viernes, 4 de marzo de 2022

Gergiev y La zorrita astuta

Dicen varios críticos musicales que es bochornoso el veto a Valery Gergiev en todo el mundo occidental tras negarse el maestro a condenar la guerra en Ucrania. Que la verdadera muestra de democracia, tolerancia y libertad es que el director ruso, a quien el Corriere della Sera atribuye (leer noticia) un patrimonio inmobiliario en tierras italianas valorado en 150 millones de euros, se siga subiendo al podio de nuestros escenarios mientras su gran amigo Vladimir Putin, a quien debe buena parte de su carrera y a cuya política internacional ha apoyado públicamente en varias ocasiones, es responsable de miles de muertes –de ucranianos y de soldados rusos–, convierte en refugiados a más de un millón de personas (¡cuánto dolor abandonar el hogar, el trabajo y las amistades para convertirse en un paria!), causa destrucción infinita –incluyendo escuelas y teatros de ópera–, se hace con la mayor central nuclear de Europa después de incendiarla y nos amenaza de manera explícita con una guerra atómica que podría acabar con todo rastro de vida en el planeta.
 

¡Pues claro que sí, hombre! Que venga a España para que le aplaudamos bien, y con todos esos críticos sentados en primera fila. Concretamente, propongo que el director favorito de nuestro Rey Emérito vuelva al Palau de Les Arts, donde tan querido era por Helga Smith y su equipo, para hacer La zorrita astuta. Es un título con el que seguro alcanza gran sintonía.

PD. La foto está tomada de aquí.

5 comentarios:

Bruno dijo...

Será siempre esto de las penalizaciones a naciones un asunto controvertido. Sobre todo cuando esa nación está bajo un régimen tiránico que les dificulta manifestarse o actuar.
El argumento es claro: aislar a una nación invasora entendiendo por nación a todos sus ciudadanos como sociedad para presionar en un cambio de actitud. No hay discriminación. Debe de haberla en la menor medida posible. En acciones y en sufrientes.
Para los que viven dentro de esa nación el asunto está claro. A todos les afectará en el grado que les toque esas acciones y depende de la voluntad de los ciudadanos presionar unos por todos para detener la invasión.
A los que viven afuera les deben de afectar las mismas medidas. Sólo tienen una ventaja: pueden individualmente rechazar la invasión. Y, quizá entonces, librarse de las acciones.
En el caso de Georgiev el asunto queda claramente encuadrado como ud. dice. Puede soportar tranquilamente las acciones. Se niega a rechazar la invasión. Es explícitamente cómplice. Le tienen que afectar de pleno las mismas.

Juan dijo...

Para muchos el veto a este director quizá fuese una alivio para sus oídos, dada la compulsión a lo estentóreo tosco y brutal de este conductor mediocre.

Saludo Cordial

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Totalmente de acuerdo con los dos.

Gergiev siempre ha sido un director mediocre. Encendido y vistoso, eso sin duda, y buen conocedor del idioma musical de los compositores rusos (¡faltaría más!), pero mediocre. Tanto por la escasa sensibilidad musical -léase por su proverbial mal gusto- y su tendencia al espectáculo como por la tosquedad técnica de su labor. Esto último tiene una explicación: su tendencia a la flojera, a dirigir aquí y allí ensayando lo menos posible, algo que es bien conocido en los corrillos del mundo musical. No es ningún secreto.

Tampoco es secreto alguno la ideología política de este señor. Hay en España quienes quieren vendérnoslo como un pobre mártir de la dictadura liderada por Putin, que callaría únicamente por miedo a las represalias. ¡Hay quienes han llegado a compararle con Shostakovich, ése sí verdadero sufridor del estalinismo! Pero la realidad es muy otra, porque el director ruso nunca la ha ocultado. Lean, lean:

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2022/03/03/gergiev-calla-otorga/0003_202203G3P21993.htm

Juan dijo...

Habiendo Rozhdestvensky, kondrashin o Markevitch, tengo la sensación de que este personaje está demás. Como muestra basta escuchar su ciclo de las sinfonías de Prokofiev: una oportunidad perdida. Imagínate si un sello del calibre de DECCA hubiese permitido esa oportunidad para grabar un nuevo ciclo a manos de, por ejemplo Riccardo Muti. ciértamente que otro gallo cantaría!!

Fco.Javier dijo...

Y otro que se va por no “mojarse”: https://www.rtve.es/noticias/20220306/dimite-director-musical-ruso-teatro-bolshoi-guerra-ucrania/2303761.shtml?utm_term=Autofeed&utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR1M0JMSvEzL1bFQHWq-6ZNGypowPmr1Xa4eeOtbtZ_048_vH2CmZpslGWI#Echobox=1646607398

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