lunes, 26 de abril de 2021

Lahav Shani toca y dirige el Tercero de Prokofiev

Morbo a tope con este documento que acaba de subir Medici TV, filmado hace tan solo unos días, concretamente del pasado 15 de abril, a puerta cerrada y con las pertinentes medidas sanitarias. En él Lavah Shani hace el Concierto para piano nº 3 de Prokofiev junto a la Filarmónica de Rotterdam, de la que es titular desde 2018, ¡tocando y dirigiendo al mismo tiempo! Que yo sepa, nadie se había atrevido a hacer semejante barbaridad. Podría uno dejarse llevar por los prejuicios y pensar que nuestro artista iba a ser incapaz de atender a la orquesta y al piano con el mismo cuidado y atención al detalle. Y también que la juventud y contrastada fogosidad del músico israelí le iban a conducir a ofrecer una interpretación efervescente ante todo, llena de fiereza y comunicatividad, pero no del todo profunda ni interesada por los aspectos más introvertidos de esta partitura.

 

Nada de eso ocurre aquí. Por un lado, Lahav Shani no solo demuestra poseer dedos más que suficientes para dar las notas con precisión y riqueza de matices –sin llegar al nivel de un Ashkenazy, una Argerich o un Kissin–, sino también pinceles finos para diseccionar las líneas de la orquesta, gran sentido del color, capacidad para dotar de continuidad al tema con variaciones y mantener el pulso firme en todo momento, controlando muy bien las tensiones y sabiendo pasar con perfecta naturalidad de lo electrizante a lo introvertido y viceversa.

Por otro, acierta plenamente con un estilo Prokofiev cien por cien sin quedarse en la vertiente más o menos “explosiva” de la obra. Antes al contrario: aunque hay también, faltaría más, bastante de incisivo, de irónico y de fogoso en su recreación, lo que más hay que admirar es cómo bucea en el lirismo a ratos inquietante, a ratos nostálgico, siempre agridulce que caracteriza al autor. Y no solo al piano, con un toque variadísimo y pleno de flexibilidad, sino también a la hora de planificar con la orquesta y de motivar a sus primeros atriles. ¡Qué maravilla la sección central del movimiento conclusivo! Claramente, Shani sigue la senda de la que tal vez siga siendo –más por el solista que por la batuta– la mejor interpretación hasta la fecha, la de Kissin dirigido por Ashkenazy. Solo que el muchacho –treinta y dos años– se ha marcado todo un dos por uno haciendo de solista y director. ¡Bravísimo!

4 comentarios:

xabierarmendariz88 dijo...

Hola, Fernando.
La verdad es que sería muy interesante escuchar a Lahav Shani tocando y dirigiendo a la vez ese concierto de Prokofiev… Creo que sólo he escuchado de un intérprete que se atreviera a hacer semejante cosa en su momento. Si no recuerdo mal, Norman Lebrecht cita en El mito del maestro que Dimitri Mitropoulos también lo hizo en los comienzos de su carrera…

Cristian Muñoz Levill dijo...

Sólo para añadir como dato rosa, al menos Van Cliburn ya había dirigido y tocado el Tercero de Prokofiev.
https://www.youtube.com/watch?v=qTPtRf7tsYU

Saludos!

trraviss dijo...

Y Mitropoulos lo grabó tocando y dirigiendo hace décadas:
https://www.discogs.com/Prokofiev-The-Robin-Hood-Dell-Orchestra-Of-Philadelphia-Dimitri-Mitropoulos-Concerto-No3-In-C-Major-/release/14751095

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Agradecidísimo por todas esas noticias, porque no tenía idea! A ver si puedo sacar una comparativa de la obra. De momento, a la versión de Shani le pongo un 9,5.

El Trío de Tchaikovsky, entre colegas: Capuçon, Soltani y Shani

Si todo ha salido bien, cuando se publique esta entrada seguiré en Budapest y estaré escuchando el Trío con piano op. 50.  Completada en ene...