miércoles, 11 de octubre de 2017

Beethoven por Mengelberg, o el problema de la autenticidad

Diversas cuestiones surgidas recientemente en este blog acerca de la interpretación beethoveniana me hacen traer aquí este disco editado por Teldec en 1999 –excelente presentación– a partir de grabaciones "en estudio" de Telefunken realizadas en 1937 con muy buen sonido para la época, en el que el mítico Willem Mengelberg interpreta junto a su Orquesta del Concertgebouw las Sinfonías nº 5 y 6 del genial sordo de Bonn. Adelanto ya que las interpretaciones me han gustado poco, pero el interés histórico de las mismas me parece extraordinario, algo que queda bien de relieve al leer las notas de la carpetilla.


El holandés había sido discípulo de Franz Wullner (1832-1902), quien a su vez había podido estudiar con el mismísmo Anton Schlinder, ahí es nada; asimismo, se encontraba fuertemente influido por Mahler. A su vez, parece más que probable que Mengelberg tuviera la oportunidad de discutir sobre la interpretación beethoveniana con el autor de La canción de la Tierra. Y el maestro no tenía reparos en declarar que no necesariamente un compositor poseía siempre una correcta visión de su propia obra; que podría pasar un tiempo importante hasta que, después de años de estudio, se encontrasen “soluciones a problemas técnicos que a menudo se les escapaban a los propios compositores”. En el caso del autor de Fidelio, Mengelberg tenía claro que hasta Hans von Bülow no se había hecho justicia a la creación beethoveniana. ¿Hasta qué punto es, pues, “auténtico” este Beethoven  wagneriano e incluso schindleriano? ¿Lo es más que el del polo opuesto por la misma época, el de Arturo Toscanini? ¿Y que el de Harnoncourt o Gardiner? ¿Auténticos unos y otros con respecto a qué? ¿Fue auténtico el Beethoven dirigido por el propio Beethoven? Son preguntan sin respuesta.

Pero vamos al grano. La Quinta que aquí nos encontramos es una interpretación de esas “de toda la vida”: grandiosa y un punto gótica, atenta al peso de los silencios, más interesada por el pathos que por la belleza sonora, dicha con trazo flexible, capaz de alcanzar momentos de apreciable lirismo y también otros de una incandescencia sobrecogedora –gran parte del movimiento conclusivo–, pero bastante desigual en su inspiración. Resulta a veces algo machacona, por momentos muy despistada –metales grandilocuentes y sobreactuados en el segundo movimiento–, discutible a veces –muy larga la cadenza del oboe– y sin una clara idea expresiva detrás. A la postre, excelentes ideas dentro de una lectura sin suficiente unidad.

La Pastoral recibe interpretación sanguínea, vitalista, de tempi rápidos y apreciable sentido teatral, dicha con evidentes ganas de hacer música, pero a mi modo de ver parquísima en sensualidad, en humanismo y en vuelo poético –de dimensión filosófica, ni hablemos–, y lastrada por esas libertades en el fraseo y esos portamenti que son marca de la casa. A la postre, solo convencen la danza campesina y la tormenta, mientras que el Allegretto conclusivo llega a irritar por su extrema frivolidad que raya con la cursilería. Tampoco se puede decir que la depuración sonora sea precisamente la mayor posible. Versiones mediocres, sin paliativos. Pero versiones que hay que conocer.

15 comentarios:

vicentin dijo...

Los portamenti eran habituales en los años 30 y 40. En Furtwangler por ejemplo en la Patetica del 38, aunque no tan exagerados como en el maestro que pagó todas las culpas del nazismo, mientras otros mucho mas jóvenes y comprometidos apenas les afectó.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Ya, ya sé que eran habituales en la época. Pero Mengelberg se pasaba tres pueblos...

Barbarina dijo...

Apenas esuchado este Mengelberg, sólo su "Heldenleben" (1941), obra de la que era dedicatario: http://www.classicalcdreview.com/rswmmot.htm

Vibrante, toscaniniana, aunque al parecer tuvo enfrentamientos con el de Parma en su codirección de la magna orquesta neoyorkina.

Barbarina dijo...

Por cierto, ¿qué opinas de su Cuarta de Mahler (1939), obra que fue el primero en registrar (desmiénteme si no)?

http://oidofino.blogspot.com.es/2010/11/mahler-discografia-esencial-sinfonia-n.html

Nos debes una comparativa de tan deliciosa pieza, que cuente con mahlerianos tan heterodoxos como Szell, Reiner o hasta Previn.

vicentin dijo...

La primera grabación de la cuarta de Mahler la hizo el príncipe Japones Hidemaro Konoye en 1930, editada por Denon. La grabación de Mengelberg es bastante caprichosa y peculiar. De esa obra me quedo con la refinadísima de Karajan. Almibar puro de oliva.

Barbarina dijo...

Gracias por tu curiosísima información, Vicentín, quién lo hubiera pensado... De todas formas, Mahler me parece un (maravilloso) bluff: Max Reger es infinitamente superior.
Un saludo.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Por si ustedes no se han dado cuenta aún, Barbarina = Rafael Bellón. No solo por el tono (ya empezamos con las boutades para picar al personal), sino también porque tengo su dirección de IP (213.98.79.220) y el lugar de procedencia de los mensajes (Úbeda). No, en Internet no hay tanto anonimato como parece.

A ver, Rafael, le rogué que no volviera a entrar en este blog. Por mi parte puedo perdonarle los graves insultos y las gravísimas amenazas. Perdonárselos otra vez, quiero decir. El problema es que tanto insultos como amenazas iban dirigidos no solo a mí, sino también a otras personas que contribuyen con sus comentarios a este blog, y no estoy nada seguro de que esas personas estén dispuestas a perdonar semejantes impromerios que van mucho más allá de un debate encendido, sino que son descalificaciones ad hominem. No creo que les aperezca entablar conversaciones comn usted. No todo el mundo tiene paciencia.

Si quiere usted seguir haciendo comentarios, hágalos. Pero con su nombre de verdad, no con ninguo de sus diferentes pseudónimos. Limítese al tema de la entrada (esta en concreto va de Beethoven y Mengelberg, no de Mahler ni de Max Reger). Y evite picar al personal con opiniones especialmente controvertidas. Le recuerdo por enésima vez que esto no es un foro. Es un blog personal donde yo comparto mis opiniones sobre aquello que me parece oportuno con aquellas personas que deseen leerme, e intercambio algunas ideas que nos puedan enriquecer mutuamente. No voy a consentir en modo alguno que se convierta en un lugar de discusión, y menos aún de descalificaciones. No tampoco me parece oportuno bombardear al autor del blog con varios mensajes al día, y menos aún preguntando si conoce tales o cuáles discos más o menos inhabituales. Ni yo ni las personas que pasan por aquí tenemos tiempo para leer tantos mensajes.

Si está dispuesto a acatar estas normas, bienvenido de nuevo. En caso contrario, le ruego busque un lugar donde pueda actuar según los criterios que usted desea. Saludos cordiales.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Pamplinas aparte, es una pena que blogs tan sólidos (e insólitos) como este o el de Ángel Carrascosa se queden sin un solo comentario en muchas, o la mayoría de sus entradas. Para mí este es un hecho signficativo, y mucho más relevante que lo mal o bien que me caigan sus autores. Por eso me impele a participar compulsivamente, sin conocer las reglas del medio, tan distintas a las de mis habituales y sufridas redes sociales.

Mucho ánimo, Fernando, y un fuerte abrazo.
Rafa.

vicentin dijo...

A los nazis les encantaba Max Reger. Ya puestos en reaccionarios, mejor me quedo con Hans Ptizfner o Franz Schmidt.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Por cierto, y dado que estamos en el blog de un historiador del arte, recomiendo el magnífico retrato póstumo (1917) que hizo de Reger Max Beckmann, para ver que no sólo le gustaba a "Junkers" y antisemitas. Tan válidos son Reger o Busoni como Mahler, Recnizcek o Schoeck: creo que representan las dos corrientes históricas de la música alemana, una austera y neoclásica (Mendelssohn, Brahms...) y otra mórbida y fantasiosa (Weber, Wagner, Wolf...). Igual en pintura, Boecklin frente a Klimt, etc.

Un cordial saludo,
Rafa

Unknown dijo...

A Vicente: Sobre el supuesto "reaccionarismo" musical (como si a la música pudieran aplicarse las normas de las ciencias sociales, pero en fin...): le sugiero que oiga las versiones de Reger por Hermann Scherchen, quien estrenó una obra tan reaccionaria como el "Pierrot lunaire", en el canal de Ulrich Dünnebach en Youtube. Aparte, es la vieja disputa sobre el neoclasicismo: ¿es "Apolo y las musas" de Stravinski una obra conservadora o revolucionaria? ¿lo es "El burgués gentilhombre" de Strauss? ¿El propio "Concierto al estilo antiguo" de nuestro bávaro? Todo el movimiento del Retorno a Bach con Busoni a la cabeza, fue influentísimo en el desarrollo de la música posterior (recomiendo su transcripción de las Variaciones Goldberg por Claudios Tanski, discípulo de Brendel: http://www.bach-cantatas.com/Bio/Tanski-Claudius.htm).

Por hoy termino, y espero no "picar" a nadie.
Buen finde, y saludos para todos.

José Manuel dijo...

Siempre me ha parecido curioso el efecto de las cuerdas que hacía Mengelberg en la tormenta de la sexta, haciendo tocar "sul ponticello", por encima del puente si no recuerdo mal. Curioso y tenebroso jajajaja

Saludos.

vicentin dijo...

¿Musica reaccionaria? por supuesto que si, lo reaccionario se aplica en cualquier cuestión cultural, artística o política. La vuelta al orden en pintura sin ir mas lejor. En cuanto a la música reaccionaria, considero que Strauss para nada fue reaccionario pues en Electra llega a rozar la atonalidad. Franz Schmidt en fecha tan tardia como 1937 estrena el libro de los 7 sellos, de escritura completamente tonal, o la sinfonía nº4 un poco antes. En cuanto a Stravinsky, su olfato musical es muy superior a encasillamientos. Por ultimo, creo que Mengelberg fue injustamente tratado pues era un señor muy mayor y conservador como para entender lo que hicieron los nazis en Holanda, y en cambio los maestros alemanes y austriacos salvo Kabasta, todos hicieron carrera triunfal después de la guerra.

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