miércoles, 18 de febrero de 2015

La Pasión según San Juan por Richard Egarr

Como hoy es Miércoles de Ceniza, me ha parecido apropiado escuchar La Pasión según San Juan de J. S. Bach. Y lo he hecho en una de las últimas grabaciones aparecidas en el mercado: la realizada por la Academy of Ancient Music –y su coro– en Londres entre el 1 y el 5 de abril de pasado año y editada por el propio sello de la orquesta. Dirige y toca el clave Richard Egarr –sucesor desde 2006 del recientemente fallecido Hogwood–, quien en el libretillo realiza sensatos razonamientos organológicos y defiende la utilización de la edición original de la partitura, la más sobria de 1724.

Bach Pasion San JUan Egarr

Entiendo que este repertorio tiene no solo que ser interpretado; también hay que realizar sobre él arqueología musical, y en este sentido parece muy positivo que los diversos grupos, historicistas o no –personalmente prefiero los instrumentos originales, pero en absoluto creo que haya que excluir los modernos–, realicen aproximaciones desde diferentes posturas filológicas. La de Eggar –a dos voces por partes en el coro y con muy apreciable incorporación del laúd, entre otras particularidades– resulta muy bienvenida.

Ahora bien, en lo que a la interpretación se refiere, esta lectura se queda a medio camino: orquesta y coro suenan estupendamente, todo se desarrolla con fluidez y buen sentido teatral, y el gusto es exquisito, pero a mi entender hay una clara falta de espiritualidad, de atmósfera si se quiere, por no decir de carácter emotivo. ¿Frialdad británica? Se podría ver así, pero no creo que se trate exactamente de eso. Por otra parte, a Egarr se le va  la mano en la velocidad, tanto en los corales como, sobre todo, en el soberbio coro inicial, que la propia orquesta ha subido a YouTube.


Digno sin más el elenco vocal. El mejor es el Evangelista de James Gilchrist, de buena voz y mejor línea. A su lado, palidece el Jesús de Matthew Rose. En las arias me ha gustado la mezzo Sarah Connolly, más desde luego que en el Ariodante que le escuché en el Auditorio Nacional. Elisabeth Watts –también la vi en Madrid hace poco– ofrece una voz de extraordinaria hermosura pero pasa algún apurillo. El tenor Andrew Kennedy y el bajo Christopher Purves evidencian desigualdades. Todos ellos, en cualquier caso, se encuentran admirablemente apoyados por el clave del propio Eggar. La toma sonora es espléndida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema, en mi opinión, es que los conjuntos historicistas ingleses interpretan a Bach como si fuese Haendel.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Pues no sabría decirle, la verdad. Haendel también era alemán, pero tenía un sentido de la ligereza que tiene poco que ver con la "densidad" bachiana, y ese es un aspecto en el que, en general, los muy transparente, agiles, equilibrados y brillantes grupos ingleses no terminan de acertar. Quizá los tiros vayan por ahí. Gracias por su aportación.

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