ATENCIÓN. Esta entrada queda aquí de manera testimonial, porque ha sido sustancialmente ampliada en este enlace.
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A estas alturas no les voy a descubrir a ustedes nada nuevo sobre el más famoso ballet de Stravinsky, estrenado en medio de un enorme escándalo el 29 de mayo de 1913 en el Teatro de los Campos Elíseos de París con coreografía de Vaslav Nijinsky y bajo la dirección musical de Pierre Monteux. Lo que sí les quiero proponer son estos apuntes que les pueden dar una idea de las tras grandes líneas interpretativas –complementarias entre sí, eso por descontado- que ha conocido en disco Le Sacre du printemps: la dura, seca y violenta, que es en cierto modo la “oficial” por ser la defendida por el propio autor, la propuesta digamos intelectual de Pierre Boulez, atenta ante todo al análisis de la portentosa escritura orquestal, y una tercera, en cierto modo inaugurada por Karajan y Bernstein, que descubre los numerosos lazos que, pese a todo, vinculan a la genial partitura con el pasado romántico e impresionista. Como en otras ocasiones, hemos puntuado las interpretaciones del uno al diez. Verán ustedes que, en la opinión de quien suscribe, el nivel medio de las grabaciones discográficas es altísimo a pesar de la incuestionable dificultad que entraña la interpretación de semejante obra maestra.
1. Markevitch/Philharmonia (Testament, 1951). La pobre toma sonora no permite valorar del todo hasta qué punto el maestro ruso obtiene claridad de la fabulosa orquesta en esta interpretación fresca, vitalista, amén de magníficamente trazada sin parecer en ningún momento calculada ni intelectual. Ahora bien, siendo cálida y emocionante, y logrando la danza del sacrificio una alta dosis de frenesí, da la impresión de que en su grabación en estéreo –editada por Testament en el mismo compacto- Markevitch alcanzará cotas aún superiores de salvajismo y tensión interna. (9)
2. Monteux/Sociedad de conciertos del Conservatorio de París (Decca, 1956). Sinceramente, no entiendo el enorme prestigio de esta grabación si dejamos a un lado el valor, indiscutible, de que fue Monteux quien estrenó la obra. Lo más interesante de su dirección me parece su tímbrica incisiva y descarnada, a lo que aquí contribuye una toma sonora, en temprano estéreo, seca y cortante. Su claridad es también admirable. El problema, aparte de la muy discreta calidad de la orquesta, es que la arquitectura no está bien construida. De hecho, los momentos más conseguidos impresionan más por la acumulación de decibelios que por la tensión sonora alcanzada. (6)
3. Markevitch/Philharmonia (Testament, 1959). Esta grabación sí que sigue manteniendo con plena justificación su enorme fama, siendo todo un modelo dentro de una línea dura, vitalista y salvaje, mucho antes espontánea que cerebral. Más adelante se escucharán interpretaciones más claras, más analíticas, desde luego más misteriosas y, en general, de mayor riqueza conceptual, pero pocas veces tan electrizantes y poderosas como esta, que culmina en una danza del sacrificio de un salvajismo inusitado. La excelencia de la orquesta hace mucho por el resultado. La toma sonora es algo turbia, pero la remasterización realizada por Testament del original de EMI recoge con fidelidad su amplia gama dinámica. (10)
4. Stravinsky/Columbia (CBS-Sony, 1960). El compositor se reafirma a sí mismo con una lectura decididamente no solo antirromántica, sino también anti-impresionista, que procura evitar cualquier elemento de sensualidad –quizá por eso los pasajes lentos van algo apresurados en esta lectura- para centrarse en un discurso seco, tenso y violento, por momentos terrorífico, en el que sobresale la agresividad implacable que se acumula en toda la danza de la elegida. Lástima que la orquesta deje mucho que desear y que, en parte por ello mismo, la claridad diste de ser la deseable. Aun así, a conocer. (8)
5. Monteux/Sinfónica de Londres (radio, 29 de mayo de 1963). En principio el morbo de esta retransmisión radiofónica es enorme, escuchar al casi nonagenario Pierre Monteux dirigiendo Le Sacre cincuenta años justos después de que él mismo estrenara la obra en París. Por desgracia, e independientemente de la precariedad de la toma, lo que nos encontramos es una interpretación mediocre desde el punto de vista técnico, por no decir chapucera, y muy desganada desde el expresivo. Particularmente grave es toda la primera parte, aquejada de una terrible flacidez. La segunda mejora un tanto gracias a la atmósfera nocturnal que el anciano maestro obtiene en su introducción y a que en la danza del sacrificio tanto él como la orquesta de la que por entonces era titular le ponen más ganas al asunto. Aun así, el resultado es tan pobre que se comprende que hasta la fecha no haya habido ninguna edición oficial de este registro. El interesado en conocerlo lo puede encontrar fácilmente en la red. (2)
6. Ancerl/Filarmónica Checa (Supraphon, 1963). Hace tiempo que me pregunto por qué algunos aficionados tienen en tanta estima a la Filarmónica Checa de los años sesenta. ¿Están sordos? Por lo demás, nos encontramos ante una versión llena de fuerza telúrica, de brutalidad y estridencia, que pierde un tanto por su tendencia al ruido y al descontrol. Además, a la introducción de la segunda parte se le podía haber sacado más partido. La remasterización es horrorosa, aunque al menos mantiene la gama dinámica. (7)
7. Karajan/Filarmónica de Berlín (DG, 1963-64). Esta fue la grabación que llevó al compositor a acusar a Karajan de ser un “bárbaro de salón”. Vista a día de hoy, la afirmación no pasa de ser la típica boutade stravinskiana. No se puede acusar precisamente a esta interpretación de carecer de fuerza o brutalidad. Si acaso, de dejarse llevar por el exceso de nervio -en la primera parte, sobre todo- y por caer puntualmente en el escándalo gratuito, así como por no terminar de ofrecer la deseable continuidad en el trazo. Quizá lo que molestase a Stravinsky fuese la manera en que el salzburgués, haciendo gala de una plasticidad y un sentido del color portentoso, subraya los aspectos atmosféricos y sensuales escondidos en la partitura, destacando en este sentido la introducción de la segunda parte y el arranque de la danza del sacrificio. (7)
8. Ozawa/Sinfónica de Chicago (BMG, 1968). Aunque no especialmente divulgada, he aquí una magnífica versión, por batuta –jovencísimo Ozawa– y orquesta, que no aporta nada en especial en la primera parte pero resulta sorprendentemente brutal -sin llegar al descontrol, aunque sea algo efectista- en la segunda. Falta quizá un poco de atmósfera. (9)
9. Boulez/Cleveland (Sony, 1969). La propuesta de Boulez –existe una grabación anterior de difusión más limitada- llegó en el momento oportuno para demostrar que a la fiera no había que tenerle miedo. Pero lo hizo no domesticándola, sino estudiándola a través de un minucioso análisis del entramado tímbrico y rítmico en el que todas las líneas quedan al descubierto sin que se pierda de vista la arquitectura general, trazada con tensión implacable a pesar de la relativa lentitud, y adoptando ese punto de distanciamiento expresivo tan caro a Stravinsky y al propio Boulez. Se puede echar de menos el salvajismo de sus predecesores, como también esa sensualidad que otros maestros aportarán más adelante, pero es difícil entender la historia interpretativa de Le sacre sin esta reveladora lectura. (9)
10. Bernstein/Sinfónica de Londres (CBS-Sony, 1972). Interpretación espontánea, dionisíaca y muy comunicativa, llena de fuerza, tensión y brutalidad, pero también cargada de misterio, de sensualidad y hasta de erotismo, comprometida en todo momento y no poco imaginativa, en la que hay que reprochar la escasa claridad del entramado orquestal, lo que puede deberse en gran medida a una grabación -en origen cuadrafónica- que en absoluto está a la altura de las circunstancias. Lástima. (9)
11. Solti/Chicago (Decca, 1974). Como era de esperar, Solti ofrece una versión realizada de un solo trazo, muy bien expuesta,intensa, comunicativa, incisiva en la tímbrica, brillantísima sin caer en excesos y de un elevado sentido teatral. Lástima que resulte algo precipitada en algunos pasajes a los que se les podía haber sacado mayor partido, y que no sea no todo lo reflexiva y misteriosa que debiera. Su grabación posterior quizá sea un punto mejor. (8)
12. Karajan/Filarmónica de Berlín (DG, 1975). Karajan no debió de haber quedado muy contento de su primer registro cuando se dio tanta prisa en volver a grabar la obra para el mismo sello. Aparte de beneficiarse de una toma sonora más satisfactoria, el salzburgués ofrece ahora una lectura técnicamente más depurada, mejor planificada y con menos excesos, pero por desgracia hacen su aparición -ahora sí- algunos amaneramientos y narcicismos marca de la casa que terminan lastrando el resultado. (7)
13. Colin Davis/Concertgebouw (Philips, 1976). Hay que elogiar la atención de la batuta a los aspectos misteriosos y atmosféricos de la obra, así como la soberbia ejecución por parte de la Concertgebuw, pero a Sir Colin le cuesta trabajo mantener la tensión int erna e intenta paliar semejante insuficiencia con efectismos varios. El resultado es irregular, deslavazado. Muy buena la toma sonora. (6)
14. Mehta/Nueva York (CBS, 1977). Irreprochable idioma y elevado entusiasmo logran una buena versión en la que se echa de menos virtuosismo por parte de la orquesta y en la que hay que reprochar a la batuta algún pasaje pesado en la primera parte y escasa claridad en el final, dicho con mucho empuje pero algo tosco. Alucinante gama dinámica en la remasterización realizada de modo casero por un aficionado en la red, que recupera una cuadrafonía demasiado espectacular, con muchos instrumentos por detrás del espectador. (7)
15. Muti/Philadelphia (EMI, 1978). Sin mostrar interés alguno por la sensualidad, la atmósfera ni la riqueza de colorido, pero sabiendo remansarse de la manera adecuada cuando es necesario, el aun joven maestro italiano hace uso de una orquesta impresionante y de una técnica de batuta no menos admirable para ofrecer una lectura dentro de la más estricta ortodoxia de lo brutal, de lo salvaje y de explosivo, aunque manteniendo todo siempre bajo el más estricto control y logrando inyectar la tensión, indesmayable, a través de la acumulación y no del exceso puntual. Falta, si acaso, un poco más de imaginación para alcanzar lo excepcional, como también una toma sonora de mayor claridad y definición tímbrica. (9)
16. Maazel/Cleveland (Telarc, 1980). Si no fuera por un par de molestas excentricidades, podría decirse que se trata de una versión ortodoxa y muy bien llevada, que sin llegar en ningún momento a la genialidad atiende a tanto a lo sensual como a lo rítmico y sabe construir bien el edificio sonoro hasta lograr un final impactante. La grabación, espléndida y pasada a SACD, es la primera digital de la obra. (7)
17. Dorati/Sinfónica de Detroit (Decca, 1981). Ya al final de su prolongada carrera discográfica, el maestro húngaro nos ofrece una recreación sanguínea y vitalista, con mucho nervio, quizá esto último en exceso, pues hay pasajes que podían estar paladeados con mayor concentración y sentido del misterio. En cualquier caso el excelente pulso de la batuta, el irreprochable rendimiento de la orquesta, el buen estilo y la sinceridad que desprende la interpretación terminan ganando la partida. (9)
18. Markevitch/Suisse Romande (Cascavelle, 1982). Aunque han pasado nada menos que veintitrés años entre su última grabación oficial y este tardío testimonio radiofónico, el anciano Markevitch sigue fiel a sí mismo y vuelve a destapar la caja de los truenos para ofrecer una lectura impulsiva, vitalista y salvaje que parece salir de las mismas entrañas de la tierra. Lástima que el maestro no termine de aquilatar la arquitectura -por momentos está al borde de precipitarse, mientras que la claridad dista de ser la esperable-, y que la orquesta diste de ser precisamente la Philharmonia. La toma sonora tampoco está a la altura. (8)
19. Bernstein/Israel (DG, 1982). El Bernstein de los años ochenta fue el más genial, pero también en más proclive a la blandura. Aquí, por desgracia, dio la de arena. En realidad la primera parte está bien, aunque por momentos suene un punto deslavazada, sin toda la tensión interna posible. Lo que falla es la segunda, donde Bernstein sucumbe a la blandura -intenta ser sensual, pero le sale moroso- y el amaneramiento. Eso sí, se revelan algunos detalles orquestales que indican que estamos ante un gran director. (6)
20. Rozhdestvensky/Sinfónica de Londres (Nimbus, 1987). Ya desde los primeros compases se evidencia que el maestro ruso va a optar por ofrecer una visión muy personal basada en un fraseo a ratos muy paladeado, una enorme atención a detalles orquestales que generalmente pasan desapercibidos y, sobre todo, una potenciación de los aspectos más misteriosos y atmosféricos de la página, lo que no le impide ofrecer en los clímax una buena dosis de brutalidad. Por desgracia la lentitud con que aborda la primera parte le hace perder el pulso seriamente desde la danza de las adolescentes hasta la aparición del sabio, momento a partir del cual sí nos encontramos con la grandísima interpretación esperable. La toma sonora, de volumen bajísimo, es algo difusa, aunque ofrece a cambio una gama dinámica extraordinariamente amplia. (8)
21. Barenboim/Orquesta de París (Erato, 1987). Las ingenieros de sonido lograron en este registro recoger toda la gama dinámica de la partitura, pero lo hicieron –como ocurre en el de Rozhdestvensky– a costa de realizar la grabación a un volumen extremadamente bajo. Como además la toma resultó bastante desequilibrada en planos sonoros y un punto reverberante, muchos aficionados nos formamos una idea negativa de la interpretación. Vuelta a escuchar, pero dándole mucha caña al potenciómetro, creo que la opinión era equivocada: nos encontramos ante una muy buena lectura de la obra en la que, a despecho de una planificación horizontal no del todo lograda y echándose de menos una orquesta de mayor fuste, Barenboim subraya acertadamente los aspectos “góticos” de la obra sin salirse de tiesto en los estilístico y sin renunciar a la brutalidad cuando debe. En cualquier caso, su posterior registro con Chicago será muy superior. (7)
22. Boulez/Cleveland (DG, 1991). Boulez vuelve a la carga sin novedad en el frente. Nos encontramos pues ante una lectura sensacional, ortodoxa en su violencia y “falta de sentimientos”, algo parca en sensualidad, pero increíble en construcción, claridad y fuerza. Extrañamente la batuta afloja un poco las tensiones en los minutos finales, aunque así evita los excesos y el efectismo y el resultado, globalmente, es impresionante. La toma sonora es absolutamente portentosa por su claridad, naturalidad e increíble gama dinámica. Un disco que hay que tener, sin duda. (10)
23. Solti/Concertgebouw (Decca, 1991). Traducción opuesta a la de Boulez, nerviosa y sanguínea, muy vital, extrovertida y poderosa, de tímbrica colorista y aristada, que no desdeña en absoluto la reflexión ni la sensualidad, y que en contrapartida carece de una arquitectura redonda –como en su grabación con Chicago, hay pasajes a los que se les podía haber sacado más partido- y de una total claridad. A la toma sonora, muy extraña, le falta cuerpo. (9)
24. Jansons/Oslo (EMI, 1991?). El aun joven Jansons se esforzó por ofrecer una interpretación sensata y ortodoxa, atenta a la claridad y reveladora de algún detalle nuevo, pero no logró otorgar unidad a la partitura. El resultado fue una interpretación un tanto deslavazada en la que se alternan momentos muy conseguidos con otros más bien flácidos y desganados. Su grabación más reciente con la Orquesta del Concertgebouw no la conozco. (7)
25. Haitink/Filarmónica de Berlín (TDK DVD, 1 mayo 1993). En este concierto europeo ofrecido en el Royal Albert Hall por la increíble orquesta berlinesa, el maestro holandés entrega una versión extraordinariamente trazada y soberbiamente tocada, tensa y violenta sin dejarse llevar por el descontrol ni el exhibicionismo, siempre sobria y cortante, a la que sólo le falta algo más de atención a la sensualidad y al misterio para ser perfecta. (9)
26. Boulez/Sinfónica de la BBC (Medici Arts, 1997). Tensa, aristada, incisiva y magníficamente construida interpretación, como siempre en Boulez de extraordinaria claridad y contagioso sentido del ritmo, y de innegable idiomatismo. Como en su registro para DG, en los últimos minutos la violencia afloja un poco, pero aun así el resultado es excepcional. La orquesta no es la mejor posible, aunque es necesario destacar el partido que obtiene Boulez de las maderas graves. La toma sonora tiene sus limitaciones. (10)
27. Barenboim/Chicago (Teldec, 2000). Al frente de una orquesta que sí está a la altura de las circunstancias y de una toma sonora de excelente calidad, Barenboim logra por fin materializar su concepto de la partitura basado en una admirable síntesis entre los aspectos románticos y modernos, los sensuales y los aristados, los misteriosos y los electrizantes, sin que cada uno de ellos esté desarrollado en su plenitud, ciertamente, pero con elevada atención a todos. Por ello, por la gran claridad de batuta y por la pasmosa intervención de la orquesta, nos encontramos ante una posible referencia. (10)
28. Chailly/Concertgebouw (RCO Live DVD, 2002). Una lástima que esta filmación solo se pueda obtener comprando una caja de compactos de edición limitada, porque nos encontramos ante una versión muy personal que destaca por su poderosísima e inigualable sensualidad, en tímbrica y fraseo, mirando mucho a Rimsky pero sin perder el norte estilístico. El pulso es firme aunque la planificación dosifica con mucho cuidado la violencia, que no es especialmente brutal pero sí muy efectiva en los momentos clave. La toma sonora es de gran transparencia pero la dinámica está comprimida. En cualquier caso, otra referencia. (10)
29. Rattle/Filarmónica de Berlín (DVD “Esto es ritmo”, 2003). Aun en una línea claramente dura y tendente a subrayar la brutalidad de la pieza, Rattle sabe extraer grandes dosis de sensualidad y de misterio en pasajes como la introducción o toda la primera mitad de la segunda parte, realizando algunos descubrimientos reveladores, siempre de una línea antes extrovertida y espontánea que analítica y calculada. El pulso se mantiene en todo momento y la coherencia interna es total. Formidable la orquesta, con algunas intervenciones solistas llenas de intención. La “edición del coleccionista” –no así la de un solo DVD- incluye dos versiones, una del ensayo general con sonido estereofónico y otra multicanal acompañando al ballet. La película, por si ustedes no lo sabían, es maravillosa. No se lo pierdan. (10)
30. Tilson Thomas/San Francisco (DVD, 2004). Acompañando un fabuloso documental sobre la obra maestra de Stravinsky, el director norteamericano nos ofrece una muy ortodoxa interpretación de la línea dura, violenta, incisiva y de gran pujanza rítmica, controlando con firmeza a su notabilísima orquesta y no descuidando los aspectos más misteriosos de la página. A la primera parte le falta quizá un punto más de imaginación, pero la segunda alcanza la excepcionalidad tanto en su introducción como en la danza del sacrificio, absolutamente implacable. Imprescindible. (10)
31. Salonen/Filarmónica de los Ángeles (DG, 2006). Versión bien encaminada, llena de misterio como también de brutalidad, muy idiomática y llena de tensión interna, pero que resulta algo tosca y muy tendente al ruido gratuito. Falta claridad, en parte debido a una toma sonora espesa y exagerada en las frecuencias graves. Un chasco. (7)
32. Gergiev/Mariinski (DVD Bel Air, 2008). Este DVD es una joya por ofrecer la reconstrucción de la coreografía original de Vaslav Nijinsky, que aún hoy sigue pareciendo extraña y desconcertante, con la escenografía y los figurines correspondientes de Nicholas Roerich. Por desgracia, en el foso se encuentran una orquesta en muy baja forma y un director no solo incapaz de sostener las tensiones y de equilibrar los planos sonoros, sino entregado al puro efectismo para disimular sus carencias. El resultado es una versión musical deslavazada, confusa y bastante mal tocada que oscila entre lo canijo, lo rutinario y lo chabacano. El cuerpo de baile del Mariinski no parece gran cosa. La toma sonora recoge por los canales traseros abundante ruido del público. (3)
Un cajón de sastre para cosas sobre música "clásica". Discos, conciertos, audiciones comparadas, filias y fobias, maledicencias varias... Todo ello con centro en Jerez de la Frontera, aunque viajando todo lo posible. En definitiva, un blog sin ningún interés.
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31 comentarios:
Un viaje fascinante.
Gracias.
Gracias a quienes me animáis. La verdad es que se agradece un poco de feedback, porque últimamente estoy por tirar la toalla.
Ni se te ocurra.
Yo, por ahora, te estoy dando cancha porque estás liado con tu libro, pero en cuanto lo termines te voy a freír a preguntas y comentarios.
Juan Zaragoza.
Noooooo, no tire la toalla que aqu,i hay muchos que no decimos nada pero le seguimos con cariño y atención. Un saludo y feliz año.Sergio.
Es que no sé si todo esto que escribo sirve realmente para algo más que para acordarme yo mismo de las cosas que escucho. Me pasa algo parecido con el libro de marras, al que estoy dedicando muchas horas y mucho esfuerzo (obviamente esta entrada del blog y otras similares proceden de audiciones realizadas en los últimos meses, no en estos días). ¿Realmente me merece la pena "partirme los cuernos" para escribir sobre algo, en este caso la arquitectura "gótico-mudéjar" jerezana, que no le interesa a casi nadie?
Me llama la atención lo que comenta sobre la Filarmónica Checa de la época de Ancerl.
Después del ladrillo, a ver si comenta con más extensión sus motivos.
Bueno, veo que hay personas que siguen este blog y alguien tiene que escribir sobre arquitectura mudéjar.
Piense que muchos no podemos hacer ni una cosa ni otra.
Bruno, no tengo mucho más que decir: la Filarmónica Checa me parece que suena bastante mal en esta y otras grabaciones de la época.
Y sí, tengo bastante tiempo libre estas navidades, que invierto en escribir en el blog (sin cobrar) y en escribir un libro (también sin cobrar). Quizá debería dejarlo todo y limitarme a mis clases, que esas sí me las pagan, aunque cada vez peor: la congelación del salario y la subida del IPC me hacen (ojalá fuera solo a mí: le ocurre a miles de españoles) más pobre cada año que pasa.
Interesante comparativa. A ver cuando te animas y haces alguna de ópera.
Muy , pero muy bueno ese recorrido crìtico-comparativo . Que se repita . Gracias
Gracias a todos.
Yo mismo no estoy muy contento con el resultado. Tengo mis dudas en algunas de las notas numéricas que he puesto. La verdad es que me apetece volver a escuchar algunas versiones y replantearme algunas cosas. Quizá lo haga en el futuro añadiendo alguna que otra nueva grabación.
En cuanto a las comparativas de ópera, tienen el problema de que se llevan muchísimo tiempo. Obras de media hora son más manejables.
Un par de comentarios – preguntas en relación a la película “Rhythm is it” con Simon Rattle y la Filarmónica de Berlín.
Me compré el DVD (versión alemana) a través de Amazon – España, pensando que con tomar la versión original y los subtítulos en castellano ya estaría bien. Pues no.
Es una versión totalmente en alemán. Sólo contiene subtítulos en este idioma cuando hablan en otra lengua diferente. Y lo peor de todo: No aparece (o soy incapaz de encontrar) la interpretación musical de un tirón (con o sin ballet).
Por favor, Fernando, ¿podrías indicar claramente el DVD que hay que conseguir para ver y escuchar la interpretación musical al completo? Si además se pudiera disfrutar de la película doblada o subtitulada al español, sería la repanocha, pero esto que quede en segundo plano.
Muchas gracias y adelante, que aquí nos tienes a tus seguidores.
Juan Zaragoza.
Vaya putada. La edición que yo tengo de ¡Esto es ritmo! la compré en la tiende del Teatro Real. Al parecer, los de Diverdi son casi los únicos que se han molestado en distrubir este producto. Es una edición española, del sello Avalon, en dos DVDs. El primero trae la película normal, sin la interpretación completa. El segundo trae dos filmaciones de Le Sacre completas. Una del ensayo general, en estéreo normal y corriente no del todo bien grabado. Otra de la coreografía completa, con sonido 5.1, pero no se ve a Rattle y su orquesta, solo a los chavales bailando. Este último disco trae también el making of. Saludos.
Hola Fernando qué tal !
quisiera saber qué opinion le merece la interpretacion primeriza de Dorati con Minneapolis ( a mi entender descomunal ) y la primera de Pekka-Salonen con Philharmonia muy dinámica y original también.
Le mando un Cordial Saludos
Jorge Ursúa
Mil perdones por el tremendo retraso en contestar, Jorge. No conozco ninguna de esas dos grabaciones: me las apunto a ver si puedo pillarlas por ahí. Un cordial saludo.
Estimado Fernando, solo una pregunta, visto que la versión de Chailly con la Concertgebouw es muy difícil de conseguir, y ya que me suelen gustar las interpretaciones de Chailly en general: su Mahler, su Schoenberg, su Varèse... ¿Qué tal su otra versión de la Consagración con la orquesta de Cleveland?
Saludos,
Mil perdones a "Anónimo" por la tardanza en contestar. A mí también me gustan mucho el Mahler, el Schoenberg y el Varèse de Chailly. Desgraciadamente su única grabación de estudio de Le sacre, la de Decca en Cleveland, no la conozco. En el futuro me gustaría ampliar esta discografía: a ver si puedo escucharla. Si alguien que la haya escuchado lee esto, bievenida será su opinión.
Un cordial saludo.
Muy buenas colega (yo también soy un joven profesor de Geografía e Historia).
Verás, he estado leyendo ávidamente tus posts de audiciones comparadas en los últimos días.
El caso es que ayer me llegó el disco Testament con la doble interpretación de la consagración por Markevitch, y he de decir que me ha dejado a medias. Se me antoja una versión demasiado unidimensional, excesivamente fundamentalista en su propuesta. Sí, es cierto que lo adviertes en la reseña, no tengo queja en ese sentido.
El problema es cuando leo el comentario respectivo de la versión de Ancerl; entiendo que la apreciación de la sordera ajena (sobre la calidad de la orquesta) es algo exagerado, pero no entiendo determinados defectos que le achacas a esta versión que, en mi opinión, se encuentran en la misma o mayor medida en la de Markevitch, por ejemplo:
"Tendencia al ruido y al descontrol". De verdad? No me lo parece, desde luego no más que otras versiones que te merecen mejor opinión.
Y respecto al mayor partido que se le podría sacar a la introducción de "El sacrificio"... opino que sí, hay versiones que indudablemente exprimen mejor esta parte, pero acaso Markevitch no pasa todavía más de puntillas por esta introducción?
Disculpa el tono inquisitivo del comentario, pero es que me parece un poco arbitrario el criterio en estos casos que cito. Te agradecería muchísimo si pudieses desarrollar un poquito más tu postura. Evidentemente, comprenderé que al final el gusto personal es decisivo, claro.
Por supuesto, felicitarte por el blog, me ha supuesto un gran descubrimiento.
Eduardo, saludos muy cordiales y gracais mil por encontrar el blog de interés.
Estoy completamente de acuerdo en que la visión de Markevitch resulta un tanto unilateral, pero también creo que, en esa línea violenta y salvaje que tiene poco en cuenta lo que en Le Sacre hay de un Rimsky o incluso de un Ravel, este director maneja los pinceles con más finura de trazo que Ancerl, al que se le va un poco la mano; una cosa es resultar brutal y otra "hacer el bruto".
Por otro lado, a mi modo de ver la Filarmónica Checa no puede ni por asomo compararse con la Philharmonia de aquellos años, así que la responsabilidad no recae solamente en la batuta. Y habría que añadir una cosa más: el reprocesado de Supraphon es, como escribí en la entrada, francamente malo. Para hacerse una idea cabal de la interpretación de Ancerl habría que escuchar un master en mejores condiciones.
¿Igual de desaprovechada la introducción a la segunda parte con Markevitch que con Ancerl? Podría ser, pero ahora mismo no tengo aquí estas interpretaciones (mi colección está dividida en dos viviendas a muchos kilómetros de distancia) y no puedo volver a compararlas. A ver si las localizo en Spotify.
Le adelanto que ahora mismo estoy trabajando para ampliar esta entradas con algunas interpretaciones más. Es posible que vuelva sobre alguna de las ya escuchadas para perfilar algunas ideas o, sencillamente, replantearme cosas. Procuraré tener en cuenta sus apreciaciones. De nuevo muchas gracias. Un saludo.
Muchísimas gracias por contestar, maestro.
Bueno, por desgracia no llego a distinguir entre la superior finura de trazo de Markevitch sobre Ancerl, y el caso es que las escuché casi de seguido. Supongo que me falta capacidad analítica. Igual la clave está en la calidad de las orquestas. No dudo en absoluto acerca de la superioridad de la Philharmonia (que por cierto, para mí no tiene nada que envidiar a la London Symphony) sobre la Filarmónica checa; sin embargo a mí se me antoja esta última con una personalidad tímbrica irresistible, que me hace compensar sus carencias.
El reprocesado horrible, cierto, de hecho llevo unos días esperando la anterior edición en cd de Supraphon (la que simula sellos en sus carátulas) que según tengo entendido es muy superior.
Por cierto, hablando de ampliar versiones, no sé si conoces la edición del centenario que publicó Sony hace unos meses con diez de sus mejores grabaciones de la obra. A precio de saldo en la Amazonía incluye en una caja de cartón duro los discos en sobres que reproducen las portadas originales, y entre ellas aparecen algunas que no has reseñado y se tienen en gran consideración, como:
-Monteux/Boston'51,
-Salonen/Philharmonia'89
-Tilson Thomas/San Francisco'96.
De estas sólo he escuchado la de Salonen, y me ha parecido fantástica, yo diría que aunando barbarismo con refinamiento analítico. Es superior y con un sonido más natural a la posterior de Los Ángeles que reseñas.
Me gustaría por último abusar un poquito más de tu paciencia, y pedirte un par de consejos:
-Si tengo Boulez'69, hasta qué punto consideras necesario hacerse con la del 91? En las reseñas no aprecio diferencias ni evolución de concepto interpretativo. A qué se debe la diferencia de nota final?
-Si sólo pudieras quedarte con uno, qué DVD elegirías? El de Rattle o el de Tilson Thomas? Valorando tanto los documentales como las versiones musicales, si puede ser.
Muchísimas gracias por todo, un afectuoso saludo.
Eduardo, muchas gracias por su confianza, que no merezco.
Es verdad que Boulez no cambia nunca de concepto,pero quizá con el tiempo ha ganado un poco en ... ¿refinamiento? ¿Vuelo lírico? No lo sé muy bien. Mi impresión cuando escuché las dos interpretaciones que comento es que la segunda resulta un poco más depurada, pero tal vez se deba a la calidad de la grabación. Tampoco estoy muy seguro de que ninguna de las interpretaciones de Boulez se merezca la máxima nota; quizá un 9,5 sería más adecuado, pero prefiero no usar decimales. Es posible que mañana mismo o el lunes vuelva a escuchar la de DG.
En cuanto a las filmaciones, la de Tilson Thomas ofrece un admirable documental "puro y duro" sobre la obra, mientras que la de Rattle incluye una película-documental de altos valores cinematográficos sobre el proyecto de danza de la Filarmónica de Berlín; los protagonistas aquí son los chavales de instituto convocados para danzar, no Stravinsky ni su obra, de la que apenas se dice poco. Creo que las dos merecen muchísimo la pena.
En cuanto a las respectivas versiones musicales, quizá me quede con la de Tilson Thomas, pero por muy poquito; la orquesta de Berlín, obviamente, es aún mejor. La toma sonora es en ambos casos 5.1 y absolutamente espectacular.
Espero haberle ayudado. Un saludo.
Muchísimas gracias por todo, Fernando!!
Un gran saludo.
Yo sigo siempre con enorme interés estas "discografías comparadas", y el blog en general.
Contienen información valiosísima, y más de una vez me ha extrañado una nota alta a alguna grabación que no conocía. Gracias a ello me he acercado a directores que en general no consideraba (o no en ciertos repertorios). Un ejemplo: la Heldenleben de Sinopoli me ha parecido maravillosa. Y hay otros muchos.
En otros casos el trabajo de Fernando López Vargas-Machuca me ha servido para afinar. Gracias a que "interacciona" con sus lectores aporta información adicional a la muy detallada que ya contienen sus análisis. He elegido versiones (Barenboim y Beethoven con la WEDO), gracias al hilar fino del autor del blog, que permite a uno hacerse una idea muy precisa de lo que se ofrece. Algo que yo valoro mucho, además de la experiencia que contienen los comentarios, es ese enfoque desprejuiciado, alerta y abierto. Obviamente, todos tenemos preferencias y manías, pero López Vargas-Machuca "se deja sorprender", y eso es lo que explica que nos sorprenda a nosotros, lectores del blog.
Creo que este blog es una aportación cultural desinteresada de grandísimo valor. Para estar orgulloso. Muchas gracias.
Rubén
Muchas gracias, pero creo que hay que relativizar mucho el valor de este blog, que para lo bueno y para lo malo gira en torno a una sola persopna y a sus gustos particulares.
Eso sí, tampoco voy a pecar de inmodestia: está hecho con mucho esfuerzo de por medio y los resultados pueden servir no solo para contrastar opiniones, sino también para tener noticias -fiables o no, eso ya es otro asunto- de determinadas grabaciones o de conciertos a los que no se presta atención en los medios habituales.
Gracias de nuevo a Nemo y a todos los demás. Espero que en julio pueda presentar una discografía ampliada de Le Sacre.
Muchas gracias, Fernando por tu gran aportación. Tus descripciones están dotadas de un buen criterio y madurez. Aunque no coincido con todas las puntuaciones, tengo que decir que las encuentro muy coherentes.
Querría proponerte una versión, que igual ya la conoces, pero que acabo de descubrir en YouTube. Se trata de Daniel Barenboim al frente de la Chicago Symphony en un concierto en el auditorio de Köln en 1994. Esta versión aún me parece más electrizante y espectacular que la grabación de 2000. De lo mejor que he escuchado de la Consagración.
Un abrazo,
Sergi
¡Millones de gracias! No tenía ni idea de que existiera este vídeo. ¡Qué ilusión!
Está colgado desde hace pocas semanas. Lo descubrí por casualidad. Estoy seguro que te va a gustar.
Un abrazo, Fernando!
Hola Fernando
era para consultarte qué te parece la interpretación de Gergiev editada para el sello Phillips (2001). La he escuchado y me ha parecido muy buena ( quizá influya no poco la calidad de la grabación ) sobre todo partiendo de las medianías a que nos ( o me ) tiene acostumbrado este "caso" de la dirección orquestal. Te mando un Cordial Saludo y agradecimientos por tus para mi valiosísimos aportes ,
Julián
Hola, Julián. Perdona por el retraso en contestarte a otras preguntas, ando un poco liado.
No conozco esa grabación que me dices, pero tengo la sensación de que Gergiev suele funcionar bastante mejor en estudio -preparándose las cosas en condiciones- que en concierto, así que es muy posible que coincida contigo si la escucho. Un cordial saludo.
Hola Estimado Fernando
como aporte a la cuestión que respondiste sobre las interpretaciones de Boulez de Sony y DGG puedo comentar que a mi criterio la mejor es la de tiraje limitado (que nombraste al comienzo) con la ORTF del ´63. Afortunadamente pude adquirla usada a un alto precio y por suerte no defrauda ! la última de Deutsche me decepcionó en cuanto "pone el freno" en la parte final y por eso a mi criterio no merece el 10. Esta primeriza es mas vertiginosa y tiene garra , es muy recomendable.
Saludos Cordiales
Julián
Hola Fernando
acabo de escuchar la estupenda interpretación del director y amigo de Stravinsky Robert Craft con la sinfónica de Londres para Naxos ( original Koch ) y creo que por calidad de lectura de grabación y por costo se trata de la primera recomendación que le haría a quien no tuviera ninguna versión y quisiera comenzar su periplo discográfico. Y sin duda para quienes ya tenemos unas cuantas lecturas de esta obra ese disco es de incorporación obligada. Espero lo puedas sumar con la correspondiente crítica a tu completísimo listado ,
Saludos Cordiales
Julián
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