DG, 004400734399
2 DVDs 147’ (+60’ documental)
ADD
Universal
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Si el Karajan de los ochenta fue el más genial pero también el más proclive al amaneramiento, el de los setenta encontró el punto justo entre la contundencia y rigidez de sus primeros años y la flexibilidad y el refinamiento de los postreros; todo ello haciendo gala de su prodigioso sentido del color, de su técnica para obtener un perfecto empaste sin perder claridad y de una difícilmente igualable belleza sonora… pero también de su tendencia a no indagar en los significados expresivos.
Ejemplo de esta última carencia es el Segundo de Rachmaninov filmado en 1973: Karajan parece optar por lo melancólico pero el resultado es frío, a lo que contribuye un cuadriculado Weissenberg. Dos años después grababa poderosas y opulentas oberturas de Coriolano y Egmont, por encima de la media de su Beethoven habitual, una de Tannhäuser admirable, mucho menos blanda y pseudomística que su grabación digital, y otras de Guillermo Tell y El cazador Furtivo impresionantes, aunque aquí sí mejoraría aún los resultados más tarde. Y en 1978 filmaba una notable suite del Daphnis, un sensualísimo Fauno y una La mer opulenta y tímbricamente fascinante; recreaciones impresionistas no muy idiomáticas pero que por fortuna carecen de las sonoridades relamidas y de los efectismos de sus registros de los ochenta. Muy curioso el documental.
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Artículo publicado en el número de junio de 2008 de la revista Ritmo.
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