miércoles, 28 de enero de 2009

Rostropovich, el año 1905 y el Super Audio CD

Como hoy mismo les he explicado a mis alumnos la revolución rusa de 1905, no he podido resistir la tentación de volver a escuchar la Sinfonía nº 11 de Shostakovich, que precisamente narra los acontecimientos del terrible Domingo Sangriento y los posteriores movimientos que condujeron a una relativa -y a la postre bastante falsa- apertura política del asfixiante régimen zarista.

Shostakovich_11_Rostropovich

La versión que he escogido es la dirigida por Rostropovich en 2004 en el Barbican Hall londinense y editada por propio sello de la London Symphony, LSO Live, en formato CD normal y en SACD. Este último, no disponible en España pero fácilmente asequible en la web de la LSO, se trata de una importante muestra de lo que es capaz de dar de sí el formato Super Audio CD: no sólo la naturalidad de la tímbrica es pasmosa, sino que la gama dinámica, decisiva en una partitura tan espectacular como ésta, es una de las más impresionantes que jamás he escuchado. Por descontado que para disfrutarlo hay que tener un reproductor de SACD, algo que les aseguro merece la pena.

¿Y la interpretación? Pues un prodigio. No alcanza quizá la fresca teatralidad de la de Jansons, ni la aspereza de la de Rozhdestvensky ni la rutilancia orquestal del binomio Haitink/Concertgebouw, por citar otras magníficas lecturas, pero las supera a todas ellas en su admirable síntesis entre lo atmosférico, lo dramático, lo lírico y lo épico, ofreciendo un punto de vista ante todo humanístico, quizá un punto tchaikovskiano en su sonoridad, pero en cualquier caso lleno de elocuencia, tensión interna, garra y comunicatividad.

Quizá no está tan cuidadosamente planificada como la portentosa lectura de 1992 con la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington (el rallentando de la escena de la matanza en el segundo movimiento era allí aún más acongojante), pero en esta nueva interpretación, apreciablemente más lenta y paladeada en los movimientos extremos, se saca globalmente más provecho a la obra. Total, disco imprescindible para cualquiera que no deteste a Shostakovich. Y estupendo para gozar de las virtudes del SACD.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que te parece la version de la sinfonia nº11 por Rudolf Barshai y en general la integral del violista ruso?

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Hace ya unos cuantos años que escuché esa integral, Vicente. Recuerdo que estaba increíblemente bien grabada, que la orquesta se mostraba muy apañadita y que Barshai dirigía muy centrado en el estilo, pero con comprensibles altibajos. Creo que la Séptima me gustó muy poco y que la Octava me pareció de las mejores.

Como no tengo aquí en Siles la cajita no te puedo concretar mucho más, pero en su momento hice anotaciones en unos post-it en cada uno de los discos. En general me pareció una integral "de notable alto", pero no de referencia. Claro que valiendo cuatro perras la caja yo no dudé a la hora de comprármela.

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