viernes, 14 de noviembre de 2014

La Novena de Mahler por Klemperer

Pues lo mismo que ayer: he vuelto a escuchar otra Novena de Mahler que es vieja conocida, he vuelto a quedar asombrado y siento la necesidad de escribir lo que ya todo el mundo sabe. En este caso se trata de la grabada por Otto Klemperer entre el 15 y el 24 de febrero de 1967 en el desaparecido Kingsway Hall de Londres al frente de la New Philharmonia Orchestra, obviamente para el sello EMI. Lectura sobria, robusta, concentrada e intensa, que evita todos los tópicos mahlerianos, rechaza la chispa y la luminosidad que pueden resultar necesarias para obtener los necesarios contrastes y se centra en la pura tensión musical. O sea, puro Klemperer.

El primer movimiento no comienza precisamente con el lirismo y la emotividad esperables, pero su planificación de las tensiones es impresionante y termina alcanzando, siempre dentro de un enfoque severo y dramático, altas cotas de potencia expresiva, con especial atención –como no podía ser menos– a los aspectos más siniestros de la página. En los centrales Klemperer se siente como pez en el agua ofreciendo su buena dosis de sarcasmo y mala leche, particularmente en un Scherzo lentísimo y de insuperable claridad. No menos bien desmenuzado está el Rondó, escuchándose cada una de las líneas melódicas con una nitidez pasmosa; a ello no es ajena la calidad de una Philharmonia de maderas incisivas y de un virtuosismo incomparable. En lo expresivo este movimiento el maestro vuelve a cargar las tintas en las sonoridades graves y ominosas, preparando el terreno para un final que, lejos de ser contemplativo, resulta lacerante a más no poder, agónico en sus clímax y, cosa rara en Klemperer, emotivo (que no romántico, eso jamás) en grado extremo. El desgarro interior que nos hace sentir el maestro es de los que no se olvidan.

La toma sonora alcanza una altísima calidad, particularmente en el reprocesado realizado por EMI France en 2011 que se incluye dentro de una caja de 6 CDs absolutamente obligatoria. Por si aún no se han hecho con ella, arriba tienen el YouTube.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Fernando. Justo antes de que colgaras este comentario sobre la novena de Klemperer pensaba yo que nunca he entendido la cuasi unanimidad elogiosa que siempre suscita la version de Giulini que comentabas en la entrada anterior y que nunca he compartido. Fue la primera version que compre de esta sinfonia y desde el principio me resulto algo blanda, desvaida, falta de la tension y el desgarro expresionista que para mi gusto son consustanciales a Mahler. MAs aun cuando son bien conocidas las dramaticas circustancias vitales que rodearon la composicion de esta obra. Por supuesto esta magnificamente ejecutada y suena equilibrada y sin efectismos facilones pero al lado de Bernstein ((Concertgebown y Berliner) y Klemperer pues... La diferencia entre estos dos ultimos es que a Bernstein hay momentos en que la cosa se le descontrola un poco mientras que Klemperer mantiene en todo momento un control ferreo que potencia y retroalimenta una tension descomunal. Para mi es, de hecho, quizas la mayor leccion de direccion de orquesta de la que haya constancia en disco. De isla desierta absoluta.
Muchas gracias por tu blog y perdon por la ausencia de tildes. MI tablet las tiene castigadas. Un saludo.

Bruno dijo...

Parece que hay dos tendencias. Una antigua, rebelde y angustiada, y otra moderna, resignada. Klemperer y otros seniors serían de la primera y Giulini, y otros livianos actuales, de la segunda. Incluso que haya otra sinfonía posterior, dicen, justifica la visión resignada. Como si Mahler estuviera pensando en la 10 cuando se daba cuenta de lo de su vida y su enfermedad.
En fin que lo que escribe Berg es resignación, como si en el crescendo definitivo del primer movimiento no se anunciara y afirmara algo terrible.
Luego está la extraña forma, formal, lento rápido rápido lento, y mental, un primer tiempo que puede ser el último, un rodeo y otro movimiento que sí es el último.
Bueno que me alegro que alguien reivindique al Mahler que se da cuenta de que su muerte es inminente e inevitable. Ya no es la 2ª, ahora le toca a él.

vicentet dijo...

Creo que la novena de Boulez con la orquesta de Chicago (DGG) es la version que mas me gusta de esta obra,por mas que el frances resulta hiriente por su frio ultimo movimiento. Y ahondando en Klemperer, hay una toma que circula por ahi de un viejisimo Klemperer en Israel que es absolutamente demoniaca, desintegradora, como si el maestro de breslau estuviera intuyendo su propio final.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones.

Anónimo, ciertamente la interprepretación de Giulini no se destaca por su virulencia expresionista, pero tampoco carece de incisividad, de garra y de fuerza dramática. Blanda no me parece en absoluto; en todo caso, lírica y con un punto adecuado de ternura (¿no hay algo de canción de cuna en el arranque?). Lo de Klemperer es otro mundo, por descontado; prefiero a este último en los dos movimientos centrales, eso desde luego, pero creo que en el primero gana Giulini por goleada. En el último, no lo tengo tan claro. La interpretación de Bernstein/Concertgebouw la escuché ayer y me dejó mal sabor de boca: esa sí, blanda y pseudotrascendente. Hablaré de ella pronto en una entrada.

Bruno, estoy de acuerdo en sus reflexiones, pero no creo que a Giulini le falta sentido ominoso. Simplemente, con él se camina hacia la muerte con madurez y valentía, sin necesidad de levantar más la voz de como ya lo hacen las escrespadísimas notas.

Vicente, la de Boulez no me hizo particular gracia cuando la escuché. La de Klemperer viejísimo está en Youtube (solo audio, claro).

Más adelante volveré a escribir sobre la Novena de Mahler. Un saludo.

Adrián Deschamps dijo...

Saludos, Fernando.

Curioseando en el las diversas entradas del Blog me aboqué a leer esta, precisamente porque oía una versión en vivo de la Novena Sinfonía de Mahler, por Karajan y la Filarmónica de Berlín del 83, que forma parte de una colección que DG ha lanzado con el título de "Karajan: Berliner Philharmonikher - Conductors & Orchestras"

He de decir que me pareció antes una versión consoladora que trágica. Pero lo que tan bien funcionó en el primer y en el cuarto movimiento (dentro del particular estilo de brillantez de Karajan), me dejó una sensación de demasiada blandura en los movimientos intermedios, un poco frívola si cabe.

De ahí que me hayan generado tanta curiosidad tus apreciaciones sobre la particularidad de estos movimientos en la comentada versión de Klemperer. Así que fui a Amazon y por unos pocos pavos me he hecho con la reedición de Warner Classics del 2016, que debería llegarme en esta semana.

Por cierto, si te tienta curiosear en la versión de Karajan referida:
https://goo.gl/esFpVs

Ahí te que compartido las pistas en formato FLAC.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Hola, Adrián. Muchísimas gracias. Lo cierto es que conozco esa grabación de Karajan del 82 (tiene una anterior). Leo mis notas y observo que discrepo contigo: parece que a mí me gustaron más los movimientos extremos que los centrales, y que el concretamente el cuarto empieza muy bien para luego terminarf molestando por su tendencia a la blandura. O al menos así lo quise ver. También apunté que la audición es un verdadero espectáculo sonoro. Creo que la de Klemperer te va a gustar muchísimo. Ya nos contarás. Un cordial saludo.

¡Menos chichi y más chicha!

Perdón por el chiste malo y ordinario, pero tenía que hacerlo. Acabo de salir del Ateneu Ruman (sí, estoy en Bucarest) de escuchar el Concie...