sábado, 4 de marzo de 2017

Nueva entrega del Shostakovich de Nelsons

Tras la notabilísima Décima ya comentada en este blog, llega una nueva entrega del Shostakovich de Andris Nelsons junto a la Sinfónica de Boston para Detusche Grammophon, incluyendo esta vez las sinfonías Quinta, Octava y Novena, además de la suite de la floja música incidental escrita para Hamlet como obra teatral, que no debe confundirse con la soberbia banda sonora compuesta mucho más adelante para el filme de Grigori Kozintsev. ¿Resultados? De alto nivel medio, pero un tanto decepcionantes para venir de quien muy probablemente es el mejor director de orquesta de su generación.


Flojea sobre todo la Quinta sinfonía. Cierto es que la ejecución resulta impresionante. La planificación, portentosa. Exquisito el gusto con el que todo está dicho, tanto por la naturalidad del fraseo como por la ausencia de cualquier efectismo. Pero Nelsons se niega a ver más allá de la partitura y, aunque por fortuna no cae en la tentación de oficializar la partitura a la manera de un Mravinski, es decir, haciéndola sonar épica y triunfalista, tampoco está dispuesto a profundizar en su expresión. Se echan de menos atmósfera opresiva, rebeldía y desesperación, como también ese particulara retranca shostakoviana que le da sentido a su música. De este modo, el primer movimiento arranca sin verdadera congoja y, aunque está admirablemente construido hacia un clímax de enorme tensión, no desprende la rabia y la desesperación que la música necesita. El segundo está bien, siempre dentro de una línea más amable que socarrona, pero se podría echar mucha más imaginación a las intervenciones de las maderas. El tercero es quizá el que más convence, paladeado con amplitud y concentración aun sin dejar que la música nos hiera en los más hondo. En el cuarto, finalmente, Nelsons ve notas y nada más que notas: asepsia pura que dice poco del trasfondo verdadero de esta obra, ese mismo que tan fenomenalmente ha explicado, con las palabras y con la batuta, Michael Tilson Thomas.

De la Octava sinfonía ya le conocíamos dos filmaciones, una con la Filarmónica de Berlín y otra con la Orquesta del Concertgebouw. La de Amsterdan es quizá la más inspirada de las tres. Esta otra de Boston me parece más sólida y mejor encaminada que la suya en Berlín, sin los detalles de blandura que entonces había, pero tampoco me parece que sea para tirar cohetes. Está muy bien el primer movimiento: adecuadamente planificado, abstracto en su enfoque, antes distanciado y sobrio que virulento, pero convincente en lo expresivo. Irreprochable el segundo, aunque tampoco le apetezca al maestro cargar las tintas; una vez más no convencen los tres golpes de timbal tan separados al final. Solvente sin más el tercero, en el que se han escuchado cosas mucho mejores (¡Solti!). Secos, sobrios y distanciados los tres últimos.

Al contrario que en la Quinta, en la Novena sinfonía Nelsons sí que está dispuesto a reconocer el contenido al mismo tiempo irónico, rebelde y lacerante de los pentagramas, y aunque es cierto que no termina de ahondar en el amargor de los movimientos pares como lo hicieron Bernstein o Rostropovich, sí que hace sonar con no poca retranca al primer movimiento, otorga carácter tempestuoso se muestra valiente a la hora de denunciar en el tercero –increíble la trompeta– y sintoniza con el carácter burlesco en absoluto amable ni inocente que anida en el quinto. Se pueden preferir acercamientos más claramente corrosivos, pero aquí la convicción del maestro es evidente al mismo tiempo que, ayudado por una orquesta de primera, expone la partitura de manera magistral desde el punto de vista meramente sonoro

De la música incidental para Hamlet no es fácil puede sacar más partido, tal es el compromiso de un Nelsons que sabe llegar a un perfecto punto de equilibrio entre el digamos clasicismo shakesperiano, que demanda una complicada mezcla de elegancia y potencia teatral, y esa ironía tan particular que singulariza al compositor de La nariz. No se puede pedir más en lo que a ejecución orquestal se refiere: difícilmente en su vida Shostakovich, que escribió pensando en un foso teatral, hubiera imaginado esta música tan bien tocada. Por cierto, increíbles los golpes del bombo si se escucha la descarga en HD. ¡Menuda toma sonora!

En resumen, un lanzamiento de alto nivel pero que no aporta nada en especial. ¿Mis versiones favoritas? Rozhdestvenski y el citado Tilson Thomas para la Quinta, la de Previn de 1973 y la de Mravinski de 1982 para la Octava, las más tardías de Bernstein y Celibidache para la Novena (a falta de una edición oficial de la de Klemperer) y esta misma de Nelsons para Hamlet, porque la única otra versión que conozco, la de Neeme Järvi, no está a semejante altura.

8 comentarios:

Nemo dijo...

La versión de Klemperer puede encontrarse "por ahí", procedente de una transferencia desde un LP de Fonit Cetra. La grabación es de un concierto con la RAI de Turín de diciembre de 1956. El sonido, monoaural, pero relativamente bueno dadas las circunstancias. Supongo que Fernando se refiere a esta grabación. Nunca se trasvasó a CD que yo sepa, y una edición en compacto desde las fuentes (una grabación de la radio, supongo) podría mejorar algo el sonido. En efecto, es una versión diferente y tremenda. Una pena que Klemperer no la grabara en estudio con la Philharmonia. La orquesta de la RAI se porta muy bien, mejor de lo que esperaba, pero claro, no es la londinense ni de lejos.

Un apunte: Klemperer grabó su Segunda Sinfonía (sí, también componía), que acompañaba a la Séptima de Mahler en un doble CD publicado por EMI hace años. Esa composición de Klemperer me encanta. Suena un poco (bastante) a Mahler, sí, pero también hay afinidades con Shostakovich. De hecho, Klemperer, un protegido de Mahler, carece de su espíritu romántico, aunque compartía alguna forma de inestabilidad mental. En cambio, tenía un sentido del humor ácido y sarcástico que lo acercan al ruso.

Por qué no grabó Klemperer nada de Shostakovich es un misterio. Puede que quisiera y no pudiera (aunque Shostakovich ya era ampliamente conocido desde la guerra al menos), o que sus sinfonías no le interesaran demasiado... habría que mirar sus conciertos para ver si lo dirigió (y qué obras). Que yo sepa, solo esa Novena.

Bruno dijo...

Sobre la relación Klemperer Chostakovich:
Despite the increasingly repressive political atmosphere, Shostakovich continued to plan for the symphony's premiere, scheduled by the Leningrad Philharmonic Orchestra for 11 December 1936 under the orchestra's music director, Fritz Stiedry, a Viennese musician active in the Soviet Union since 1933.[1] The composer also played the score on piano for Otto Klemperer, who responded enthusiastically and planned to conduct the symphony's first performance outside the USSR.

Bruno dijo...

A Klemperer no le podía pasar desapercibida la continuidad de la herencia de Mahler en Chostakovich.

Nemo dijo...

¿Se imagina alguien lo que pudo haber sido una grabación de la Octava, la Novena, la Décima o la Decimoquinta de Shostakovich por Klemperer?

Cristian Muñoz Levill dijo...

Es una lástima que las compañías discográficas para los cuales grabó Klemperer tuviesen su vista casi con exclusividad en el repertorio "clásico". Si bien lo anterior nos permite conocer y situar a don Otto entre los más grandes titanes del podio, éste mismo se quejaba de la estrechez musical de los productores para los cuales trabajaba.

Quejas similares tenía Arrau, quien adoraba la música del siglo XX, pero como todos sabemos, eso no suele vender tanto como una nueva entrega de las "redescubiertas" obras de tal o cual compositor.

Por último, decir que la grabación de la 9na. de Shosti por Klemperer se encuentra en Spotify y para descarga en https://classicalpippo9.com/2016/01/06/klemperer-in-torino-beethoven-haydn-schubert-shostakovich/

Saludos!

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios. Vamos por partes.

Nemo, conozco mal la obra compositiva de Klemperer, pero de lo que no me cabe duda es de que su personalidad resultaba sencillamente ideal para Shostakovich. Esa Novena con la RAI la comenté aquí:

http://flvargasmachuca.blogspot.com.es/2012/10/sexta-y-novena-de-shostakovich-por.html

Desdichadamente, desaparecieron el audio en YouTube y el enlace, que ahora nos aporta desde otro lugar Cristiandelicia: ¡millones de gracias a este último!

No quiero ni pensar cómo hubieran sido una Cuarta o una Quinta de Shostakovich por Klemperer. ¡Nos hubiéramos enterado de lo que es bueno! Ahora bien, no estoy del todo seguro de que no lo grabara exclusivamente por el conservadurismo del sello. Lo mismo es que a él no le interesaba demasiado... Muy interesante lo que aporta Bruno, pero tampoco queda claro qué pensaba Klemperer del resto de la obra sinfónica shostakoviana, si es que la conocía.

Saludos cordiales. Y quien no tenga ese Klemperer en la RAI, que por favor aproveche la oportunidad.

Cristian Muñoz Levill dijo...

Sólo para complementar lo comentado previamente, en el blog de pippo9 se encuentra completa la colección de "rarezas" de Klemperer, así como la edición "legado" con la Philharmonia.

Saludos!

https://classicalpippo9.com/category/klemperer-rarities/
https://classicalpippo9.com/category/klemperer-legacy/

Nemo dijo...

¿Esas grabaciones de Filadelfia son en estéreo?

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