lunes, 18 de marzo de 2013

Mediocre Festival de Granada

Guardé silencio cuando Diego Martínez, un señor al que conozco de pasada desde hace años y del que aprecio mucho su labor en el Festival de Úbeda, fue nombrado director del Festival de Granada en medio de la polémica: su designación se anunciaba desde meses antes que se pusiera en marcha el mecanismo del famoso “código de buenas prácticas”, circunstancia que fue duramente denunciada por el tenor granadino José Manuel Zapata. Las buenas relaciones de Martínez con el Partido Popular explicarían su elección según se deduce de lo que, desde antes del nombramiento, publicó el diario Ideal. Si quieren pueden leer la respuesta que dio en un videochat organizado por el mismo medio cuando le preguntaron por el asunto.

He esperado, teniendo en mente su mediocre proyecto de hace pocos años para el Auditorio de El Escorial, a que saliese la programación diseñada por él en persona (la del año anterior era del director saliente) para el evento granadino. Pues bien, ya ha salido en la web oficial. Quitando el nuevo proyecto de Jordi Savall, la presencia de Ute Lemper (con un precioso espectáculo que ya se vio en su momento en Jerez y más tarde en Sevilla), Ton Koompan tocando el órgano y alguna cosa más, me ha parecido más bien gris. Tanto, que por primera vez en muchos años voy a faltar a mi cita anual al Festival. Un Festival, como denunció Zapata, que ahora se encuentra en manos de un partido político muy concreto. Eso sí, apuesto a que hay algunos medios de comunicación que le van a comer a Martínez en la mano. Y si no, al tiempo.

2 comentarios:

vicentet dijo...

Si que ha bajado el nivel de calidad del festival de Granada.Conociendo los escasos (nulos) gustos musicales de los candidatos del PP dentro de nada veremos desfilar por alli a Julio Iglesias, David Bisbal y demas lindezas. Conmigo tampoco cuentan para este año.

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

La verdad, Vicente, es que yo ya tenía en mi agenda huego para mi visita anual al Festival de Granada, pero cuando he visto la programación se me han venido todas las ilusiones abajo. Todavía me acuerdo de los años en los que venían gente como Solti, Celibidache, Colin Davis, Haitink... Por no hablar del espectacular descenso en cantidad y calidad de las voces congregadas. No hay color.

¡Menos chichi y más chicha!

Perdón por el chiste malo y ordinario, pero tenía que hacerlo. Acabo de salir del Ateneu Ruman (sí, estoy en Bucarest) de escuchar el Concie...