lunes, 15 de julio de 2019

Pinceladas de Praga

Permítanme una entrada de esas un poco estúpidas, de las de colgar fotos de las vacaciones "para presumir". Improvisé un viaje de dos días y medio a Praga, volando desde Málaga, y la verdad es que ha merecido mucho la pena. A pesar de su fama, no podía imaginar que fuera una ciudad tan hermosa y monumental. Ni que estuviera tan extremadamente saturada de turismo.


No ha sido, en absoluto, un viaje organizado con la música en mente, pero lo cierto es que esta alcanzó, a la postre, una importante significación en la ruta. De hecho, como pueden ver en la foto anterior, lo primero que visité fue la fortaleza de Vysehrad, uno de los núcleos originarios de la ciudad. A ella está dedicado el primero de los poemas sinfónicos que constituyen Mi Patria de Smetana, quien justamente yace enterrado en el cementerio de checos ilustres que allí se encuentra.


En el mismo lugar pude localizar la tumba de Dvorák y escuchar las campanas de doce de la enorme y hermosísima iglesia neogótica de la iglesia de San Pedro y San Pablo. Me emocionó que la melodía de las campanadas fuera, precisamente, el tema de Vysehrad.


Al pie de este recinto pude comprobar que, si se acierta con el lugar, la comida checa es mucho menos mala de lo que dicen. Y que, lejos del núcleo turístico, es considerablemente más barata que en otras ciudades europeas.


Callejear por Praga resulta fascinante. Fue una agradabilísima sorpresa toparme, navegando sin rumbo fijo, con el coqueto teatro en el que se estrenó Don Giovanni.


También fue muy emocionante aceptar el desafío del mismísimo Comendador. Aunque confieso que casi más miedo me daban los rostros y las actitudes de algunos lugareños. Es cierto eso de que los checos no son precisamente amistosos.


En cualquier caso, yo iba buscando fundamentalmente ver arte. Arte barroco, claro, pero sobre todo arte gótico. Y bien que lo encontré. Eso sí, entre riadas de turistas.


La verdad es que la visita al enorme recinto conocido como "el castillo", que no solo incluye la catedral sino muchas cosas más, merece la pena. Incluso yendo un poco a la aventura. Fíjense en que yo no tenía ni idea del contenido de las colecciones del Palacio Lobkowicz, y me encontré con verdaderas joyas musicales.


De izquierda a derecha, los Cuartetos op. 18, la Heroica y la Quinta sinfonía, en las ediciones originales y con anotaciones manuscritas del mismísimo Beethoven con motivo de las primeras ejecuciones públicas de estas páginas.¡Para arrodillarse!


La Cuarta de Beethoven también andaba por allí. De hecho, esa fue la música que tuve todo el tiempo en mente mientras visitaba esta sala. También estaba en ella La Creación. Y una copia manuscrita del Mesías en arreglo de Mozart. Me sentí profundamente emocionado de tener todo eso eso allí mismo, delante de mí, casi al alcance de la mano. ¡Y qué decir de contemplar el Moldava desde el celebérrimo Puente Carlos!
 

De discos no tengo mucho que contar: visité varias tiendas de segunda mano y me llevé algunos Supraphon. Decidí no acudir a ningún concierto, pues en esos días solo los había para turistas poco cultivados: eso de escucuchar Las Cuatro Estaciones, la Quinta de Beethoven y El Moldava a un grupo de cámara en una sola sesión suena mal. En cualquier caso, Praga es absolutamente maravillosa y ofrece una enorme cantidad de cosas que descubrir. Me encantaría que ustedes tuviesen la oportunidad de conocerla si no lo han hecho ya.

3 comentarios:

Jorge Luis Argüero dijo...

El Golem

En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga.?

https://www.poemas-del-alma.com/jorge-luis-borges-el-golem.htm

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Ciertamente, la visita al barrio judío de Praga resultó muy interesante. Desde el punto de vista de la morfología nada hay que recuerde al mundo del Golem, pues la zona fue muy sustancialmente remodelada, pero recorrer el antiguo cementerio fue muy emotivo. Las sinagogas merecen mucho la pena, sobre todo la llamada "Vieja-Nueva", exquisito gótico del XIII.

Antonio Pérez Villena dijo...

Maravilloso viaje Fernando, a ver si puedo seguir la estela no muy tarde...

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