sábado, 26 de diciembre de 2009

Domingo: arias para tenor de Verdi

Verdi: Arias para tenor.
Plácido Domingo.
Varias orquestas y directores.
4 CDs 471 335-2
Deutsche Grammopohn
Universal Music
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La selección del material antiguo de esta fabulosamente presentada edición constituye un enorme acierto, ya que se ha acudido a otros sellos y a retrasmisiones televisivas para ofrecer “el no va más” incluso cuando el tenor madrileño tenía esas páginas registradas para DG. Las grabaciones nuevas (más de cien minutos) se ven lastradas por quien dirige la mayor parte de las mismas, el mediocre Gergiev.

Por lo demás, confirmación de que Domingo ha sido el mayor tenor verdiano de los últimos treinta años y uno de los mejores de la era discográfica. Los hubo con instrumentos aún más hermosos y apabullantes -y con el dichoso Do-, quizá también más ortodoxos e idiomáticos, pero pocos con tal efusividad en la línea de canto y tan atentos al contenido dramático.

El que antes y ahora se haya atrevido con personajes para él inadecuados implica algún tropiezo más o menos grave, pero casi todo lo que aquí se escucha es formidable. Y ya les gustaría a muchos jóvenes tener la voz que aún “le queda”.

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Artículo publicado en el número de enero de 2002 de la revista Ritmo.

PS. Siete años después de escribir este texto, parece que a Plácido le sigue quedando “algo” de voz. Y la cosa parece que va para rato. Claro que los “expertos” que a principios de los ochenta dijeron que se iba a quedar sin ella ahí siguen tan anchos, aunque sin cortarse un pelo intentan darle la vuelta a la tortilla y afirman que lo que ocurre es que ya hace tiempo que dejó de cantar bien… Lo de siempre.

1 comentario:

Gino dijo...

La efusividad de Domingo siempre ha sido más verista que otra cosa.

Medias voces nítidas, agudos timbrados (por lo menos hasta el sib), equilibrio entre fiereza y pudor: he aquí las claves del tenor verdiano.

Poco de eso hay en las grabaciones de Domingo y menos en las nuevas, un inútil apéndice a su carrera que sólo se justifica por su afan enciclopédico. Lo que recuerdo es el mezzoforte permanente, las atroces dificultades con la tesitura y el dramatismo todo terreno habitual. Si éste pretende ser el modelo de tenor verdiano, no debemos extrañarnos por el desplome vocal que afecta a las óperas del Maestro.

Bergonzi y Pertile no tenían voces maravillosas y ahí siguen como modelos imbatidos.

En cuanto a la voz que le queda a Domingo, nunca estuvo mejor usada esta expresión, puesto que cada vez le faltan más líneas superiores a su pentagrama. Eso sí: las que tiene suenan mejor que las de muchos jóvenes. En país de ciegos...

Saludos.

¡Menos chichi y más chicha!

Perdón por el chiste malo y ordinario, pero tenía que hacerlo. Acabo de salir del Ateneu Ruman (sí, estoy en Bucarest) de escuchar el Concie...