La desoladora foto habla por sola. Me la manda un amigo muy melómano desde Granada con el comentario "Patético, es lo mejor que se puede decir". Y continúa de esta manera:
"Esa foto está hecha sobre el minuto 15 de la segunda parte del partido, poco antes de las diez y media. Lógicamente empezó a llegar bastante gente desde esa hora hasta el concierto. Pero había más gente fuera esperando que dentro. Y la mayoría indignada y cabreada.
Para colmo, y por si no hubiésemos tenido que esperar poco, cuando a las once y pico iba a comenzar el concierto, a Antonio del Moral no se le ocurrió otra cosa que subir al escenario, coger el micrófono y soltar un rollo para 'agradecer' la movida de la final de fútbol. El caso es que en el pecado lleva la penitencia, y se llevó un tremendo abucheo de regalo de despedida".
Aunque poco más tenía que añadir a lo que escribí el viernes aquí mismo, les copio a ustedes unos comentarios que le he escrito a otro amigo, no menos melómano que el anterior, a raíz de una entrada de su blog, la cual pueden ustedes leer aquí.
"Creo que Antonio Moral hizo una mediocre labor en el Teatro Real, pero que tanto en el CNDM como en Granada ha realizado un gran trabajo, y que por ello se merece grandes elogios. Ahora bien, una cosa es eso y otra muy distinta el peloteo estomagante que algunas firmas se traen con él. Estoy seguro que tanto una parte como la otra son conscientes del ridículo, pero es justo así como se consiguen entradas, notas al programa, viajes pagados y carguitos. Hay personas muy expertas en todo ello, porque viven de eso. La verdad es que si Moral se retira para siempre yo no le voy a echar de menos. No por él, sino por la corte de alimañas que le rodea.
Ah, la crítica publicada del concierto de anoche en Scherzo produce arcadas. ¡Y encima resulta que la pantalla se puso DENTRO del Carlos V, no fuera! Dicho de otra manera, si se hubiese pasado a prórrogas y penaltis, todo el público (interesado por el fútbol, no interesado o directamente incapacitado para soportarlo) se hubiera tenido que tragar durante un periodo importante de tiempo (entre quince minutos y tres cuartos de hora) el partido y todo lo que le rodea. Así, por los santos cojones de la organización. La expresión "falta de respeto" se queda corta.
Cierto que al final el partido no se alargó, pero que el tercer movimiento del Bruckner (puse un rato la radio) empezara a las 0:45 (la sinfonia terminaría a la 1:10, vaya tela) indica el concierto debió de comenzar bastante después de las 23:00, y que por ende TODO EL MUNDO que llegara con un cierto tiempo a la Alhambra y quiso tomar asiento se tuvo que tragar por la fuerza goles, locutores desmadrados, griteríos de entusiasmo y exaltación patriótica. ¡Qué espanto!".
PS. Veremos si algún medio especializado se atreve a confesar que Moral fue abucheado. Ese señor tiene muchísimo poder y no pocas firmas depende de sus encargos.
3 comentarios:
Para mear y no echar gota.
Pero que nivel de cutrez.
Pero que cacicada.
Ya ves.
A mí me ha llamado una cosa la atención. La mayoría de las críticas del Festival de Granada las estaba escribiendo José Manuel Ruiz Martínez, que al parecer es un profesor universitario de allí. Algunas otras las escribieron Rafael Ortega, Arturo Reverter e Ismael Cabral. Justo Romero ya estaba cubriendo el festival para Beckmesser.com (sí, una web personal de esas que miran por encima del hombro los autodenominados "críticos de primera", o sea, los que escriben sobre papel). Pues bien, Ruiz Martínez publicó en Scherzo su valiente artículo en contra de la decisión de convertir el concierto de clausura en evento futbolero el día 12 de junio, y resulta que las tres críticas siguientes las escribe Justo Romero, que pasa así de cubrir para Beckmesser a hacerlo en Scherzo. ¿La mano de Moral? Yo diría que sí. Por cierto, que Romero y compañía se han encargado de varías notas al programa. Ése es un asunto muy jugoso, así que voy a hacer un análisis y a escribir una entrada sobre ello.
Creo que todo es un despropósito a la mayor gloria de Berlanga (QEPD). Solo faltaba el clasico vendedor de piñones, latas de fanta y coca colas. Por lo demas, visto que no se ha sabido gestionar el asunto, merece el mayor de los reproches y para la proxima vez que haya un evento deportivo de pelotas, dejar ese dia libre o programar fuera de las horas del deporte "rey".
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