martes, 18 de agosto de 2020

Sinfonía nº 2 de Mahler por Klemperer: la cuadratura del círculo

He vuelvo a escuchar, por enésima vez, la interpretación que de la Sinfonía nº 2 de Gustav Mahler grabó Otto Klemperer en noviembre de 1961 y marzo de 1962 en el Kingsway Hall de Londres al frente de la formidable Philharmonia Orchestra y del no menos increíble Philharmonia Chorus, a la sazón dirigido por Wilhelm Pitz. Un verdadero clásico del disco ante el cual nada interesante puede un servidor añadir. Sin embargo, no me resisto a escribir estas líneas para manifestar mi asombro ante la manera en que este señor, a sus setenta y seis años de edad, se ingenió para conseguir la cuadratura del círculo, es decir, para luchar contra la propia esencia de una música que es ante todo “romántica”, apasionada, extrema en los contrastes, refinadísima y vulgar al mismo tiempo, elegante y alucinada, lírica y estruendosa, con frecuencia reiterativa, narcisista en extremo, y todas esas cosas que ustedes ya saben; luchar contra ella, decía, y no solo salir ileso del enfrentamiento, sino conseguir además subrayar los valores más interesantes de la partitura, decir cosas nuevas e incluso (¿es posible mayor contradicción?) resultar emotivo. 

 

Todo ello, además, haciéndolo desde el pleno conocimiento de lo que se tiene entre manos. Podrán venir muchos intérpretes “históricamente informados” a decirnos que esto se ha de hacer de esta manera o de otra, pero Klemperer tuvo la oportunidad de dirigir la banda interna con el mismísimo Mahler en el podio. ¿Acaso se puede estar más “históricamente informado”? Otra cosa es que el de Breslau, genio y figura, se pasara en mayor o menor medida las indicaciones del compositor por el forro. Él se lo podía permitir.

Así las cosas, Herr Klemperer decide ofrecer un primer movimiento poco o nada gótico, es decir, todo lo contrario de lo que se suele esperar de esta música. Nada de lentitudes, atmósferas cargadas, sonoridades oscuras y amenazantes, silencios que pesan como losas, juegos infinitos con la agógica y la dinámica… Nada de nada. Tempo rápido, poca flexibilidad, sonoridades virulentas y muchísima mala leche. No hay luto ni cambios de estado anímico, y sí una batalla implacable, decidida y perdida de antemano contra el destino inevitable que nos espera a todos. Las líneas de tensión, esas magistrales líneas de tensión diseñadas por Mahler, se evidencian, se tensan y nos atrapan desde el primer compás.

A continuación, un Andante moderato rápido y nada complaciente. Ni rastro de trivialidad, de dulzura ni –menos aún– de cursilería, pero sin dejar de cantar las melodías con plena luminosidad ni de subrayar los aspectos más atormentados de la página. Lo mejor, como era de esperar, llega con el tercer movimiento: Klemperer está en su salsa destilando humor negro y mala leche, y no digamos su orquesta (¡qué maderas, únicas e incomparables, tuvo la Philharmonia!). En cualquier caso, uno no sabe si admirar más cómo el maestro y sus músicos interpretan los pentagramas o cómo los diseccionan, porque no se puede ir más allá en claridad y precisión.

En el lied Klemperer no baja la guardia y se mantiene en la distancia, procurando que suene lo menos acaramelado posible. Hace bien, pero hubiera sido imprescindible la intervención de Janet Baker, presente en su registro en vivo de 1965, para terminar de convencer: Hilde Rössl-Majdan necesita una voz con más cuerpo y mayor emotividad en la expresión. Y el gran monumento final, pues ya se sabe, granítico e imponente, sobrio y directo al grano, con todo bajo control y pocas libertades, pero siempre con una tensión tan soterrada como constante y una perfecta planificación global de la arquitectura. ¿Y cómo ve la resurrección este maestro judío, católico, agnóstico y rabiosamente ateo? Pues más desde la tierra que mirando al cielo, pero con una intensísima necesidad de creer en más allá hay algo más. Elisabeth Schwarzkopf está maravillosa, lo mismo que el coro.

La grabación sonó siempre mal en compacto. Ahora he tenido la oportunidad de escuchar un SACD editado en Japón por Tower Records y la mejoría es escandalosa. ¿No podrían los señores de EMI distribuir comercialmente un nuevo y más decente reprocesado en Europa?

7 comentarios:

Cristian Muñoz Levill dijo...

Estimado Fernando:

Un gusto volver a poder entablar conversaciones por este medio (ojalá el troll de siempre y los conocidos de siempre no pasen el filtro de su moderación).

Sobre las "Resurrecciones" de Klemperer (adelanto ya, mis favoritas), ¿qué diferencias considera relevantes entre esta lectura con la Philharmonia a la versión con Baker y la Sinfónica de la Radio de Baviera de 1965?

Por último y como pregunta morbosa, ¿conoce la interpretación de don Otto de 1971, la última del genial director (y la más larga de toda la discografía)?

Un abrazo!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Hola! No sabría decirte, la de la Radio Bávara hace años que la escuché, Tomé notas, pero estas dicen más o menos lo mismo que la que he comentado ahora:

"La personalidad del de Breslau es prefectamente reconocible en esta interpretación sobria, adusta, concentrada, de sonoridades rocosas, ajena por completo tanto a la blandura y a la ensoñación como a la grandilocuencia, poco complaciente pero siempre llena de fuerza interior. Ni rastro de portamentos, ni siquiera de los habituales. La claridad es admirable, aunque la orquesta comete diversas pifias. Primer movimiento directo, sin arrebatos, sólidamente planificado. Segundo muy concentrado, paladeado y comunicativo, poco adusto para ser Klemperer. Tercero lento y socarrón. El cuarto está dirigido con rapidez, como si no se quisiera caer en lo contemplativo, pero Janet Baker aporta la emotividad ausente de la batuta. Quinto como el primero, sobrio y directo, ajeno a visiones seráficas y contemplativas, pero siempre tenso y lleno de garra. Muy bien Heather Harper."

La de 1971 no la he escuchado, aunque bien que me consta de su existencia. Saludos.

Cristian Muñoz Levill dijo...

Estimado Fernando:

Sin ánimo de atosigar, le dejo el link de mi blog donde subí la referida versión del 71.

Ángel Carrascosa, cuando hizo su comparativa de las sinfonías de Mahler, le puso un 9,5 a esta lectura (para mí el 10 se queda corto en cuanto a interpretación se trata, ya que lamentablemente la calidad del audio no es bastante regular).

Ojalá pueda escucharla:

https://manfredwanders.blogspot.com/2017/08/symphony-no-2-resurrection.html

Saludos y salud,

Cristian.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡No sabía que tenías un blog! Le pongo un enlace desde el mío. Esa grabación me interesa muchísimo. Ahora a ver si encuentro un hueco: estoy intentanto al mismo tiempo desconectar del trabajo con viajes a la playa y preparándome para el comienzo de curso con materiales, programaciones y tal. Ya sé que es una contradicción, pero así están las cosas... Millones de gracias.

Cristian Muñoz Levill dijo...

Esto de ser mortales y tener que estar haciéndonos tiempo constantemente.
Éxito con todos sus proyectos, de todos modos!

Saludos,

Cristian.

Germán dijo...

Escuchando la nueva remasterización de Art & Son Studio del 2023 en la caja de Warner Classics editada en Francia. Suena maravillosa.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Germán, me alegra mucho que lo disfrute. Esa Segunda sonaba regular y la mejoría ha sido muy sustancial. Gracias por el comentario.

El Trío de Tchaikovsky, entre colegas: Capuçon, Soltani y Shani

Si todo ha salido bien, cuando se publique esta entrada seguiré en Budapest y estaré escuchando el Trío con piano op. 50.  Completada en ene...