viernes, 2 de julio de 2021

Lucas Macías Navarro dirige a la ROSS, pero...

Interesantísimo programa el que ofrece el enorme oboísta onubense Lucas Macías Navarro al frente de la Real Sinfónica de Sevilla. Interesantísimo… pero no voy a ir. Sencillamente, me parece una total desconsideración que la señora María Jesús Ruiz de la Rosa decidiera hace años no solo no contar conmigo a la hora de escribir algún que otro programa de mano, sino también dejar de invitarme como crítico musical, supongo que por considerar que mi blog y/o mi persona no son dignos de ser tenidos en cuenta.

Por supuesto, ella es libre de pensar lo que quiera, pero yo también lo soy de considerarme injustamente tratado, sobre todo sabiendo que sigue invitando a algunos críticos que tienen muchísima menos idea que un servidor de ese asunto de las interpretaciones orquestales. Les aseguro que sé lo que estoy diciendo, porque conozco muy bien a esas personas. Los hay que jamás han escuchado la versión completa de El pájaro de fuego, y no digamos el Concierto para oboe de Strauss, que son las obras de esta semana. Que no saben reconocer el sonido Klemperer o las maneras de Fürtwangler, o que no saben de qué iba el tal Celibidache. Que no son capaces de hacer una relación de las grabaciones más famosas de la Sinfonía Fantástica o de La canción de la Tierra. Y que piensan que, gracias a su “finísimo oído”, basta con escuchar un rato las obras del programa mientras hacen alguna otra tarea para luego escribir (¡a veces cobrando!) en sus respectivos medios.

A la Sinfónica de Sevilla la he escuchado desde su primer programa en el Lope de Vega. Tuve la enorme suerte de vivir muchísimo de lo que hubo en Sevilla durante la Expo’92, y luego he seguido regularmente la programación tanto de la ROSS como del Maestranza –salvando los años que estuve exiliado en la sierra segureña–, primero como melómano entusiasta, luego también como crítico.

Llevo escribiendo creo recordar que desde 1997. Cuando en 1999 entré en la sección de crítica de discos de la revista Ritmo tuve que acelerar de mi entrenamiento, porque ahí había que decir si tal versión era mejor que esa o aquella tan famosas. Me lo he currado mucho. Muchísimo. Leyendo constantemente textos de otras firmas y revistas especializadas. Escuchando en mi casa una versión tras otra de una determinada pieza musical para intentar acercarme al meollo de la misma, para atender a las diferentes posibilidades interpretativas de una partitura, para comprobar qué me gustaba y qué no, y sobre todo para averiguar por qué. Todavía hoy lo sigo haciendo, más que nunca: ¿para qué se creen ustedes que están esas largas discografías que de vez en cuando saco en el blog? ¡Para aprender! Y, por descontado, he viajado muchísimo y escuchado una enorme cantidad de conciertos –sinfónicos, música antigua, ópera– aquí y allá.

En cuanto a mi blog, pues es lo que es: un blog. Pero tiene ya una cierta solera –comencé en mayo de 2008– y –para el tema que aborda– se lee bastante. Más que alguno de los medios en los que escriben esos señores a los que aludía antes, hoy reducidos a una simbólica página web de escasísimo contenido y nula repercusión. Pero la señora Ruiz ha decidido que esos sí, que esos merecen la pena (¿será porque casi nunca ponen serias pegas?) y que van a seguir siendo invitados, mientras que quien esto suscribe lleva años sometido al ninguneo por su parte, después de haber cubierto, desde mucho antes de que ella se convirtiera en responsable de relaciones externas, muchísimos conciertos de su orquesta. Por eso mismo, y no sin mucha tristeza por mi parte, he decidido prescindir de Lucas Macías Navarro. Ojalá algún día pueda reencontrarme con la que sigo considerando la orquesta con la que aprendí.

4 comentarios:

vicentin dijo...

Es mas fácil contar con medios adocenados y entretenidos en politiqueos antes que con verdaderos profesionales que no viven de hacerle la pelota a nadie ni que requieren de tal o cual subvención para poder subsistir. La misma verosimilitud que la prensa musical que no va a hacer una critica negativa a quien se gasta la pasta en publicidad. Pues eso.

Sergio dijo...

Estos tiempos vivimos. Mucho ánimo.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Para mí lo preocupante es que esas personas no solo no se esfuerzan en hacer las cosas cada día mejor, sino que se creen que ya tienen suficiente nivel. Hoy uno de ellos, favorito de María Jesús Ruiz, ha escrito que el Concierto par aoboe de Strauss es ¡una obra menor! Como ha dicho mi amigo Ángel Carrascosa al leerlo, la ignorancia es muy atrevida.

bruckner13 dijo...

Qué crítico más infame. Obra menor... #facepalm

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