Tengo a la partitura compuesta en 1976 para Il Casanova di Federico Fellini por Nino Rota (1911-1979) como una de las más admirables creaciones que se han realizado para la gran pantalla. Música acuática, onírica y ambigua, por momentos feroz (“Il duca di Wüttenberg”) pero también dotada de esa cantabilidad italiana de la mejor ley que caracterizaba al compositor milanés, ofrece una extraordinaria capacidad de sugestión que contribuye en gran medida a convertir la cinta felliniana en una obra maestra absoluta del cine.
Como se indica en las notas de la carpetilla de este disco grabado -con sonido mejorable- en noviembre de 2008 por el sello Brilliant, muchas escenas de la película se rodaron con el propio Rota sentado el piano, y ese trabajo “en directo” terminaría conformando la suite pianística de diecisiete minutos que poco después del fallecimiento del compositor grabaría Luis Bacalov. Perdida la partitura durante años, se recuperó en 2001 y conoce aquí su segunda grabación.
Merece la pena escucharla: esta música gana al piano. Por descontado que la labor orquestadora de Carlo Savina (artista muy vinculado a Rota que, en una de sus visitas a Sevilla a finales de los ochenta, se atribuyó en una entrevista televisiva dicha tarea) fue muy imaginativa y se ajustó estupendamente a las demandas de la imaginería felliniana. Pero creo que este instrumento, en su desnudez, hace a la partitura más ambigua, misteriosa y sugerente aún.
Por otra parte, la excelente labor del joven pianista milanés Michelangelo Carbonara permite enriquecer la obra con multitud de matices expresivos que en interpretación orquestal -y con imágenes a las que acoplarse- hubieran resultado impropios o sencillamente irrealizables. Conservando la grabación discográfica bajo la dirección del citado Savina toda su vigencia (ignoro si su última reedición en CD ofrece mejor sonido), este disco presentado por Brilliant resulta poco menos que imprescindible para los amantes de la música de Rota.
Se incluye, además, la primer grabación mundial de la Fantasía en Sol, página de más de trece minutos de duración compuesta entre 1944 y 1945 y dedicada a Benedetti Michelangei, quien por cierto tuvo la grosería de no tocarla jamás en público. Una obra sugerente y emotiva cuya fuerte pátina de melancolía disfrazada de una suave ironía confirma los ya conocidos paralelismos entre Nino Rota y su admirado Sergei Prokofiev.
No menos interesantes -aunque de ellos sí que había ya grabaciones-son los Quince Preludios, de 1964, todo lo irregulares que se quiera pero buena muestra del universo expresivo de Rota, desde la frívola jovialidad del neoclasicismo hasta un hondo sentido de lo patético, pasando por el más elegante sarcasmo y por los ecos del mundo circense.
El resto de las piezas del compacto (Ippolito gioca, Ballo dela villanotta in erba, Bagatella, Vals, todas menos la primera inéditas en el mundo del disco) alcanza menor interés pese a las excelentes interpretaciones de Michelangelo Carbonara. En cualquier caso, la cosa parece clara: a sólo 4 euros el ejemplar, este disco es absolutamente recomendable para cualquier melómano sin prejuicios.
3 comentarios:
Hola, Fernando. Rota es un compositor genial. Siempre que voy a tiendas de discos de mi ciudad, Alicante (solo hay dos, fnac y corte inglés) lo primero que hago es buscar por la r, a ver si hay algo de este magnífico músico. Lo que me parece lamentable es que la suite de el ballet "La strada" (una obra bellísima, por otra parte)tenga por lo menos 5 ediciones discográficas recientes (gelmetti, pons, conti, muti, nezet-seguin) y otras obras tan bellas como esa (concierto para arpa, La vita di maria, Rabelaisiana, el concierto para orquesta, la cantata Roma capomunni, etc)estén prácticamente inéditas en CD. Rota no se merece ese desprecio. Por no hablar de sus bandas sonoras menos conocidas (aquí el desierto es total).
Eugenio, puedes encontrar en CD el concierto para arpa, La vita di Maria y el concierto para orquesta. Roma Capomunni no, desgraciadamente sólo salió en disco vinilo en una edición privada de la RAI. JM
Es cierto, yo tengo dos versiones en compacto del Concierto para arpa, que por cierto es una obra preciosa. La vita de Maria sabía que estaba en compacto, pero no la he escuchado. De la grabación del concierto para orquesta no sabía nada, así que yo también le estoy agradecido, Enry.
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