La ROSS ya emprende su temporada, y anda haciendo cosas como la Sinfonía de cámara op. 100/Cuarteto nº 8 de Dimitri Shostakovich, una de las obras del siglo XX que más amo y mejor conozco. No escribiré la crítica. ¿Por qué? Porque la orquesta, o al menos la responsable de prensa, piensa que yo no soy "crítico de verdad", porque lo que tengo es este blog. La mayoría de los críticos "de verdad", aquellos a los que invitan a los conciertos, son mafiosos que defienden de manera radical las peores prácticas de la cuerda de tripa, las de petardos como Onofri y compañía, o bien gente que tiene muy poquita idea de estilos de interpretación musical y discografía.
La semana que viene sí que escucharé a la orquesta, Sinfonia da Requiem de Britten y Cuarta de Mahler, otras de mis dos obras favoritas. Lo haré porque vienen aquí a Jerez, pero no pienso escribir ni una sola línea. ¿Promoción a una orquesta que me ha tratado y me sigue tratando con semejante desprecio? Ni soñarlo. Y así seguiré hasta que algún día cambien de responsable de comunicación, o al menos de trato hacia mi trabajo: el nuevo gerente se ve que no está precisamente por la labor. Pues vale, que siga agasajando a los triperos que quieren cargarse a la orquesta y cambiarla por otra más baratita, a ser posible fundada por Manuel de Falla.