Me pregunta un amigo cómo está la producción escénica de Tosca a cargo de Nuria Espert que se estrenó en el Teatro Real en enero de 2004 y va a reponerse dentro de unos días. Como estuve en dos de aquellas funciones y acabo de volver a ver el DVD editado –con excelente calidad de imagen y sonido- por Opus Arte, le contesto desde aquí con cierta seguridad: regular. Lo de mover la acción al Vaticano y convertir a Scarpia en cardenal, única aportación creativa de la propuesta, es una tontería que no solo no aporta nada. Por lo demás, se trata de una puesta en escena convencional, en el fondo muy ortodoxa, realizada con solvencia desde el punto de vista plástico por Ezio Frigerio y Franca Squarciapino (en directo es menos fea que en televisión), correctamente iluminada por Vinicio Cheli con sus habituales tonos azulados, pero más bien discreta en lo que a dirección de actores se refiere. Lo mejor quizá sea la resolución del Te Deum, adecuadamente espectacular, y lo peor todo el tercer acto, particularmente por la molesta pantomima de prisioneros durante el preludio orquestal y por la ridícula imagen de la protagonista arrojándose a una fosa común. Por descontado, la comparación con lo de Jean-Louis Grinda para el Palau de Les Arts (enlace) convierten a lo de la Espert en una obra maestra.
Algo habrá que decir de la parte musical, por si alguien que se pase por aquí quiere saber si merece o no la pena comprarse el DVD. Me ha gustado ahora más que entonces la batuta de Maurizio Benini, que ofrece una lectura lenta pero de pulso sostenido, muy bien paladeada y de enfoque bastante más lírico que dramático; no es el que yo prefiero, pero en cualquier caso es la suya una recreación muy hermosa, con gran sentido de la cantabilidad, y bien realizada desde el punto de vista técnico. Ya mayorcita (los primeros planos no la favorecen nada) y muy mediocre como actriz, Daniela Dessì ofrece una Tosca en la mejor tradición italiana, con una voz lírica de verdad, rica en vibraciones, quizá un punto metálica, y una línea canora de gran clase. Le falta, eso sí, una mayor variedad expresiva, como también le ocurre a su marido en la vida real, un Fabio Armiliato que comienza muy incómodo en “Recondita armonia” y poco a poco se va centrando para ofrecer un Cavaradossi solvente y comunicativo. Como recreador de su personaje se los merienda a ambos Ruggero Raimondi, pero el barítono boloñés tenía por estas fechas su voz ya seriamente deteriorada y su Scarpia, desde el punto de vista puramente musical, termina haciendo aguas por todas partes.
Muy digno el Angelotti de Marco Spotti, por encima de la media el sacristán de Miguel Sola y tan solvente como siempre el Spoletta de Emilio Sánchez. ¿DVD recomendable? Para los que estuvimos allí es un bonito recuerdo. Para los demás, sinceramente no lo sé. Depende de hasta qué punto se ame esta obra. Para mi gusto la referencia en DVD es el registro en vivo y “en los lugares de la acción” con Malfitano, Domingo, Raimondi y Mehta (enlace).
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