sábado, 30 de agosto de 2014

Sobre la acústica en los Proms

Cierro los comentarios sobre mi visita a los BBC Proms 2014 con unas líneas en torno a la siempre discutida acústica de los conciertos, toda vez en en esta ocasión, al realizar el viaje a Londres acompañado por mi madre, no opté por las entradas en la “arena” –cinco libras tan solo, pero hay que guardar cola y estar de pie durante todo el espectáculo–, sino por más o menos cómodas butacas situadas en diferentes puntos del Royal Albert Hall. Menos mal que compré la mayoría el mismo día en que se pusieron a la venta, porque se agotaron en seguida.

Proms 2011

En breve: es verdad que las características de la emblemática sala no favorecen precisamente la audición –si ustedes han escuchado discos allí grabados saben de qué les hablo–, pero todo depende a la postre de dónde uno se ubique. En los conciertos de Haitink y Barenboim, precisamente los mejores desde el punto de vista interpretativo (¡mecachis la mar!), nos tuvimos que conformar con asientos muy alejados del escenario, en la sección superior del graderío (“Circle”) y en el extremo opuesto a los músicos. Demasiado lejos, la verdad. No terminé satisfecho.

En el War Requiem estuvimos a la misma altura, pero mucho más cerca de la escena: la visión es desde un lado pero la experiencia auditiva, sin ser buena para captar sutilezas, resulta bastante más convincente, y desde luego adecuada para una página con un despliegue de masas sonoras tan acongojante. En el que dirigió Edward Gardner tuvimos asientos mucho más bajos, en los palcos, y además encima del escenario: allí todo se escuchaba francamente bien. Eso sí, el precio es aplastantemente superior al de las otras ubicaciones.

Para la “late night” con Laura Mvula sí que estuvimos de pie en la “arena”. Aquí el inconveniente fue el sonido amplificado, dadas las características del espectáculo. Cuando se trata de música clásica no se escucha mal allí. ¿Recomendaciones? Si tienen tiempo y fuerzas, hagan cola y aguanten de pie. Si no, confórmense con lo que su presupuesto les permita y luego, como yo estoy haciendo, escuchen en su casa las tomas radiofónicas y sáquenle mayor partido a lo que disfrutaron en directo.

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