domingo, 24 de agosto de 2014

War Requiem con Nelsons en los Proms

En 1997 escuché en directo en los Proms el War Requiem de Britten en interpretación a cargo de Andrew Davis, la Sinfónica de Birmingham y un elenco conformado por Eva Urbanová, Hans Peter Blochwitz y Thomas Hampson. Me gustó bastante pero no terminé de emocionarme, en parte por el terrible calor que ese día se sufría en el Royal Albert Hall, en parte porque tenía aún demasiado presente la conmoción que me había producido mi primera audición de la obra, en 1992 con Rostropovich frente a la Royal Philharmonic en el Teatro de la Maestranza. Diecisiete años después (¡juraría que han pasado muchos menos!) he vuelto a escuchar la obra en el referido festival organizado por la BBC, de nuevo Sinfónica de Birmingham. Tampoco esta vez me ha acabado de emocionar, tratándose de una obra que me impresiona muy profundamente.

Nelsons War Requiem Proms 2014

Lo diré sin rodeos: creo que Andris Nelsons, probablemente el más grande director de su generación, no termina de acertar con esta obra. Y en la velada del pasado jueves 21 de agosto lo he percibido aún más claramente que en el Blu-Ray que ya comenté aquí. Esta vez intentaré explicarme de manera más breve: la concertación es excelente, el idioma irreprochable y el gusto exquisito, pero al maestro se le va el pulso con la lentitud de los tempi, y no sabe o no quiere ofrecer el carácter escarpado que la obra pide a gritos, optando más bien por una visión contemplativa que no termina de funcionar. Eso sí, fue absolutamente acongojante el uso del gran órgano del Royal Albert Hall para el clímax del “Libera Me”, como también lo fue la concentración con la que Nelsons fue descendiendo desde éste hasta disolverse en un escalofriante silencio que, con los brazos alzados, logró prolongar durante más de un minuto.

Los solistas vocales ofrecieron muy buen nivel. Toby Spence manejó con gran sensibilidad su voz no precisamente grande, Hanno Müller-Brachmann –ya en la filmación referida– estuvo sin duda estupendo, mientras que Susan Gritton, más cómoda en el agudo que en el grave, defendió sin truculencias ni excesos su difícil parte.

Lo alucinante, a mi entender, fue el trabajo del BBC Proms Youth Choir. Un coro “de bolos”, sí, formado para esta ocasión especial por jóvenes coristas de las islas británicas. ¡Qué coro! Por supuesto que tener a su frente a un monstruo de la dirección coral como Simon Halsey, aclamadísimo al terminar la interpretación, tuvo mucho que ver con la excelencia de los resultados, pero está claro que donde hay materia prima da igual que una formación sea o no “de bolos”: lo importante no es el tiempo que toquen o canten juntos, sino cómo suenen. Y estos lo hicieron de manera admirable. Poniendo nota: un siete y medio para la batuta, un ocho y medio para los cantantes y un diez para orquesta y coros.

Por cierto, ¿no va siendo ya hora de que salga en DVD la filmación de Pappano que quedó tan bien parada en la comparativa discográfica que hice de esta obra?

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