martes, 30 de agosto de 2016

Las Cuatro estaciones: Jansen frente a Dantone

Me han gustado mucho, pese a su originalidad –o quizá por ella–, las Cuatro estaciones de Vivaldi a cargo de Janine Jansen. Armada de un sonido de increíble belleza y de un fraseo de extraordinario vuelo poético, la violinista holandesa lidera un pequeño conjunto de instrumentistas en el que se incluyen su padre Jan –clave y órgano– y su hermano Maarten –violonchelo– para ofrecer una recreación de tempi rápidos, fraseo ágil y articulación muy marcada –mas no historicista– en la que se apuesta por resaltar los aspectos más tempestuosos de la partitura haciendo gala no solo de un temperamento ardiente a más no poder, sino también de una muy considerable imaginación –las libertades son muy grandes– que genera sorpresas continuas y contrastes extremos; todo ello sin miedo a recurrir a la aspereza o a la fragmentación del discurso musical, aun sin llegar a romperlo.

Obviamente hay muchos momentos en los que el resultado es discutible, a veces por ir demasiado rápido –Largo de El invierno–, a veces por rozar el amaneramiento –primer movimiento de El otoño, por ejemplo–, pero en general no hay caprichos ni extravagancias, porque las aportaciones están presididas por el pleno conocimiento de la retórica barroca, el buen gusto y, sobre todo, la sinceridad emocional. La incorporación de la tiorba al continuo resulta muy de agradecer. La grabación se realizó en 2004, ofreciendo un sonido absolutamente excepcional en el Blu-ray audio editado por Decca.


Movido por el morbo de la comparación, he escuchado inmediatamente después –la conocí hace años, pero no la recordaba bien– el prestigioso registro que realizaron Ottavio Dantone y su Accademia Bizantina para el sello Arts en 1999. Si bien utilizando instrumentos originales y una articulación historicista, el clavecinista italiano y sus chicos coinciden con Jansen en ofrecer una interpretación muy libre e imaginativa, llena de acentos inesperados y atentísima en todo momento al programa descriptivo de la obra. Dicen así muchas cosas nuevas, no pocas de ellas acertadas, pero aquí el fraseo sí que cae, a ratos, en lo lánguido y en lo amanerado, mientras que las originalidades no parecen presididas por la misma sinceridad y fuerza expresiva; incluso los silencios esta vez sí que llegan a romper el discurso musical. El violín de Stefano Montanari, por su parte, no posee en modo alguno la belleza sonora ni la expresividad de la Jansen, aunque tampoco ande precisamente escaso de virtuosismo.

Si tienen tiempo y pueden acceder a estas grabaciones, intenten compararlas. No se arrepentirán.

8 comentarios:

kapsweiss2016 dijo...

Si tiene un rato escuche la grabación de los hermanos Zapico ( grupo Forma Antiqva) en el sello Winter&Winter con el violinista Aitor Hevia (del cuarteto Quiroga).Es como escuchar las 4 estaciones por primera vez .... y no me refiero a los interludios de Bleckmann y Uri Caine, solo a la interpretacion de estos fantásticos interpretes españoles.
Ya sabe en que sitio puede encontrarla.

Saludos

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias por la recomendación, Kapsweiss2016.

Desdichadamente, motivos laborales me mantienen una semana muy lejos de mi casa y de mi equipo de música. Cuando regrese le aseguro que la escucharé con atención. Un cordial saludo.

amd dijo...

Casi todolo que le he escuchado a la Jansen me resulta muy satisfactorio, estas 4 Estaciones incluidas

amd dijo...

Casi todolo que le he escuchado ala Jansen me resulta muy satisfactorio, estas 4 Estaciones incluidas

kapsweiss2016 dijo...

Volviendo a la versión de Forma Antiqva y los hermanos Zapico, está claro que es un versión heterodoxa, un poco extrema, donde prima ante todo la teatralidad y la indagación en los "afectos" barrocos. Utilizan para ello una gran imaginación a la hora de encontrar solucciones instrumentales: variedad del continuo, en el fraseo, en los solos, en la ornamentación, etc. Se podrá estar o no de acuerdo, pero esa frescura a la hora de presentar nuevas ideas y como se llevan a cabo a mi me convence.

En el blog de Ipromesisposi, se incluyen unos comentarios sobre esta versión, en su habitual comparativa de grabaciones de esta obra.

Saludos

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Kapsweiss2016, le agradezco muchísimo sus recomendaciones, que recojo con interés y aprecio, pero faltaría a la verdad si dijera que esa interpretación me ha gustado. Más bien al contrario: pongo ahora mismo a Zapico en mi particular lista negra. Sé que quedo fatal al decirle esto, porque usted me ha recomendado el registro con toda la ilusión y ahora paso por un pedantorro de tan "exquisito gusto" que no soy capaz de apreciar algo bien distinto. Pero esa es la verdad, qué quiere que le diga. No puedo engañarme a mí mismo ni engañarle a usted. El disco me ha irritado: se derrocha imaginación, inteligencia y atrevimiento, pero el resultado me parece pretencioso y de discutible musicalidad.

En cualquier caso, le agradezco muchísmo que comparta sus impresiones, que a mí me han sido de utilidad y seguro lo serán también a los lectores que se pasan por aquí. Y, por descontado, mi mayor admiración por los análisis del blog Ipromesisposi. Reciba un cordial saludo.

kapsweiss2016 dijo...

Agredezco que se haya tomado el tiempo de escuchar la grabación y de verdad, aprecio su sincera opinión. Entiendo que la versión no es para todos los gustos (a algún colega mio le ha gustado a otro no) y que incluso como comenta pueda llegar a irritar. Como decía en mi anterior mensaje es una versión muy extrema y experimental en su concepto y ejecución, buscando la teatralidad y el contraste que se adecúen al programa. En mi caso, reconozco que después de escuchar muchas versiones estandarizadas de una obra tan manida como Las 4 estaciones, esta grabación supuso un soplo de aire fresco. En cualquier caso, tampoco la tendría como primera opción. Me quedo con una más "estandar", Carmignola y los Sonatori de Gioiosa Marca.

Por cierto, por lo que le sigo en el blog, coincidimos en otras preferencias. Mis intérpretes de cabecera son Arrau y Gilels y entre los directores, Celibidache (especialmente en los años 80) y Kubelik.

Saludos cordiales

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Gracias por su comprensión. Desde luego, Arrau y Gilels estarían entre mis tres o cuatro pianistas favoritos. Los otros serían Barenboim y Kissin, aunque no tengo del todo claro el orden de preferencia. Perdone que no me extienda sobre el tema: ando bastante liado. Saludos y hasta pronto.

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