domingo, 31 de diciembre de 2017

Último San Silvestre de Rattle

Acabo de ver a través de la Digital Concert Hall el Concierto de San Silvestre de la Filarmónica de Berlín de este año, último de los que dirige quien pronto va a dejar de ser su titular. Sir Simon Rattle empezó con Dvorák, concretamente con una Obertura Carnaval brillante a más no poder, llena de vida y de entusiasmo, quizá en exceso: el fuego impidió paladear del todo algunas frases líricas de la primera parte de la página. Continuó con el Paso a dos de Apollon musagète. Primera vez que soporto esta obra de Stravinsky. ¿La razón? Que solo se ofrecía este fragmento.

A continuación apareció Joyce di Donato para ofrecer cinco sublimes páginas orquestales de Richard Strauss: Zueignung, Wiegenlied, Muttertändelei, Morgen y la navideña Die heiligen drei Könige aus Morgenland. Aun sin rozar el cielo como hacía la Schwarzkopf, la mezzo norteamericana ofreció una recreación musicalísima y de sensual morbidez vocal. Rattle no terminó de destilar poesía, pero ofreció enorme refinamiento tímbrico y gran sensibilidad para las texturas.

Siguió Leonard Bernstein: los Three Dance Episodes de On The Town en interpretación referencial, insuperable en lo que a ritmo, colorido (¡exactamente el que necesita esta música!), sentido del swing, chispa y vitalidad se refiere. Y también en sensualidad, porque el segundo número ofreció el más arrebatador lirismo. La orquesta tocó con perfecto estilo y expresivamente como si le fuera la vida en ello. ¡Qué musicazos son estos señores! Retornó Di Donato para interpretar con la emoción en los labios el aria "Take Care of this House" de la deliciosa  White House Cantata del propio Bernstein; las palabras previas de Rattle –en alemán– no las entendí, pero creo que la cosa iba por Donald Trump.

Shostakovich para terminar: una suite de La Edad de Oro que supera con mucho la versión de Haitink –y también, aunque aquí el nivel ya era extraordinario, la grabación completa con Rohzdestvensky– en lo que a variedad expresiva, nervio bien entendido y convicción se refiere, algo que tiene mucho que ver con el carácter extrovertido del maestro británico pero también con la referida calidad de los miembros de la que aún es su orquesta. ¡Y qué mezcla de fuego y voluptuosidad en el paso a dos! Una buena Danza eslava nº 2 de Dvorák y una excelente –muy musculada– Danza húngara nº 1 de Brahms han cerrado la globalmente estupenda velada.

8 comentarios:

Julio César Celedón dijo...

A propósito de las últimas fechas de Rattle como director de los Berliner ¿Qué espera del señor Petrenko próximamente frente a esa orquesta? A mi, como a varios, me sorprendió su elección y no le conozco casi nada; no creo que sea mediocre o malo, pero para llegar a sus antecesores en el podio la veo dificil (aunque puede dar la sorpresa). A propósito... ¡Feliz año desde México!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

No tengo la menor idea. A Petrenko le he escuchado algunas cosas muy flojas, pero también le vi un excelente Rosenkavalier en Múnich. Feliz Año, en el que aquí en España solo quedan dos horas y media para entrar.

JavierF dijo...

Coincido en todo lo que dices del concierto, las tres danzas de On the Town para mí lo mejor. Apollon no me parece ni mucho menos insoportable, qué le vamos a hacer.
Las palabras de Rattle en alemán, efectivamente iban por donde tu apuntas, y el ramo al final se lo ha llevado la Merkel,con ovación y todo.

Feliz año 2018, y que podamos seguir disfrutando de nuevas entradas en tu blog. Aunque casi nunca comente, te leo siempre con mucho interés.

agustin dijo...

Buenas tardes y feliz 2018.

Vaya, vaya, la mejor orquesta del mundo (con permiso de Viena y Londres y sin permiso, también) cambia de titular.
Para mí, la noticia musical del año.
En los comentarios leo que le sustituye un tal Petrenko, la primera vez que sé que exista ese director ¿quién es Petrenko?
Me parece a mí que los gestores y dueños de esa orquesta, a sabiendas de que los músicos que la componen rozan la perfección en la ejecución, no se preocupan excesivamente de la grandeza del director sino que deben buscar otras cosas.
Saludos.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Lástima haberme perdido lo de Merkel! Feliz año.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Agustín, lo de Petrenko es un completo misterio. Lo que parece claro es que su labor en el foso de Múnich ha sido muy aclamada. Y que los músicos de Berlín estaban entre Nelsons y Thielemann, y como no se ponían de acuerdo, tiraron por esta vía de enmedio. Veremos.

agustin dijo...

Buenas tardes.
Así como en el anterior cambio de titular había opciones muy brillantes para sustituir a Claudio Abbado, la verdad es que ahora no hay ningún director que destaque poderosamente sobre los demás y no sea muy viejo (caso de Baremboim con 75 años ya).
Si entonces me parecía Baremboim la mejor opción y sigo sin entender por qué no le dieron el puesto (como no fuera la edad), máxime cuando había hecho ya muchas cosas importantes con la Filarmónica de Berlín, ahora tampoco entiendo cómo no han escogido a Thielemann, que está haciendo cosas de un gran nivel.
Como mero aficionado, es evidente que me rijo por criterios muy diferentes a los de los que deciden estas cuestiones.
Saludos.

Julio César Celedón dijo...

A mi gusto, la mejor opción era Nelsons. Pero como bien dijo ya Fernando, no se decidieron por uno ni por el otro y acabaron escogiendo el punto "intermedio". También se barajaban otros nombres, entre ellos (como ya mencionó Agustín) Barenboim, Jansons (guacala) y el mismo Dudamel (guacala x 2); pero con su elección yo espero que no se arrepientan, es difícil mantener el nivel y derribar totems (que aún siguen en pie) como los de Furtwängler y Karajan.

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