Leo hoy en La Razón (para los extranjeros: diario que en la práctica ejerce de prensa oficial del Partido Popular que nos gobierna) al critico Gonzalo Alonso expresar su preocupación por el hecho de que “los promotores privados han de competir con el Inaem que, a pesar de no tener un duro, se dedica a organizar conciertos a través del Centro Nacional de Difusión Musical con las mismas agrupaciones que ellos programan pero a la mitad de precio, porque para eso están los fondos públicos” (artículo completo).
Me parece por completo lógico y natural que un señor que se declara abierto admirador de Esperanza Aguirre, ex-presidenta de la Comunidad de Madrid caracterizada por sus políticas de derecha extrema (democrática, ojo, pero extrema), se decante por semejante postura neoliberal. Como también es lógico que un servidor, claramente contrario a la citada corriente ideológica esté en absoluto desacuerdo con la misma. Porque existimos muchos melómanos que no nos podemos permitir los precios de los eventos organizados por instituciones privadas. Por poner un ejemplo de lo más reciente: si no estuve ayer viernes en Madrid escuchando sinfonías de Brahms por la Filarmónica de Viena -esto es, la mejor y más indiscutible orquesta para este repertorio que los seguidores de este blog saben que amo profundamente- es porque con mi menguante sueldo de funcionario ya no me puedo permitir los precios que establece Ibermúsica. Semejante ciclo, como lo es también el de Palau 100 y lo pueden ser otros que desconozco, quedan reservados para determinadas capas sociales en las que, dicho sea de paso, a veces resulta más estimulante el deseo de “dejarse ver” en determinados eventos que el interés real por la música. Ya se sabe lo tentadora que es la exclusividad.
Por eso mismo soy y seguiré siendo firme partidario de que la música culta siga recibiendo subvenciones por el estado: porque es la única manera de garantizar que estratos sociales muchos más variados puedan acceder a eventos de categoría. Hace unos días Ana Botella, alcaldesa de Madrid y señora esposa del ex-presidente José María Aznar, ha retirado la prometida subvención del ayuntamiento a la visita de la Filarmónica de Berlín al Teatro Real para hacer La flauta mágica. Los “pobres” ya no vamos a poder escucharla en directo. El que quiera cultura de primera, que se la pague, pensará. En su derecho está, como yo lo estoy en el de de acusar a los críticos, melómanos y políticos que se mueven en semejante línea ideológica de comportarse no ya con un despreciable egoísmo, sino con una terrible torpeza: si acaban con la melomanía de las clases medias y la relegan a sus propios círculos sociales, al final todo el chiringuito se vendrá abajo. Los organizadores no venderán buena parte de sus entradas (ya se está viendo venir: en los dos conciertos de la Wiener Philharmoniker en el Auditorio Nacional quedaron algunos asientos libres) y los melómanos con dinero sólo podrán escuchar a los grandes intérpretes viajando a Salzburgo o a Lucerna. Así de claro.
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
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26 comentarios:
Pues te apoyo al 100 %.
Estimado don Fernando, hace mucho que sigo sus colaboraciones en la revista Ritmo, siendo uno de mis críticos preferidos. Pero en este caso no puedo estar de acuerdo con usted. Piense que la subvención que el organismo público dedica a la cultura es dinero que le quitan a los contribuyentes. Contribuyentes que, en su mayoría, en la vida han ido a la ópera ni tienen intención de ir. ¿Le parece justo que ellos sufraguen su cara afición?
Seguramente usted podría pagarse la ópera si no le bajaran el sueldo para dar subvenciones.
Alberto Ayas Linde
Dudo mucho, estimado Don Alberto, que si no se nos quitara dinero desde el Estado la mayoría de los españoles nos pudiésemos permitir ser partícipes de actividades culturales no subvencionadas. La recaudación fondos por parte del estado lo que hace -o debería hacer- es redistribuir la riqueza desde arriba hacia abajo. Son las capas inferiores de la sociedad las que se benefician de lo que se les resta a las superiores. Si a mí me quitan una cantidad, a los que están mucho más arriba les quitan mucho más, y ese dinero al final va -o deberían ir, insisto en que el sistema presenta muchos puntos oscuros- a beneficiar al conjunto de la sociedad.
Por eso mismo, sí, me parece justísimo que los fondos públicos sufraguen mi cara afición. Mía y de muchos ciudadanos que pensamos que la cultura es mucho más que un simple entretenimento, que es lo que ahora dice este gobierno. Me parece justo que sufraguen nuestra afición a la ópera; y que subvencionen bibliotecas (presupuesto es de este año del gobierno para comprar libros: CERO); y que restauren monumentos; y que organicen exposiciones; y que respalden económicamente a nuestra orquestas; y que apoyen toda clase de dinamización cultural.
¿Que hay gente que "no ha ido a la ópera ni tiene intención de ir"? ¡Pues para eso precisamente, entre otras cosas, se subvenciona! Para que los hijos de esas personas tengan un día la oportunidad de descubrir por un precio asequible lo maravillosa que es la ópera, o la música antigua, o la pintura expresionista, o lo que sea, y de esta manera puedan madurar como personas, disfrutar de la enorme riqueza cultural que ha creado la humanidad y transmitir la misma a las generaciones venideras.
Cualquier recurso que gestiona un organismo público es malgastado. Es repartido entre los detentadores del poder público de turno. El pueblo no se beneficia.
Me temo que esa redistribución de la riqueza no es más que un mito. La izquierda lo piensa de buena fe. Creo.
En realidad la riqueza pasa de las manos que la ganaron a otras que no la ganaron.
Mire este vídeo, don Fernando, es un minuto.
http://www.youtube.com/watch?v=tV1qpIgQWzw
Alberto Ayas Linde
Tengo clarísimo que hay mucha gente aprovechándose de la teta pública sin merecérselo, pero de ahí a decir que "cualquier recurso que gestiona un organismo público es malgastado" media un abismo. Si usted realmente piensa eso (a mí me dan escalogríos al leer la frase), considero que he chocado contra un muro y por ende resulta inútil darle cualquier otro tipo de explicación de mi postura, en la que me parece que seguiré creyendo por mucho tiempo a pesar de que ahora tengo el viento en mi contra. Lo siento. Un saludo,
Fernando
Estoy con Fernando LVM. Asumir que público es igual a derroche es un planteamiento simplista y peligroso. Por cierto, ya no hay Rattle- Flauta en el Real en 2013? Saludos
De las últimas declaraciones de Mortier se deduce que lo más probable es que no haya Flauta. Él mismo avisa que se está intentando que vengan "con otra cosa", pero entiendo que si se trata de reducir costes, no puede tratarse de una ópera, sino de algún concierto.
Y aquí entra otra cuestión. Tras las fechas de Flauta, Sir Simon y los suyos tienen apalabrados dos conciertos con Ibermúsica en el Auditorio Nacional. Si tenemos en cuenta lo que dice Gonzalo Alonso de la preocupación, léase mosqueo, de los promotores privados al tener que competir con "precios subvencionados", y que el promotor privado al que muy probablemente se está refiriendo no es otro que Alfonso Aijón, me parece difícil que se monten conciertos sinfónicos en el Real a precio más asequible que los de Ibermúsica, que por cierto serán todo lo justos que se quiera -la Berliner Philharmoniker no va a venir por cuatro perras-, pero resultan inasumibles para los ciudadanos inmersos en una monumental crisis.
Por cierto, me da muchísima pena saber que los promotores privados, a los que respeto y admiro, se sentirían mucho más a gusto si el estado no facilitara a gente como yo -y probablemete como usted- la asistencia a este tipo de eventos. Vamos, que prefieren que "los pobres" nos quedemos en casa antes de que alguien compita con sus precios y de que su clientela exclusiva, movida por la comparación, empiece a abandonar sus no menos exclusivos abonos. Así está la cosa...
Estimado D. Fernando:
Otra vez estoy aquí a dar la matraca. Estas cosas no son tan simples. Comprendo su cabreo por lo de tener que renunciar a esos conciertos pero veámoslos desde la distancia. Por ejemplo desde la distancia de los que no viven en esas afortunadas ciudades y también pagan impuestos. (Ya sé que Ud. está lejos. Pero Ud. no es el aficionado medio)
Le sugiero reflexionar respecto a:
1. Cualquier subvención en un servicio, público o privado, distorsiona el mercado. Da igual que sea para conciertos que para coches eléctricos.
2. Es muy difícil que coexista una misma actividad gestionada por privados y por subvencionados. Aparecen las anomalías que expone.
3. En cualquier caso los ricos siempre se aprovecharán mejor de cualquier rebaja de precios. A no ser que sea gratis y se repartan las entradas por estricto sorteo.
4. Un ejemplo de promoción son por ejemplo los conciertos gratis del Palau de Valencia. Pero no son la Filarmónica de Viena, ni se llenan.
5. Un concierto de gran costo debería ser pagado por los que asisten. Incluso poner un limitado nº de butacas a buen precio no resolvería el problema de que los contribuyentes pagan ni de los aficionados que a ese precio resolverían ir.
6. No creo imprescindible para ser aficionado a la música tener que asistir a todos los conciertos de la FV en España. Razón de más por la que me molesta que la subvencionen.
7. Uno en esta vida puede permitirse ir a algunos de estos conciertos. En general. Siempre habrá alguien que no pueda y nos mirará mal.
8. Cada uno gasta su renta disponible en lo que desea. Otra cosa es que haya rentas disponibles muy escasas. U otras muy grandes. Pero la distribución de la riqueza no viene al caso, aunque influye. Todos nos privamos de muchas cosas.
9. Precisamente Ud. por ser del sector de la enseñanza debía de ser más sensible al curioso efecto de que los jóvenes tengan a estas manifestaciones culturales, u otras similares, por la reencarnación del aburrimiento en la tierra. Son uds. los que deben iniciar esa demanda y yo, personalmente, considero que fracasan cuando no lo han logrado. Porque yo nací cuando había pocos medios, ni libros, ni discos, ni nada, pero ahora lo tienen casi todo posible y al alcance de la mano. (Si quiere un día le explico cómo se podía acceder a Mahler en mis tiempos). Pero no la estiran.
10. Piense en la renta que la gente se gasta por ir al fútbol y su equivalente en entradas a conciertos.
11. No elucubre con conspiraciones de que los ricos no quieren que ud. vaya a los conciertos. Los ricos viven la vida que le permiten sus medios y van a sitios caros porque se lo pasan mejor. Eso es otra guerra.
12. A mí tampoco me gusta la gente que va a conciertos caros para exhibirse. Pero los verdaderos aficionados dejarían el teatro a medias. La consecuencia es que encima les subvencionamos su ópera.
13. Mientras no haya suficiente demanda en la que el aficionado medio llene los teatros y los artistas bajen sus precios estaremos en las que estamos.
Por si no ha quedado claro: NO creo en la libertad de mercado. SÍ creo en la necesidad de una moderada intervención del estado para regular las profundas desigualdades que crea el mismo. ¿Que mi postura es keynesiana? Obviamente.
Considero que la ideología liberal es profundamente egoísta e inhumana: "que se salve el que pueda, y a los demás que les den morcilla". Y estoy de acuerdo con Nikita Kruschev -a quien detesto como dictador que era- cuando consideraba que la libertad del capitalismo es la del zorro en el gallinero: la de comerse las gallinas quue quiera cuando le apetezca. Por eso mismo creo que las "distorsiones" que el estado realiza en la economía son necesarias para compensar hasta cierto punto los desequilibrios sociales. Otra cosa es que semejante intervención se realice con el rigor y la transparencia necesarias.
Creo, asimismo, que el neoliberalismo lo que trae consigo -ya se está viendo- es una profundización en la brecha entre clase alta y clase baja, esto es, la desaparición de la clase media. Cuando esta termine de producirse, los que pasemos abajo de la pirámide nos acordaremos de ustedes, los liberales, como principales responsables del desastre.
Por cierto, Bruno, no sé qué juventud vivió usted, pero le puedo decir que a un servidor, hijo de un matrimonio con modestísimos sueldos de maestros de enseñanza primaria en la escuela privada, le resultó fundamental en su formación como melómano la oportunidad de asistir en directo a los conciertos de la Sinfónica de Sevilla, al festival de Música Antigua y a los Barenboim, Celibidache, Chailly, Maazel, Rostropovich y compañía que visitaron Sevilla en la Expo' 92; de escuchar a Ana Vega en Radio 3 y a Pérez de Arteaga en Radio Clásica; de grabar retransmisiones de la última emisora citada; de leer Ritmo y Scherzo. Actividades todas ellas gloriosamente SUBVENCIONADAS, como también lo estaba la escuela pública en la que mis profesoras de música del bachillerato y la universidad pusieron, junto con la enorme afición de mi padre, al que tanto agradezco, importantes pilares en la construcción de mi melomanía.
Yo creo que estas discusiones tan repetidas en este blog se pueden resumir en los defensores de lo público (en los que me incluyo) y los críticos. Me parece que las posiciones están, en ambos casos, tan arraigadas que es difícil el encuentro. He leído varias veces los comentarios de Bruno y le entiendo, proviene de una época muy difícil donde el esfuerzo y el sacrificio eran fundamentales para salir adelante (por eso pasamos en casa mis padres y sus cuatro hijos). Ahora bien, pensar que ahora todo es fácil y, básicamente, el que no avanza es porque no quiere (o es incluso un vago, dependiente del Estado como piensa mucha gente) me parece muy simplista. Un vistazo a la subida de los másters en la Universidad, la degradación en los fondos destinados a la Sanidad y Educación (por ejemplo en las Escuelas de Música en Madrid) y también a la Cultura, nos muestran que los ricos son los que progresarán y tendrán acceso a una calidad de vida muy superior a la de la gente con menos recursos. (No hablo de la Investigación Científica, a la que me dedico, a la cual la política de este gobierno va conseguir retrotraer a finales del milenio anterior). Obviamente, eso siempre ha pasado, y seguirá pasando, pero justamente los avances sociales desde la época de la juventud de Bruno hasta hoy habían achicado (pero nunca eliminado, eso es imposible) esa diferencia. Por otra parte, siempre habrá corruptelas en el uso del dinero público y todo Estado debe crear mecanismos para perseguirlas y atajarlas. En lo que se refiere al primer comentario de Alberto sobre sufragar la cara afición de Fernando, me parece muy resbaladizo. Llevado ese comentario a otros ámbitos: ¿por qué usar dinero público para investigar enfermedades que uno no tiene, o enfermedades "raras" que la inmensa mayoría no padece?, ¿por qué construir carreteras/aeropuertos/puertos/estaciones de tren por las que nunca se va a pasar?, ¿por qué sufragar investigaciones básicas que no tienen una aplicación inmediata? ¿por qué sufragar Escuelas de Música de las que con toda seguridad no va a salir una cantidad ingente de Alicias de Larrocha? ¿por qué subvencionar Radio Clásica si la afición a la Música Clásica es minoritaria (subvencionemos los realities y el fútbol que son de más amplio espectro)? Por no hablar de multitud de servicios sociales que la mayoría no utilizaremos pero son sustanciales para un equilibrio y justicia sociales que creo son básicos para poder mantener una convivencia mínimamente tranquila. Para mí, se trata de Solidaridad que obviamente hoy en día es un valor a la baja.
L.V.
Comparto la opinión de Fernando al 100%.
Si el mundo siguiese a raja tabla las indicaciones neoliberales de Friedman y sus "secuaces" de
la escuela de Chicago viviríamos en una sociedad donde sólo los potentados podrían realizarse
como seres humanos a costa de la explotación del resto de la sociedad.
Pero claro, todo esto en mi humilde opinión, porque el debate da para largo...
A donde yo quiero llegar es que poniendo mi situación personal, estudiante de música de 19
años de clase media que ha descubierto recientemente y gracias entre otros a este genial
e indispensable blog, esa maravilla tan acojonante de nuestra cultura occidental que es la
ópera, al enterarme de la noticia de la retirada de la subvención a la "flauta mágica" del
Teatro Real, como bien dice Fernando aunque viniese al Aditorio Nacional con Ibermúsica
me será prácticamente imposible ir ya que si con subvencion (toquemos madera) te tienes que dejar más o menos 50 euros si quieres buena visibilidad y calidad
de sonido, ahora me será imposible oír por primera vez a la Filarmónica de Berlín.
Los organismos públicos y su sistema de subvenciones
(el cual debe mejorarse para evitar amiguismos y mierdas por el estilo) son imprescindibles para
democratizar el acceso al arte y la cultura, para con ello hacer una sociedad en la que sus
ciudadanos puedan realizarse como seres humanos, y no como jodidas mulas de carga.
¿A quíen pretendemos parecernos, a paraísos como China o India?...
PS. Para terminar me gustaría darte mi más sincero agradecimiento y todos los elogios posibles por
realizar desde tu blog una labor encomiable para melómanos y estudiantes de música como yo,
ayudándonos desde tu sinceridad, coherencia y sobre todo falta total de prejuicios,
falsedad y lameculismo que por desgracia llenan el mundo de la melomanía y la crítica musical.
Por todo ello, gracias Fernando.
PS.2. XD ¿Cómo puedo mandarte mi mail sin que se vea públicamente? Me gustaría poder vernos en
una de tus visitas a la capital, siempre y cuando no fuese molestia.
Carlos Asensio López
Alcalá de Henares, Madrid
L.V.: completamente de acuerdo. ¡Por fin alguien que sabe explicar mucho mejor que yo el asunto! ¡Muchas gracias!
Carlos, gracias por los elogios al blog pero son inmerecidos, aunque sí es cierto que mi deseo es aportar un grano de arena, junto aa otra mucha gente que escribe por ahí, para ofrecer un intercambio de opiniones que esté todo lo al margen posible de los amiguismos e intereses cruzados que están a la orden del día -tiempo he tenido de comprobarlo- en buena parte de la crítica de prensa y revistas.
Para contactar conmigo personalmente, cualquiera -que venga en son de paz- puede hacerlo en flvargasmachuca... No pongo el resto para que los capturadores de correos electrónicos no me empiecen a bombardear con anuncios de Rolex y demás.
Espero estar por Madrid el jueves 11, programa con la RTVE Prokofiev y Shostakovich que me apetece muchísimo, y el sábado 13 con el Boris del Real. 10 euros y 37 euros respectivamente las entradas. Así, sí. Un saludo a todos.
Intento responder:
1. No cree en la libertad de mercado pero sí en una moderada intervención del estado. Me imagino que en el libre mercado. ¿Concluyo que le gusta la libertad de mercado con matizaciones?
2. No tiene casi nada que ver la política redistributiva del estado con la variada gama de subvenciones.
3. ¿De verdad cree que ahora las diferencias salariales son mayores que hace 100 años? (Casos escandalosos se han dado siempre. Y me refiero a España)
4. Repase las condiciones de trabajo en general y de la mano de obra en particular a lo largo de estos 50 años.
5. Keynes predicaba una moderada intervención del Estado si flojeaba la variable privada de la inversión. Ud. sabrá que en la época de Keynes, en USA, la inversión pública tenía un amplio campo de obra pública por hacer. Aparte de que el nivel de impuestos era menor. Pero Keynes nunca defendió la intervención del estado en la economía como norma. Tenía un efecto compensador no decisivo. Y, si son Uds. Keynesianos, le debieron recordar a nuestros antecesores que, en la época de vacas gordas, se ahorra.
6. Ya sé que dijo que para no hacer nada mejor hacer un pozo. Pero no lo recomendaba. Y los gobiernos actuales son muy poceros. Compran votos con pozos.
7. Si considera a la economía de mercado inhumana no sé como pondrá a la economía planificada. Compare países. Creo que pasaban de una Alemania a la otra. No de la otra a la una. Ponga los países por nivel de PIB o de renta. Y coloque el sistema económico de cada uno.
8. A mí no me importa el papel distribuidor del estado. Pero, lo siento, no para que ud. oiga a la FV. Creo que no estamos en esa situación. Hay otras prioridades. Y, si quiere, hablamos de esas prioridades. Pero son de otro ámbito a esta polémica.
9. A mí no me gusta que estemos en esta situación de recortes pero a eso es a lo que se ha llegado, justamente con gobiernos intervencionistas. Tanto que le dan el dinero a los bancos y no tienen idea ni coraje de controlarlos. Son dos análisis. Cómo hemos llegado y cómo salimos.
10. Es muy bonito decir que amo una mano de Kruschev y detesto su corazón. Los soviéticos lo tuvieron de cuerpo entero y el sistema colapsó.
11. No tiene nada que ver el estado compensador con subvencionar a la FV que es una orquesta que va a lo suyo.
12. Estoy esperando que un gobierno intervencionista lo haga con rigor y trasparencia. No es exclusivo de sus neoliberales. (Por cierto, no sé porqué me califican de neoliberal. Más, con las connotaciones tremendas que lo hacen. Pero ya veo que el que no piensa igual, neoliberal)
13. Le recuerdo que ese aplastamiento piramidal empezó con el intervencionismo. (Aunque hay otros componentes que ni aquellos ni éstos están oliendo. Van a lo suyo y nos arruinarán)
14. Añado que ese aplastamiento, que Ud. tanto teme, es propio y esencial en los regímenes planificados. Uds. sueñan con una jauja que nunca existió.
15. Si Ud. cree que los liberales tienen mucho poder en un presupuesto que es la mitad del PIB es que les concede mucho alcance e influencia milagrosa.
16. Nosotros teníamos algo de Radio. Pero en el colegio nos inculcaban un cierto gusto por la literatura. Lo de la música era cosa de cada uno. Nunca llegó uno y dijo: Van a oír el Para Elisa. No había discos.
17. Uds. son muy cómodos si necesitan iniciarse con Celebidache. Un concierto de Celebidache estaba, en costo, al alcance de todos. Todos sus conciertos, quizá no.
18. Ud, puede ser una excepción. Le pregunto por la curiosidad media de los jóvenes por leer, oír música y similares. (Ayer me compré una buena 5ª de Mahler por 1€. Y el Bruto de Quevedo por otro. Eso sí que son oportunidades)
19. No le extrañe que Radio 3 está subvencionada. No hay privada que se meta en ello. Y parece que alcanza a mucho territorio a un coste razonable. Y es un buen iniciador básico. El que quiera más se lo busca.
20. El ministro de educación no debe contar con que padres como el suyo abunden. Ud. tuvo suerte. Pero es una excepción.
21. A Anónimo me es difícil de contestar porque me achaca muchas cosas que no sé de dónde las saca.
22. Excurso: Si Uds. tuvieran lo que hay que tener protestarían de los masters. Resulta que les escamotean lo necesario en la carrera y lo fetén se lo cobran a precio de oro. (Lo digo de paso). Viva el estado social. Si no existiera ese monopolio de la enseñanza el master sería más barato. Incluso igual se lo enseñaban en la carrera.
23. No entro en lo del esfuerzo. Allá cada cual. Pero, como los cañones o mantequilla, ¿matrículas o FV?. ¿Copago o FV? ¿Investigación o FV? Recuerdo que toda esta controversia viene a colación de la falta de recursos económicos para escuchar a la FV y, que por lo tanto, ese evento debe ser subvencionado. La economía empieza con lo de la administración por preferencias de los recursos propios.
24. Anónimo dice que se había achicado esa diferencia. Parece que no es lo que dice FVM.
25. Hay servicios sociales y otros no tan sociales. Pero no sé porqué me achaca un supuesto deseo de, p.e., eliminar las escuelas de música. Contando con que los que van estudian y aprovechan.
26. Otro comentario extemporáneo: El PSC, solidario total, se apunta a lo de las balanzas fiscales territoriales y los progres calladitos.
27. Pues a Chile no le ha ido mal atendiendo los consejos de Friedman. No sé lo que ha estudiado de la escuela de Chicago. Igual Chicago le suena a gángsters y ha correlacionado la cosa. Friedman no era asesor de Al Capone. Básicamente correlacionaba cuantitativamente oferta monetaria y nivel de precios. Y, en eso, contrariaba a Keynes al que le hubiera gustado una cierta independencia entre esas variables… para poder mangonear un poco. Pero la economía de estos dos es un velo monetario de la economía real. Y esta es muy seria y poco supersticiosa.
28. Resulta que en una situación tan “atroz” tenemos a un tal FVM que realiza un blog, estupendo, que le gusta a Anónimo. Y desinteresadamente. Y los liberales no lo meten en la cárcel. No confían Uds. en los semejantes.
29. La Filarmónica de Berlín no es “cultura”. Es un espectáculo carísimo. Y vuelvo a que la subvencionan total o es regalar dinero a los ricos. (Que irán a toda la serie y los aquí presentes, no)
30. Yo también me sumo a los elogios al blog. Incluso a la parte económica del mismo.
31. Incluso lo elogiaría más si lo del robot fuera más sencillo.
Le agradezco mucho su tiempo e interés, Bruno, pero me parece que explicarle por qué estoy tan en desacuerdo con su postura y argumentaciones me parece una tarea poco fructífera. Gracias de nuev y un saludo.
Tengo que hacer una aclaración: la molestísima petición de reconocimiento de texto para insertar comentarios no es cosa mía, sino de Google. Yo mismo tengo que pasar por semejante filtro cuando quiero contestar a alguien. Resulta realmente fastidioso, pero supongo que sin ello, los blogs se llenarían de publicidad indeseada.
Alberto Ayas Linde:
Como diría don Quijote, "Sancho, con la ideología hemos topado".
Saludos.
Lo del robot iba en broma. Ya sé que no es cosa suya. Pero son unos sádicos.
Sorprende que uno de los mejores blogs o página de música clásica (en el top 5 seguro que si entra) tenga el mayor número de entradas y discusiones de enjundia cuando se trata de dirimir actuaciones relacionadas con la política. Salvando las distancias (que nadie se moleste), las dos Españas que aquí siguen. Abz a todos
Eso es que consideramos la política más importante que la música. Lógico, aunque no sé si alegrarme.
Una sola frase convierte en accesorios los demás comentarios, por más pretendidamente sesudos que pretendan ser:
"La cultura es mucho más que un simple entretenimiento, que es lo que ahora dice este gobierno"
Fdo.: Desde dentro.
Pues creo que los anteriores comentarios no tienen nada que ver con su afirmación. Ni FVM ni yo decimos que la cultura sea un simple entretenimiento. Y yo no tengo nada que ver con el gobierno y, estoy seguro, FVM tampoco.
Simplemente disentimos en la mejor orientación de la política económica, más o menos libre mercado y más o menos intervención del estado, y, en concreto, si la actuación de la FV debe estar subvencionada o no y en qué grado.
Y. complementariamente, si la FV es cultura básica o hay muchas otras prioridades culturales que afecten a más ciudadanos.
Y no pretendo ser sesudo. (Y creo que tampoco FVM) Simplemente expreso lo que pienso. Y me tomo este tiempo porque me siento en deuda con FVM por su trabajo en este blog.
Igual que en los tiempos de Franco la gente iba a Perpiñan a ver el ultimo tango en paris o Enmanuelle, pues a los melomanos nos tocará ahorrar durante meses para ir a Londres o Berlin y pegarnos un "chute " musica aun a costa de dormir en hostels y comer sandwich de pepinillos.Y respecto a la Filarmonica de Viena, la vi en el palau y la entrada me costó 70 euros. No es cara comparada con los casi 40 que te cuesta ver a la sinfonica de Sevilla o la sinfonica de Barcelona, y con respecto a los liberales te dire que el dinero publico no esta para que luego venga la filarmonica de Viena y te veas a "los de siempre" sentaditos en las primeras filas, sean los Aguirre, Griñan o Camps de turno.
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