domingo, 19 de abril de 2009

Turandot valenciana con Patrick Fournillier y Hyun Kyung Son

Vaya, hombre. Quería yo hacer la chulería de ser el primero -incluso el único- que escribiese sobre la Turandot valenciana de ayer sábado 18, con Patrick Fournillier y Hyun Kyung Son en lugar de Lorin Maazel y Alexia Voulgaridou, y me encuentro con que Maac se me ha adelantado. Lo miraré por el lado positivo: como comparto todo lo que en su crónica dice (enlace), me limito aquí a dejar algunos apuntes sobre la cuestión.

Fournillier. Hizo sonar fabulosamente a orquesta y coros (¡extraordinarios, vaya lujo para un teatro español!), pero cualquiera se da cuenta de que el trabajo técnico se lo había hecho previamente ese genio de la batuta que es Lorin Maazel, a quien sin duda hay que atribuirle la enorme claridad y la abrumadora riqueza de colorido que salían del foso. Dicen que el veterano maestro dirigió con extrema lentitud y enorme personalidad. Fournilier ofreció anoche, por el contrario, unos tempi normales (¡veinte minutos menos!) en una lectura sensata, honesta y musical, no siempre dotada de la continuidad dramática necesaria pero en cualquier caso de enorme solvencia. Muy bien.

Matos. Siempre he hablado elogiosamente de esta señora, pero algunos de sus fans empiezan a cansarme. Su voz tiene carne y potencia sonora, mas el grave -sólido- le cambia demasiado de color y a veces desafina en el agudo. Expresivamente es basta como ella sola. Ahora bien, el simple hecho de "poder" con el rol imposible de Turandot es ya muchísimo, y por ello hay que aplaudirle sin reservas, lo que no quita que un servidor se haya quedado con las ganas de escuchar en director a la Guleghina, sin duda preferible.

Hong. Por lo visto estaba enfermo y, me dicen fuentes muy solventes, a tal circunstancia se debieron en parte sus insuficiencias. El grave es pobre, al centro le falta peso, su legato es escaso y su musicalidad bastante discreta. Ahora bien, el agudo es espléndido, y su fiato, interminable, lo que le permitió lucirse y triunfar de cara a la galería. No voy a negar que escuchar a un Calaf tan bien dotado por arriba es un placer para los sentidos. Pero prefiero a Marco Berti, aunque sea tan pésimo actor como el coreano.

Kyung Son. La voz es pequeñita pero muy homogénea. La soprano oriental canta además con una musicalidad admirable. Maravillosa en "signore, ascolta", con preciosos reguladores al final, y no tanto en las otras dos arias. Sin duda, muy preferible a Voulgaridou. Deberían haberle dado todas las funciones.

Notable Tsymbalyuk: coincido con Maac en que su Timur ha sido mejor que el que ofreciera anteriomente en esta misma producción. Bien a secas (en algún momento se liaron más de la cuenta) Fabio Previati, Vicenç Esteve y Gianluca Floris. Mediocre el mandarín de Amastasov, y muy correcto el emperador de Manuel Beltrán Gil, seriamente perjudicado por la colocación de su personaje en el escenario.

La dirección escénica de Chen Kaige me sigue pareciendo bastante pobre, a veces incluso de función de fin de curso (¡esos chinos haciendo "la ola"!), pero visualmente resulta de un enorme atractivo. Precioso el vestuario, que se beneficia de una Matos que sí ha querido (al contrario que la diva Guleghina) ponerse los trajes inicialmente previstos para cada uno de los actos. El conjunto gana muchísimo en directo con respecto a la filmación televisiva (enlace). El ojo sale fascinado de tan bello despliegue de formas y colores.

En resumen: una Turandot sonada por una orquesta y un coro tan alucinantes, bien dirigida desde el foso, cantada por un conjunto de voces más que digno y apoyada por un espectáculo visual extraordinariamente seductor es, sin duda, un lujo monumental. Disfruté muchísimo, y dudo que vuelva a escuchar en directo una representación a semejante nivel. Ahora bien, me quedo con las ganas de escuchar a Guleghina, a Berti (al menos cantará el papel en Sevilla) y, sobre todo, a Lorin Maazel. Qué le voy a hacer.

2 comentarios:

maac dijo...

No sabía que Hong estaba enfermo, el caso es que mi vecino de abono me dijo que estaba constipado y yo pensé que lo había dicho en broma. Una pena habernos perdido a Maazel.

Alfredo dijo...

Hola Fernando, te sigo a través de Maac, yo estuve el 14 y cambiaron algunas cosas, el director, Liu, Timur, etc.
En cualquier caso, efectivamente como dices un Lujo Monumental, con todos los matices respecto a los cantantes y la dirección de escena
que con el tiempo es lo que uno menos recuerda, lo que realmente queda es la fascinación de una Gran Opera

Saludos

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