Hermoso homenaje de Ibermúsica a la figura de Sergiu Celibidache: en honor del más grande intérprete de la Tercera de Bruckner que se recuerde -yo tuve la oportunidad de escuchársela en Sevilla en 1993 cuando vino precisamente de la mano de Alfonso Aijón-, se ofrece una lectura de la misma obra a cargo de quien mejor la hace hoy, Daniel Barenboim. Los resultados fueron más que notables, si bien muy por debajo -a mi entender- de la genial lectura que grabó el de Buenos Aires hace años frente a la Filarmónica de Berlín para Teldec: los dos minutos menos que ahora le ha durado, sin ser determinantes, dan una buena pista de por dónde fueron ayer noche los tiros en el Auditorio Nacional. Sí, Barenboim hizo gala de su perfecto conocimiento del idioma del autor y de una musicalidad apabullante, pero justo es reconocer que anduvo a ratos un poco escaso de concentración. Repasado lo que escribí el pasado junio acerca de su interpretación en Granada (enlace), creo que puedo traer aquí las mismas líneas, incluyendo lo que señalé del adagio:
"Hubo, ciertamente, mucho nervio y garra dramática en el primer
movimiento, pero si ahora destaca por algo es por la naturalidad de su
desarrollo. El segundo comenzó algo desconcentrado, centrándose poco a
poco para ofrecer, a través de riquísimas sutilezas de la agógica, una
interpretación más anhelante que extática, lo que no puede ser del gusto
de todos. Estuvo muy bien el scherzo, particularmente por un trío
rústico, flexible y distendido, sin la rigidez de su grabación en
Chicago. Y sensacional el movimiento conclusivo, de nuevo una lección de
cómo planificar tensiones y distensiones, de cómo cantar las melodías y
de cómo extraer de la orquesta, adecuadísima, el necesario sonido
organístico".
No puedo dejar de suscribir lo que dice Arturo Reverter en sus notas con respecto a la Staatskapelle de Berlín, "orquesta de sonoridad tan germana, tan oscura y densa, matices propios de los conjuntos de la Alemania profunda y derivados de una acrisolada tradición". Pero debo añadir que ayer viernes 20 de enero se mostró en lo técnico por debajo del nivel que ha exhibido a lo largo de estos últimos veranos en Granada precisamente en su integral Bruckner, y me refiero tanto a las diferentes familias instrumentales en su globalidad como, ya de modo más concreto, a las trompas. Por lo visto la noche del jueves, con la Cuarta del mismo autor, estas últimas estuvieron (aún) peor. Esas cosas hay que cuidarlas, por favor.
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
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2 comentarios:
Permítame una pregunta Fernando. ¿Cuántas Terceras de Bruckner ha escuchado usted en vivo recientemente para poder afirmar que nadie la hace mejor que el señor Barenboim?
¿Y cuántas ha escuchado usted a un director actualmente en activo que siquiera se acerquen a la que grabó Barenboim en vivo para el sello Teldec? Le recuerdo que Kurt Sanderling, enorme recreador de la página, falleció hace unos meses. Hablando de veteranos, le escuché el otro día una a Skrowaczewski con la Filarmónica de Berlín que, dejando a un lado la orquesta y mirando solo a la batuta, daba auténtica pena por su flacidez, falta de matices y cursiladas varias.
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