viernes, 15 de mayo de 2020

"Triple Concerto" con Mutter, Ma y Barenboim: un producto híbrido

Cuando hace meses empezó a anunciarse este Blu-ray, junto con el correspondiente CD y el hoy inevitable vinilo, en seguida unos amigos y yo empezamos a preguntarnos de qué formato nos estaba hablando Deutsche Grammophon: ¿BR-Vídeo o BR-Audio? “Triple Concerto” en letras muy grandes. Arriba, “Ludwig van Beethoven – Symphony No. 7”, y abajo el nombre de los intérpretes: Anne-Sophie Mutter, Yo-Yo Ma, Daniel Barenboim y la West-Eastern Divan Orchestra. Hace unos días me llegó, y resulta que estamos ante un producto híbrido: el Triple viene tanto con imágenes como sin ellas, mientras que la op. 92 solo aparece en audio.
Permítanme que les informe con más detalle, porque la carátula no lo hace correctamente, y menos aún la ficha de Amazon. La filmación, que como -eso sí- es bien sabido se realizó en la Philharmonie de Berlín en octubre de 2019 para celebrar los 20 años de la orquesta multicultural, viene en tres formatos de audio: DTS-HD Master Audio 2.0 a 96kHz, DTS-HD Master Audio 5.1 a 96kHz, y Dolby TrueHD 7.1 a 48 kHz. La parte de “solo audio”, es decir, tanto el Triple sin imágenes como la Sinfonía, registrada esta última en Buenos Aires tres meses antes, viene con pistas en similar resolución, pero aquí se nos aclara que la tercera de ellas, el Dolby TrueHD 7.1, es en realidad “Dolby Atmos”, lo que quiere decir que está pensada para equipos con altavoces en el techo, o bien para aquellos que tienen encima de las dos columnas principales unos altavoces mirando hacia arriba que -según dicen- imitan a los que están colocados de verdad sobre la cabeza del melómano.

Lo importante: ¿cómo suena? Pues de escándalo, a pesar de dos circunstancias: lo poco convencido que quedé de la toma en estéreo que circulaba desde hace semanas (¡solo a 48 kHz!) y el volumen anormalmente alto de la misma. Esto último no se ha corregido, pero lo cierto es que no se produce esa molesta compresión dinámica que suele afectar a las grabaciones que se hacen de esa forma. Y en cuanto al relativo “apelmazamiento” que un servidor notaba en el estéreo, ahora queda solucionado con el multicanal: ahora se aprecia una maravillosa espacialidad tanto en una obra como en la otra. Lo importante es poner el volumen bajo y hacer uso del multicanal: el disfrute audiófilo está asegurado. En cuanto a la calidad de imagen, baste con decir que es la mejor filmación realizada en la Philharmonie que jamás he visto, de un colorido, una luminosidad y una sutileza en los contrastes muy superiores, sin ir más lejos, a las que nos ofrece la Digital Concert Hall.

Dicho esto, a mí me parece que lo más apropiado hubiera sido incorporar la filmación de la segunda parte del concierto, a saber, la Novena sinfonía de Anton Bruckner, aunque ni la batuta estuvo especialmente inspirada ni la orquesta demostró estar a la altura de las circunstancias; la Séptima de Beethoven podía haber quedado como propina de audio. Tampoco hubiera estado nada mal incluir algún extra, como la conversación entre los tres artistas que circula por Facebook.

En lo que a las interpretaciones se refiere, aquí comenté el Triple y aquí la Sinfonía. Vueltas a escuchar, podría aportar algún matiz pero mi opinión sigue siendo sustancialmente la misma. Mi consejo es que se olviden tanto del CD como del audio estéreo que anda circulando y se compren este Blu-ray extraño y discutible como concepto, pero excepcional desde el punto de vista artístico.

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