He escuchado esta mañana un disco –entre las dos sinfonías escribí esta otra entrada– que sigue tristemente vigente. Hoy más que nunca. Lo protagonizan Antonio Pappano y la London Symphony. Salió en 2021, lo escuché en streaming y de manera inmediata lo comenté aquí mismo. Aprovechando la bajada de precios, lo he comprado en SACD. Ahora, con el multicanal, suena mejor.
Tristemente vigente, decía. Pues sí: aunque Ralph Vaughan Williams afirmaba que sus Sinfonías nº 4 y 6 son "música pura", a nadie se le ha escapado nunca que su inspiración procede de los horrores de la guerra, sobre todo en el caso de la espeluznante Sexta. Pappano y la que ahora es su orquesta lo dejan clarísimo.
Total, un disco para poner junto a la Octava de Shostakovich y hundirse en la miseria ante lo inevitable. De paso, aprovecho para recomendarles este artículo sobre el asunto escrito por Daniel Barenboim. Eso sí, me temo que la lectura es "de pago".
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