como todo lo que sale en la pequeña pantalla–, y eso parece que la ha ensoberbecido de manera considerable. Su Carmen de la anterior temporada me pareció una tomadura de pelo –no creo que esta señora fuese tan tonta como para no darse cuenta de que no podía con el papel–, y esta Cio-Cio San me parece lo peor que le he escuchado. El agudo anda apurado, el grave no existe y el vibrato es ya trémolo; solo le queda un centro que, eso sí, tiene mucha carne y corre bastante bien por la sala. Cala y desafina constantemente –la sublime entrada del personaje resultó insufrible– sin que logre mantener un legato decente. Solo se pudieron salvar algunos momentos del segundo acto, particularmente en un más que notable enfrentamiento con Pinkerton: ahí un estupendo control del fiato le permitió sacar a flote una importante vena dramática.</p><p>Creo que es la primera vez que veo al madrileño <b>Enrique Ferrer</b>. Su currículo (<a href="https://ferrertenor.com/#home-header">aquí</a>) es muy bueno. Pero yo lo que he escuchado aquí, o he creído escuchar, es a un tenor de voz de considerable calidad y muy adecuada para Pinkerton, que se encuentra verde en técnica y en línea de canto. No me ha gustado, lo siento muchísimo. A lo mejor ha tenido una mala noche.</p><p>Verde también <b>Cristina del Barrio</b>, pero en otro sentido muy distinto: es aun considerablemente joven. La voz es buena y su canto de mucha calidad. ¡Brava! Nada especial que decir sobre ese vejo conocido que es <b>Ángel Ódena</b>: anda ya algo mayor, pero como Sharpless es la solidez personificada. Fue quien cantó de manera más satisfactoria, y también el mejor actor de la velada. Estupendo <b>Manuel de Diego</b> como Goro –un alivio escucharle fuera de la insufrible línea caricaturesca que es habitual–, y bien el Gonzo de <b>Javier Castañeda</b>. Voz interesante –de momento solo eso– la del tenor que hizo de Yamadori. Discreto el coro femenino en el primer acto, correcto en el celebérrimo número del segundo.</p><p>Todavía no sabemos si la Filarmónica de Málaga no ha estado porque ella no quiso o porque no quiso el consistorio. La <b>Filarmónica de La Mancha</b> ha resultado ser una formación discreta, pero ha tenido a su frente a la, para mí, gran sorpresa de la noche: <b>Carlos Domínguez-Nieto</b>. Sí, aquel director al que con malas maneras y peores explicaciones mi admirado –por su labor en la sierra segureña– Daniel Broncano echó de la Orquesta de Córdoba.</p><p>Permitan que primero le haga dos reproches: poco respetuoso con Puccini cortar después de <i>Un bel dì</i> para que se aplaudiese a la diva, y francamente desafortunada, por efectista e incluso hortera, la escena del suicidio. Porque dejando a un lado esas dos circunstancias, su labor me pareció –no exagero– la mejor que se ha escuchado hasta ahora en el foso del Villamarta, todo ello en un título particularmente difícil en el que he tenido la oportunidad de escuchar a gente tan dispar como Pedro Halffter, Plácido Domingo y Lorin Maazel. ¿Y en qué consiste semejante excelencia? No ha sido solo la capacidad para hacer sonar bien una orquesta limitada, ni de regular con minuciosidad las dinámicas, ni de trabajar las sutilísimas y geniales texturas puccinianas con claridad, ni de mantener el pulso teatral. La clave ha estado en la manera de cantar las melodías: holgura, calidez, delectación sin narcicismos, poesía de altos vuelos, aspereza cuando las circunstancias lo requieren… No exagero: le ponen a este señor una orquesta en condiciones y con este título triunfa en un teatro de primera. Otra cosa es cómo puede dirigir el repertorio sinfónico de peso, el que va de Mozart a Shostakovich. De eso no tengo ni la más pajolera idea, y solo puedo lamentar no haberle escuchado ningún concierto de su etapa cordobesa. ¡Lástima!</p><p>Producción escénica propia, estrenada en su momento por la soprano jerezana Maribel Ortega. No la vi entonces. Extrañamente, no se la encargaron a Paco López, sino a un señor de Bilbao llamado <b>Pablo Viar</b>. Pues miren ustedes, acierto total: con medios económicos limitadísimos ha hecho una cosa que comienza regular –tampoco el libreto ayuda mucho, la escena de la boda se las trae–, mejora poco a poco, y ya después del descanso funciona magníficamente gracias a una labor realizada con esas cositas que a tantos registas de hoy les suele faltar: sensibilidad, honestidad, respeto y conocimiento de lo que se trae entre manos. ¿Convencional? Solo a ratos. Grandes bazas a su favor fueron la luminotecnia de <b>Eduardo Bravo</b> –algo brusca en ocasiones, pero espléndida– y los espectaculares figurines de ese habitual de la casa que es <b>Jesús Ruiz</b>. La escena del amanecer con que se inicia el “tercer acto” –una pena haber tenido que cortar la música para cambiar la escenografía– fue visualmente bellísima y de enorme potencia expresiva.</p><p>En fin, una función extremadamente difícil de calificar. ¿Puede disfrutarse de esa escena sublime que es el dúo con una batuta desgranando maravillosamente la música y unos cantantes destrozándola? Yo no logré concentrarme en la partitura en ningún momento, aunque me alegré de haber ido: escuchar una globalmente espléndida dirección de <i>Butterfly</i> no es ninguna tontería. El público, por su parte, aclamó con abrumador, eufórico entusiasmo a la señora Arteta. ¿Este es el nivel de exigencia en una ciudad en la que el autodenominado <i>Centro Lírico del Sur</i> lleva veintisiete años haciendo ópera? Pues poco o nada hemos progresado.</p><p>Por cierto: mucha suerte al nuevo director del teatro. La va a necesitar. <br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-28611876640503841432024-01-27T13:33:00.004+01:002024-01-27T13:33:30.444+01:00Bizet por Markevitch: rusticidad bien entendida<p>No seré yo precisamente quien dude que la música de <b>Georges Bizet </b>debe ser interpretada con esa elegancia, ese refinamiento tímbrico y esa sensualidad que habitualmente asociamos con la música del país vecino. Pero no me parece menos obvio que tanto <i>Carmen </i>como <i>La arlesiana </i>deben poseer también una buena dosis de vigor rítmico, de luminosidad y de desparpajo, en marcado contraste expresivo con la carga dramática indispensable en estas dos magistrales partituras. No es fácil encontrar el equilibrio entre todos estos componentes, pero prefiero –con mucho– a quienes atienden a la fuerza expresiva de las notas que a quienes se pierden en los vericuetos de bellezas y delicuescencias sonoras. </p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwwjsYjuK9QowzDlZDKuhEfSDh8TILymX6NKKAtupxLCSCD5cSTK5ORQU43_KMwph_vk06S8udozrJpqxd_TzLItP7uB_PHUXyuH8PLHQsKYNV82XNjy8MZhcoC3Gy01O1_02O74PFeSwZnS-_msP84_CqeTxo9ngJRZutol1vq9wdLlB8GHESJvNcsu0f/s500/Bizet%20Markevich%20Carmen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwwjsYjuK9QowzDlZDKuhEfSDh8TILymX6NKKAtupxLCSCD5cSTK5ORQU43_KMwph_vk06S8udozrJpqxd_TzLItP7uB_PHUXyuH8PLHQsKYNV82XNjy8MZhcoC3Gy01O1_02O74PFeSwZnS-_msP84_CqeTxo9ngJRZutol1vq9wdLlB8GHESJvNcsu0f/s320/Bizet%20Markevich%20Carmen.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p>Es justo por eso por lo que me gusta mucho lo que hizo <b>Igor Markevitch </b>con las suites de las dos citadas páginas en 1960 para Philips. La <b>Orchestre des Concerts Lamoreux </b>aportó esa sensualidad mórbida y carnal de las maderas tan típicamente gala, al tiempo que la batuta supo ofrecer concentración para paladear con exquisita delectación melódica determinados momentos clave, pero estas recreaciones se caracterizan ante todo por su nervio, por su inmediatez expresiva y por su capacidad de atender tanto a la chispa –incluso al salero– como a la carga dramática, al tiempo que ofrecen un sentido de la rusticidad bien entendida que le sienta estupendamente a estos pentagramas. Aun funcionando unos números mejor que otros –lógico–, el resultado global es de altísimo nivel. ¡Dejémonos del Bizet sosote y disfrutemos de la fuerza de la música!<br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-42629062815077253832024-01-21T13:20:00.010+01:002024-01-21T21:40:49.595+01:00Sobre el (inquietante) estado del Villamarta<p>Quienes siguen este blog ya conocen mi opinión sobre la gestión del <b>Teatro Villamarta </b>tras su reapertura en noviembre de 1996. Aun así, la resumo. Brillantez absoluta en los primeros años: se le concedió mucho dinero, la mayor parte de procedencia municipal, y <b>Francisco López </b>diseñó una programación variada, coherente y de altísima calidad. No costaba trabajo perdonarle a ese señor su carácter estirado y su desprecio por las opiniones ajenas. Declive en la primera década del nuevo siglo, cuando el presupuesto empezó a estrecharse y empezó a verse que López Gutiérrez estaba convirtiendo aquello en su particular chiringuito: las producciones de ópera corrían todas a su cargo –es director de escena–, se repetían años tras año y giraban por otros centros líricos en sospechosos círculos de intercambio. El público empezó poco a poco a desinteresarse por las propuestas de música clásica, con independencia de su variable calidad. En cuanto a la crítica musical, estaba abiertamente comprada o bien era represaliada. Eso sí, en ese mismo periodo se consolidó con enorme brillantez el <b>Festival de Jerez</b>, dedicado al flamenco y la danza española.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0BDEhI9_NWOzDHaype67d5RCZQJvjMp7EMrF63DxHRHpTuipo-20OcDFNF1K06U4cpQhvqfFaas0p5YYDqV3NQdyvXZWZOWlCVxukGjeCWUWThG4Rc7hQX9ZTOiAXFWAydikqBVZWyXYH3y9lgQ470bvOiWEePAAc_q_49KcJogY6457s1xaAnoJq8ckp/s4032/PXL_20230304_210506411.MP.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0BDEhI9_NWOzDHaype67d5RCZQJvjMp7EMrF63DxHRHpTuipo-20OcDFNF1K06U4cpQhvqfFaas0p5YYDqV3NQdyvXZWZOWlCVxukGjeCWUWThG4Rc7hQX9ZTOiAXFWAydikqBVZWyXYH3y9lgQ470bvOiWEePAAc_q_49KcJogY6457s1xaAnoJq8ckp/w400-h225/PXL_20230304_210506411.MP.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>Batacazo total a partir de la crisis de 2008: la programación se apoyó en el teatro comercial –seleccionado con mucha sensatez, eso sí– y la nueva directora, <b>Isamay Benavente</b>, puso los escasos recursos disponibles al servicio de que el verdadero director en la sombra, no otro que Paco López, siguiera haciendo los títulos que a él le diera la gana, a razón de dos o tres por temporada, tanto en lírica como en danza española y en <i>crossover</i>. Para eso era <i>su</i> teatro. Los títulos de lírica se repitieron tanto como los artistas contratados. La calidad de la temporada de conciertos, por su parte, bajó de manera considerable, hasta el punto de que hasta los melómanos más empedernidos dejaron de interesarse.<br /></p><p>Así hasta que en 2022 el gobierno municipal del PSOE reconoció el enorme agujero económico, confesó la falta de control de gasto y pegó un tirón de orejas a la directora por las cifras de la lírica (<a href="https://www.lavozdelsur.es/actualidad/politica/alcaldesa-jerez-admite-descontrol-villamarta-aprobar-pleno-rescate_288273_102.html">leer</a>). Benavente fue salvada por <b>Ópera XXI</b> –que viéndolas venir le hizo <i>un favorcito</i> nombrándola directora de la institución (<a href="https://www.diariodejerez.es/ocio/Benavente-Asociacion-Teatros-Liricos-Opera-XXI-presidenta_0_1726629061.html">leer</a>)– y de allí pasó el <b>Teatro de la Zarzuela</b>. En Jerez tenía los días contados, y con el previsible –finalmente confirmado– retorno del PP al gobierno municipal ya no había nada que hacer.</p><p>¿Y ahora? Viene una <i>Madama Butterfly</i> a la que no voy a ir, porque no me pienso gastar el dinero en escuchar a una <b>Ainhoa Arteta </b>por la que me sentí estafado a raíz de su <i>Carmen</i> <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2023/06/hasta-nunca-isamay-carmen-en-el.html" target="_blank">aquí comentada</a>, pero me preocupa por la sustitución de la habitual <b>Filarmónica de Málaga </b>por la <b>Filarmónica de La Mancha</b>. Los malagueños hace tiempo que vienen dando problemas al teatro, al que nunca han venido de buena gana. En la citada <i>Carmen</i> lo pasaron muy mal, no precisamente por culpa de ellos –foso lírico convertido en sauna–. En cuanto a su ausencia en <b>Puccini</b>, la orquesta dice que ha sido cosa del ayuntamiento, que no tiene un puñetero euro y quiere ahorrar en el chocolate del loro, mientras que el consistorio afirma que es cosa de la orquesta. Probablemente nunca sepamos la verdad.</p><p>La parte buena viene por el nuevo director. Quiero decir, por el hecho de que se haya decidido no privatizar el teatro y buscar a alguien que sepa del tema, porque podía haber ocurrido que alguna persona a la que la música clásica le importase un higo hubiera puesto sus zarpas sobre él. Hasta aquí, muy bien por la alcaldesa, aunque a tenor de lo que hizo la otra vez que ocupó el cargo –colocar el busto de ese <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2022/01/volvera-peman-al-villamarta.html" target="_blank">partidario de genocidio</a> llamado <b>José María Pemán </b>en el teatro– me fío poco de ella. Tampoco puede hacer gran cosa con la tremenda deuda municipal que arrastramos en Jerez. Veremos.<br /></p><p>En cuanto al escogido, cuyo nombre ni me sonaba, solo sabemos lo que dice la prensa: que se llama <b>Carlos Granados</b>, que es de Jerez, que empezó en el Villamarta, que ha estudiado musicología y que ha estado durante años desempeñando un cargo importante en el <b>Teatro de la Zarzuela </b>bajo la dirección de <b>Daniele Bianco</b>. Hay que esperar a que abra la boca y diga algo sobre sus intenciones: cualquier prejuicio de uno u otro signo está fuera de lugar. </p><p>Mientras tanto –aquí sí se puede juzgar, porque se trata de un viejo conocido– Francisco López, que a última hora no triunfó en su deseado asalto al Teatro de la Maestranza, mueve los hilos de una organización llamada <b>Por la Cultura, por el Villamarta, por Jerez </b>que hoy mismo lanza un manifiesto (<a href="https://www.diariodejerez.es/opinion/analisis/asociacion-cultural-Villamarta-Jerez_0_1868513188.html">leer</a>) que defiende la ruinosa gestión económica de Isamay Benavente y que, en el fondo, no tiene otro objetivo que advertirle a la alcaldesa, al nuevo director y a la ciudadanía que hay que seguir financiando títulos de lírica en Jerez. Las que López decida, como hasta ahora se ha hecho. Y en sus propias producciones escénicas. ¡Faltaría más! <br /></p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-41451261672896762052024-01-20T19:06:00.003+01:002024-01-20T19:08:42.999+01:00Claudio Abbado: una aproximación<p>Hoy hace diez años que nos dejó <b>Claudio Abbado</b>. En su recuerdo, la revista <i>Scherzo </i>ha publicado un breve acercamiento a su arte escrito por Rafael Ortega Basagoiti. Les recomiendo que lo lean con atención (<a href="https://scherzo.es/auctoritas-en-el-podio-10-anos-de-la-muerte-de-claudio-abbado/" target="_blank">aquí</a>), pero también les confieso que hay muchas cosas en el texto con la que estoy en manifiesto desacuerdo. Por eso me permito copiar aquí las líneas que sobre él escribí para ese libro sobre directores de orquesta que aún tengo entre manos, pero que anda paralizado por culpa del de Barenboim. Así, si les apetece, pueden ustedes tener dos visiones contrapuestas de quien, sin el menor género de duda, fue un grandísimo director. Otro asunto es ponerse de acuerdo en qué es lo que fue verdaderamente grande en su arte.</p><p> ________________________________________</p><p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlZDMcjNHF0kfF3dbQuKIQZFCmMpt9qFuP0AWsXScxc50Nw2kYv1SvY5P0p6emqbZUverCo3UfAr6egb3LssWdp2jn5FRbtWcLoUSr5n1tNcIxrQSuPo299JJAyqMpR5N1DHuHM9rObrV-oCR9vj66VBEQbXBwbuHuwmVEeNcVD546c03q6t-G2LM8euRc/s1104/Claudio_Abbado_Senato.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1104" data-original-width="736" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlZDMcjNHF0kfF3dbQuKIQZFCmMpt9qFuP0AWsXScxc50Nw2kYv1SvY5P0p6emqbZUverCo3UfAr6egb3LssWdp2jn5FRbtWcLoUSr5n1tNcIxrQSuPo299JJAyqMpR5N1DHuHM9rObrV-oCR9vj66VBEQbXBwbuHuwmVEeNcVD546c03q6t-G2LM8euRc/w266-h400/Claudio_Abbado_Senato.jpg" width="266" /></a></p><p style="text-align: center;"></p><p>Pocas batutas se han conocido con tanta destreza técnica como la suya, con tal capacidad para modelar a una orquesta con un virtuosismo extremo y conseguir dinámicas, colores y texturas al límite de lo imposible, alcanzando al mismo tiempo el máximo de belleza y depuración sonoras. Pese a ello, el milanés Claudio Abbado protagonizó una de las más desconcertantes carreras sobre el podio que se recuerden, pasando de ser un artista extremadamente comprometido con la música a un maestro que, convertido nada menos que en sucesor de Karajan en Berlín, iba a resultar amanerado, autocomplaciente e incluso vulgar.</p><p>A lo largo de los años sesenta fue adquiriendo enorme –y probablemente merecidísima– fama tanto en el foso operístico como en el repertorio sinfónico, lo que le condujo a ser nombrado director del Teatro alla Scala de Milán en 1968. Un poco antes, en 1966, había empezado ya a grabar para Decca al frente de la Sinfónica de Londres. Los nueve vinilos editados daban buena cuenta de un director que aun tendría que madurar en ciertos compositores, pero que en el repertorio del siglo XX era ya descomunal.</p><p>En 1967 llegó a DG por la puerta grande: nada menos que con la Filarmónica de Berlín. La orquesta de Karajan, por más señas, al servicio de un director que militaba en el Partido Comunista. Mucho talento había que tener este joven de treinta años para tanto privilegio. Lo demostró con vitalistas y angulosas recreaciones del <i>Concierto en sol</i> de Ravel y del <i>Concierto para piano n.º 3</i> de Prokofiev, en perfecta sinfonía expresiva con una arrolladora chica que contaba veintisiete llamada Martha Argerich. Con la Sinfónica de Boston hizo tan vistosas como sensuales, comunicativas y bien clarificadas recreaciones de Tchaikovsky, Debussy, Ravel y Scriabin, a despecho de cierta precipitación y de la tendencia a que primen la extroversión sobre la poesía: es lo que tiene ser un director joven. El mismo temperamento es el que se aprecia en su primer acercamiento –esta vez en Londres– al universo de Alban Berg: puro expresionismo tenso, seco y sin concesiones.</p><p>También quedaron bien documentadas algunas de sus grandes noches en La Scala. Fue él uno de los grandes protagonistas de la renovación filológica de la interpretación rossiniana, siempre apoyándose en las ediciones de las partituras a cargo de Alberto Zedda. Entre ambos corrigieron errores, pusieron freno a tradiciones espurias y devolvieron a Rossini la ligereza y la luminosidad mediterránea que le corresponde. Sus memorables recreaciones de <i>El barbero de Sevilla</i> y <i>La Cenerentola</i> quedan para el recuerdo a pesar de que algunas de las voces todavía estaban lejos de la perfección técnica y estilística que en fechas más recientes se ha logrado en este autor.</p><p>Más brilló aún su talento en Verdi, al que supo abordar con una frescura juvenil y una garra teatral que borraban cualquier “exceso sinfónico” –nada que ver con lo que hacía Karajan por las mismas fechas– e impregnaban a la narrativa de una inmediatez apabullante. Ahí está su <i>Macbeth</i>, su <i>Simon Boccanegra</i> con Capuccilli y Freni o su grabación de arias con Ghiaurov de 1969 para demostrarlo.</p><p>La colección de oberturas de los dos compositores citados que fue registrando en sucesivos vinilos no alcanzaron menor inspiración; los realizados para RCA, además, suenan increíblemente bien después de los últimos reprocesados. Para este sello nos dejó, además, un importante y poco frecuentado Mussorgsky que incluía, entre otras cosas, el primer registro de la versión original de <i>Noche en el Monte Pelado</i>. Y qué decir de su reconocida <i>Carmen</i> de Bizet realizada a partir de las representaciones del Festival de Edimburgo de 1977: nadie ha dirigido esta música de una manera tan plural, sabiendo compaginar la epidermis vistosa y colorista no exenta de picardía con la carga dramática que albergan los pentagramas.</p><p>Tuvo también por esta época algunos escarceos discográficos con la mismísima Filarmónica de Viena, que en fecha todavía tan temprana como la de 1971 le convierte en uno de sus directores principales. No quedó bien su <i>Sinfonía n.º 1 </i>de Bruckner, en exceso nerviosa. Por el contrario, el milanés demostró un notable grado de inspiración con Mozart en la selección de conciertos para piano que registró con Friedrich Gulda, ambos dentro de un enfoque mayormente apolíneo, alejado de grandes tensiones y contrastes. Para la historia queda la <i>Cuarta</i> de Tchaikovsky.</p><p>Paralelamente, se ponía al frente de la que ya era <i>su</i> Sinfónica de Londres –titular entre 1979 y 1987– y de la Sinfónica de Chicago para grabar repertorio sinfónico con resultados excelsos. Fue increíble su Prokofiev. En la misma línea de brillantez, incisividad y colorido se encuentra su Stravinsky: formidables <i>Pájaro de fuego</i> y <i>Petrushka</i>, floja <i>La consagración de la primavera</i>, aunque la cima de sus grabaciones de ballets del siglo XX vendría con la versión completa <i>El mandarín maravilloso</i> de Bartók, ya de 1982. Los primeros escarceos con Gustav Mahler son muy satisfactorios, sobresaliendo unas <i>Primera</i>, <i>Quinta</i> y <i>Sexta</i> en Chicago en las que combina de manera magistral tensión dramática y clarificación de texturas. Y con Maurizio Pollini nos deja un Bartók que, pese al toque algo monolítico del solista, ha sido justamente considerado como un modelo durante décadas.</p><p>¿Todo el Abbado de los setenta y principios de los ochenta fue de notable para arriba? Un par de discos grabados en 1980 avisaron de que el músico encendido, teatral y combativo escondía otras maneras que podían salir en cualquier momento: unas irregulares <i>Cuatro estaciones</i> y las dos sinfonías postreras de Mozart manifestaban una tendencia a la asepsia y la blandura.</p><p>En la nueva década la cosa empezó a cambiar, alternándose de manera desconcertante aciertos y desaciertos. Todavía era capaz de hacer maravillas con Rossini redescubriendo <i>Il viaggio a Reims </i>–el registro para DG de 1984–, pero su Verdi perdía fuelle: <i>Aida</i> y<i> Don Carlos</i> empezaban a sonar más refinados que rústicos. No estaba nada mal su aproximación al <i>Wozzeck</i> de Berg, si bien resulta hoy algo externa, muy volcada en el decibelio. En Londres defrauda en sus ciclos dedicados a Mendelssohn y Ravel, perjudicado ambos por tomas sonoras no muy allá. Tampoco le graban demasiado bien la <i>Sinfonía Fantástica</i> con la Sinfónica de Chicago, aunque aquí los resultados artísticos siguen vigentes. Con la misma orquesta registra una serie de discos dedicados a Tchaikovsky dando frutos muy irregulares, desde referenciales recreaciones de la <i>Sinfonía n.º 2</i> y <i>La tempestad</i> hasta una infumable <i>Obertura 1812</i>. Con la Orquesta de Cámara de Europa graba las sinfonías de Schubert evidenciando agilidad, refinamiento, equilibrio y cierta asepsia expresiva.</p><p>En 1989 alcanzaba el podio de Berlín y era aclamado como el maestro que, ideológicamente de izquierdas y buen conocedor de la música de vanguardia, iba a renovar anquilosadas tradiciones: era la época del “llamadme Claudio”. Lo cierto es que empezó a sufrir lo que no sabemos si denominar “síndrome Karajan” o, si lo prefieren, “síndrome Filarmónica de Berlín”: sonoridades opulentas, tímbrica suavizada, enormes contrastes dinámicos para impresionar al personal y un interés en absoluto disimulado por el preciosismo. Los peores defectos de su antecesor, para entendernos, a los que el milanés añadió una progresiva ligereza en las texturas y una obsesión por obtener sonoridades ingrávidas.</p><p>A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos. El paso del maestro por los conciertos de Año Nuevo de 1988 y 1991 se vivió con más pena que gloria. Su Rossini se aligeraba en exceso y perdía chispa. Fue muy notable la <i>Khovanshchina</i> de 1989 en la Ópera de Viena, pero su triunfo en el Festival de Salzburgo con <i>Boris Godunov</i> en la orquestación original vino antes por el lujo de los elencos vocales que se fueron congregando y por la puesta en escena de Herbert Wernicke que por su sintonía con Mussorgsky.</p><p>Su Brahms y su Bruckner se beneficiaban de la inmejorable sonoridad de las orquestas –Berlín y Viena, respectivamente–, pero la batuta se volcaba mucho antes en los grandes contrastes sonoros, en la opulencia y en el refinamiento que en la expresión. Triste fue comprobar cómo su Mahler, antes lleno de verdad y de fuerza, se convertía en una mera excusa para hacer exhibición de técnica de batuta desplegando preciosismos por doquier; que algunos críticos alabaran hasta el delirio interpretaciones tan irritantes como su <i>Quinta</i> de 1993 resulta incomprensible para el autor de estas líneas.</p><p>El punto artístico más bajo de su carrera llegó con sus sinfonías de Beethoven con la Filarmónica de Berlín. Se vendió como un documento renovador, y sin duda lo era por ser uno de los que más temprano se llevaron al disco siguiendo la soberbia edición de las partituras a cargo de Jonathan del Mar. Pero también se dijo que este era un Beethoven menos “olímpico” y más humano. No estamos de acuerdo: esa línea lírica, menos interesada por los grandes bloques de tensión sonora y expresiva, ya la habían seguido maestros como Kubelik o Giulini con enorme fortuna. Lo que hizo Abbado fue extremar el contraste sonoro entre el músculo berlinés y sonoridades particularmente ingrávidas que él sabía muy bien cómo conseguir. Nada más, porque la rutina, la falta de matices, la asepsia y hasta la vulgaridad presidían estas recreaciones. Los mismos calificativos se pueden aplicar a su aburridísimo retorno a Verdi en 2001 con <i>Falstaff</i>.</p><p>Mención aparte merece su Mozart. En los ochenta se fue haciendo cada vez más frío, en los noventa se volvió blando y ya con el cambio de siglo desembocó en lo cursi. ¿Fue debido una mala digestión de las corrientes historicistas de interpretación? Probablemente no. Lo que hizo con la Orquesta Mozart resultó en exceso amable y pulido para los seguidores de la escuela HIP –que ya empezaban a acostumbrarse a la agitación perpetua de los directores más radicales–, al tiempo que parecía ligero y hasta cursi a aquellos melómanos más apegados a la tradición.</p><p>En 2003, tras haber superado temporalmente una grave enfermedad, recuperaba el antiguo nombre de Orquesta del Festival de Lucerna para dar a conocer una formación que, contando como corazón con la Joven Orquesta Gustav Mahler, iba a congregar a una lujosa nómina de instrumentistas que se comprometieron con el proyecto solo para celebrar el nombre del maestro. Brilló su batuta como no lo hacía desde mucho tiempo atrás interpretando <i>El martirio de San Sebastián</i> y <i>El mar</i> de Debussy. En las anuales citas en la localidad suiza prosiguió con su revisitación del universo mahleriano, pero la recuperación era un espejismo. Ni siquiera en Tchaikovsky o en Bruckner alcanzaba el nivel que se debe exigir a un director de primera. Francamente triste la despedida de la Filarmónica de Berlín con soporíferas interpretaciones de <i>El sueño de una noche de verano</i> y la <i>Sinfonía fantástica</i>. No era solo enfermedad. Era desgana.</p><p> </p><p>Fotografía: </p><p>De senato.it, CC BY 3.0 it, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=99042210</p><p> </p><p> </p>Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1845432614039354079.post-41901204419390066062024-01-17T15:00:00.001+01:002024-01-17T15:00:00.132+01:00Mendelssohn por Manacorda: a ese precio, desde luego<p>Me causó una muy mala impresión <b>Antonello Manacorda </b>cuando tuve la oportunidad de escucharle en Hamburgo al frente de su <b>Kammerakademie Postdam </b>allá por 2018. <a href="http://flvargasmachuca.blogspot.com/2018/11/un-bodrio-en-la-filarmonia-del-elba.html" target="_blank">Aquí mismo </a>dejé algunos comentarios. Por eso dudé bastante a la hora de comprar su integral de sinfonías de <b>Felix Mendelssohn</b> registrada entre 2015 y 2017 para Sony Classical, que Amazon lleva tiempo vendiendo al precio de tres euros. Al final caí. ¿Ha merecido la pena? A ese precio, sí.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzHlrtD-rq6JNSUKoDdEupFlfegCZXF5AjdBtjZlimXzJ7JziN9MoyViituzR5wvTpixKuSUjnEq-MTo3FJlikTz7Y2a9SjQo4yc4w6MM5xY4tQYyXPgB5xrfo_JwUiRpSETaLKUBw6SjnGwRyrXwtMtkPRwlbYQ0PGJf4sZFMzyLQE7FcHlmaRseLOTSN/s1200/Manacorda%20Mendelssohn.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzHlrtD-rq6JNSUKoDdEupFlfegCZXF5AjdBtjZlimXzJ7JziN9MoyViituzR5wvTpixKuSUjnEq-MTo3FJlikTz7Y2a9SjQo4yc4w6MM5xY4tQYyXPgB5xrfo_JwUiRpSETaLKUBw6SjnGwRyrXwtMtkPRwlbYQ0PGJf4sZFMzyLQE7FcHlmaRseLOTSN/w320-h320/Manacorda%20Mendelssohn.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p>Lo que nos encontramos aquí es un Mendelssohn interpretado dentro de la “tercera vía”: instrumentos modernos con la incorporación de algunos "de época", fraseo influido moderadamente por el historicismo, incisividad y rusticidad sin excesos, más una ligereza sonora y expresiva que es necesaria en este autor. Ni que decir tiene que el resultado molestará, por determinadas opciones en la articulación, a los
melómanos que rechazan de plano el historicismo, al tiempo que resultará
en exceso convencional a quienes busquen bien las levedades y ligerezas
de un Norrington, bien la sequedad y los contrastes muy marcados de un
Harnoncourt.<br /></p><p>Me ha gustado mucho la <i>Sinfonía nº 1</i>, pese a que Manacorda se pasa un poco de potencia sonora en los movimientos extremos, quizá por los excesos de los timbales. Bien paladeado el Andante, no del todo emotivo. El Menuetto ofrece un gran énfasis rítmico, mirando más hacia un Scherzo. </p><p>En la <i>Sinfonía nº 2 </i>hay agilidad y fluidez sin caer en lo excesivamente alado ni en lo frívolo, pero la música no termina de desprender poesía en toda la parte orquestal. Mejor dirigida la coral, que sabe evitar pesadeces y grandilocuencias "modelo Karajan". Muy bien el <b>Coro de la NDR</b>, al igual que el tenor <b>Pavol Breslik</b>. La soprano que interviene en primer lugar está mal, pero no sé si se trata de <b>Maria Bengtsson</b> o de <b>Johanna Winker</b>. Muy bien la otra. </p>La <i>Escocesa </i>marca el punto más bajo de este ciclo. El maestro decide recrearse en los aspectos más tempestuosos de la partitura, lo que está muy bien, pero lo hace confiando en exceso en la incisividad del fraseo y en las asperezas tímbricas que van aparejadas a su postura “semihistoricista”. El resultado es más nervioso, aparatoso incluso, que atmosférico y verdaderamente matizado, mientras que en el segundo movimiento cae en el tópico del Mendelssohn saltarín. El tercero está bien paladeado, sin que sensualidad y poesía terminen de ser destiladas. <br /><p>La de la <i>Italiana </i>a mí me parece una interpretación muy estimable, sensata en un planteamiento sin estridencias, atenta a las diferentes facetas de la música, cantada con holgura y fraseada con flexibilidad, aunque también un poquito rebuscada en los numerosos –aunque sutiles– matices agógicos y dinámicos que busca la batuta. El trabajo con las texturas es de calidad. ¿Alternativas? Claus Peter Flor y Peter Maag. La afamada integral de Claudio Abbado ni me parece del todo buena, ni está bien grabada.<br /></p><p>La <i>Sinfonía nº 5 </i>expresivamente funcional mal. Primer movimiento insulso, segundo rápido, frívolo y pimpante. Andante sin pathos. Finale enérgico, pero con más nervio que grandeza.</p><p>Increíbles, maravillosas las tomas sonoras –alguna de ellas en vivo– realizada por los ingenieros de Teldex Studio. Mi recomendación es que, si sigue el chollo, se decidan a aprovecharlo. Dentro de su manifiesta irregularidad, hay cosas muy interesantes en esta integral.<br /></p><br />Fernando López Vargas-Machucahttp://www.blogger.com/profile/16511553910012327734noreply@blogger.com0