sábado, 1 de noviembre de 2008

Notas para Doktor Faust: honestidad intelectual

Sin realizar el más mínimo comentario, porque el texto resulta elocuente por sí solo, y respetando al máximo la redacción original, transcribo a continuación unas líneas del extenso artículo escrito por el catedrático y crítico musical José Luis López López en torno a Doktor Faust, incluido en el libreto de la ópera de Busoni editado por el Teatro de la Maestranza, del que es asimismo traductor. No voy a añadir, ni ahora ni más adelante, nada al respecto. Ni falta que hace.

"En este punto, comprometemos todas nuestras convicciones, conocimientos literarios, musicales y filosóficos: tanto los adquiridos en el último año, expresamente dirigidos al estudio de todo cuando hemos podido encontrar relacionado con Busoni y su Doktor Faust, como los anteriores, bien referidos a la misma cuestión, bien a Goethe y su Fausto; y, sobre todo, ponemos en juego todo el background, el sustrato de formación filosófica adquirida en el largo ejercicio de nuestra profesión como docente e investigador de filosofía en la Universidad, con intereses nítidamente centrados en Filosofía de la Música y -no se trata, en absoluto, de casualidad- en Filosofía de la Religión (con un enfoque de profundización en su más íntimo y oculto trasfondo, más allá de las burocracias organizativas, sin duda necesarias para sus practicantes, de las religiones constituidas). No se puede negar que, para comprender el mito fáustico, el componente religioso, en su sentido más hondo, es insoslayable. La honestidad intelectual nos obliga a reiterar nuestra deuda con el maestro de musicólogos y de filósofos de la música Harry Halbreich, belga de origen alemán, autor de numerosos libros, especialmente sobre la música del siglo XX (Debussy, Honneger, Martin, Messiaen), además de sobre el imprescindible J. S. Bach, y autor, así mismo, de numerosos artículos iluminadores de la música contemporánea, como aquellos que han reforzado y desarrollado nuestra posición respecto a Busoni y su Doktor Faust. Halbreich, aunque jubilado administrativamente, sigue felizmente vivo y activo a sus más de 80 años, y hemos tenido el honor de conocerlo personalmente. Por supuesto, nuestra deuda principal reside en ese tesoro bibliográfico de Ferrucio Dante Michelangelo Benvenuto Busoni que es Lo sguardo lieto (La mirada serena), y también en otros maestros filósofos, cercanos o lejanos, de viva voz o mediante sus obras escritas, que han ido alumbrando la avidez de este aprendiz del saber... Y bien, vayamos al grano, aunque no estimamos ociosas las observaciones que preceden; ya que, honradamente, el debate es inevitable (pero eso no es malo, sino todo lo contrario) hemos preferido mostrar limpiamente las armas y las defensas que sostienen nuestra postura."

4 comentarios:

Andrés dijo...

No sé que le ve el Maestranza a este impresentable plagiador y aprendiz de crítico (a pesar de su creciente sordera, perceptible para cuantos le oyen chillar en el teatro) para seguir encargándole textos como éste, en los que se dedica siempre a darse más incienso a sí mismo que a escribir cosas de mediano interés. Y de sus traducciones hay mucho que hablar, porque la de "Doktor Faust", que cayó en mis manos unas semanas antes del estreno, estaba llena de errores, faltas de ortografía y anacolutos, hasta el punto que tuve que comunicárselo a la responsable de estos temas en el Maestranza.
Y no hablemos de su escasa catadura académica en su larga trayectoria de decano maquiavélico y cameleónico (primero del Opus, luego del PSOE).

Anónimo dijo...

Ismael:
Señores, si tienen algo que objetar háganlo como caballeros dirigiéndose personalmente al autor del citado artículo quien, con toda honestidad, muestra sus credenciales y sus fuentes. Todo lo demás, para servidor y para algunos más, habla a las claras de la escasa catadura moral de la que ostentosamente hacen gala.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Yo no he hecho ninguna valoración moral. Me limito a volcar un texto respetando escrupulosamente su redacción. Creo que el texto habla por sí mismo, ¡y de qué manera! Por descontado, el lector hacerse una idea de la catadura moral de cada cual en función de lo que escribimos. Y el tiempo nos pone en nuestro sitio. Tarde, eso sí, como he escrito por ahí, pero lo hace. A todos.

Anónimo dijo...

Que hable de catadura moral quien se dedicó a plagiar párrafos completos de otras críticas en las suyas no deja de tener su gracia. Hacerse escudero y adalid de ciertos personajillos sí que da la medida de la catadura intelectual y profesional de las personas.

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