La interpretación de Finlandia sigue una línea similar a la de las dos que ya tenía con la misma orquesta, pero esta es quizá la menos densa, rocosa y dramática de ellas; también la más claramente romántica y la que ofrece mayor depuración sonora. Sea como fuere, está dicha con una convicción y una comunicatividad irresistibles, además de con perfección técnica asombrosa.
El Vals triste recibe una lectura increíblemente detallista, refinada y bella en lo sonoro, de apreciable sensualidad y gran cantabilidad, que pierde un poco por cierta tendencia a la languidez y un clímax no todo lo alucinado que podría.
Con respecto a su registro para el mismo sello veinte años anterior, Tapiola ha perdido algo de la aspereza, la inmediatez y el sentido digamos “descriptivo” que le otorgaban a aquella su atractivo, pero ha ganado de manera considerable en refinamiento bien entendido, depuración sonora, sentido del misterio y carácter abstracto, dando como resultado una interpretación no solo perfecta en lo técnico, sino también muy esencial y “moderna” de esta música.
El cisne de Tuonela, para terminar, suena menos doliente que en los años sesenta, pero en cualquier caso se trata de una lectura de belleza y refinamiento excepcionales, quizá aún mayores que entonces.
¿Saben lo mejor? Por un precio estupendo (¡13 euros en Amazon!) puede adquirirse, dentro de la serie 3 Classics Album, este compacto conjuntamente con el ya comentado del Peer Gynt de Grieg y el Pelléas de Sibelius, más la asombrosa, genial Cuarta de Nielsen que también pude traer por aquí. Si usted no tiene estos discos, no lo dude: con la excepción de la blanda lectura del Grieg, nos encontramos ante verdaderas cimas del arte de Karajan.
4 comentarios:
Un precioso disco querido amigo Fernando. Un abrazo.
Muchas gracias, he picado y me lo acabo de comprar por Amazon. Un cordial saludo
Gracias a ti por pasarte por aquí, Julio.
Fco. Javier, gracias por confiar en la recomendación y espero que disfrutes muchísimo de estos discos. El Nielsen es particularmente alucinante. Saludos.
Tengo este disco y en efecto es muy bueno. Todo lo que dice Fernando Vargas-Machuca.
Karajan suena empastado, ampuloso, poderoso. A veces ese estilo sienta bien a la músicas y otras veces no. Con Sibelius la cosa casa, en lineas generales. Este disco en concreto es fabuloso.
Para las sinfonías tengo Bernstein y Barbirolli, además de cosas sueltas de Szell, Celibidache, Stokowski, etc.
No he sentido la necesidad de una colección extra de sinfonías, pero ahí están, en la lista, Karajan, Maazel, etc.
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