Entiendo que este repertorio tiene no solo que ser interpretado; también hay que realizar sobre él arqueología musical, y en este sentido parece muy positivo que los diversos grupos, historicistas o no –personalmente prefiero los instrumentos originales, pero en absoluto creo que haya que excluir los modernos–, realicen aproximaciones desde diferentes posturas filológicas. La de Eggar –a dos voces por partes en el coro y con muy apreciable incorporación del laúd, entre otras particularidades– resulta muy bienvenida.
Ahora bien, en lo que a la interpretación se refiere, esta lectura se queda a medio camino: orquesta y coro suenan estupendamente, todo se desarrolla con fluidez y buen sentido teatral, y el gusto es exquisito, pero a mi entender hay una clara falta de espiritualidad, de atmósfera si se quiere, por no decir de carácter emotivo. ¿Frialdad británica? Se podría ver así, pero no creo que se trate exactamente de eso. Por otra parte, a Egarr se le va la mano en la velocidad, tanto en los corales como, sobre todo, en el soberbio coro inicial, que la propia orquesta ha subido a YouTube.
Digno sin más el elenco vocal. El mejor es el Evangelista de James Gilchrist, de buena voz y mejor línea. A su lado, palidece el Jesús de Matthew Rose. En las arias me ha gustado la mezzo Sarah Connolly, más desde luego que en el Ariodante que le escuché en el Auditorio Nacional. Elisabeth Watts –también la vi en Madrid hace poco– ofrece una voz de extraordinaria hermosura pero pasa algún apurillo. El tenor Andrew Kennedy y el bajo Christopher Purves evidencian desigualdades. Todos ellos, en cualquier caso, se encuentran admirablemente apoyados por el clave del propio Eggar. La toma sonora es espléndida.
2 comentarios:
El problema, en mi opinión, es que los conjuntos historicistas ingleses interpretan a Bach como si fuese Haendel.
Pues no sabría decirle, la verdad. Haendel también era alemán, pero tenía un sentido de la ligereza que tiene poco que ver con la "densidad" bachiana, y ese es un aspecto en el que, en general, los muy transparente, agiles, equilibrados y brillantes grupos ingleses no terminan de acertar. Quizá los tiros vayan por ahí. Gracias por su aportación.
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