BEETHOVEN: Fidelio.
Meier, Seiffert, Salminen, Uusitalo, Raimondi, Trost, Stabell.
Coro de la Generalitat Valenciana. Orquesta de la Comunitat Valenciana. Dir: Zubin Mehta.
Medici Arts, 2072498
DVD
148’
DDD
Ferysa
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Este DVD es más que un buen Fidelio: es la carta de presentación internacional de un Palau de Les Arts que tiró la casa por la ventana en su inauguración para congregar un elenco difícilmente superable. Por ello mismo hay que lamentar el descuido de Unitel y Euroarts a la hora de editar el producto.
La portada, sin ir más lejos, omite el nombre del gigante Salmin en pero sí incluye el del mediocre Carsten Stabell, cuyo papel de Don Fernando es muchísimo más breve que el de Rocco. No hay notas en castellano (los subtítulos, por suerte, son de Luis Gago). La realización visual es muy pobre. Y los técnicos no lograron domar la acústica que tuvo en sus primeros meses el edificio de Calatrava y ofrecieron una toma sonora turbia, exagerada en las frecuencias graves y poco natural en un 5.1, además, mal realizado.
La interpretación de la ópera beethoveniana, filmada entre el 21 y el 31de octubre de 2006, es de altísimo nivel en lo musical. Brillan con luz propia la calidad de los cuerpos estables del Palau de Les Arts: orquesta y coro están muy por encima de lo que se cuece en la mayoría (por no decir todos) los teatros españoles dedicados al asunto operístico, y sitúan al nuevo coliseo valenciano a la altura de los grandes templos de la lírica mundial.
Zubin Mehta ofrece a su frente una dirección cálida, sensual y -cuando es necesario- atmosférica, alcanzando un admirable equilibrio entre lo clásico y lo romántico, si bien esto también quiere decir que en los momentos más visionarios de la obra se pueden echar de menos garra dramática y creatividad.
Waltraud Meier sufre tiranteces en el agudo y se queda corta los exigentes graves escritos por Beethoven; interpretativamente es una Leonora de referencia por estilo, dicción, musicalidad y credibilidad dramática, tanto en lo que se oye como en lo que se ve. Peter Seiffert, aun siendo demasiado lírico para Florestán y mostrándose algo más vibrado de la cuenta, sobrevive a las terribles dificultades de su rol.
A Matti Salminen es difícil superarle en su papel. Juha Uusitalo hace un Pizarro más que correcto, Rainer Trost es un irreprochable Jaquino e Ildikó Raimondi una Marzelline deliciosa pero no cursi. El único borrón, ya lo dijimos, es Stabell.
La puesta en escena de Pier’Alli es de corte tradicional y muy sensata, lo que se agradece en esta obran proclive a relecturas que se pretenden más “políticas” aún de lo que ya lo es la obra beethoveniana, pero visualmente sólo resulta atractiva en las proyecciones que acompañan al descenso a los calabozos y, en general, adolece de soluciones escénicas excesivamente convencionales. Aun así, un Fidelio a tener en casa.
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Artículo publicado en el número de junio de 2009 de la revista Ritmo.
PS. Este texto lo redacté hace ahora dos meses. Tras haber visto el Tristán e Isolda de Pier’Alli en el Maestranza (enlace) he confirmado la impresión que no me atreví entonces a poner por escrito: este señor deja mucho que desear como director teatral. Como en el título de Wagner, lo mejor de su propuesta para Beethoven es el respeto al texto y la ausencia de disparates. Por lo demás, pura mediocridad. Ni que decir tiene que las cuatro estrellas de la calificación van para el apartado musical: el escénico se merece bastante menos. En cuanto a los señores de Unitel, suspenso rotundo. Esperemos que la Tetralogía se edite en condiciones mucho más satisfactorias.
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