La cinta ha de gustar a quienes, como le ocurría al muy anglófilo compositor neoyorquino, les fascinen las historias góticas ambientadas en un Londres victoriano -de principios del XX, en este caso- donde los salones elegantes y la gente bien educada encubren un submundo más sórdido y oscuro -tanto en un plano social como en el interior de la mente humana- donde se entremezclan la pasión amorosa, el engaño, la locura y el asesinato. La línea argumental, por lo demás bastante previsible pero bien llevada, recuerda no poco a la del Doctor Jekyll, relato que tan sólo cuatro años antes conocía la célebre -aunque mediocre- adaptación de Victor Fleming protagonizada por Spencer Tracy.
En la cinta de John Brahm tenemos a un bondadoso e inocente compositor (Laird Cregar) que padece una enfermedad mental que, bloqueando su consciencia cada vez que se ve alterado por un ruido ensordecedor, hace que se desaten impulsos criminales ante quienes se interponen en su camino. Una seductora artista de vodevil (la bellísima Linda Darnell) en busca de canciones de éxito le apartará no sólo de su novia (Faye Marlowe), sino también de la composición del concierto para piano que ha de darle fama internacional. Los crímenes se sucederán sin que un psicólogo de Scotland Yard (George Sanders) al que el protagonista acude en busca de ayuda pueda apenas hacer nada por evitarlo.
Con semejantes mimbres por delante, la partitura de Herrmann exhibe ese lirismo acongojante y concentrado que es propio del autor (muy poco después llegaría su obra maestra absoluta, El fantasma y la señora Muir), pero es ante todo un catálogo de sonoridades oscuras, incisivas, virulentas y morbosas que tanto le fascinaban. No hay rastro aquí de cuerdas melifluas a lo Alfred Newman, jefe musical de la Fox, pues Herrmann hace gala de su habitual orquestación, sobria pero muy imaginativa, en la que la madera grave desempeña un papel fundamental.
Claro que donde el compositor dio lo mejor de sí fue en el Concierto macabro propiamente dicho, bellísimo y acongojante si se lo examina como partitura autónoma, y en absoluto falto de personalidad a pesar de encontrarse inspirado, por necesidades en guión, en Sergei Rachmaninov. Pero es que además este concierto es un verdadero hito de la escritura para la pantalla grande, toda vez que tiene que funcionar al mismo tiempo como música diegética (el protagonista estrena por fin su obra justo cuando está a punto de ser apresado) y como música incidental, encajando con las diferentes incidencias del guión. No me extiendo más para no reventar la película, pero sí debo dejar constancia de que pocas veces se ha llegado a un más alto grado de fusión entre música diegética e imagen, muy especialmente en el largo y escalofriante plano final. Una maravilla.
4 comentarios:
Hola Fernando
Estupendo blog el tuyo, muy trabajado. No sabia que Hangover square habia salido en dvd, mañana mismo me acercaré a algunos grandes almacenes a comprarla...poco a poco vamos reuniendo las peliculas menos conocidas: the devil and daniel webster, operacion ciceron, ana y el rey de siam.... y la mayor parte de ellas en serie media (hasta las de hitchcock....). Seguiré muy atento tu blog, muy interesante en contenidos. Parece que los legendarios encuentros de musica de cine se han trasladado de Sevilla a Úbeda, lástima porque aunque nunca me he creido que John Williams viniera a Sevilla, contaba con que gente como Danny Elfman o James Horner pudiera haber aparecido.Se acabó el dinero, se acabó el festival....viste mas dar 100.000 € a la cabalgata del orgullo gay y adlateres. Enhorabuena por tu blog, hay que mantener vivo el recuerdo de scores como "obsession". Un abrazo.Guillermo Puente.Sevilla
Hombreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, Guillermo, ¡cuánto tiempo sin noticias tuyas! Qué alegría. Dame tu correo electrónico, anda.
Querido Fernando, un regalito que te va a gustar, a pesar de La orquesta que es floja, a pesar de la falta de fuerza, de la falta de matices, de un tempi lento, ver el score de Obsession en un estudio ( parece que improvisado en una pequeña iglesia ) grabandose de nuevo, me produce unas sensaciones..... Muy especiales. Tu amigo Guillermo Puente
Ahi va enlace
https://m.youtube.com/watch?v=-HhwqBoicwM
¡Hola, Guillermo! La verdad es que la interpretación es bastante floja, pero es una gozada ver ejecutarse esta música. ¿Sabes que cada vez que voy a Londres me paso por la iglesia donde se grabó la banda sonora original, entre otras cosas a pensar en ella?
Oye, a ver si me agregas en Facebook o me das alguna manera para que estemos en contacto. Creo que no tengo ni tu teléfono. Ni siquiera sé por dónde andas. Abrazos.
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