miércoles, 10 de diciembre de 2008

Sweeney Todd en Madrid

El éxito de la magnífica -y muy personal- película de Tim Burton ha propiciado la recuperación de la propuesta escénica que Mario Gas realizó en 1995 en Barcelona de Sweeney Todd, el mayor éxito de toda la carrera del compositor y libretista Stephen Sondheim. Una página integrada por buena música y mejor libreto que, mi modo de ver, está más cerca de la ópera que del musical propiamente dicho; no en balde se ha ofrecido en importantes centros operísticos con voces de primera categoría, y este sentido se debe recordar su presentación en Covent Garden con Thomas Allen y Felicity Palmer, nada menos, en una recreación que podemos conocer en una toma radiofónica que circula de manera furtiva por algunos rincones de la web.

Me gustó mucho la realización de Mario Gas, quien a pesar del reducido espacio escénico disponible sacó muchísimo partido al conjunto de plataformas y paneles que tenía a su disposición e hizo gala siempre de una teatralidad de la mejor ley; supo además aportar ideas originales siendo muy escrupuloso con todas las indicaciones del libreto y siempre respetuoso con la obra original, que sólo estaba muy puntualmente aligerada. Se podía haber conseguido, eso sí, una mayor fuerza plástica en escenografía e iluminación, pues sordidez y tenebrosidad no tienen que significar necesariamente fealdad y oscuridad. Aun así, fue un espléndido trabajo que supo alcanzar el equilibro entre humor grotesco, suspense y tragedia que propone Sondheim.

El espectáculo sufrió irregularidades en la parte musical, en conjunto digna pero lejos del ideal. Alguien dirá que en este género lo que hacen falta son grandes actores que tengan nociones de canto, antes que cantantes que actúen. Pues sí, es cierto, pero aun así hacen falta unas mínimas condiciones canoras para hacer justicia a la partitura. En esta funciones madrileñas hubo de todo.

El veterano Joan Crosas fue un Sweeney Todd muy convincente en lo escénico, de gran fuerza dramática, y alcanzó un nivel al menos estimable en vocal. Vicky Peña, esposa de Mario Gas en la vida real, hizo una Mrs. Lovett muy teatral y expresiva, rematadamente "bruja", tan cruel como divertida; en este sentido, su visión del personaje me recordó bastante a la de la citada Felicity Palmer, solo que cantando bastante peor. Fue la más aplaudida de todo el elenco, seguramente con razón, aunque en lo escénico convenciera mucho más que en lo musical.

Justo lo contrario le pasó a Pedro de los Ríos, buen cantante pero mediocre actor, como el joven Anthony Hope, el "bueno" de la función. Pelín estridente María del Mar Maestu como Johanna, en esa línea un tanto cursi con que se suele afrontar el ñoño personaje. La joven Ruth Gonzalez estuvo muy convincnte como el niño Tobby. Muy notable el Juez Turpin de Xavier Ribera-Vall, un "malo" bien construido, muy alejado de lo caricaturesco. Blando, sin garra, el Bamford de Pedro Pomares, a quien se le escaparon todos los pliegues teatrales del siniestro Beadle. Y deplorable el grotesco, vulgar y desafinado Adolfo Pirelli de Esteve Ferrer, que quiso ir de gracioso y terminó resultando cargante.

No funcionó nada bien el coro, un elemento fundamental en esta partitura. La orquesta, de once músicos, era demasiado pequeña: por mucho que este sea un tamaño frecuente en musicales del West End o Broadway, la escritura de Sondheim, muy "a lo Bernard Herrmann", necesita una plantilla muy superior. Y una batuta en condiciones, porque a la de Manuel Gas sólo le encuentro el apellido como mérito para ocupar el cargo de director musical de las producciones escénicas de Mario Gas.

Lo peor de todo, parte del público de histórico Teatro Español madrileño, que no sabe mantenerse callado durante la función. Y los terribles atascos de un Madrid en pleno periodo de compra navideñas (¿quién habló de crisis económica?) que me hicieron llegar cincuenta minutos tarde y me obligaron a repetir el espectáculo al día siguiente para verlo completo. Lo hice con disgusto pero no me arrepentí porque, pese a los reparos expuestos, esta es una espléndid producción. Ojalá algún día podamos ver en España Sweeney Todd en formato operístico, aunque tal y como están las cosas parece de lo más improbable.

6 comentarios:

gonz dijo...

No soy partidario de replicar las criticas de los señores que se dedican a tan "noble" oficio, pero la verdad despues de leer lo anterior, me lleva practicamente a la obligacion de contestar a este señor , que tan amable tuvo la amabilidad de ir a vernos; si digo vernos pues soy miembro del equipo de sweeney todd, y me quedo perplejo al escuchar tan "sordidas" palabras, ajenas completamente a la objetividad , a la sensibilidad y al entendimiento, de lo que es hacer buen teatro y buena musica; pero claro cuando uno se deja llevar por pasiones y "cliches" secundados por aquellos "soy partidario de.." o enajenadamente se cae en la comparacion base de haber visto tal version, tal cantante o tal produccion, ademas de todo llevarlo al terreno de la opera, como si la opera ya de por si por llevar un nombre en mayusculas, siempre fuera lo mejor y de lo mas excelso.
Yo soy cantante de opera, y conozco bien el oficio, lo que no quiere decir quetodo lo que no sea opera sea de calidad menor,; no se si ud quien critica tan severamente hasta practicamente hacer sangre, (facil ademas), estuvo en la charla que se dio el 21 de noviembre y (y en alguna que otra entrevista), donde se lleva recalcando hasta la saciedda, que esta obra requiere de grandes actores para que sea creible, y se le haga justicia a Sondheim, porque de lo contrario se caeria en lo mediocre, mediocre y hasta chabacan, algo en lo que ud cae al criticar de manera tan poco subjetiva de lo que significa hacer arte, y mas aqui teatro y musica.
Pero claro cuando salen estos señores a criticar, llevan engalanadas preseas, titulos (historia del arte, sociologo, tiene una coleccion de 20.000 dvds, incunables algunos), se amparan en esto y en su falaz pluma, para denostar a diestra y siniestra y asi quedar como los grandes sabedores y conocedores del arte , del teatro y de la musica; pues permitame decirle a usted y a aquellos que enarbolan la bandera de la critica pespicaz y profunda, que nosotors los que somos artistas sabemos el oficio como nadie, sabemos a lo que nos dedicamos y asi como ud, señor que ostenta tantos titulos, nos hemos pasado la vida estudiando, pisando escenario, estudiando canto, actuacion, musica, etc etc y muchos de los que estan en sweeney llevan una carrera impecable llena de exitos, no sjn antes haber comido "mierda" , para llegar a lo que son hoy, es decir, sabemos en que nos equivocamos y en que asignatura fallamos, pero tener que escuchar que pireeli es vulgar y una sarta de adjetivos insultantes, no es de recibo , o que manuel gas es un musico de baja calidad, y un sinfin de desvarios y desaciertos, que dejan pensar que hay algunas personas que van al teatro hasta la coronilla antidepresivos y predispuestos a buscar el minimo error, para luego llegar a casa tomarse un vodka con otras tres pastillas amarillas y tomar papel y lapiz , y empezar la faena de descuartizar el trabajo y talento de muchos años en 10m minutos.

Es muy facil hacer esto, pero me gustaria verle a usted señor encima de un escenario , o mas facil se lo pongo, dando una conferencia de tan materias excelsas a la que usted se dedica.
Creo y ya para finalizar, que cuando se pone en cartel una obra, con todo tan bien engranado , (con errores humanos en alguna noche no digo que no), a algunos les queda grande asumir lo que es hacer verdaderamenet teatro y musica, talvez por desconocimiento o por que los antidepresivos les ha minado la sensibilidad.

Gonzalo Montes

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Lo de siempre: cuando alguien dice algo negativo, es idiota, es un cretino, es un maniático, se deja llevar por lo subjetivo (¡como si la valoración artística no lo fuera siempre!), etc, rematando el asunto con el famoso "que suba a un escenario y se ponga a cantar".

Semejante reacción está más vista que el tebeo. Permítame agradecerle que firme con su nombre y aconsejarle dos cosas. La primera, evitar los ataques basados en la demagogia más ridícula(¿dónde he dicho yo que soy sociólogo y que tengo 20.000 DVDs?). La segunda, valorar las apreciaciones del público como lo único que son: una apreciación personal basada en los criterios y las experiencias personales. Si es usted artista tendrá que acostumbrarse a ello, tanto como a los siempre bien recibidos aplausos.

gonz dijo...

Como se pica usted, eh? claro que soy artista, y se lo demuestro, vea mi curriculum, ustedes los que hacen critica o son musicos frustrados o andan depresivos constantemente como el dije en mi anterior articulo; no me sienta mal la critica, lo que sienta mal es que usted va sentando catedra amigo, y que sepa yo estoy en SWEENEY TODD, y se aceptar las criticas, no es la primera ni la ltima de esta envergadura, pero a gente como usted, de vez en cuando hay que ponerlos en su sitio. Y de demgogia nada, los que hacen demagogia son ustedes los "palabreros" que usan blogs y demas medios, para denostar a quien no les guste, y hacerse ver como grandes "conocedores", del arte, de lamusica en general, si digo que tiebne 20.000 dvds, como ejemplo, porque me imagino que usted es de aquellos que se basa en referencias de discos y demas.
Que pasa que a usted no le gusta que lo critiquen OBJETIVAMENETE"? Como jode verdad?

Casette dijo...

Estimado Sr. López

A diferencia de mi amigo y compañero Gonzalo Montes, yo no voy a echar por tierra su crítica. Todo lo contrario, la acojo con sumo gusto. Si en los pasados días he leido 99 críticas poniendo este montaje por las nubes, siempre debería haber una número 100 que lo ponga por los suelos (o al menos, que se aparte de la laureante tónica general). 'Pa gustos, colores', que se suele decir, y nadie está obligado a que le guste lo que le gusta a los demás

Por lo demás sólo apostillar a su crítica: Vicky Peña, aunque lo diga Wikipedia, no está casada ni lo ha estado nunca con Mario Gas. Eso sí, tienen dos hijos conjuntos

Un cordial saludo

Rafa Casette
(del coro de SWEENEY TODD).-

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Me he limitado a realizar una valoración (en general bastante positiva) de un espectáculo haciendo uso de un espacio personal y de la libertad de expresión, sin cortapisas pero sin insultar a nadie en lo personal. Usted solo sabe realizar ataques personales. No pienso perder más de estos dos minutos para responder a alguien como usted. Aprenda educación, que buena falta le hace.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias, Sr. Casette, por su educación, por su aclaración sobre Vicky Peña y por tomarse mi texto como lo único que es: la opinión de uno de los miles de espectadores que han visto el espectáculo y que comenta, al igual que cuando se sale del cine, del teatro o de un partido de fútbol, qué le ha gustado más y qué le ha gustado menos. Por cierto, enhorabuena por su nada fácil (lo digo sin segundas) trabajo musical y escénico en el coro de esta producción. Muy cordialmente,

Fernando

Para lo que ha quedado la Gheorghiu

Por supuesto, yo ya ando en casa. Escribiré poco a poco sobre lo que he escuchado en Bucarest.