jueves, 10 de septiembre de 2020

No es desinterés, sino María Jesús Ruiz

Brevísimo comentario. Si alguien se pregunta por qué no escribo nada sobre el concierto de ayer de la ROSS, feliz retorno a la actividad por parte de la orquesta sevillana, se debe a que no estuve allí. Y no por desinterés por mi parte, sino porque una vez más no fui invitado.

Que se sepa claramente: la responsable de relaciones externas, Dña. María Jesús Ruiz de la Rosa, hace años que dejó de invitarme a los conciertos y de encargarme notas al programa. Jamás recibí explicación alguna sobre su decisión. Tampoco quiso nunca invitarme a dar una conferencia previa, pese a que –me consta– mi nombre fue sugerido –y rechazado– en algún momento, y a que por aquí por mi tierra no estoy precisamente mal considerado en mi faceta de orador.

Ni que decir tiene que ella es libre de pensar sobre mi labor en el mundillo musical lo que considere oportuno. Pero yo también tengo derecho de sentir un agravio comparativo, toda vez que invita repetidamente a conciertos y a conferencias a algunas –repito: algunas– personas que, siempre a mi entender, como críticos no saben distinguir a Klemperer de Norrington, pongamos por caso, mientras que como divulgadores no pasan de copiar líneas de alguna enciclopedia. Por eso mismo creo que esta señora realiza mal su trabajo: porque toma determinadas decisiones no en función de la calidad del resultado, sino del mero tacticismo.

Una lástima que este desencuentro mío con la ROSS, con la que siempre ha sido "mi orquesta", aquella con la que me formé acudiendo a todos los conciertos de sus primeras temporadas en los tiempos en los que vivía en Sevilla, se deba exclusivamente a la decisión unilateral de sola persona.

 

PS. Por descontado, me hubiera gustado mucho asistir al concierto. Pero he ido acumulando tal desencanto por lo arriba expuesto que esta vez, al contrario que en otras muchas ocasiones, no he tenido ánimos de comprar mi entrada y coger el coche. Cosa que a la ROSS, evidentemente, le da igual: lo que le interesa es salir bien en la prensa local, aunque sea en medios que leen cuatro gatos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero de los conciertos de Barenboim sí publica comentarios aunque se tenga que pagar la entrada. Si los promotores privados o las instituciones públicas que organizan conciertos regalaran entradas a todo aquel que lleva un blog y se dice crítico musical, no saldrían entradas a la venta. Todas serían "de prensa".

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

No, abrir un bog y decirse crítico musical no te convierte en tal crítico. Pero tampoco lo hace escribir en medios en papel, o en determinados medios digitales, presuntas críticas que no son sino crónicas del evento sazonadas con algunas líneas sobre las obras -no sobre las interpretaciones- tomadas de las notas al programa o de la Wikipedia.

Pasa lo mismo que con ser historiador: escribir sobre historia no te convierte necesariamente en ello, pero tener la licenciatura o el doctorado tampoco.

Guillermo dijo...

Una pena querido Fernando, poca gente sabe tanto de esto como tu, despues de tantos años.
Gracias a ti conoci muchas de las mejores versiones que hay sobre obras muy conocidas, que invitan a escuchar la musica de otra forma. 25 años hace de aquello.

Un abrazo fuerte.

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