viernes, 20 de octubre de 2023

El disco de Barenboim con Cristina Gómez Godoy

Uno de los conciertos que más pena me da perderme de los que está ofreciendo la Sinfónica de Sevilla es el que ayer jueves y esta misma tarde del viernes ofrece con nada menos que Cristina Gómez Godoy haciendo el Concierto para oboe de Richard Strauss. Pero ya saben ustedes lo que ocurre, porque lo escribí aquí mismo hace muy poco: aunque el teatro esté a medio llenar y haya entradas de sobra, la orquesta me sigue negando invitación aparándose en que lo mío es un blog, mientras que se las ofrecen a esos señores que llevan un tiempo montando una monumental campaña en contra de ella haciendo uso de los dos medios diferentes –prensa local y revista especializada nacional– por ellos acaparados. 

Campaña con cierto éxito, diría yo. Porque si ya antes había un problema con la bajada de abonados, a nadie se le escapa que estos críticos han contribuido a ensanchar el distanciamiento entre los músicos de la formación –a los que han llamado de todo menos bonitos– y el público hispalense. Luego, claro, esas mismas firmas son las primeras en alertar de los problemas de la ROSS y de la necesidad de hacer algo para solucionarlos. Un algo que, según ellos, pasa por recortar seriamente su plantilla y precarizar la parte "que sobra" relegándola al papel de aumentos contratados para conciertos concretos. O por disolverla y crear otra que salga más baratita y tenga músicos más dóciles.

Así las cosas, comparto con ustedes una página de ese libro sobre Barenboim que sigue aún en proceso de maquetación, pero que si todo sale bien tendrán ustedes en librerías antes de Navidad.

PD. Sí, ya sé que estoy pesado con eso de las entradas y tal. Pero si realmente, como piensan ellos, este blog lo lee poca gente (¡jajajajaja!), nada debe importarle lo que yo escriba en él a la orquesta ni a esa responsable de relaciones externas que tantísima ojeriza me tiene. ¿Verdad?

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MOZART. Concierto para oboe. R. STRAUSS. Concierto para oboe. Cristina Gómez Godoy. West-Eastern Divan Orchestra. Warner. Junio y agosto 2019.

Recuerdo el desdén con que algunos melómanos hablaban de la formación multicultural en sus primeras actuaciones en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. «Orquesta de niños», decían. Lo cierto es que los niños fueron creciendo, y que buena parte de ellos pasaron a formar parte de orquestas de primera o primerísima magnitud. Algunos, incluso, son hoy estrellas con luz propia, caso del violonchelista Kian Soltani –ya comenté páginas atrás su Dvorák– o del pianista y director Lahav Shani –que tocaba el contrabajo y hacía de asistente del maestro–, por no hablar del propio Michael Barenboim.

Entre todos esos nombres lo hay andaluces, toda vez que Daniel Barenboim, durante los años en que la orquesta ensayaba en Pilas (Sevilla), rastreó en busca de los mejores talentos al sur de Despeñaperros para integrarlos en su WEDO. Caso destacado es el del percusionista Pedro Manuel Torrejón González (Isla Cristina, Huelva), hoy timbalero de la Staatskapelle de Berlín. En la Sinfónica de la Radio Bávara está el granadino Ramón Ortega Quero como primer oboe. Y justo el mismo instrumento es el que toca Cristina Gómez Godoy, nacida en Linares (Jaén) en 1990 y flamante protagonista de este disco en el que el maestro vuelve a páginas que ya había llevado al disco dos o más veces tan solo para que al mundo musical le quedara claro qué clase de solista es esta chica.

El Concierto para oboe del autor de Don Giovanni lo había registrado el maestro en 1976 para el sello EMI con la Orquesta de París y Maurice Bourge. Ofreció entonces el Mozart que acostumbraba a hacer por aquellas fechas: musculado en la sonoridad, severo en la expresión, profundo en la reflexión, poco interesado en el sentido del humor. Esta recreación de 2019 no es muy distinta a aquella, pero globalmente resulta más natural, más flexible y, sobre todo, más dotada de sensualidad y hasta de belleza sonora, ganando asimismo un poco de la chispa que en aquella ocasión se echaba en falta. En cuanto a Cristina, no es solo que convenza más que Bourge: es que para encontrar algo mejor –conozco una buena cantidad de grabaciones de esta obra– hay que irse al mayor maestro que haya conocido nunca este instrumento, que es además un gran director de orquesta y un genial compositor, obviamente Heinz Holliger. Aun así: si el inmenso artista suizo resulta inalcanzable en limpieza de digitación, variedad expresiva y mordiente, yo diría –espero no faltarle el respeto– que esta joven de Linares (¡qué legato más increíble!) le supera en naturalidad, en cantabilidad, en poesía y sentido mozartiano. Quiero decir, en comprensión de esa melancolía que, detrás de la coquetería y la belleza sonora, se esconde detrás de las notas.

El Concierto para oboe y pequeña orquesta (1945) de Richard Strauss es una de esas obras maestras tardías del compositor de Elektra que se graban y escuchan mucho menos de lo que merece. Daniel Barenboim, acérrimo defensor de la página, ya lo había llevado al disco dos veces. La primera fue con Neil Back y la English Chamber Orchestra (CBS, 1976). Entonces su dirección supo ser intensa al mismo tiempo que controlada, pero el maestro aún no dominaba el lenguaje de Strauss, o al menos del Strauss tardío; la veía casi como una obra de juventud, sin esa particular mezcla de sensualidad y melancolía que tiene. El solista añadía un punto de flema y sentido del humor muy británicos que le sientan a esta obra de maravilla.

Mucho más tarde vino el registro con Alex Klein, solista de extraordinario fiato y enorme sensibilidad, y la Sinfónica de Chicago (Teldec, 1998). Ahí la dirección ofrece la misma intensidad que en tiempos de la ECO, pero añadiendo ese punto de sensualidad, de melancolía y de magia que entonces faltaba, todo ello sin rozar siquiera lo blando o amanerado, es decir, lo otoñal mal entendido.

¿Y ahora? Como en el registro anterior, la dirección vuelve a ser extraordinariamente concentrada y poética, pero diríase que la WEDO, sin ofrecer la absoluta depuración sonora que era capaz de alcanzar el increíble equipo de Chicago, toca con una intensidad superior; se diría incluso que su director aborda el último movimiento con más ligereza bien entendida. En cuanto a Cristina, a mi entender resulta un poco menos chispeante que Neil Black y no tan espiritual como Alex Klein, pero globalmente me parece más carnal y expresiva.

18 comentarios:

Javier dijo...

Excelente su artículo sobre el concierto de R.Strauss. Sólo decir que Cristina Gómez Godoy está influenciada por la escuela alemana de oboe. Su sonido es carnoso y denso, menos brillante que el de los oboistas de la escuela francesa; Pierlot, Bourgue, Holliger. El mundo del oboe es complejo, condicionado por muchas variables, desde el raspado y configuración de la caña, el instrumento empleado, hasta la endiablada técnica de embocadura que requiere. Al contrario de muchos pianistas e intérpretes de cuerda frotada que pueden mantener la actividad hasta edades avanzadas, no verán intérpretes de oboe muy mayores, sus carreras son generalmente más cortas debido a la exigencia en la emisión del instrumento. En definitiva uno de los instrumentos más complicados de tocar como así acreditan los ranking, estadísticas y estudios al respecto.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Me parece una aportación interesantísima. ¡Lástima no poseer los conocimientos suficientes como para haberla incluido en el libro!

Aprovecho para preguntarle por Marcel Ponsee. Verá usted, este señor tiene una fama enorme, sin duda toca con enorme técnica, pero a mí me resulta un tanto blandito, incluso relamido (le he escuchado bastante en discos, y al menos una vez en directo).

xabierarmendariz88 dijo...

También en Pamplona vamos a tener ocasión de escuchar el Concierto para oboe de Richard Strauss a Gómez Godoy y, la verdad, tengo muchísimas ganas de ello. Como dicen los ingleses en estos casos, I can’t wait!


Manuel Pérez de Rozas dijo...

Muy interesante también que la Filarmónica de Viena tiene su propio oboe, más corto, con una forma redondeada justo tras la inserción de la caña, y cuyo sonido es especial: si escuchamos por ejemplo el solo central del Don Juan de Strauss en la versión Filarmónica de Viena/Clemens Krauss y la comparamos con Philharmonia/Karajan, de la misma época, [y no es que quiera alardear de oído fino], el oboe vienés me suena más suave, más leve de volumen, como “aflautado”, mientras los oboes ingleses “suenan más a pato”, claramente…

Hace mil años recuerdo a la Orquesta de RTVE tocando el Concierto de Strauss con Arpad Joo dirigiendo….; el solista era un oboísta valenciano de la propia formación, Faus de apellido, estupendo; luego compartió tertulia con Arturo Reverter y José Luis Pérez de Arteaga [vaya nivelón y todo esto en la 2 en un concierto de sábado noche en la tele pública, igual que ahora…ja ja] y explicó que en Londres había sido alumno [cito de memoria] de Neil Black…..;

Nuestro amigo angelical hace poco hablaba de la misma obra, a Cristina/Barenboim le da dos dieces, claro, y luego se queda descansado porque a Manfred Clement/Rudolf Kenpe le da un 5 pelao…..el pobre Rodolfo creo que era mucho mejor straussiano que eso, y Clement, aunque sólo fuera por los millones de discos de Bach que grabó con Karl Richter, pues lo mismo…

Javier dijo...

Lo primero decir que no soy ningún experto. El único merito que se me puede atribuir es ser esposo de una oboista. Dicho lo cual, sí me parece que Ponseele tiene un sonido un poco blando. Lo he pensado muchas veces, y en ocasiones lo he achacado a las tomas de sonido. No obstante decir que este hombre es una auténtica referencia en el oboe barroco. El sonido del oboe es muy personal, no existen dos oboistas con el mismo sonido, y quizás en el mundo del oboe barroco estas diferencias son más perceptibles. Otros referentes especializados en oboe barroco son Alfredo Bernardini ( colaborador ocasional de la OBS) y Renate Hildebrand, excelente intérprete a la que tengo el placer de haber escuchado en vivo. Otro importante oboista, Han de Vries, fue de los primeros en interpretar y grabar en los años setenta, Bach, Vivaldi, Albinoni o Telemann con oboe moderno y barroco, con orquesta moderna y con instrumentos originales. Precisamente en una época donde mostrar el modelo barroco en los conservatorios no estaba bien visto. Afortunadamente estas reticencias han sido superadas. Recuerdo una conversación que mantuve con Ramón Puchades (oboe de la ONE) en la que hablaba maravillas del oboe barroco, confesando que se quedaba con ganas de practicarlo, aunque reconocía que el oboe y corno inglés absorbían todo su tiempo. Por último señalar a otro gran oboista, Guillermo Beltrán, titulado superior en oboe moderno, en oboe barroco, constructor de oboes barrocos e intérprete excepcional al que he podido escuchar en vivo en varías ocasiones.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Joder, qué buenas aportaciones han hecho ustedes!

Ahora mismo tengo un problemilla que resolver, pero mañana les contesto. Gracias mil.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Permitan que les vaya contestando poco a poco.

Xabier, no sabía que residiera usted en Pamplona, una ciudad que me encanta. Confío en que disfrute muchísimo del concierto. Del de Sevilla me han dicho que no estuvo especialmente bien, particularmente por culpa del director. Saludos.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Manuel, muy interesante lo que usted dice. Confieso que a mí el sonido nasal de los oboes ingleses me gusta bastante.

En cuanto a "ese señor del que usted me habla", en el siguiente enlace al Ritmo de enero de 1993, página 61, encontrará su reseña de la primera edición en compacto del Strauss de Kempe. Por descontado, le pone regular y aprovecha para recomendar a Barenboim como alternativa todo cuanto puede. Ni que decir tiene que utiliza para escribir el seudónimo que era más habitual en él: Anabel García Hurtado.

Por cierto, un amigo me manda un pantallazo de su blog en el que ese señor afirma que AGH "fueron" (nótese que usa la tercera persona del plural) varias personas al mismo tiempo, una de ellas fallecida. Es una pena, pero su extrema intolerancia hacia las opiniones ajenas se ve igualada por su capacidad para mentir. Mire usted hasta qué punto ACA y AGH fueron la misma persona, que en el número siguiente en el que desapareció AGH para siempre jamás, retornaron las iniciales ACA después de muchos años. En fin, en el mundillo de la crítica su uso de seudónimos para aparentar que sus radicales opiniones eran compartidas por mucha más gente era un grito a voces, pero él sigue intentando, a fecha de 2023, echarle el muerto a otros.

Manuel Pérez de Rozas dijo...

https://www.abbyyeakleheld.com/viennese-oboe

Explicación muy interesante y pormenorizada sobre las diferencias entre el oboe standard y el oboe vienés

Manuel Pérez de Rozas dijo...

Sí, desde luego el oboe inglés tiene pasajes sensacionales. El oboísta principal de la Orquesta Philharmonia era un señor escocés, Sidney Sutcliffe [Edimburgo 1918-2001], oboísta en la Philharmonia de 1949 a 1964 y que formó un tándem brutal con el clarinetista Bernard Walton, el flautista Gareth Morris y el fagotista Cecil James….por citar algo tendríamos la Sinfonía Concertante [supuestamente] de Mozart o el solo del 2o movimiento de la Sinfonía Inacabada de Schubert con Karajan, o varias versiones de Bach [la Cantata 199 con Schwarzkopf o la Pasión según San Mateo con Klemperer].
Otro clásico que mencionábamos ayer era Neil Black, oboísta imprescindible para gente como Raymond Leppard y Neville Marriner….

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Ahí tengo una anécdota curiosa: cuando escuché la Heroica de Barbirolli con la BBC, que comenté en este blog, me dije "¡cómo suena este oboe a Klemperer!". Y resulta que era el mismo oboísta, que se había pasado de una orquesta a la otra. Demasiadas veces responsabilizamos a las batutas de cosas que tienen que ver, fundamentalmente, con los músicos de la orquesta.

Esta tarde sigo contestando. Gracias.

Javier dijo...

Es conveniente precisar que el oboe es un instrumento francés. Inventado en Francia por Jean Hotteterre en el siglo XVII, sería perfeccionado por la propia saga de los Hotteterre y quedó definido en su modelo barroco de tres secciones, taladro interior cónico más estrecho y tres llaves ya sobre 1730. Dentro de la guerra estilística en las corrientes musicales barrocas europeas, el oboe y traverso fueron instrumentos predilectos de los franceses, mientras el violín lo sería de los italianos. La introducción del oboe en España se llevó a cabo en los entornos catedralicios del barroco tardío. Dándose la circunstancia de que el oboe llegó a convivir con su antecesora, la chirimía, en los repertorios del Barroco español. Respecto a las escuelas de oboe moderno existen dos claramente diferenciadas; la europea ( con sus distintas subdivisiones) y la norteamericana. Las diferencias van desde la técnica de embocadura hasta las dimensiones de las cañas. Y en lo referente a los modelos de oboe moderno, genéricamente existe el modelo francés y vienes, que mantienen distintas peculiaridades. Siendo el modelo francés con multitud de marcas; Bufett, Marigaux, Lorée, Rigoutat, Yamaha, el más ampliamente utilizado. Marcas de oboe elegidas por los intérpretes en función de criterios personales e intereses económicos de patrocinio, en muchos casos.

Javier dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pablo dijo...

Muy bueno este Mozart de Gómez Godoy y Barenboim. Esta es mi interpretación de referencia de la obra:

https://spotify.link/yij1jPJ16Db

Javier dijo...

Este pasado 6 de octubre falleció Maurice Bourgue. Oboista, compositor, partener de Holliger e inmenso músico de cámara. DEP

Tuener dijo...

He leído una de las críticas publicadas sobre el concierto de la Sinfónica de Sevilla y Gómez Godoy. Desconozco si es de los que están a favor o en contra de la orquesta, pero da un dato muy preocupante, la escasa asistencia que tienen sus conciertos. Algo parecido pasa en Madrid con la Orquesta de RTVE, totalmente abandonada por el ente público.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Perdonen ustedes, pero por un problema personal no puedo contestar. Tampoco puedo escribir nada sobre el fallecimiento de Zubin Mehta. Lo siento.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Parece que la muerte de Mehta era un fake. Me alegro:

https://slippedisc.com/2023/10/report-zubin-mehta-has-died/

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