lunes, 24 de junio de 2024

El nivel de la crítica de Granada

Faltarán, por descontado, varias críticas por salir, pero aquí tengo las que entiendo como "oficiales" que los dos diarios granadinos por excelencia realizaron del concierto de anoche de la Filarmónica de Viena en el Palacio de Carlos V. Me han puesto los pelos de punta. Primero, la de Granada Hoy:

https://www.granadahoy.com/festival_internacional_de_musica_y_danza/festival-musica-deuda-filarmonica-viena_0_2000480265.html

Pues sí: un resumen de las notas al programa. Se quedan tan anchos. Vamos a por Ideal:

https://www.ideal.es/culturas/festival-granada/filarmonica-viena-incendia-granada-20240624000740-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Esta tiene más miga. Como crítica de la interpretación propiamente dicha aporta dos cosas: que el maestro corrió bastante en el final de Capricho español y que estuvo más contenido en La isla de los muertos. Algo es algo. Pero no me resisto a realizar algunas puntualizaciones.

A) Mire usted, señor José Antonio Muñoz, no es usted nadie para decir que los que vamos a los conciertos con tobilleros cuando por la calle se está a cuarenta grados no nos tomamos las cosas en serio. Tampoco su compañera de butaca tiene por qué señalar con el abanico a nadie. Por cierto, al lector le importa un pito cómo iba vestida la señora. Tomarse la cosas en serio significa estar calladito durante el concierto y, por qué no, preparárselo un poco. Si uno tiene que escribir una critica musical, ya esa seriedad exige algo más: como hab escuchado antes las obras y haber leído un poco sobre ellas. Y si se trata de una orquesta de primerísima y de un programa con repertorio puro y duro, ahí ya tiene uno que conocer tendencias interpretativas, discografía, perfil expresivo del director y esas cositas. Que para eso le dan a uno entradas gratis y, en algunos medios, hasta le pagan.

B) Nos cuenta el crítico, entre líneas, que la orquesta ha venido creando problemas. ¡Menuda sorpresa, tratándose de la Filarmónica de Viena! También que Lorenzo Viotti rebosa divismo. ¡Otro descubrimiento de primera! Pero esas cosas no tienen que interferir con la valoración artística del asunto. Y es que muchos críticos piensan que es obligación del artista de turno codearse con ellos. Miren ustedes, a mí siempre me ha gustado pedir autógrafos, no tanto por la cosa fetichista sino por ver al artista de cerca. Me he encontrado con gente amabilísima como Sir Colin Davis o Antonio Pappano –ingleses los dos, qué casualidad–, con dioses descendidos a la tierra como Celibidache, o con gente con un estoicismo que supera al de Séneca como Plácido Domingo –capaz de hacerse fotos hasta con el último fan de la cola, porque piensa que va en el sueldo–. También con detestables maleducados como Lorin Maazel. Pero el aficionado debe tener claro que el artista va a lo que va, y que si atiende al melómano es por pura gentileza. No se le debe molestar más allá de lo razonable. Si de un crítico se trata, la cosa aún debería ser más estricta: ¿de verdad piensa que vamos a tomar en serio su texto si nos enteramos, o vemos con nuestros propios ojos, que luego se va a cenar con el director, cantante o solista de turno? No, no lo digo por el señor que escribe la crítica de Ideal. Pero sí recuerdo a otro personaje que durante años ejerció, sin tener ni pajolera idea, de crítico musical. En Granada le hizo una pregunta pedantorra durante una rueda de prensa a nada menos que Barenboim, seguramente sin saber cómo se les suele gastar el de Buenos Aires con la prensa. Este le contestó de aquella manera y claro, al día siguiente en la crítica le puso a caldo. Hoy el crítico ocupa un cargo cultural destacado en la Junta de Andalucía.

C) Poner en entredicho la calidad del programa que trae la Filarmónica de Viena es de choteo. Vale que Capricho español no es precisamente la Novena de Bruckner, pero es una página deliciosa y permite, por la abundancia de intervenciones solistas, hacer precisamente aquello que la orquesta ha venido a hacer en la gira: lucirse en plenitud. En cuanto a La isla de los muertos y la Séptima de Dvorák, estamos ante dos cimas del sinfonismo que admiten poca discusión. Claro que todavía recuerdo una crítica del Festival de Música y Danza granadino, precisamente del individuo antes citado que ahora anda en la Junta, diciendo que Mi Patria de Smetana era mala música. ¡Manda narices!

Me queda la duda de si en Granada hubo "propina". Al parecer, en Hamburgo hicieron Brahms. Veremos esta noche. Por cierto, yo acudo con mis entradas compradas el mismo día en que salieron a la venta. Seguramente diré poco en este blog, porque lo que tenía que decir ya lo dije en esta entrada. Me interesa ver si hay diferencias con respecto a la transmisión radiofónica, sobre todo en lo que a La isla de los muertos y su gama dinámica se refiere. Y disfrutar de lo lindo de una orquesta sobrenatural y de un maestro que, lleno de talento sin por ello librarse de irregularidades, hace una Séptima de Dvorák sensacional. En el Maestranza todavía quedan algunas entradas a la venta. ¡No se lo pierdan, por favor!

PD. La foto corresponde al ensayo en Oviedo, la tomó Filip Waldmann y procede del Facebook oficial de la orquesta.

PS IMPORTANTE: Granada Hoy ha publicado finalmente una crítica propiamente dicha del concierto,que pueden leer ustedes aquí. Corrijo y pido disculpas por haber considerado el otro texto como "crítica oficial", aunque me mantengo en la opinión de que publicar aquello era una tomadura de pelo desde el punto de vista periodístico.

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