En los últimos años de su vida, Karl Böhm mantuvo una inesperada relación con la Sinfónica de Londres de la que ya hemos hablado aquí a propósito de algunos testimonios que se conservan del Festival de Salzburgo. En cualquier caso, el gran legado que nos dejó semejante asociación fue la grabación para Deutsche Grammophon de las tres últimas sinfonías de Tchaikvsky: la Cuarta en diciembre de 1977, la Sexta en diciembre de 1978 y la Quinta en mayo de 1980, ya en digital. El de Grazt contaba respectivamente 83, 84 y 85 años. Nada menos.
Que yo sepa, solo la última de las citadas ha circulado en compacto por el mercado internacional, aunque ya hace bastante tiempo que dejó de hacerlo. Las otras dos me las pasó un amigo de una edición japonesa. Afortunadamente, y sorteando la alarmante dejadez del sello amarillo, la melomanía corsaria ha tenido a bien poner por ahí un torrent para que los aficionados de todo el mundo puedan conocer semejante maravilla. En la entrada anterior, precisamente, un anónimo dejó el referido enlace. Y yo ahora aprovecho para ofrecer un comentario sobre estas interpretaciones altamente personales que se caracterizan por su enorme lentitud, su gran densidad sonora y expresiva, su desarrolladísimo sentido de la atmósfera y su alejamiento de ese arrebato espontáneo que con frecuencia asociamos con esta música. Gustarán más o menos –a mí me parecen por completo geniales–, pero no pueden dejar indiferente a nadie.
De la Cuarta ofrece Böhm una visión particularmente sombría, sobria pero con una enorme tensión sonora, donde no hay lugar para languideces ni para excesos. El primer movimiento, mucho antes trágico que épico, plantea enormes contrastes de tempi, pero ni se precipita en los momentos rápidos ni se cae el pulso en los extremadamente lentos. El juego de las dinámicas, extremo, tampoco da pie la espectacularidad. Hay una sensación general tristeza y mala leche que continúa en el Andantino, dulcísimo –sin empalago– y al mismo tiempo muy amargo, con una melancolía mucho antes ominosa que evocadora o complaciente. El Scherzo tiene mucha mala leche. El Finale es de una fuerza enorme, pero sin retórica ni triunfalismo, sino más bien con mala uva. Enfoque discutible en general, pues, pero revelador y fabulosamente realizado.
La Patética conoce una interpretación muy sobria y concentrada, que no quiere derrochar pathos mas tampoco renuncia a la fuerza expresiva. Ajena a cualquier efectismo pero llena de crispación, de rabia y de rebeldía, tan controladas como implacables, resulta impresionante la administración de las tensiones. El Allegro con grazia, de regusto amargo, se aparta de lo consolador y lo meramente ensoñado. Poderosa, llena de fuerza pero sin jolgorio ni triunfalismo, la perfectamente planificada marcha. Acongojante los pizzicatti de los violonchelos en la coda del Adagio lamentoso. Maravillosa la London Symphony, sometida aquí a un asombroso, inigualable trabajo de disección orquestal.
La de la Quinta es de nuevo una lectura admirablemente desmenuzada, cantada con delectación –pero nunca falta de tensión interna– que se decanta por una visión muy otoñal de la obra, mucho antes contemplativa, melancólica y atmosférica que épica y brillante. De ahí que el primer movimiento pueda preferirse más escarpado, menos resignado. El Andante cantabile es bellísimo, emocionante a más no poder, doliente y de portentosa cantabilidad sin necesidad de perder la compostura ni pegar tirones de tempo; los retornos del tema del primer movimiento son mucho antes ominosos que épicos. Sereno y melancólico pero nada blando el Vals. Espléndido el cuarto movimiento, luminoso, emocionante y afirmativo aunque visto desde la distancia, sin caer en la aparatosidad y, podría decirse, llegando a él no desde el triunfo sino desde la serena, profunda y resignada aceptación de las circunstancias del ser humano, a manera de transfiguración final.
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
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8 comentarios:
Para escucharlas en Spotify: http://open.spotify.com/album/219NbqNP5PtNzNL80RHjiv
He oido la 4ª y efectivamente "absolutamente genial".
Gracias por la recomendación.
Distinta y extraordinaria, yo diría que mejora el original.
Es bastante común entre los artistas del arte musical, compositores y directores, ir mejorando a medida que envejecen, hay múltiples ejemplos de ello.
Lo malo es que cuando están en lo mejor......
Un saludo.
¡Qué barbaridad!
Es cierto, son una maravilla las 3 sinfonías y maravilla es un sustantivo que se queda corto para describir lo que uno escucha.
Habrá que revisar las grabaciones de Karl Böhm.
He visto en algún sitio que esta grabación de las sinfonías de Tchaikovsky está incluida en la Karl Böhm Edition.
Saludos.
Creo que a Karl Böhm no se le ha hecho justicia poniéndolo entre los grandes de los grandes del siglo pasado. Muchas son sus grabaciones que así lo atestiguan, entre ellas estas sinfonías de Tchaikovsky o su última Novena beethoveniana.
Que tengáis una muy feliz Navidad!!!
tenia pendiente escuchar estas interpretaciones del maestro de Graz y el post me lo ha recordado. disfrutando como un enano en la noche calida de argentina. muy feliz navidad y como siempre muchas gracias por el blog.
Si en Spotify pones karl Böhm, salen cientos de grabaciones suyas que se pueden escuchar on-line con muy buena calidad de sonido.
Igualmente, felices fiestas a todos.
Sergio, estoy completamente de acuerdo en que Böhm fue uno de los más grandes, aunque debo matizar: lo fue en los diez últimos años de su vida. Grande, grandísimo. Anteriormente creo que evidenciaba importantes desigualdades, siempre dentro de un alto nivel. En cualquier caso, me resulta incomprensible que DG haya ninguneado esas últimas grabaciones como lo ha hecho.
Joseorlando, un placer como siempre recibir noticias de Argentina, y una tremenda envidia del verano que están ustedes ahora disfrutando. Claro que tampoco sé si allí es tan sofocante como puede serlo aquí en los peores días de agosto.
Feliz Navidad a todos.
He escuchado varias veces estas grabaciones y ponen la carne de gallina.
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