Se trata de una lectura dionisíaca a más no poder en la que un Lenny en estado de gracia se emborracha de colores, ritmos y sonidos. Nos entrega así una visión extrovertida, intensa y palpitante, por momentos muy arrebatada, pero ofreciendo al mismo tiempo reflexión, amplio aliento poético y –sobre todo– un gran sentido humanístico. Impresionante la mezcla de belleza sonora y angustia de un Agnus Dei que sabe ser espiritual y terrenal al mismo tiempo. Grande Bernstein.
Espléndida la orquesta, claro está, y soberbio su primer violín. El Grosser Rundfunkchor Hilversum se muestra tirante en el agudo. Regular de voz René Kollo; muy bien Edda Moser, Hanna Schwarz y Kurt Moll. Si les resulta posible, escuchen el audio en HD. Si no, de momento sigue en YouTube el vídeo. Merece la pena, se lo aseguro.
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