El otro me comenta que lo que escribí sobre las sinfonías de Brahms por Barenboim y la Staatskapelle de Berlín es muy poco. Efectivamente: ya avisé que eso no era la crítica. Para darle algo de lo que me pide, añadiré a lo ya escrito entonces que los dos primeros movimientos de la Segunda no me han gustado, mientras que el último me ha parecido de lo más interesante por darle Barenboim la vuelta a la tortilla: desgarro en lugar de júbilo desbordante. También puedo puntualizar que en el primer movimiento de la Tercera hay una cosa rarísima, un cambio en la partitura para el que no encuentro explicación. Y que los dos movimientos iniciales de la Cuarta palidecen ante los de las diversas recreaciones que le he podido escuchar a Andris Nelsons, al tiempo que los dos últimos se sitúan a muy altas cotas de inspiración y rivalizan seriamente con los del maestro letón.
Y ahora, chicos, dejadme un poco en paz. Estoy literalmente a-go-ta-do de este blog. Le he dedicado muchísimo tiempo –no solo para escribir, también para audicionar– y he llegado a un punto de total saturación. No me exijáis más de lo que puedo dar. Gracias.
10 comentarios:
Estimado Fernando. En efecto, creo que en general en la vida es mejor ser constructivo y aportar lo que, con mejor o peor acierto, seamos capaces de añadir al trabajo bienintencionado, loable y meritorio que blogs que como el suyo nos hacen felices a los muchos aficionados que nos beneficiamos de su trabajo y que, casi nunca, agradecemos. Puede ser que algunas personas se dejen llevar por la "mala leche" o las frustraciones de su vida cotidiana, con cuando conducen su coche con displicencia y escaso respeto a los demás usuarios de la vía pública. En fin, de todo tiene que haber.
En todo caso, reciba mi reconocimiento por su trabajo y mis respetos sinceros.
Estimado Fernando:
Primero que todo, qué bueno saber que podemos contactarlo nuevamente por este medio tras el incidente "Bellón". Ojalá que no vuelva a ocurrir, aunque conociendo lo enferma que puede llegar a ser la gente, uno no puede asegurarlo.
Sobre el párrafo final, el amigable consejo anónimo es que se tome este blog como pasatiempo, tal como lo señaló en más de alguna entrada pasada. ¿Para qué arruinar con estrés lo que debería ser una instancia de convivencia y desahogo?
Un abrazo cibernético,
Cristian.
Tienes toda la razón. Es que me he quemado con las sinfonías de Brahms; me he metido en unos días una paliza monumental del Brahms de Barenboim y Sanderling, y me he quemado. No puedo sacar una entrada cada dos o tres días. Imposible. Necesito el verano para desconectar. Para leer y para investigar sobre arte, también. Y para escuchar la música que me apetece, no "la que debo".
En cuanto a "aquel asunto"... no tardará en aparecer. Irá directamente a la papelera sin leer, lo juro.
Estimado Fernando
La pausa la pone usted, yo encantado de leerle y, siempre, aprendiendo. Sería una pena que una excesiva dedicación acabase en extenuación y por ende en la desaparición del blog que, repito, leo con fruición. Póngale el ritmo, los lectores seguiremos ahí sin duda alguna. Atte
Eduardo Carpio
Gracias también a Kirk y a Eduardo.
Fernando, nunca va a llover al gusto de todos, y al que no le guste que se moja y escriba. Como ya han apuntado, tómate esto como pasatiempo y no como obligación, que quienes te seguimos iremos leyendo tus entradas.
Muy,muy apreciado Fernando. Pues yo incido en lo mismo. Todos los que seguimos su blog ( y yo lo hago desde la primera entrada) somos los que tenemos una deuda impagable de gratitud con usted. Estas páginas desprenden amor por la música y la cultura en general, y de eso se trata, de transmitir y confrontar opiniones, lo que supongo que a usted le gratifica (casi siempre) y a sus lectores nos enriquece ampliando nuestro campo de conocimiento. Yo me he entretenido una barbaridad con los cientos de horas que he dedicado a su lectura (y soy plenamente consciente de que una hora de lectura debe multiplicarse por muuuuuchas para quien elabora los textos: audición, reflexión, escritura). No tiene que justificarse bajo ningún concepto; la deuda moral aquí es unidireccional: de sus lectores hacia usted. GRAAAACIAS!!!!
Por cierto: hasta ahora sólo he escuchado la 1ª por Barenboim (ya circulan las cuatro en buen sonido por ahí) y me ha decepcionado: el último movimiento es muy espectacular pero esos timbales a los que usted aludía a mi me parecen un poco desaforados (he vuelto a comparar el movimiento con otros clásicos y no se los oigo así ni a Furt, Szell, Giulini, Bohm o Barbirolli). No sé, la verdad es que no me suena mucho a Brahms.
Que pase, pasemos todos un buen resto de verano y vuelva, cuando le apetezca y le de la real gana. Sus lectores le estaremos esperando.
Un saludo. José.
Apreciado Fernándo,
No por favor..., descanse lo que sea necesario, pero por favor no cierre su blog:). Una de las primeras cosas que hago cada mañana es entrar en el y leerme las novedades, que por lo menos para mi me son de primerísima ayuda. Los aficionados novatos necesitamos de blogs como el suyo, o el de su amigo Carrascosa para movernos en el enorme mundo de las interpretaciones.Sin ir más lejos me encantó enterarme a través de su entrada, sobre el próximo lanzamiento de la integral de Brahms por Barenboim, ya ls tengo en mi lista de futuribles compras junto a la de Nelsons con Boston.
Le estaré muy agradecido si vuelve a abrir su blog al público, ya que se aprende mucho leyendo los cambios de opinión, e intentaré realizar algún comentario.
Saludos cordiales.
Hola Fernando, yo también me uno a las opiniones anteriores y te animo a que sigas, a tu ritmo, como te apetezca en cada momento. Es un blog el tuyo que leo con fruición, lo descubrí hace unos años y ya leí las entradas anteriores hasta ponerme al día. He echado en falta en los últimos tiempos la opción de dejar comentarios pero ya explicaste las razones y las comprendo perfectamente. Ánimo y sigue con esa empresa tuya que tan felices nos hace. Un saludo.
Estoy aprovechando la mañana sabatina escuchando ese final de la 4ª de Brahms, de momento me está causando grata impresión, una visión un tanto contemplativa pero que en sucesivas escuchas va a ir ofreciendo detalles antes no apreciados por mí.
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