Resumo lo entonces escrito. Haciendo gala de tempi lentos pero sosteniendo perfectamente el pulso y sin caer en excentricidades –o sea, todo lo contrario de lo que haría un rato más tarde en Cavalleria–, un Maazel de soberbia técnica y pinceles muy finos ofrece una interpretación atmosférica, sensual y de gran hondura trágica que, amén de descubrirnos –literalmente– las maravillas que contiene la orquestación falliana, da buena cuenta de la fuerza expresiva de muchos pasajes de esta desigual pero, ahora queda claro, interesantísima partitura. La comparación con las dos realizaciones discográficas más difundidas, las de Frühbeck de Burgos y García Navarro, deja a aquellas muy atrás. La Orquesta de la Comunidad Valenciana y el Coro de la Generalitat están espléndidos.
Cristina Gallardo-Domâs, hoy desdichadamente retirada de la ópera, ofreció una sensacional recreación de Salud, muy sólida en lo vocal y de una expresividad tan intensa como sincera, sin arrebatos más o menos raciales, pero también sin caer en una excesiva fragilidad. Victoria de los Ángeles y Teresa Berganza no llegan, por diferentes motivos, a la altura de la soprano chilena. Añadamos que ahora en la filmación se puede apreciar su soberbio trabajo actoral, lleno de exigencias en una propuesta escénica que le hace estar todo el tiempo sobre las tablas, toda vez que buena parte de la acción parece desarrollarse en la mente de la protagonista.
Están bastante bien Jorge de León y Felipe Bou como Paco y el tío Salvaor, respectivamente, y mejor todavía la abuela de María Luisa Corbacho. A la cantaora Esperanza Fernández se la oye mucho mejor en la grabación que en directo, mientras que Isaac Galán logra llamar la atención en el brevísimo rol de Manuel.
El irregular Giancarlo del Monaco logra convencer plenamente con una propuesta opresiva y onírica, en buena medida conceptual, llena de ideas felices y capaz de ser personal sin atentar en ningún momento contra la dramaturgia de Carlos Fernández Shaw, bien apoyado por la inquietante luminotecnia rojiza de Wolfgang von Zoubeck, el hermoso vestuario de Jesús Ruiz y las ortodoxas coreografías de Goyo Montero, aceptando sin problemas lo "folclórico" pero sin caer en el tópico ni en lo meramente decorativo.
El Blu-ray ofrece una soberbia calidad de imagen y una toma sonora de gran calidad. Los subtítulos en castellano son apoyo importantísimo para disfrutar de un visionario a todas luces obligatorio. No se lo pierdan.
2 comentarios:
¿Se editará algún día la tardía Sinfonía Alpina de Maazel?
Me consta que sacar este Blu-ray supuso un enorme esfuerzo a Les Arts. Dudo que nadie mueva un dedo para editar comercialmente grabaciones radiofónicas de Maazel. Saludos.
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