martes, 12 de abril de 2022

Koopman hace la Misa en si menor en Sevilla

Visitaron Tom Koopman y sus Coro y Orquesta Barroca de Ámsterdam el Teatro de la Maestranza para ofrecer, clausurando el FeMÀS, la Misa en si menor de J. S. Bach. Copio y pego lo que escribí en su momento sobre la versión de 2017 del maestro con la Filarmónica de Berlín, que repetí aquí mismo hace unos días en una breve discografía comparada:

“Nuestro artista da lo mejor de sí mismo en aquellos momentos que son más extrovertidos –Cum Sancto Spiritu, Osanna–, a los que sabe llenar de fuerza, de brillantez, incluso de espectacularidad bien entendida, derrochando fuerza y entusiasmo al borde del desbordamiento. Pero en los más introvertidos, en aquellos que demandan recogimiento, atmósfera y una particular mezcla de súplica, fervor e inquietud ante lo sagrado –primera parte del Kyrie, Qui tollis, Crucifixus, Agnus Dei–, Koopman resulta algo distante en la expresión, poco sensual y no del todo espiritual. Incluso un punto soso.”

¿Diferencias? Yo diría que pocas en lo que a la dirección se refiere. Personalmente he encontrado algo mustio todo el Kyrie. Sigo pensando que los momentos más extrovertidos son los que mejor le salen, pese a que me hubiera gustado que el maestro se hubiera permitido alguna licencia “romántica” en lo que a los calderones se refiere.

Extraordinaria la labor de su coro, no solo en lo que a la calidad del conjunto se refiere, sino también por la clarísima y muy matizada manera en la que lo modeló el maestro. La gran diferencia vino por la orquesta. Ustedes lo saben, muchos músicos lo saben –el mismísimo Reinhard Goebel lo ha declarado abiertamente–, pero los talibanes de la cuerda de tripa siguen erre que erre: por muy buena que sea la orquesta de instrumentos originales de turno –esta de Ámsterdam tampoco es que sea la mejor de todas: flojísimo primer violín–, no hay nada como coger un instrumento “moderno” de primera magnitud y hacerlo sonar a la manera HIP. No solo es que toquen mejor; es que la musicalidad de los primeros atriles de una formación como la Berliner Philharmoniker, tan decisiva en las arias, es algo que solo está al alcance de unos cuantos instrumentistas del orbe terrestre.

Por lo demás, dudo mucho que haya hoy un solo director capaz de superar globalmente a Koopman en su lectura. Gardiner cada día dirige más rígido, seco e insensible. Herreweghe anda ensimismado en la búsqueda de sonoridades ligeras y melosas. Savall a ratos resulta en exceso blando, defecto este todavía más acentuado en el trivial y repipi Suzuki. Leonhardt, Harnoncourt y Brüggen ya está en el otro mundo. ¿Pinnock? Le escuché esta obra en directo en 1997, pero ya no dirige este repertorio. Dentro de una línea tradicional, me parece que Rilling ya no está para muchos trotes. Así las cosas, ¡viva Koopman!

No muy allá los solistas vocales. Con respecto a Berlín repetían dos nombres, así que vuelvo a copiar: “El tenor Tilman Lichdi se limita a cumplir con solvencia, mientras que el bueno de Klaus Mertens se convierte en el punto negro de la velada: se le escucha con la simpatía y el cariño que se merece quien lleva tanto tiempo cantando a Bach, pero a estas alturas no está para muchos trotes”. Muy bien la soprano Ilse Eerens y sólido –la voz corría sin problemas por la sala: yo compré entrada arriba a la izquierda– el contratenor Clint van der Linde, que ofreció un muy atendible Agnus Dei.

7 comentarios:

Javier dijo...

Koopman es fiel representante de la escuela holandesa en la interpretación históricamente informada. Discípulo de Leonhardt, con influencias directas de Frans Bruggen y los kuijken. Es uno de los clavecinistas/ organistas más relevantes de su generación junto a Bob van Asperen y está dentro de los mejores directores de la corriente interpretativa historicista. Por otra parte es la "escuela holandesa" la verdadera promotora, creadora, inventora de la interpretación con instrumentos originales. Fueron Leonhardt, Bruggen, los Kuijken los auténticos pioneros, (Harnoncourt llegó después), los que reinventaron y sentaron las bases de como abordar repertorios pretéritos de la música antigua. Todos los postulados posteriores, bien sea la escuela francesa, italiana o inglesa, "beben" directa o indirectamente de ellos. Y sinceramente desde mi punto de vista y gusto personal, creo que están un paso por detrás de la tradición interpretativa de la dicha escuela holandesa.

Antonio Pérez Villena dijo...

Para mí la velada musical fue un auténtico disfrute, y el único punto oscuro en la interpretación sería para el contratenor, que tuvo problemas de emisión en algunos momentos, aunque al final le noté bastante mejor -como dices sobresaliente el Agnus Dei-. Personalmente si voy a un concierto de este tipo, con un director especializado en el repertorio como Ton Koopman, prefiero escucharlo con su agrupación original. Puestos a buscarle los inconvenientes a los instrumentos 'originales' la trompa siempre ofrece la ocasión, y no fue menos esa noche, pero sin embargo las trompetas sin pistones -tan jodidas ellas- no dieron problema alguno, como tampoco me lo pareció el primer violín. En términos de 'pathos' difiero con tu punto de vista, no eché en falta recogimiento ni espiritualidad, y en mi caso a estas alturas evito las interpretaciones que supongan clavarnos un puñal en el pecho y llorar desconsoladamente. No creo que los tiros de Bach fuesen por ahí. Un abrazo.

Pablo2312 dijo...

Hola Fernando, una pregunta. Qué agrupación o conjunto coral recomienda para las obras de Cristobal de Morales, Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero? Desde ya se lo agradezco.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Unknown, muchas gracias por las apreciaciones, que comparto.

Antonio, agradecimientos también a ti por los comentarios.

Pablo, creo que ese repertorio se ha beneficiado de intérpretes de muchísima calidad a lo largo de estos últimos veinte o treinta años. Personalmente me parecen fantásticas las cosas que está haciendo Raúl Mallavibarrena, pero no desdeño en absoluto las aproximaciones de los ingleses en general, que no sé por qué ahora se ha puesto de moda despreciar. Por otra parte, creo que el acercamiento ya antiguo de Jordi Savall (pasadoa a 3 SACDs) sigue siendo de lo más atractivo.

Pablo2312 dijo...

Hola de nuevo, Fernando. Muchísimas gracias por su respuesta y recomendación. Me ha sorprendido gratamente Musica Ficta. En cuanto a Jordi Savall, estoy de acuerdo con lo que usted opina. De hecho, el repertorio de música medieval y renacentista es lo unico que me gusta de Savall. Espero que conjuntos como The Sixteen o The Hilliard Ensemble no sean los apuntados, pues me resultaría difícil de digerir que están siendo despreciados. En fin, que de la crítica se puede esperar cualquier ocurrencia descabellada. Saludos cordiales.

Pablo2312 dijo...

Hola de nuevo, Fernando. Muchísimas gracias por su respuesta y recomendación. Me ha sorprendido gratamente Musica Ficta. En cuanto a Jordi Savall, estoy de acuerdo con lo que usted opina. De hecho, el repertorio de música medieval y renacentista es lo unico que me gusta de Savall. Espero que conjuntos como The Sixteen o The Hilliard Ensemble no sean los apuntados, pues me resultaría difícil de digerir que están siendo despreciados. En fin, que de la crítica se puede esperar cualquier ocurrencia descabellada. Saludos cordiales.

Antonio Pérez Villena dijo...

Ya que nombráis a The Sixteen... también hacen un Bach fantástico, la misa es un dulce.

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