sábado, 26 de enero de 2019

I Musici fueron muy grandes

Durante un tiempo I Musici fueron realmente célebres. Hoy día nadie se acuerda de ellos. Lamentable olvido: estos señores fueron muy grandes músicos, especialmente bajo el liderazgo de la maravillosa Pina Carmirelli entre 1982 y 1990. Buena prueba de su categoría es este disco que compré hace pocas semanas (¡por un euro!) grabado justo el mismo año en que la artista se convirtió el capitana del conjunto. Ofrece "greatest hits" del Setecientos en el programa, y me ha hecho disfrutar una barbaridad incluso no terminando de sintonizar con algunos de sus parámetros expresivos.


Es el caso de la Pequeña música nocturna de Mozart con que se abre. A mí me interesa un Andante con mayor regusto amargo, también con mayor intensidad expresiva. La visión de I Musici es luminosa, elegante y amable ante todo: una serenata en el sentido más convencional de la expresión, esto es, una "música de circunstancias" independientemente de su increíble belleza, y no una "obra de concierto" para bucear en honduras filosóficas. Pero hay que maravillarse ante lo bien que tocan estos señores y señoras. Y atender, en estos tiempos en los que historicistas y no historicistas andan confundiendo la velocidad con el tocino, a cómo nos demuestran que un conjunto de muy pocos miembros no tiene por que sonar raquítico; cómo se puede hacer uso de tempi rápidos y articulación ágil sin que la música suene "saltarina" o frívola; cómo se puede ser delicioso, encantador a más no poder, y hasta coqueto en el mejor de los sentidos, sin caer en la superficialidad o la cursilería. Diré una cosa más: hay aquí algo de "frescura latina", italiana si se quiere, que aparta esta recreación de otras más propiamente vienesas. Y eso resulta de lo más sugerente.

La Serenata (Andante cantabile) de Haydn es una verdadera gozada. ¡Qué elegancia, qué depuración sonora y qué delectación melódica sin el menor asomo de trivialidad!

Que el Adagio de Albinoni sea un fake del siglo XX es lo que suele molestar en esta música, pero a mí me parece más preocupante la cantidad de interpretaciones horrorosas que recibe la página. Dejando a un lado pringues, gangosidades y éxtasis místicos pseodomahlerianos, I Musici demuestran, adoptando un tempo nada letárgico, que aquí hay mucha más miga de la que parece. Además, con un conjunto reducido suena todo mucho más apropiado y convicente. Carmirelli está maravillosa en sus solos y hasta hay espacio para acentos de intenso dolor.

Lo único que no me ha entusiasmado del disco es el Canon (¡sin la Giga!) de Pachelbel: aquí sí que echo de menos lo "históricamente informado", y no solo porque la articulación no sea barroca –los ataques llegan a ser de una monotonía poco conveniente–, sino también por el carárcer excesivamente convencional, poco o nada contrastado, parca en incisividad, de esta interpretación que, eso sí, debemos aplaudir por su belleza formal y claridad polifónica, así como por la situlísima manera en que se van acumulando las tensiones. Por citar dos interpretaciones no historicistas, Leppard y Zukerman han ofrecido recreaciones más interesantes que la presente.

Tras un absolutamente delicioso el celebérrimo Quinteto de Boccherini, el mucho menos frecuente Minueto en sol mayor de Beethoven cierra un disco que se escucha con sumo placer. Lo dicho: no olviden a I Musici, por favor.

No hay comentarios:

El Trío de Tchaikovsky, entre colegas: Capuçon, Soltani y Shani

Si todo ha salido bien, cuando se publique esta entrada seguiré en Budapest y estaré escuchando el Trío con piano op. 50.  Completada en ene...