domingo, 6 de octubre de 2024

Sobre Pierre Boulez (I): el director

Me decía ayer un colega que Pierre Boulez (1925-2016) le parece un mediocre director y un mal compositor. Le respondo replico desde aquí, pero en dos partes: mi tiempo libre es escaso.

Primero, una cuestión puntual. Esta persona me decía que "estropeó" la Filarmónica de Nueva York. Falso: los discos están ahí y son prueba objetiva. La orquesta sonaba con discreta dignidad en época de Mitropoulos, aunque muy, pero que muy por debajo de como lo hacían Philadelphia, Cleveland o incluso Chicago, que aún tendría -como Boston- que ir mejorando a lo largo de los sesenta hasta llegar a lo más alto. Con Bernstein New York va a sonar peor. ¿Falta de técnica por parte de la batuta? Obviamente no. Más bien se trata de lo que confesó Ozawa a Murakami al final de su vida: Lenny ensayaba poco. Y como por aquella época se trataba de meter todo en discos para CBS aprovechando el tirón de los conciertos para jóvenes, pues pasó lo que pasó. Lo que hizo Boulez fue, precisamente, poner orden. Currarse las cosas. Zubin Mehta se encontraría gracias a él con una formación mucho mejor que la de los sesenta, aunque a mí me parece que con quienes realmente creció esta fue con Masur y Maazel. ¿Que a Boulez lo había metido en Nueva York el Kremlin? Eso dicen algunos, como también se afirma que Bernstein obtuvo el podio contándole a todo el mundo que Mitropoulos era homosexual, pero todo esto no tiene nada que ver con los méritos y deméritos musicales de cada uno.

Vamos ya a la clave del asunto. En el Boulez director hay tres etapas clarísimas: la de CBS -gran repertorio-, la de Erato -mucho del siglo XX- y la de DG -vuelta al gran repertorio-. En las tres sus señas de identidad fue la que todos sabemos: claridad absoluta. Ahora bien, en las dos primeras Boulez se mostraba más seco, más anguloso y agresivo, mientras en la última se volvió más distanciado, quizá también menos tenso, pero ganó en flexibilidad, en vuelo lírico y en atención a la belleza sonora. ¿Se "romantizó"? En absoluto: maduró.

Los resultados. A ver, su etapa para CBS solo la domino parcialmente, pero tengo y he escuchado la gran mayoría de sus grabaciones para Erato y DG. Las de repertorio contemporáneo en el sello francés creo que admiten poca discusión: son excelsas, con independencia de que las cosas se puedan hacer de manera distinta. Vamos a por lo de DG. Cojo el libretillo de la caja con la colección completa y a ello.

- Bartók: casi todo me parece de referencia, sin demérito de acercamientos desde muy ditintas ópticas.

- Berg, Schöenberg y Webern: exactamente lo mismo, aunque insisto en que esa no es la única manera de hacer genialmente este repertorio.

- Berlioz: interesante, pero demasiado frio.

- Birtwistle: maravilloso.

- Boulez: sin comentarios.

- Bruckner: Octava bastante digna.

- Debussy: de altísima calidad dentro de su línea "intelectual".

- Ligeti: irreprochable.

- Liszt: de enorme solidez.

- Mahler: extremadamente irregular, desde lo maravilloso a lo horrible pasando por lo solvente sin más.

- Messiaen: muy grande.

- Mozart: curioso.

- Ravel: lo mismo que Debussy, pero sin tanta excelencia. Este compositor necesita menos cerebro y más sensualidad.

- Scriabin: muy interesante.

- Strauss: solo un notable Zaratustra.

- Stravinsky: obviamente, una de las grandes referencias.

- Szymanowski: muy bien.

- Varése: no encuentro reparos.

- Wagner: abiertamente mal.

Ni que decir tiene que faltan muchos pesos pesados: Beethoven, Schubert, Schumann, Brahms, Tchaikovsky, Verdi, Prokofiev, Shostakovich... Y casi todo Mozart, claro está. Por ello no se puede afirmar que Boulez fuera un enorme director. Lo que sí que se puede decir, con rotundidad, es que lo que dirigió lo hizo, en general, dentro de un altísimo nivel.

2 comentarios:

xabierarmendariz88 dijo...

Y queda una última cuestión que también hay que tener en cuenta: el trabajo de Pierre Boulez fue fundamental para poder difundir “en condiciones” toda la música de la Segunda Escuela de Viena. Antes de Boulez, había directores que habían afrontado ese repertorio con el enfoque expresivo bien claro, (pienso en las óperas de Alban Berg por Karl Böhm, por ejemplo), pero fue Boulez quien empezó a realizar esas mismas obras con un dominio técnico y una precisión verdaderamente notables. Eso, sin meternos en lo que hizo Boulez con el repertorio de la segunda mitad del siglo XX, (no sólo sus propias obras…).
Para que pudiéramos equiparar a Boulez al nivel de otras batutas, nos haría falta que hubiese dedicado tiempo a estudiar a aquellos compositores que despreciaba. Pero Boulez también hizo incluso en Sony sus incursiones en otros repertorios: una Quinta de Beethoven postklempereriana, una Música acuática de Händel no apta para “históricamente informados”… Y a pesar de lo que diga David Hurwitz, su versión de El sombrero de tres picos no está nada mal… La lástima fue esa falta de flexibilidad para adaptar su temperamento a otros estilos que requirieran una aproximación diferente a la del repertorio del siglo XX que tanto trabajó.



Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias por las aportaciones.

Todo lo que dice es cierto. Sé de la existencia de ese Haendel y de ese Beethoven, pero no los he escuchado. El Sombrero de Falla sí, me gusta mucho y lo comenté en este enlace:

https://flvargasmachuca.blogspot.com/2022/03/piierre-boulez-dirige-falla.html

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