Pues bien, esa primera lectura de Barenboim queda eclipsada, cuarenta años después, por esta otra que se ha puesto en circulación a través de YouTube perteneciente a una filmación realizada en Praga hace tan solo unos días, el pasado doce de mayo, nada menos que con la Filarmónica de Viena a su servicio. Los tempi son ahora menos reposados (12'08), pero la melodía principal suena con mayor elocuencia y emotividad en los violines, también con más ternura, mientras que el contracanto de la cuerda grave quizá se escuche mejor ahora; y sí, aunque ya pasaron sus mejores tiempos, todavía ésta suena a Wiener Philharmoniker. La boda campesina ofrece ahora mucha más fuerza y entusiasmo, con más sabor danzístico y con la rusticidad que pide. La escena nocturna vuelve a ser maravillosa, y en los rápidos Barenboim vuelve a encontrar sus mejores momentos. Solo una pega: me gusta que se ponga más énfasis en el retorno al final de la página del tema del primer poema sinfónico del conjunto, Vyšehrad.
En el concierto, como ya sabrán algunos de ustedes, se interpretó Mi patria en su integridad, al tiempo que circula el tráiler de un documental sobre Barenboim y este ciclo de poemas sinfónicos. ¿Se comercializará la filmación checa o, por el contrario, conoceremos una grabación procedente de su interpretación de hace unos meses con la Staatskapelle berlinesa? ¿Y cuánto tiempo tardaremos en verlo? Mientras tanto, esperamos con impaciencia la publicación en junio del siguiente disco del maestro: El sueño de Geroncio.
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