Minkowski y Les Musiciens du Louvre registraron este disco
para el sello Naïve en 2007: suite nº 1 de
Carmen, las dos suites de
La arlesiana –la primera realizada por el propio compositor, la segunda
obra de Guiraud– y una selección de la verdadera música incidental escrita para
el drama de Alphonse Daudet, es decir, con su orquestación original incluyendo coro. Le llovieron críticas positivas. Ya saben: por
fin Bizet con instrumentos originales, por fin la recuperación de la tímbrica
original, por fin verdadera música teatral frente a opulencias sinfónicas.
Yo conocí en su momento algunos cortes del disco, y vi la retransmisión
televisiva realizada desde los Proms de ese año con parecido programa. Me gustó
poco. Ahora he escuchado el disco completo –no muy bien grabado, dicho sea de
paso–, y la verdad es que apenas he cambiado de opinión.
Seré breve. El colorido de los instrumentos originales resulta atractivo y
adecuado, aunque no resulta difícil encontrar el registro de Cluytens con
Orquesta del Conservatorio de París (EMI-Esoteric, 1964) para disfrutar de una
gran interpretación con una sonoridad que bebe directamente la de la mejor
tradición francesa. Más novedoso resulta el planteamiento de algunos aspectos en
la articulación a la hora de subrayar los aspectos más rústicos de la escritura
–el Carillon con que concluye la primera suite, por ejemplo–. Tampoco hay duda la
música incidental original de Bizet tiene un interés que va mucho más allá de lo
musicológico, si bien es cierto que para eso ya se podía escuchar la un tanto desigual pero globalmente muy meritoria grabación completa de esta bellísima música realizada por Michel Plasson para EMI.
Pero al margen de estas circunstancias, a mí me parece que Les Musiciens du Louvre suenan aquí con la mediocridad
con que suelen hacerlo. Que Minkowski la dirige con tosquedad, descuidando
aspectos tan relevantes como el equilibrio de planos o la fluidez en las
transiciones. Y que en lo expresivo el maestro sigue haciendo gala de su
alarmante vulgaridad, acentuando los contrastes sin venir a cuento, cayendo ora
en languideces –Adagietto–, ora en el nerviosismo –Minuetto de la primera suite–, mostrándose incapaz de destilar
sensualidad o ternura y quedándose corto tanto en elegancia como
en pathos.
La chabacanería de la Farandole –a platillazo limpio– con que se cierra la grabación no parece dejar a dudas del verdadero talento de este
señor. A mi entender, este disco es una tomadura de pelo. Claro que esta opinión es minoritaria: mi consejo es que lo
escuchen y saquen sus propias conclusiones. Pero no se pierdan a
Cluytens,
ni a
Martinon,
ni a Abbado. Por favor.
2 comentarios:
Que opina de las suites de Arlesiana por Karajan en los 80's?
Lamento no conocerlas. Lo siento.
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