A continuación Barenboim habló por el telefonillo interno, ese que ustedes habrán visto que se coloca en las grabaciones, con el productor o los ingenieros de sonido de Decca, pasando a repetir diversos pasajes que se creía necesario ajustar, buena prueba de lo que todos sabemos desde hace tiempo: que la mayoría de las "live recordings" que circulan por el mercado no son sino un "remix" de los conciertos propiamente dicho con los ensayos generales y la repetición realizada ex-profeso de determinados pasajes. En cualquier caso, el maestro tuvo a bien repasar igualmente diferentes fragmentos de la Quinta a petición de algunos de los miembros de la orquesta. Habida cuenta de que la obra la han tocado en estas últimas semanas en Sevilla y en Corea, sorprende que estos chicos sean tan incansables. Impresionante, por cierto, la sonoridad de la cuerda grave y de toda la sección de metales.
Para finalizar la sesión pública, se ofreció la Leonora III en su integridad, pero interrumpida para realizar diferentes correcciones por parte de un Barenboim que a veces se mostraba muy simpático y en otras ocasiones daba hasta miedo mirar. La interpretación parecía ser tremenda y, lo más sorprendente, con reveladores matices nuevos con respecto a otras ejecuciones que le he escuchado al propio Barenboim en vivo o en disco. Veremos cómo la hace el domingo. Ahora dejo este puesto de Internet (esta ciudad es un aburrimiento desde la temprana hora en que cierran iglesias y museos, dicho sea de paso) y me voy a ver la referida Quinta más la gran prueba de fuego, la obra en la que resbalan la mayoría de los directores: la Pastoral.
2 comentarios:
Despues de la Pastoral de la mezquita de Cordoba una cosa asi será dificil de igualar.
Está claro que Barenboim hoy dia es el mejor Beethoveniano vivo, y estas versiones serán en cuanto se publiquen la integral moderna mas importante de todas.
Sigo con envidia tus Coloniadas...
Pues no, Vicente: la Pastoral me ha supuesto una considerable decepcion. Lo contare cuando encuentre tiempo. Ahora me voy a Aquisgran.
Publicar un comentario