SHOSTAKOVICH: Conciertos. Suites orquestales. Jazz Suites 1 & 2. Sinfonías de cámara.
Orquesta del Concertgebouw, Royal Philharmonic Orchestra, Orquesta Sinfónica de Boston, Orquesta de Filadelfia, Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara, Orquesta Sinfónica de Goteburgo, Orquesta de Cámara e Europa, Orquesta Sinfónica de la Radio de Leipzig. Varios coros y solistas vocales. Brautigam, Ortiz, Mullowa, Kremer, Schiff, Masseurs. Dirs: Vladimir Ashkenazy, Rudolf Barshai, Ricardo Chailly, Bernard Haitink, Neeme Järvi, Herbert Kegel, Seiji Ozawa, André Previn, Maxim Shostakovich.
Decca 475 7431
9 CDs 637’53’’
ADD/DDD
Universal
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La mayor parte de las interpretaciones contenidas en esta caja alcanza un extraordinario nivel. Es el caso de los tres discos grabados por una insuperable Orquesta del Concertgebouw y un Ricardo Chailly que supo aunar frescura, chispa, sentido del color, refinamiento e imaginación en fenomenales lecturas de páginas a veces maestras (el Concierto para piano nº 1, con excelentes Brautigam y Masseurs), en ocasiones deliciosas (la mal llamada Jazz Suite nº 2) y con frecuencia en exceso convencionales y faltas de inspiración (buena parte de la música cinematográfica aquí incluida, con excepciones como el soberbio Hamlet).
De noble clasicismo -en el mejor sentido del término- e indiscutible sinceridad expresiva las lecturas registradas por Rudolf Barshai de sus orquestaciones de los cuartetos Tercero, Cuarto, Octavo y Décimo, beneficiadas asimismo por una admirable intervención de la Orquesta de Cámara de Europa. Espléndida la muy menor Obertura sobre temas rusos y kirguís de Haitink y, para terminar con las joyas de esta colección, portentoso el Primero para violín con una Victoria Mullowa que es en esta ocasión un auténtico témpano ardiente bajo la batuta de un arrollador André Previn.
Sin llegar a semejante nivel, son francamente sólidas las lecturas de Askenazy de obras como la vistosa Obertura Festiva, los fascinantes Cinco fragmentos op. 42, el infumable panfleto comunista La canción de los bosques, el convencional poema sinfónico Octubre y el tan fuera de su tiempo como emocionante Concierto para piano nº 2, aunque aquí Cristina Ortiz evidencie un sonido monocorde y una expresividad limitada. Asimismo más que notable la Ejecución de Stepan Razin registrada allá por 1968 por Sigfried Vogel y Herbert Kegel, único registro analógico de esta, por lo general, magníficamente grabada selección.
Interesan bastante menos las suites del Hamlet escénico, La edad de oro y El perno a cargo de Neeme Järvi, llenas de vida y entusiasmo pero trazadas con brocha gorda y no muy bien tocadas, el Segundo para violín –obra aburrida como ella sola– lastrado por un Kremer en su línea habitual a pesar de contar con una buena dirección de Ozawa, y los dos conciertos para violonchelo –ahora sí, soberbia música– registrados en 1984 por un Schiff de sonido bellísimo pero mucho antes lírico y evocador que aristado, sarcástico y dramático, y encima bajo una batuta escasa en cafeína de Maxim Shostakovich.
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Artículo publicado en el número de octubre de 2006 de la revista Ritmo.
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