Una triple razón –laboral, médica y de prudencia en carretera ante la borrasca Karlotta– me impide acudir al Teatro de la Maestranza a escuchar la Alcina de Haendel que se está haciendo con la Orquesta Barroca de Sevilla. Para quitarme la espina esta noche, un disco grabado por Philips en 1972 en el que Janet Baker se eleva a lo más alto del canto haendeliano.
Cierto es que, en lo que a este repertorio se refiere, a ese gran músico que fue Raymond Leppard –demasiado british, por no decir un tanto plano y falto de estilo– el tiempo le ha puesto irremediablemente en su sitio, pero lo de la mezzo no tiene nombre. No me vengan con el tema del peso de la voz, del vibrato y de la ornamentación, porque no cuela. Ni una sola cantante posterior a ella ha alcanzado tan irrepetible mezcla de depuración canora y emotividad. Suena a tópico, pero es lo que creo: la mayoría son vocecitas. Esto es canto con mayúsculas. Del más grande jamás escuchado.
4 comentarios:
Teresa Berganza ha cantado música barroca espléndidamente mucho antes que Baker. Hay una grabación de Alcina de Haendel del año de la pera ( finales de los cincuenta, o así) en la que Berganza canta maravillosamente y en el que el resto de reparto incluida Joan Sutherland resultan un horror. De las grandes cantantes de su tiempo diría que fue la única que pudo abordar con brillantez repertorio barroco.
Javier, reconozco haber escuchado a Berganza en Barroco solo cuando tenía la voz destrozada (en directo, claro está). Dudo que me entusiasmara en sus mejores tiempos como lo hace Baker, por la que siento un amor absoluto. Dicho esto, opino que Doña Teresa es una cantante algo infravalorada. Sí, infra. Saludos.
Por supuesto,Janet Baker ha sido capaz de brillar en el repertorio Barroco. Solo digo que cuando todo el mundo cantaba de forma horripilante música barroca, cuando nadie sabía nada de eso, cuando los pocos cantantes barrocos que había o eran desconocidos o eran malísimos, de repente sale Berganza y lo hace de forma espléndida. Freni y Sutherland perpetraron verdaderos horrores.
Ojalá pudiera disentir de esta opinión sobre Freni y Sutherland, pero estoy de acuerdo. Qué pena.
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